miércoles, 15 de mayo de 2024

 

FELICES TRES DECADAS

 

  Este año la Orquesta “Baires Sinfónica” celebra sus primeros treinta años de vida. Es todo un logro mantenerse, subsistir mayoritariamente sin ayudas oficiales y superar más de tres vaivenes económicos que de una manera u otra afectaron la vida en la Argentina. Nacida por iniciativa de Jorge Manfredini, quien siempre está al frente del conjunto, como Orquesta de Cámara del Plata, pasó a llamarse luego Camerata Baires para tomar su nombre definitivo de Baires Sinfónica. Así espectáculos musicales clásicos y de corte lírico le han hecho también un lugar a obras de esencia popular pero siempre respetando la raíz académica del conjunto.

 

   Salas como el Teatro Colón sumado a otras de la zona céntrica, instituciones barriales, profesionales y de colectividades, registran el paso del conjunto por sus instalaciones. También importantes músicos nutrieron sus filas, es así que maestros que prestigiaron a las Orquestas del Teatro Colón pueden hallarse en su composición actual y es interesante el aporte que muy buenos arregladores le hacen a la Orquesta para poder abordar páginas famosas. Algunos forman parte del conjunto y hasta asisten al Mtro. Manfredini en la preparación y  en la Dirección en parte de los conciertos. Para poder acceder a obras cantadas los arreglos están preparados para voces líricas, las que aportan buen nivel al espectáculo.

 

  Quiso la circunstancia que como parte de los festejos se sumara que dos de las presentaciones se llevaron a cabo en la semana del septuagésimo sexto aniversario de la proclamación del Estado de Israel, por lo que los conciertos se llevaron a cabo en instalaciones de instituciones de la colectividad judía.  En mi caso presencié el correspondiente al Sábado 11 en el Jardín y Escuela Marc Chagall del porteñísimo barrio de Monte Castro, en presencia de autoridades educativas de la Ciudad de Buenos Aires y dirigentes de organismos de la colectividad. Tras un inicio en donde una reconocida voz de la institución entonó las estrofas del Himno Nacional Israelí, la Orquesta con la participación de la Mezzosopano Isabel Mínguez hizo lo propio con el Himno Nacional Argentino en el exacto día de celebración del mismo con la unción y el respeto por parte de todos los presentes.

 

  A lo largo de la velada, el conjunto demostró versatilidad en el repertorio y su flexibilidad interpretativa con el mismo. Entre las páginas clásicas sorprendió el Mtro. Luís Cejas tanto en su faceta de Director como de  intérprete portador de un buen registro de tenor. En el primer caso, descubrimos una muy buena versión de “La Victoria del Conde Mazzuchelli” del Op.22 de Bela Keler muy bien llevada por el conductor, al igual que la obra de cierre, el tradicional “La Danza del Rabino” en arreglo de Nicolás Castillo, cuyo motivo central debió ser bisado ante la algarabía del público. Como cantante ofreció  muy sentidas versiones de “Casa Mía” y “Sole e Amore” de Giacomo Puccini en arreglos del Mtro. Manfredini. “Le Dor Vador” de Finkelstein arreglado por Facundo González Montes quien también arregló la Habanera de Yradier y Salaberry “El Arreglito” de donde Georges Bizet habría abrevado para componer “su” Habanera, lógicamente la de “Carmen”, en la que Cejas en este caso junto a Isabel Mínguez derrocharon simpatía en la interpretación. Yendo a la participación de Mínguez la encontramos en la faceta de muy buena intérprete de Tangos con una lucida versión de “El Ultimo café” de Castillo y Stamponi y descollar con una estupenda interpretación de “A Mi Manera” en la que previamente el Maestro Manfredini acertó al narrar la verdadera historia de cómo surgió esta canción a partir del original francés hasta llegar a la versión definitiva de Paul Anka en Inglés que inmortalizara Frank Sinatra. Hubo tiempo para conocer versiones de “Un Muchacho Natural” con arreglo y Dirección del Mtro. César de Miguel (Violista del conjunto y asistente principal de Dirección) en la que Daniel Rombolá participó como solista en trompeta.

 

  En lo que hace a la plena participación del Mtro. Manfredini se lo pudo apreciar en muy correctas versiones de “Shaster Chusidl” (tema tradicional Klezmer) en arreglo propio al igual que en el mencionado “El último Café” y en las canciones de Puccini. Mientras que en arreglos de Marcelo Cambiasso  además de “A mi Manera” se pudo apreciar el  Tema Central de “La Lista de Schindler” de John Williams con una acertada participación del violinista Lucas Bartolomé en el que fue el instante más tocante del concierto sumado a una interesante versión de “Café 1930” de Astor Piazzolla en donde el Violonchelista Pablo Sadlej llevó la parte solista, destacándose en la segunda parte de la obra.

 

  Como se puede apreciar, un programa variado en el que nunca decayó el interés del público. Hallazgos como “La Victoria del Conde Mazzuchelli” o la Habanera “El Arreglito”. Poder escuchar al Piazzolla de “La Historia del Tango” como así también temas populares que nunca pierden vigencia junto a obras de homenaje a la colectividad anfitriona. Todo esto dio por resultado el rescate de una tradición que es la de las presentaciones en instituciones de colectividades en los barrios, algo que al menos en la Ciudad de Buenos Aires se ha perdido mucho y que en algo el Gobierno de la Ciudad mitiga con las fiestas dominicales en Av. de Mayo (Buenos Aires Celebra).

 

  Y ya en el cierre, para que la fiesta fuera total, no podía faltar el celebérrimo “Hava Nagila” ante la desbordante alegría de la concurrencia. Felicidades al Director y a todos los intérpretes. Que el esfuerzo no decaiga y que asistamos a muchas celebraciones más.

 

Donato Decina

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