martes, 10 de abril de 2018


SALIR MARAVILLADO

CCK-Sala Sinfónica, Temporada 2018. Actuación de la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional “José de San Martín”, Director: Mario Benzecry. Programa: Gustavo “Cuchi” Leguizamón/Virtú Maragno: “Preludio y Jadeo”. Anton Bruckner: Sinfonía Nº 7 en Mi menor (Versión Robert Haas) . 08 de Abril de 2018.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

Conmovedor. Es el único calificativo que le cabe a este concierto con el que se inició oficialmente la actividad de la Sinfónica Juvenil Nacional “José de San Martín” para este año 2018.  Conmovedor, porque ya se aproxima a la vigesimoquinta temporada regular consecutiva. Porque es uno de los pocos organismos musicales nacionales que incluye una composición de autor nacional en cada programa. Porque incluyó una de las obras capitales de uno de los mas grandes compositores del Post-romanticismo de finales del siglo diecinueve. Y porque en la interpretación del segundo movimiento de la Séptima de Bruckner, en el  que el compositor despide a Wagner que acababa de fallecer, se despidió también al inspirador de este conjunto y padre no solo del sistema de Orquesta Infanto-juveniles de Venezuela, sinó que tambien de gran parte de las América Latina, Don José Antonio Abreu, quien falleció el 24 de Marzo pasado, el que hace veinticinco años le insistió al Mtro. Benzecry en la necesidad de crear una Orquesta de estas características, habida cuenta de la disolución por esa época (Menemismo), de la Orquesta Juvenil de Radio Nacional (Gestión Julio Maaharbiz) acaso en ese tiempo el único conjunto consolidado de práctica orquestal ante el público.

  El comienzo mostró un increíble trabajo de Gustavo “Cuchi” Leguizamón, original para piano, al que Virtú Maragno, adaptó y arregló para orquesta. “Preludio y Jadeo”. Una composición reveladora de la faceta mas desconocida del “Cuchi”, al que Maragno le aportó una Orquestación muy ajustada, acorde con las sonoridades de la página, la que es una exploración sonora a partir de acordes casi de raigambre folcklórica (fiel a su estilo y sus raíces), por lo que saludamos la visión de Benzecry y su decisión de programarla, la saludable intención de la familia Maragno de abrir el archivo de su patriarca y podríamos decir que el estreno propiamente dicho de la página en este arreglo, ya que en la Salta natal del “Cuchi”, El Mtro. Eduardo Alonso Crespo presentó una orquestación suya.

  Y llegamos a la séptima de Bruckner. Interpretada en la versión de Robert Haas, de la que puedo afirmar sin temor a equivocarme de que es la versión también utilizada en 1993 por Kurt Masur con la Filarmónica de Nueva York en el Colón y que cuenta con dos observaciones principales. No hay Orquesta de Tubas Wagnerianas y son únicamente los Cornos los que intervienen en gran número en toda la obra.  Y tampoco  no hay percusión en el segundo movimiento (Triangulo, Platillos), por lo que solo interviene el timbal también en toda la obra. Primer movimiento arrollador, con todas las tensiones y momentos de fuerza a flor de piel. Segundo movimiento, reflexivo, con toda la carga dramática y las imágenes de Wagner y de Abreu que nos vienen a la memoria. El scherzo “ del Gallo” expuesto de manera formidable y un cierre con toda la progresión y la energía que la obra libera, llegando a un final brillante, magistralmente resuelto. Conmueven y emocionan estos jóvenes, los que se entregan a la música en forma total, con un formador que insisto, está en plenitud de medios, recursos y atravesando el mejor momento de su fructífera carrera.

Donato Decina

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