lunes, 25 de septiembre de 2017

UN FANTASTICO SOLISTA

Teatro Colón en el Teatro Coliseo: Concierto extraordinario a cargo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Director: Enrique Arturo Diemecke. Solista: Dimitry Masleev (Piano). Programa: Camille Saint Saëns: Concierto para Piano y Orquesta Nº 2 en Sol menor, Op. 22. Ludwig Van Beethoven: Sinfonía Nº 7 en La mayor, Op. 92. 19/09/17.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  En una serie de presentaciones que los organismos estables del Colón realizarán fuera de sede durante los interregnos entre presentaciones y prestaciones en la propia sala , se inscribe este concierto de la Filarmónica en el renovado Coliseo con su nueva campana acústica, la que logra al menos mitigar bastante al natural sonido del ámbito de la calle Libertad. La oportunidad fue muy bienvenida pués nos permitió conocer a Dimitry Masleev, Primer Premio del Concurso Tchaickovsky de Moscú correspondiente a la Edición 2015. Si bien en cuanto a la duración de las dos obras seleccionadas para este programa, las mismas pueden ser consideradas como de corta duración, las dificultades interpretativas que ámbas presentan conllevan un desafío para los interpretes, y en ese sentido el resultado final puede considerarse como muy aceptable.

  De intrincada escritura y como para ser puesto en manos de un verdadero virtuoso. Así podemos catalogar al segundo de los Comciertos para Piano y Orquesta de Camille Saint-Saëns. Obra que comienza en modo solemne y culmina en la mas absoluta brillantez tuvo en Dimitry Masleev al interprete ideal. Digitación perfecta, técnica sólida, sonoridad absoluta, vuelo interpretativo. Todas estas cualidades fueron puestas de manifiesto sobre el teclado, sumado a un pleno entendimiento con Diemecke y la Orquesta, los que de manera sabia completaron el resto. Versión formidable para un auspicioso debut del que esperamos se transforme en una inmediata actuación en la sala del Colón en el mas breve plazo posible. Masleev le ofrendó al público un bis mas que interesante: una Polonesa de Tchaickovsky que reafirmó todos los conceptos que describiéramos anteriormente.

  La segunda parte se inició con un sentido homenaje que Diemecke le efectuó a sus compatriotas a raíz de los fenómenos telúricos que afectaron a México, como es de Ntro. público conocimiento. Tras el minuto de silencio, la Filarmónica acometió con una interesante versión de la Séptima de Beethoven,, la que mostró diferencias respecto a la que los mismos interpretes ofrecieran en ocasión de la Integral Beethoven del 2015 y que fuera en esa oportunidad una de las tres mas ovacionadas junto a la Cuarta y la Novena. “Tempi” por momentos algo mas “rallentado”. Cambios repentinos en cuanto a la dinámica, eso si, sin resignar en ningún momento el “canto” orquestal que acompaña al conductor Mexicano en cada una de sus interpretaciones. Mas allá de estas observaciones, la versión fue buena con momentos de color y de interesante enfoque.

  También la Filarmónica tuvo sus bises. De acuerdo a lo anunciado por Diemecke antes de ellos, para ser interpretados en todas las ocasiones que sean posibles, las que de acuerdo a declaraciones efectuadas a algunos medios periodísticos se pueden traducir en presentaciones en algunas plazas del interior que recibirán a los Cuerpos Estables del Colón (de hecho este año lo hace el Ballet y por lo visto a partir del 2018 comenzarán a hacerlo los demás). Y fueron dos tangos de la dupla Gardel-Le Pera: el infaltable “Por Una Cabeza” al menos en una versión Argentina y no Hollywoodense y “El Día que me Quieras”, ambos en orquestación del Avellanedense Gerardo Gardelín, compositor, arreglador y  orquestador, los que sonaron simpáticos aunque no pareció ser la mejor oportunidad para hacerlo.


Donato Decina

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