domingo, 22 de mayo de 2022

 

Muy buena presentación del trío MERIDIEN en el Espacio Cultural BARGOGLIO

 

EL OESTE TAMBIÉN EXISTE

Martha CORA ELISEHT

 

            San José de Flores es uno de los barrios más populosos de la Ciudad de Buenos Aires, con un profundo acerbo histórico, religioso y comercial. Desde su pasado como posta de carretas y parada obligatoria hasta empalmar con el Camino Real en la época de la Colonia -Manuel Belgrano descansó en su posta en 1812-, fue posteriormente pueblo y allí se firmó en 1859 el famoso Pacto de Unión Nacional, donde el Estado de Buenos Aires se reincorporó a la Confederación Argentina. Se incorporó a la Capital Federal en 1888 y no sólo posee una intensa actividad comercial y religiosa, sino también cultural. Justamente, muy cerca de la estación de tren del ferrocarril Sarmiento se encuentra el Espacio Cultural BARGOGLIO, que organiza conciertos y recitales de diferentes géneros y brinda oportunidad a numerosos artistas. El ambiente es cálido, sumamente agradable y se puede disfrutar de buenas opciones gastronómicas mientras se aprecia un buen espectáculo. En dicho lugar, el pasado jueves 19 del corriente tuvo lugar un concierto de cámara a cargo del trío MERIDIEN, integrado por Juan Labanda (violín), Eduviges Piccone (piano) y Siro Bellisomi (violoncello), donde se interpretaron las siguientes obras:

-  Trío n° 1 en Re menor, Op.49 -Félix MENDELSSOHN BARTHOLDY (1809-1847)

- Las cuatro estaciones porteñas- Astor PIAZZOLLA (1921-1992)

Además de los mencionados intérpretes, la ocasión contó con un asistente de lujo: el tenor Santiago Martínez, quien iba dando vuelta las páginas de la partitura para piano. Tras una breve presentación a cargo del propietario del lugar, el trío comenzó con una muy buena versión de la mencionada obra de Mendelssohn, que consta de 4 movimientos: Molto allegro et agitato/ Andante con moto tranquillo/ Scherzo/ Finale. A su vez, el movimiento inicial consta de dos partes: un prolongado cantábile en Re menor a cargo del cello con acompañamiento del piano en síncopa, mientras que el violín se une posteriormente junto con el cello para brindar una versión distorsionada del tema. A su vez, en la segunda parte -en La mayor para luego, pasar a Re bemol menor y Si menor- el cello y el violín tocan prácticamente al unísono, mientras que el piano realiza triples arpegios. Una versión deslumbrante, donde todos y cada uno de los músicos pudieron hacer gala de su maestría y virtuosismo en un escenario ideal para música de cámara. En el 2° movimiento (Andante con moto tranquillo), el piano introduce el tema, mientras el violín y el cello se unen en contrapunto casi al unísono, con una melodía similar a la de Canciones sin palabras. El Scherzo se caracterizó por ser vibrante, mientras que el Finale -en forma de sonata- permite el lucimiento del piano mediante arpegios y octavas cromáticas. Tras un cantábile, finaliza con un final brillante en Re mayor. Aquí se combinaron el perfecto fraseo de Juan Labanda y Siro Bellisomi con la experiencia de Eduviges Piccone en la materia.

Tras los aplausos, el trío ofreció un arreglo especial de Las Cuatro Estaciones porteñas de Piazzolla, que fueron interpretadas en el siguiente orden: Otoño porteño/ Invierno porteño/ Primavera porteña/ Verano porteño. El piano marcó la melodía e introdujo el tema, tomado posteriormente por el cello y luego, por el violín. Los solos a cargo de Juan Labanda y Siro Bellisomi fueron magistrales y ambos instrumentistas pudieron demostrar su profesionalidad y virtuosismo. Por otra parte, Eduviges Piccone hizo -una vez más- gala de su maestría al frente del piano, logrando el efecto chicharra -que normalmente, lo hace el violín-. En resumen: sonó impecable, como si hubiera sido interpretado por una orquesta de cámara completa. Y como no podía ser de otra manera, el esfuerzo del trío se vio coronado por infinidad de aplausos entre los asistentes a la velada.

Buenos Aires es una de las pocas ciudades del mundo que posee una oferta cultural increíble, donde no hace falta trasladarse al centro para disfrutar de buenos espectáculos. Los barrios de la ciudad también tienen lo suyo y sólo es cuestión de descubrirlos. Al fin y al cabo, el oeste también existe y tiene mucho para ofrecer. 

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