AUNQUE TARDIO,
VILLAZON CONVENCIO EN SU DEBUT
Festival
Barenboim 2019: Presentación del Tenor Rolando Villazón acompañado al Piano por
Daniel Barenboim. Programa: Canciones de Cámara de Falla, Obradors, Revueltas y
Guastavino y del Repertorio Sudamericano de Ginastera, Nepomuceno y Calvo.
CCK-Auditorio Nacional, 02 de Agosto de 2019.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Finalmente
pudimos verlo. Eso si muy demorado, pero vino. Y de la mano de Daniel Barenboim
al igual que ocurriera con Licitra, Poplavskaya,
Ganassi, Filanotti, Meier, Pape,
Seifert, Kampe, Theorin, Kaufmann, Argerich, Soltani y Mutter. La célebre voz
Mexicana se presentó en el Auditorio Nacional del CCK a sala virtualmente llena
y abordó un repertorio de ciclos de Canciones y otras de compositores
Sudamericanos acordes con su actualidad vocal en donde abundan la expresión, el
histrionismo, su nato sentido del humor y la complicidad con Barenboim y el
público, al que literalmente magnetizó y “se lo metió en el bolsillo”. Cabe
para el gran Maestro Argentino un vez más, su sentido de la programación y
convocar a celebridades que vienen a ofrecernos su actualidad artística, sin
desentonar, sin realizar proezas épicas en el escenario cuando no se necesita
eso y que el contacto con el público Argentino sea la renovación del romance
que existe por parte de este con el Interprete, tal vez como en el caso que hoy
abordo desde aquí, desarrollado por el poder de los medios de comunicación,
como ocurriera también en el caso de Jonas Kaufmann hasta que Este emergiera
junto a Barenboim en el escenario del Colón.
Dato aparte, el escenario del Auditorio
Nacional nos hace encontrar a Barenboim y a sus invitados en un clima de
calidez, cordialidad e intimidad como jamás aconteció en el Colón. Se lo ve al
Gran Maestro moverse a sus anchas y a Vilazón (que carisma es justamente lo que
no le falta), se lo percibió como un nexo en escena en la comunicación entre el
Maestro y el Público. Justamente ese fue el pilar fundamental para el éxito del
espectáculo. Su carisma y su histrionismo
hicieron sobrellevar situaciones como abundantes toses y aplausos fuera de lugar de modo tal que en otras
circunstancias similares, Barenboim se hubiera irritado fácilmente. De igual
manera ante pedidos del público que insistentemente solicitaban a la voz
Mexicana clásicos como el “No Puede ser” de “La Tabernera del Puerto” de
Sorozábal o “Granada” de Agustín Lara, que hacen a la ansiedad del espectador
por sacarle el jugo al artista, les respondió con humor. Claro, aquí hay un
detalle fundamental, será el repertorio de Villazón, pero ignoran que a Barenboim
no se le ocurriría jamás incluirlas en este tipo de eventos.
El recital comenzó con la interpretación de
las “Siete Canciones Popuiares Españolas” de Don Manuel de Falla. Sentido homenaje
al genial creador Español, exiliado en Ntro. País durante los años más duros
del Franquismo, falleciendo como es sabido en Ntra. Alta Gracia (Córdoba). Vaya
circunstancia, en quién pintó musicalmente como nadie a Andalucía, fallecer en
el Correlato de la Córdoba Española en tierra Argentina. Villazón sorprende a
la concurrencia al abordar las canciones con acento y gracejo gitano-andaluz,
muy efectivo. Su voz emerge más oscura y muy robustecida en el centro con muy
sólida emisión y junto a Barenboim alcanzarán colorido, clima de intimidad,
y deleitarán
en pasajes como el de la “Jota”, aquella
que dice “Dicen que no nos Queremos”. Los climas de cada región de España que Falla
tomó para esta composición fueron desarrollados de modo impecable. Hilando
fino, se puede decir que habrá algo de estilo que Villazón no alcanza a
completar. De cualquier modo, el producto final fue muy convincente.
Una grata sorpresa resultó la inclusión del
Ciclo “Canciones Clásicas Españolas” de Fernándo Obradors que integran: “La mi
sola. Laureola”, “Al Amor”, “Corazón por que Pasáis”, “Con Amores la mi Madre”,
“Del cabello más Sutil” y “Chiquitita la Novia” . Tienen un tratamiento muy
similar al de Falla, aunque aquí Villazón las aborda de modo expresivo pero sin
caer en excesos. En ambos ciclos la dicción Castellana del tenor es impecable,
característica que se mantendrá intacta durante toda la velada. Barenboim es
nuevamente un acompañante ideal y formidable. Su visión de la interpretación y
del acompañamiento es excelente.
Ya en la segunda parte, los interpretes suman
un nuevo acierto con la inclusión del ciclo “Cinco Canciones de Niños” del
Mexicano Silvestre Revueltas, prácticamente desconocido en Ntro. Medio,
integrado por “El Caballito” “El Lagarto”, “Canción Tonta”, “Canción de Cuna” y
“Las Cinco Horas”, en las que Villazón se movió como pez en el agua y que
recuerdan al Revueltas de creaciones de cámara como “Ocho por Radio”, tan
distante de sus obras de frondosa orquestación como “La Noche de los Mayas” o “Redes”.
Climas de misterio, intimidad o de hilaridad, expresadas impecablemente por
Villazón y acaompañadas de modo magistral por Barenboim.
Un punto que levantó opiniones diversas en el
público, lo constituyó la inclusión del Ciclo “Las Nubes” de Carlos Guastavino,
basado en poemas de Luís Cernuda y son: “Jardín Antíguo”, “Deseo” y “Alegría de
la Soledad”. Es un Guastavino atípico, casi impresionista, con desafíos a
resolver para la voz y el acompañamiento. Barenboim hizo su aporte de modo
formidable, en cambio Villazón cumple,
pero deja la sensación de que su registro no es el más apropiado en esta obra.
Para el final tres joyas de la canción
clásica Sudamericana: Una formidable versión de la “Canción del Arbol del
Olvido” de Ginastera en perfecta dicción Argentina con un Barenboim
inspiradísimo. “CoraÇao Triste” del Brasileño Alberto Nepomuceno con su clima
de melancolía y una rotunda versión de “Gitana” del Colombiano Luís A. Calvo,
como remate de una noche formidable.
Tres bises completaron el encuentro: “La Rosa
y el sauce” de Carlos Guastavino, aquí sí en completo estilo, clima y entrega. “Te
Quiero Dijiste” de María Grever y cerrar con una versión evidentemente de apuro
de “Mano a Mano” de Gardel, Razzano y Celedonio Flores en donde ambos intérpretes
quisieron darse el gusto de hacer tango
en Corrientes y Alem , mas actuada que cantada, pero no por ello menos
efectiva. Atrás quedaron también las sentidas palabras de Villazón por estar
entre Ntros. y sus conocimientos de la creación literaria Argentina desde
Borges a Mafalda, la entrañable criatura de “Quino”. Al menos pudimos
disfrutarlo en su actualidad, no desentonó en modo alguno y estableció su
romance con el Público. Y una vez mas, Gracias Maestro Barenboim.
Donato Decina
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