DE VERDADERA
INDUSTRIA NACIONAL
Centro
Cultural Borges, Temporada 2022. Ciclo “Industria Nacional”. Presentación de la
Compañía Oblicua, Director: Marcelo Delgado. Programa: Obras de Rocca, Lambertini,
Lopszyc, Martínez y Halac. Auditorio
Astor Piazzolla, 19/06/22.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE.
En su momento fue primicia de “De Paraíso
para Usted” la noticia de la nacionalización del Centro Cultural Borges tras
una negociación entre las autoridades del Ministerio de Cultura de la Nación
con quienes eran los administradores en ese tiempo, situación que trajo
aparejada entre otras cosas la partida de grupos de danza independientes que
allí ensayaban y se presentaban. Se dijo que ahí se iba a extender la actividad
de exhibición del “Palais de Glace” y la pandemia trajo un lógico parate en donde hubo que reformular
propuestas. Ahora se sabe fehacientemente que la Dirección de este espacio
recayó en el Lic. Ezequiel Grimson de recordada trayectoria como responsable
nacional de Música y Danza y que últimamente
se había desempeñado en áreas de Cultura de la Provincia de Buenos Aires.
Hay profusa actividad de artes visuales, espacio de Tango, pero también se ha
ofrecido el Auditorio Astor Piazzolla a la creación musical académica
contemporánea y de ahí surge este ciclo “Industria Nacional” el que se ha de
desarrollar a lo largo de corriente año en días Domingo y que en esta
oportunidad presentó a la Compañía Oblicua bajo la Dirección de su creador,
Marcelo Delgado con un programa dedicado a compositores nacionales
Con prácticas y muy sustanciosas
explicaciones, el Director efectuó para el público el comentario de cada obra
presentada. En primer término se presentó “Plano” de Mariano Rocca, obra que a
partir de un acorde plano interpretado por Violín, Clarinete, Flauta y
Violonchelo, cuenta con diferentes intervenciones de piano y percusión como un
aditamento al acorde que interpreta el cuarteto de instrumentos. Tuvo la
particularidad que en el “Día del Padre” fue dedicada al hijo del compositor
nacido en la víspera del concierto. Es un trabajo muy intenso, de interesante
factura trabajado con el sello de calidad de la “Oblicua”.
El programa continuó con la justiciera
inclusión de una obra de la inolvidable Marta Lambertini, en la que pudo
tratarse del estreno absoluto de la versión para voz e instrumentistas de “Tankas”,
obra original para Voz y Piano de 1993 que a pedido de un conjunto chileno fue
orquestada en la forma aquí presentada, contando con la inestimable
colaboración de Lucía Lalanne en voz. Son tres poemas escritos en esa forma
japonesa de creación con el sutil toque musical tan característico de Marta
Lambertini, inteligentemente formulado por esta notable creadora a la que tanto
se extraña.
Y a renglón seguido una de las novedades más
interesantes de la noche como lo fue “Metatrón” de Eva Lopszyc, compuesta para
el conjunto en el año 2019. El título refiere a un “arcángel” el que puede
aplicarse a cualquier divinidad, el que se manifiesta con gran fuerza. Lopszyc
desarrolló una instrumentación muy inteligente, la que encuentra momentos de
serenidad y luego un tránsito hacia instantes de una fuerza verdaderamente explosiva.
La labor de Marcelo Delgado y la Oblicua fue sencillamente descollante. Un
final con murmullos a cargo de los músicos, llevó a que el auditorio estuviese en
sepulcral silencio hasta bastante tiempo después del final.
Una de las compositoras más prolíficas y de
interesante trayectoria es Patricia Martínez. De ella se presentó “Tenue
Brillantez”, una obra del año 2007 inspirada en introspección y mucho de elementos
de la cultura hindú , además de partir de una cita del canto gregoriano Aquí es notable el contraste entre la obra de Lopszyc y la
de Martínez, ambas de neto corte espiritual. La escritura aquí también es muy
inteligente y fue muy bien llevada por
el grupo.
Para el cierre y con el retorno al escenario
de Lucía Lalanne, se ofreció “Caminos del Espejo” de José Halac, quien se hizo
cargo de las partes de electroacústica que lleva la partitura. Requiere de la
intérprete vocal un esfuerzo mayúsculo al que Lalanne respondió con su
reconocida solvencia. Se movió con soltura en todo el rango vocal desde la zona
más grave a los agudos más extensos,
debió incluso hacer un gran trabajo corporal en donde la música instrumental se
extingue lentamente, la luz de escenario se va diluyendo y solamente queda la
cantante más los efectos de electroacústica. Lalanne logró una actuación
consagratoria siendo justicieramente aplaudida y vitoreada por el público. Fue el corolario de una gran tarde en un muy
grato espacio que ha sido ganado para la creación argentina actual.
Donato Decina
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