Muy buen concierto del Cuarteto
BRÍOS junto a Miceal O’Rourke en la Usina del Arte
SE
MERECEN UN MAYOR AUDITORIO
Martha
CORA ELISEHT
El
Cuarteto BRÍOS es una de las mejores agrupaciones de cámara del país. Integrado
por Alma Quiroga y Damián Noriega (violines), Julio Domínguez (viola)
y María Teresa Fainstein- Day (violoncello), ha actuado en las salas
de conciertos más importantes de Argentina (Salón Dorado del Teatro Colón,
Centro Cultural Kirchner y otras). Esta vez, se presentó dentro del Ciclo de
Cámara de la Usina del Arte junto al gran pianista irlandés Miceal O’Rourke el
pasado domingo 12 del corriente, donde se interpretó el siguiente programa:
-
Larghetto del Concierto
n°11 (Si bemol mayor) para piano y orquesta
en Fa mayor, K.413 (versión para cuarteto de cuerdas)- Wolfgang A. MOZART
(1756-1791)
-
Quinteto en La bemol
mayor para piano y cuerdas- John FIELD (1782-1837)
-
Quinteto para piano y
cuerdas en Mi bemol mayor, Op.44- Robert SCHUMANN
(1810-1856)
No
es la primera vez que el mencionado conjunto actúa con O’Rourke -de hecho, lo hicieron
el año pasado en el Salón dorado del Colón, con gran éxito de público y crítica
y el presente concierto es una repetición del ofrecido el pasado sábado 4 del
corriente en la misma sala, con algunas variantes en el programa- y la
simbiosis resultó perfecta desde los primeros compases de la versión para
cuarteto de cuerdas del mencionado Larghetto del Concierto para piano
en Si bemol mayor de Mozart. El denominado quinto elemento de un
cuarteto de cuerdas es la amalgama sonora característica de la agrupación,
donde ninguno de los integrantes sobresale del resto. Se logró perfectamente
mediante un sonido compacto y equilibrado, con grandes actuaciones de Alma
Quiroga y Damián Noriega en contrapunto con los graves -gran actuación de
Fainstein- Day-. Miceal O’Rourke aportó su consabida maestría con un sonido
cristalino y una impronta típicamente mozartiana al compás del 4/4. El genio de
Salzburgo lo compuso en 1782 como el segundo de una serie de tres conciertos al
poco tiempo después de establecerse en Viena. Su versión original está escrita
para cuerdas, dos oboes, dos fagotes y dos trompas, pero los vientos no juegan
un rol muy importante. Por lo tanto, Mozart escribió una versión “a Quattro”
para uso doméstico y fue la que se representó en este concierto. Y, pese al mal
tiempo imperante, acudió numerosa cantidad de público al auditorio principal de
la Usina, que recibió a los artistas con un cálido aplauso.
Tras
el mismo, María Teresa Fainstein- Day agradeció al público y realizó una breve
semblanza sobre el compositor irlandés John Field -prácticamente desconocido a
nivel local-. No sólo fue muy prolífico, sino que fue el primer compositor de
la historia de la música que escribió quintetos para piano y cuarteto de
cuerdas, además de acuñar el término nocturno para referirse a una serie
de composiciones breves para piano, ya que era un eximio intérprete de dicho
instrumento. Provenía de una acomodada familia de músicos e hizo
numerosas giras por Inglaterra, Francia, Viena y Moscú -donde finalmente,
falleció tratando de buscar la cura contra un cáncer que puso fin a sus días- y
escribió 7 conciertos para dicho instrumento, motivo por el cual se lo
considera un compositor emblemático en su país natal. Precisamente, Miceal
O’Rourke se encargó de difundir su obra mediante una serie de grabaciones que
se encuentran disponibles en plataformas digitales. Es un Andante con
espresione que dura tan sólo 11 minutos, pero de gran belleza cromática,
donde inserta melodías típicas celtas como la giga. En este caso, el
cuarteto se lució mediante una calidad de sonido compacto y muy bien
ensamblado, mientras el pianista hizo gala de sus poderosas digitación y
pulsación, logrando una bellísima interpretación. Una siempre insiste en el
rescate de este tipo de obras prácticamente desconocidas y su acertada
inclusión en los programas de conciertos.
Por
último, la agrupación eligió una obra de fuste para dar cierre al concierto: el
célebre Quinteto en Mi bemol mayor, Op.44 de Schumann, compuesto en 1842
y considerado obra clave de la música de cámara y el repertorio romántico. Se
dice que Schumann encontró su fuente de inspiración en el Trío n°2 de
Schubert, ya que ambas obras están escritas en la misma tonalidad, poseen una
marcha fúnebre en el 2° movimiento y concluyen con finales que resucitan
drásticamente el tema inicial. Considerado “de carácter exótico y exuberante”,
el compositor resalta las múltiples capacidades técnicas del piano y la
importancia cultural de las cuerdas en sus 4 movimientos (Allegro brillante/
In modo d’una marcia. Un poco largamento/ Scherzo. Molto vivace. Trío n°1 &
2/ Allegro ma non troppo) mediante una serie de pasajes concertantes donde
las cuerdas se concentran contra el piano, alternando con pasajes donde todos y
cada uno de los integrantes del cuarteto pueden lucirse en sus solos. Esto fue
lo que sucedió y lo que una pudo apreciar durante todo el desarrollo de la
obra, con magníficas actuaciones de Damián Noriega y Julio
Domínguez-quienes se encuentran en una etapa de notable crecimiento
profesional-. Por su parte, Alma Quiroga ejerció a la perfección su cargo de
primer violín en la marcha fúnebre del 2° movimiento, mientras Teresa
Fainstein- Day se lució en los contrapuntos. Unido a la magistral
interpretación de O’Rourke, no hizo falta nada más para poner punto final a un
concierto que fue brillante de cabo a rabo. Y, como bis, el conjunto ofreció
otra de sus especialidades: el Scherzo: allegretto del Quinteto para
piano y cuerdas en Sol mayor de Shostakovich, tras el cual, el público
estalló en aplausos.
Cuando
se cuenta con intérpretes de jerarquía excelsa, una considera que debieran
actuar en el escenario del Colón. Hace ya tiempo que Miceal O’Rourke es asiduo
visitante a la Argentina y, de hecho, actuó en el Auditorio Nacional del CCK
junto a la Sinfónica Nacional. ¿No sería hora de incluirlo dentro del Ciclo de
Abono de la Filarmónica u organizar un recital sobre el escenario del Colón?...
Se lo merece por derecho propio y por su bien ganado prestigio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario