viernes, 24 de junio de 2022

 

Muy buena actuación de la Filarmónica en la Usina del Arte

 

EL DISCRETO ENCANTO DE LA INNOVACIÓN

Martha CORA ELISEHT

 

            Además de los tradicionales Ciclos de Abono en el Teatro Colón, sus cuerpos estables realizan giras por salas o espacios emblemáticos ubicados en los diferentes barrios porteños (Colón en la Ciudad). Dentro de este ciclo, el pasado jueves 23 del corriente se presentó la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires (OFBA) en la Usina del Arte bajo la dirección de Natalia Larangeira, con la participación del clarinetista Eloy Fernández Rojas como solista.

            El programa estuvo integrado por las siguientes obras:

-         “Los Héroes” (Les Héros)- Sigismund von NEUKOMM (1778-1858)

-         Sonata para clarinete y piano (arreglo para orquesta de cámara de Augusto REINHOLD)- Carlos GUASTAVINO (1912-2000)

-         Sinfonía n°5 en La mayor- Franz Joseph HAYDN (1732-1809)

En su época, Sigismund von Neukomm fue un compositor sumamente prolífico y famoso. Dentro de su producción figuran 10 óperas, 48 misas, un quinteto para clarinete, más de 200 canciones, varias obras para órgano piano y cinco oberturas, de las cuales se ha rescatado Les Héros (Los Héroes) para inaugurar el presente concierto, ya que la mayor parte de la obra de este gran compositor austríaco ha sido injustamente olvidada. Se trata de una obertura de estilo clásico romántico temprano, muy rica en matices, que permite el lucimiento de todos los instrumentistas. La Filarmónica la ejecutó de manera impecable, con un equilibrio sonoro perfecto y muy buen desempeño de todos los solistas de instrumentos de viento, destacándose las secciones de clarinetes y flautas. Por tratarse de una obra prácticamente desconocida por el numeroso público que se dio cita esa noche en la Usina, se la recibió con numerosos aplausos.

            La presente transcripción de Augusto Reinhold sobre la Sonata para clarinete y piano de Guastavino es una obra para orquesta de cámara e instrumento solista. Consta de 3 movimientos (Allegro/ Adagio-Lento/ Allegro grazioso), que se inicia con una melodía con ribetes folklóricos de bella línea melódica y estilo romántico argentino, que es tomada por el clarinete en escalas diatónicas ascendentes y descendentes. La labor ejercida por Eloy Fernández Rojas fue estupenda, mientras que Natalia Larangeira se destacó por un excelente manejo de los tempi, con un sonido justo y preciso durante toda la obra. En el Adagio central, la apertura está a cargo del solista en un primer tema, que es retomado por las cuerdas en pianissimo hasta el contrapunto con el corno y el fagot. En el segundo tema del mismo movimiento, ocurre al revés: la orquesta toma el tema principal mientras el instrumento solista lo va desarrollando mediante una serie de variaciones sobre el mismo. Esto se repite en el último movimiento, donde el clarinete realiza variaciones sobre el tema mediante una serie de escalas cromáticas ascendentes y descendentes. Dicha variación es tomada posteriormente por la orquesta y la Filarmónica la ejecutó de manera sublime. Lo mismo sucedió con un breve tema con arabescos y síncopa previamente a la capitulación final. Tanto el solista como la orquesta fueron intensamente aplaudidos al final y Eloy Fernández Rojas solicitó un aplauso para el arreglador, que se encontraba entre el público presente.

            El concierto cerró con la célebre Sinfonía n°5 en La mayor de Haydn, que fue compuesta entre 1760 y 1762 cuando el maestro de Beethoven se desempeñaba como Kapellmeister en la corte del príncipe Paul II Anton Esterházy. Está escrita en forma de sonata da Chiesa y consta de 4 movimientos: Adagio ma non troppo (2/4)/ Allegro (3/4)/ Menuetto- Trío (3/4) y Presto, que fueron ejecutados de forma magistral por la Filarmónica. De todas las obras de Haydn, esta sinfonía presenta numerosas dificultades en los trinos a cargo de los principales instrumentos de viento -principalmente, el corno- que fueron perfectamente bien resueltos por los diferentes solistas (Fernando Chiappero en corno, Gabriel La Rocca en fagot, José Luis Romero en flauta, Matías Tchicouret en clarinete y Natalia Silippo en oboe). El movimiento final es una passacaglia basada en un tema folklórico (länder) de carácter vibrante. Una vez más, la directora demostró su perfecto dominio de los tempi y sobresalió en el stacatto final, lo que le valió el cálido e intenso aplauso del público.

            Está perfecto que las orquestas del Colón realicen giras por los barrios porteños para que la gente pueda disfrutar de un buen concierto con entrada libre y gratuita en un escenario propicio como el de la Usina del Arte, que se ha recuperado después de mucho tiempo. Y con un repertorio fuera de lo habitual, donde la innovación en la materia siempre es bienvenida y saludable. Ahora bien: ya que se brinda un anuncio sobre uso del barbijo dentro de la sala, ¿no sería bueno ofrecer uno que indique que no se debe aplaudir entre movimientos?... Pareciera ser una constante en todos los lugares donde se organizan conciertos con entrada libre y gratuita -que desgraciadamente, también se está replicando en el Colón-. Si se le explica al público que el hecho de aplaudir entre movimientos desconcentra a los músicos, quizás no lo haría. Mientras tanto, se sigue sin educar al soberano, lo que opaca una brillante actuación y ofusca al habitué.

No hay comentarios:

Publicar un comentario