domingo, 3 de noviembre de 2024

 


La revelación de la noche: el pianísta Hyuk Lee, acompañado por la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, dirigida por el Mtro. Elías Grandy. Créditos: Prensa Teatro Colón, fotografía del Mtro. Arnaldo Colombaroli.


HYUK LEE, EXCEPCIONAL SOLISTA

 

Teatro Colón, temporada 2024: Decimoséxto concierto de abono a cargo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires Director: Elías Grandy. Solista: Hyuk Lee (Piano).

Programa: Obras de Mozart y Mahler. 02 de Noviembre de 2024.

 

NUESTRA OPINION: MUY BUENO

 

  Este nuevo concierto de abono de la Filarmónica porteña con la nueva visita del Mtro. Elías Grandy, tuvo como eje central la presentación del pianista coreano Hyuk Lee, joven interprete quien a los 24 años luce el primer premio del concurso Long-Thibaud del año 2022 y graduación en la célebre École Normale de Musique de París con el premio Cortot del año 2023. Sin lugar a dudas ha hecho honor a esos importantísimos galardones obtenidos en los últimos dos años descollando como solista en el Colón del célebre concierto para piano y orquesta Nº 23 en La mayor Kv 488 de Mozart. Posee una estupenda digitación, limpísimo sonido, impecable técnica y en materia interpretativa dio en el punto justo en cada movimiento. Por supuesto que en el caso del célebre adagio central además de  desgranar las melancólicas notas de manera exquisita, contó con la compañía de los solistas filarmónicos en impecable forma cada uno de ellos como son los casos de Néstor Garrote (Oboe), Mariano Rey (Clarinete) y Claudio Barile (Flauta) . La Orquesta en su conjunto bajo las órdenes del Mtro. Grandy se acopló al solista de manera impecable, por lo cual la versión será seguramente recordada en mucho tiempo por quienes asistimos al Colón. Respondiendo a los aplausos, Lee ofreció una versión magnífica del “Rondó Alla Turca” de Mozart, para que luego de nuevos y sostenidos llamados al escenario la volviera a interpretar, ahora en una paráfrasis no especificada, pero en la que imprimió nuevamente su sello de calidad.

 

 

  La segunda parte estuvo reservada a una nueva versión de la Sinfonía Nº 1 en Re mayor “El Titán” de Gustav Mahler. Este trabajo “iniciático” del gran compositor bohemio se caracteriza no solo por la idea inicial de características programáticas en torno al protagonista de la novela de “Jean Paul” Richter, sino también por su reelaboración definitiva en cuatro movimientos como se la interpreta hoy. Se excluyó el segundo denominado “Blumine” al que lo rescató Benjamin Britten en 1976 para ofrecerlo como pieza independiente, tal como el el Colón lo hiciera el inolvidable Franz Paul Decker en su frustrada integral Mahleriana de la década del 90 pasada, aunque una corriente encabezada por Zubin Mehta se decidió a incluirla nuevamente como segundo movimiento de la sinfonía y así la escuchamos tanto en 2010 con el maestro al frente de la Filarmónica de Munich, como en su última visita al teatro al frente de la Filarmónica de Israel. Hay momentos descriptivos (Un amanecer con los arrullos de la naturaleza), de música folcklórica (el” Ländler”, vals campesino austríaco, muy utilizado también por Bruckner), música Klezmer (Sección central del tercer movimiento) e instantes de absoluta fuerza interpretativa. Aquí el Maestro Grandy optó por la versión definitiva en cuatro movimientos e hizo opción de no repetir el primer tema del primer movimiento (absolutamente válido). Hubo empaste, ajuste, buenas respuestas de todos los sectores de la orquesta y trató de evitar al máximo cualquier desborde interpretativo en el intenso movimiento final. Tuvo (y se notó) ascendente sobre el conjunto, redondeando una buena labor, aunque a veces un poco de más fuerza y apasionamiento no vendrían nada mal.

 

Donato Decina


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