lunes, 18 de agosto de 2025

 


El Trío Fainstein Day-Calderari-Mas durante su presentación en la Sala de Cámara de la Usina del Arte de la Ciudad de Buenos Aires. Fotografía de la autora del presente comentario-


Muy buena presentación del Trío Calderari- Fainstein- Mas en la Usina del Arte


LA SUMA DE LAS PARTES LOGRA UN GRAN RESULTADO

Martha CORA ELISEHT


Uno de los ámbitos más propicios para el desarrollo de conciertos es la Sala de

Cámara de la Usina del Arte. No sólo posee una excelente acústica por su revestimiento

en madera de guatambú -que actúa como una gran caja de resonancia-, sino porque es

uno de los edificios más hermosos de la Ciudad de Buenos Aires, donde se puede

disfrutar de una visita guiada o escuchar un buen concierto de manera totalmente

gratuita. El Ciclo de Cámara que tiene lugar los domingos por la mañana reúne a

prestigiosos intérpretes -tanto nacionales como internacionales- y el pasado domingo 17

del corriente se presentó el Trío integrado por Jorge Calderari (violín), María Teresa

Fainstein- Day (violoncello) y Javier Mas (piano) para brindar el siguiente programa:

- Trío para violín, violoncello y piano n°3, Op.1 en Do menor- Ludwig van

BEETHOVEN (1770-1827)

- Trío para violín, violoncello y piano en Sol menor- Héctor PANIZZA (1875-

1967)

Debido a que justo el domingo coincidió con el 175° aniversario del pase a la

inmortalidad del Gral. José de San Martín, los integrantes del trío decidieron

homenajear al Padre de la Patria con música del compositor argentino Héctor Panizza,

del cual se cumplieron recientemente 150 años de su nacimiento. Y, pese a que su obra

figuraba en primer término, el conjunto comenzó el concierto con el Trío par violín,

violoncello y piano n°3, Op.1 de Beethoven, compuesto en 1795 y dedicado no sólo a su

maestro Joseph Haydn, sino también al príncipe Carl von Lichnovsky, en cuya

residencia en Viena se estrenó durante ese mismo año con la participación del propio

compositor en su ejecución. Consta de 4 movimientos (Allegro con brío/ Andante

cantábile con variazioni/ Minuetto: quasi allegro/ Finale: Prestissimo), que, a

diferencia de los otros dos incluidos en la misma serie, posee una vehemencia explosiva

y una belleza lírica oscura, además de ser el único que no reemplaza al minuetto por un

scherzo. Posteriormente, Beethoven revisa la obra y la transforma en su Quinteto para

cuerdas, Op.104. Escrito en forma sonata, el Allegro con brio inicial está escrito en Do

menor en ¾ con apertura al unísono y, posteriormente, el piano ejecuta una serie de

cadencias, escalas y arpegios hasta que el violoncello y el violín toman la melodía, de

carácter lirico y que marca el estilo característico del compositor: intenso, heroico y

tormentoso, lo que permitió el lucimiento de los intérpretes -sobre todo, de Teresa

Fainstein- Day hacia el final, donde el violonchelo toma la iniciativa-. El 2° movimiento

(Andante cantábile con variazioni) está escrito en Mi bemol mayor en 2/4 que permite

el lucimiento de los solistas en las variaciones -sobre todo, el cello y el violín-, mientras

que el 3° vuelve a la tonalidad original en ¾, con un perfecto fraseo por parte de las

cuerdas y los contrastes explosivos característicos del compositor. Por último, el

Prestissimo en 2/2 toma la melodía inicial, donde el piano ejecuta una serie de acordes

cuya melodía es muy similar a la sonata Waldstein, donde Beethoven yuxtapone


violencia y agitación con un tema lírico y tierno. Una extensa coda en pianissimo

permite el lucimiento de los tres instrumentos para desembocar en una resolución

mínima, que fue perfectamente ejecutada por los intérpretes en una versión de muy

buena calidad, coronada por numerosos aplausos.

Si bien Héctor Panizza no fue un compositor muy prolífico en materia de

música de cámara, sus obras son de excelente calidad y de una musicalidad exquisita.

Su Trío para violín, violoncello y piano data de 1902 y fue el único que compuso para

dicha formación de instrumentos. Precisamente, el Trío Calderari- Fainstein- Mas lo

rescató de un prolongado letargo en 2022 mediante la recuperación y digitalización de

la partitura. Está escrito en 4 movimientos: Allegro appasionato/ Andante calmo/

Scherzo- Presto y Finale: Allegro vivace y posee una bellísima línea melódica que -a

diferencia de otros compositores locales- no incluye temas folklóricos argentinos, sino

ribetes operísticos. Su estilo es lírico, de neto corte europeo y el 1° movimiento se inicia

con la exposición de la melodía por parte del violoncello y el violín, que,

posteriormente, es tomada por el piano. Los integrantes se lucieron en cada uno de sus

solos y lograron un soberbio sonido propio, característico de una formación de cámara.

En el 2° movimiento (Andante calmo), el violín lleva la melodía, repicada por el

violoncello en un bellísimo cantábile a cargo de las cuerdas mientras el piano se hace

cargo de la armonía. Los solos fueron de una exquisitez y calidad insuperables,

logrando una versión sublime. A diferencia de los movimientos anteriores -donde

predomina el lirismo-, el Scherzo posee un carácter chispeante y jocoso, donde el piano

lleva la melodía con las cuerdas en pizzicato y luego, en fraseo. Este movimiento posee

ribetes beethovenianos y -por momentos- también remeda a El aprendiz de Brujo de

Paul Dukas. Por último, el Allegro vivace final es de carácter más operístico y posee dos

temas: uno, más lírico, introducido por el pino y desarrollado por las cuerdas en

contrapunto -impecable labor de los tres músicos- y el otro, más romántico, introducido

por el piano y desarrollado por las cuerdas -con ribetes de Granados- que,

posteriormente, desemboca nuevamente en el tema principal para culminar al unísono

con un final brillante. La Sala de Cámara estalló en aplausos y vítores, lo que obligó al

trío a hacer un bis de neto corte patriótico: una transcripción para el trío instrumental de

la Canción a la Bandera de AURORA, de Panizza, que también sonó acorde a la fecha.

Esta particular selección del repertorio permite trazar un paralelismo: ambos tríos en

tonalidad menor, compuestos por 4 movimientos y por autores disímiles, pero

románticos. Dos hermosísimas obras interpretadas por músicos de excelencia, que

lograron versiones soberbias. Independientemente de que cada uno de los integrantes de

la formación se desempeñe como solista y/o director en las orquestas más importantes

del país, el sonido del trío ha sido de alta calidad. El todo es mucho más que la suma de

las partes.

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