El Trío Fainstein Day-Calderari-Mas durante su presentación en la Sala de Cámara de la Usina del Arte de la Ciudad de Buenos Aires. Fotografía de la autora del presente comentario-
Muy buena presentación del Trío Calderari- Fainstein- Mas en la Usina del Arte
LA SUMA DE LAS PARTES LOGRA UN GRAN RESULTADO
Martha CORA ELISEHT
Uno de los ámbitos más propicios para el desarrollo de conciertos es la Sala de
Cámara de la Usina del Arte. No sólo posee una excelente acústica por su revestimiento
en madera de guatambú -que actúa como una gran caja de resonancia-, sino porque es
uno de los edificios más hermosos de la Ciudad de Buenos Aires, donde se puede
disfrutar de una visita guiada o escuchar un buen concierto de manera totalmente
gratuita. El Ciclo de Cámara que tiene lugar los domingos por la mañana reúne a
prestigiosos intérpretes -tanto nacionales como internacionales- y el pasado domingo 17
del corriente se presentó el Trío integrado por Jorge Calderari (violín), María Teresa
Fainstein- Day (violoncello) y Javier Mas (piano) para brindar el siguiente programa:
- Trío para violín, violoncello y piano n°3, Op.1 en Do menor- Ludwig van
BEETHOVEN (1770-1827)
- Trío para violín, violoncello y piano en Sol menor- Héctor PANIZZA (1875-
1967)
Debido a que justo el domingo coincidió con el 175° aniversario del pase a la
inmortalidad del Gral. José de San Martín, los integrantes del trío decidieron
homenajear al Padre de la Patria con música del compositor argentino Héctor Panizza,
del cual se cumplieron recientemente 150 años de su nacimiento. Y, pese a que su obra
figuraba en primer término, el conjunto comenzó el concierto con el Trío par violín,
violoncello y piano n°3, Op.1 de Beethoven, compuesto en 1795 y dedicado no sólo a su
maestro Joseph Haydn, sino también al príncipe Carl von Lichnovsky, en cuya
residencia en Viena se estrenó durante ese mismo año con la participación del propio
compositor en su ejecución. Consta de 4 movimientos (Allegro con brío/ Andante
cantábile con variazioni/ Minuetto: quasi allegro/ Finale: Prestissimo), que, a
diferencia de los otros dos incluidos en la misma serie, posee una vehemencia explosiva
y una belleza lírica oscura, además de ser el único que no reemplaza al minuetto por un
scherzo. Posteriormente, Beethoven revisa la obra y la transforma en su Quinteto para
cuerdas, Op.104. Escrito en forma sonata, el Allegro con brio inicial está escrito en Do
menor en ¾ con apertura al unísono y, posteriormente, el piano ejecuta una serie de
cadencias, escalas y arpegios hasta que el violoncello y el violín toman la melodía, de
carácter lirico y que marca el estilo característico del compositor: intenso, heroico y
tormentoso, lo que permitió el lucimiento de los intérpretes -sobre todo, de Teresa
Fainstein- Day hacia el final, donde el violonchelo toma la iniciativa-. El 2° movimiento
(Andante cantábile con variazioni) está escrito en Mi bemol mayor en 2/4 que permite
el lucimiento de los solistas en las variaciones -sobre todo, el cello y el violín-, mientras
que el 3° vuelve a la tonalidad original en ¾, con un perfecto fraseo por parte de las
cuerdas y los contrastes explosivos característicos del compositor. Por último, el
Prestissimo en 2/2 toma la melodía inicial, donde el piano ejecuta una serie de acordes
cuya melodía es muy similar a la sonata Waldstein, donde Beethoven yuxtapone
violencia y agitación con un tema lírico y tierno. Una extensa coda en pianissimo
permite el lucimiento de los tres instrumentos para desembocar en una resolución
mínima, que fue perfectamente ejecutada por los intérpretes en una versión de muy
buena calidad, coronada por numerosos aplausos.
Si bien Héctor Panizza no fue un compositor muy prolífico en materia de
música de cámara, sus obras son de excelente calidad y de una musicalidad exquisita.
Su Trío para violín, violoncello y piano data de 1902 y fue el único que compuso para
dicha formación de instrumentos. Precisamente, el Trío Calderari- Fainstein- Mas lo
rescató de un prolongado letargo en 2022 mediante la recuperación y digitalización de
la partitura. Está escrito en 4 movimientos: Allegro appasionato/ Andante calmo/
Scherzo- Presto y Finale: Allegro vivace y posee una bellísima línea melódica que -a
diferencia de otros compositores locales- no incluye temas folklóricos argentinos, sino
ribetes operísticos. Su estilo es lírico, de neto corte europeo y el 1° movimiento se inicia
con la exposición de la melodía por parte del violoncello y el violín, que,
posteriormente, es tomada por el piano. Los integrantes se lucieron en cada uno de sus
solos y lograron un soberbio sonido propio, característico de una formación de cámara.
En el 2° movimiento (Andante calmo), el violín lleva la melodía, repicada por el
violoncello en un bellísimo cantábile a cargo de las cuerdas mientras el piano se hace
cargo de la armonía. Los solos fueron de una exquisitez y calidad insuperables,
logrando una versión sublime. A diferencia de los movimientos anteriores -donde
predomina el lirismo-, el Scherzo posee un carácter chispeante y jocoso, donde el piano
lleva la melodía con las cuerdas en pizzicato y luego, en fraseo. Este movimiento posee
ribetes beethovenianos y -por momentos- también remeda a El aprendiz de Brujo de
Paul Dukas. Por último, el Allegro vivace final es de carácter más operístico y posee dos
temas: uno, más lírico, introducido por el pino y desarrollado por las cuerdas en
contrapunto -impecable labor de los tres músicos- y el otro, más romántico, introducido
por el piano y desarrollado por las cuerdas -con ribetes de Granados- que,
posteriormente, desemboca nuevamente en el tema principal para culminar al unísono
con un final brillante. La Sala de Cámara estalló en aplausos y vítores, lo que obligó al
trío a hacer un bis de neto corte patriótico: una transcripción para el trío instrumental de
la Canción a la Bandera de AURORA, de Panizza, que también sonó acorde a la fecha.
Esta particular selección del repertorio permite trazar un paralelismo: ambos tríos en
tonalidad menor, compuestos por 4 movimientos y por autores disímiles, pero
románticos. Dos hermosísimas obras interpretadas por músicos de excelencia, que
lograron versiones soberbias. Independientemente de que cada uno de los integrantes de
la formación se desempeñe como solista y/o director en las orquestas más importantes
del país, el sonido del trío ha sido de alta calidad. El todo es mucho más que la suma de
las partes.
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