UNA DECISION ERRONEA
PUEDE EMPAÑAR LA MEJOR LABOR
Orquesta
Filarmónica de Buenos Aires, temporada 2024.Concierto de abono Nº 6, Director:
Paolo Bortolameolli. Solista: Alfonso Mujica (Barítono). Programa: Obras de
Farías, Mahler y Strauss. 01 de Junio de 2024.
NUESTRA OPINION: BUENO.
Un nuevo
concierto de abono de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires puso como
invitados en el escenario del Colón al muy buen director chileno Paolo
Bortolameolli y al barítono uruguayo Alfonso Mujica, bien conocido por el
público de Buenos Aires. El programa ofrecido estuvo compuesto por un estreno
absoluto en el medio argentino y dos obras clásicas del post-romanticismo, las
que siempre han sido apreciadas y bienvenidas por el público del Colón.
El estreno antes mencionado correspondió a “Estallido”
de Miguel Farías, compositor trasandino nacido en 1985. Está dedicada al propio
maestro Bortolameolli quién la estrenó al frente de la Filarmónica de Los
Angeles en 2022 (recordemos que el maestro se desempeñó allí como asistente de
Gustavo Dudamel y tuvo asignados conciertos dentro del ciclo regular de esa
Orquesta). Es un trabajo que pone en música lo que ha significado para el hermano
país el recordado estallido social del año 2019 que obligó al gobierno de
entonces del hoy extinto presidente Sebastián Piñera a atender demandas e
incluso a intentar una nueva constitución. A mi
entender es una obra de carácter
descriptivo, con algunos rasgos tonales, con extensos pasajes en “piano” que
van señalando ese trasfondo de carácter “subterráneo” en el que de acuerdo a lo
que la música expresa, se va incubando dicho estallido. La Filarmónica le
brindó al maestro una muy aceptable respuesta de todos sus sectores, fue bien
recibida por el público y dejó expuestas algunas ideas interesantes en el tratamiento
de la orquesta por parte del compositor, presente en la sala y receptor también
él de los respetuosos aplausos.
A renglón seguido y con la participación
solista del barítono Alfonso Mujica, se ofreció el ciclo “Canciones de un
Compañero de Viaje” de Gustav Mahler, las que dependiendo de las traducciones también
se las conoce como “Canciones de un Camarada Errante” o el más conocido de “Canciones
de un Caminante”. Un Mahler muy joven escribió
cuatro poemas haciendo foco en el dolor de una ruptura, la que en lo que a El
respecta ocurrió cuando dieron por terminada una relación sentimental con una
joven soprano de la época. El estilo de esos poemas está inspirado en los que Armín
y Brentano escribieran para el recordado ciclo “El Cuerno Mágico de la Juventud”
ya que son muy similares en su estructura. En el primero (“Cuando mi amada
tenga su día de bodas”) la música expresa el profundo clima de tristeza. En el segundo
(“Fui esta mañana al campo”) el clima pareciera trasuntar una cierta sensación
de felicidad recuperada. Aquí la música que se halla, será reutilizada por
Mahler en el primer movimiento de la Sinfonía Nº 1 en Re mayor “El Titán” como segundo
tema expuesto. Ya en el tercer poema (“Tengo un brillante cuchillo” aunque la
más célebre y para mí más acertada traducción es “Tengo un ardiente puñal
clavado en el pecho”) conlleva acaso la mayor carga dramática de
toda la obra. Y en el cierre (“Los dos ojos azules de mi amada”) lleva las cosas
a un clima de absoluta desazón y de aceptada resignación. Aquí también Mahler
toma parte de esa música para reelaborarla en el tercer movimiento de la misma
sinfonía Nº 1. Como se ve, es un trabajo en el que se debe hacer hincapié en
los sentimientos para lo cual el intérprete debe saber expresar. Es una página
que hace honor a la mejor historia del “Lied” género en alemán por excelencia. Alfonso Mujica es un intérprete bien conocido
por el público del Colón desde su debut justamente con esta obra y al igual que
aquí en el mismo ciclo de la Filarmónica bajo la Dirección del maestro Diemecke.
En aquella ocasión su labor no fue lo suficientemente convincente y en esta
oportunidad se ha notado que lamentablemente se han acentuado características
negativas. La zona grave no llega a lo más profundo, por lo cual no llegan a
acentuarse pasajes como en el final de la obra que tras las palabras finales se
alcanza la dolorosa resignación. La emisión en su zona muy aguda fue
excesivamente tirante para que, desgraciadamente, su voz en esos pasajes se
quebrara en un par de oportunidades, por lo que solo su centro vocal pudo ser
apreciado, haciéndolo aquí con corrección. El maestro Bortolamoelli acompañó de
la mejor manera posible pero no pudo dejar de pasar por alto la carga dramática
como en la tercera canción. Por lógica respetó la partitura lo que lleva a pensar si esto ya no se
verificaba en los ensayos previos ya que de ser así, tanto Mujica no debió exponerse como el Maestro no debería haber permitido la
participación del intérprete y si alguna autoridad artística del Colón observó
esta situación en los ensayos, debió tomar cartas en el asunto. Teniendo Ntro. Medio
a no menos de tres intérpretes de fuste para llevarlo a cabo, es inadmisible que
se haya permitido que se lleve adelante esta versión en un abono por el cual el
público obló muy altos valores. Para finalizar con lo referente a esta momento,
sería recomendable que el Sr. Mujica deje pasar un tiempo prudencial para
volver a intentar con esta obra.
La parte final estuvo reservada para la Suite
de “El Caballero de la Rosa” de Richard Strauss, en la que Bortolameolli pudo
lucirse a pleno con el que es su repertorio. El brillo, la alegría, las situaciones “chispeantes”, la gracia de
los valses y la coronación del amor fueron expuestas en gran forma con respuestas
de jerarquía absoluta de todos los sectores de la Orquesta, desde el Concertino
Xavier Inchausti hasta el último de los músicos del conjunto. Como se puede
apreciar, el maestro trasandino y la Filarmónica estuvieron en todo el momento
a la altura del compromiso. Lamentablemente una mala decisión respecto a la participación
o no de un solista empañó el resultado final de un muy buen trabajo.
Donato Decina
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