miércoles, 6 de septiembre de 2017

EN FRANCO TREN DE RECUPERACION

Orquesta Sinfónica Nacional: Director: Gunther Neuhold. Solista: Alexander Panizza (Piano). Programa: Serguei Rachmaninoff: Concierto para Piano y Orquesta Nº 3  en Re menor, Op. 30. Rolf Liebermann; “Furioso para Orquesta”. Alexánder Scriabin: “Poema del Extasis”, Op. 54. CCK-Sala Sinfónica, 30 de Agosto de 2017.

Luego de la “desoladora experiencia” que viví en el Concierto del Domingo 20, oportunamente comentado en este blog, la Sinfónica Nacional retornó al CCK junto Gunther Neuhold, quien debía conducir al conjunto en gira por Corea del Sur y China por esta fecha (mas allá del “papelón” que significó esta cancelación, con la creciente tensión que hay en esa región, ¿habría sido oportuno realizar esa gira?), por lo cuál hubo de parte del director una señal positiva al retornar, contrastante con la drástica decisión del Chileno Francísco Rettig de no volver a dirigir por el momento a la Nacional hasta cobrar la totalidad de los honorarios que se le adeudan y contar con garantías mínimas de respeto por su trabajo.  

  La primera parte del programa ofreció una versión de menor a mayor del concierto para Piano y Orquesta Nº 3 de Rachmaninoff en el cuál Alexánder Panizza asumió la parte solista. Comienzo con algunas imprecisiones. “Tempi Rallentado”  (sobre todo en  el extenso primer movimiento). De cualquier forma a partir del segundo las cosas comenzaron a reencausarse, fluyó el piano con mayor nitidez y la Orquesta mostró empaste y solidez, por lo cual en el tercer movimiento actuaron todos con mayor comodidad y entendimiento. Panizza mostró compenetración y apasionamiento. Su digitación fue precisa y con el transcurrir de la versión encontró su mejor forma. Neuhold del mismo modo fue extrayendo lo mejor del conjunto y en este último movimiento hubo ida y vuelta permanente con el solista. Panizza entregó a posteriori una transcripción de Gershwin, en agradecimiento a los aplausos del público, hecha con mucha calidez.

  La segunda parte tuvo en primer lugar el estreno de “Furioso para Orquesta” de Rolf Libermann , Compositor y Director de Orquesta Suízo. Obra de 1945, es intensa, no da  tregua , tiene pasajes de mucha bravura, es mayoritariamente tonal y logra que el oyente quede virtualmente exhausto al culminar la audición. Aquí Neuhold se movió a sus anchas y le extrajo todo el jugo a la partitura. La Nacional respondió con un perfecto ajuste en todos sus sectores y fue muy bien recibida por el público.

  El cierre se produjo con una formidable versión del “Poema del Extasis” de Alexander Scriabin, con toda la intensidad, apasionamiento, color y detalles virtuosos que esta obra posee. Aquí si, Neuhold y la Orquesta lucieron a pleno. Al conjunto se lo escuchó muy recuperado respecto al concierto anterior y el Director ratificó una vez mas su valía.


Donato Decina

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