Muy buen concierto de apertura del ISATC en el Salón Dorado
EL DORADO SE VISTIÓ DE GALA
Martha CORA ELISEHT
Dentro de las carreras que se cursan en el Instituto Superior de Arte del Teatro
Colón (ISATC), la Maestría en Canto Lírico y la de Perfeccionamiento en dicha
disciplina son una de las máximas aspiraciones de todos aquellos que se dedican al arte
del bel canto. Una vez egresados, el ISATC organiza un recital de graduación donde
participan aquellos que obtuvieron los mejores promedios, hecho que tuvo lugar en el
Salón Dorado del Teatro Colón el pasado sábado 23 del corriente, con la participación
de los siguientes cantantes: Ana Sampedro (soprano), Daniela Prado (mezzosoprano),
Vasilii Korsaar y Lautaro Chaparro (tenores) y la soprano Monserrat Maldonado en
calidad de figura invitada, acompañados al piano por Lucía Zapata. La preparación
vocal estuvo a cargo del maestro Reinaldo Censabella y se ejecutaron las siguientes
obras:
Fragmentos del 1° acto de “NORMA”- Vincenzo BELLINI (1801-1835)
- “Meco all’altar di Venere”
- “Va, crudele, al Dío spietato”
- “Sola, furtiva al templo”
- “Oh, non tremare, o pérfido!”
”LOS PESCADORES DE PERLAS”- Georges BIZET (1838-1875)
- “Comme autrefois”
“MANON”- Jules MASSENET (1842-1912)
- “Ah! Fuyez, douce image!”
“ROMEO Y JULIETA”- Charles GOUNOD (1818-1893)
- “Va, je t’ai pardonné”
Tras la presentación a cargo de Luciano Marra ante una considerable afluencia de
público, Vasilii Korsar y Lucía Zapata tomaron sus puestos sobre el escenario del Salón
Dorado para comenzar el recital con el aria de Pollione del 1° acto de NORMA (“Meco
all’altar di Venere”), donde el tenor kirguistaní sonó algo engolado al principio, pero
posteriormente se lució merced a los matices de su voz y su línea de canto. Fue
creciendo a medida que el recital se iba desarrollando y se lució junto a Daniela Prado
en el dúo con Adalgisa (“Va, crudele, al Dío spietato”). La mezzosoprano posee la voz
ideal para ejercer este rol: rica en coloratura, matices, tonalidad dramática y un
impecable legato para componer su personaje. Es una consabida intérprete de este rol y
lo demostró con creces sobre el escenario junto a Monserrat Maldonado -quien también
es egresada de la Carrera de Canto Lírico del ISATC-. Ambas cantaron estos roles
dentro del circuito de la ópera independiente y no sólo se complementan muy bien, sino
que, además, se lucieron junto a Korsar en el trío final (“Oh, non tremare, o pérfido!”).
El público los ovacionó tras su intervención.
Seguidamente, se ejecutó la primera de las arias del repertorio francés seleccionadas
para esta ocasión: “Comme autrefois” (aria de Leïla de LOS PESCADORES DE
PERLAS) a cargo de Ana Sampedro. Una la apreció cantando esta misma aria en el
concierto ofrecido junto a la Orquesta Académica del ISATC el año pasado (“ÓPERA
EN ZAPATILLAS”) y en esta ocasión, se pudo apreciar un crecimiento en materia vocal
de esta soprano ligera, que posee un bello timbre vocal y una muy buena coloratura. Se
destacó en el agudo final y se retiró sumamente aplaudida.
Otra de las figuras que participó el año pasado en el mencionado concierto fue el
tenor Lautaro Chaparro, a quien esta vez se lo pudo apreciar dentro del repertorio
francés como Des Grieux en el aria del 3° acto de MANON (“Ah! Fuyez, douce
image!”). Tuvo un excelente desempeño vocal dentro de un aria dramática por
excelencia y el repertorio francés le sienta de perlas. Una lo escuchó cantando en
italiano el año pasado (y recientemente, como solista en la Fantasía Coral de
Beethoven en La Plata) y, realmente, posee una voz ideal para este tipo de repertorio. Lo
mismo sucedió en el dúo del 4° acto de ROMEO Y JULIETA de Gounod junto a Ana
Sampedro (“Va, je t’ai pardonné”), donde los amantes de Verona deben despedirse tras
su noche de amor. Una muy buena ejecución del dúo para dar cierre a un recital que se
caracterizó por el excelente trabajo de Reinaldo Censabella en la preparación vocal y
por el acompañamiento al piano de Lucía Zapata.
A diferencia del año pasado, donde todos los participantes usaron zapatillas (en el
caso de las mujeres, bajo los vestidos largos), esta vez, el Dorado se vistió de gala. No
sólo por el atuendo, sino también, por lo vocal, que es lo que realmente importa y lo que
el público desea escuchar. En este caso, una gala en materia de talento.
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