INALCANZABLE
“Deseo”:
Teatro Musical con composición y Libreto de Beat Furrer (Sobre textos de
Pavese, Eich, Broch, Ovidio y Virgilio. Solistas: Iván García (Orfeo), Sabrina
Pedreira (Euridice), Perfomres/Ellas: Quillen Mut, Milva Leonardi; Céline
Latil. Coro Cantando Admont, Dirección: Cordula Bürgi y Ensamble Instrumental. Puesta
en Escena: Emilio Basaldúa-Julián Ezquerra, Escenografía y Vestuario: Emilio
Basaldúa, Dramaturgia y Traducción: Julián Ezquerra, Iluminación: Carolina
Rabenstein, Diseño y Realización de Video: Irina Rabenstein, Realización de
Pileta:Maite Corona, Diseño Sonoroy Producción: Ignacio LLobera, Dirección
Musical: Beat Furrer/Juan Martín Miceli. Teatro Colón, Espacio CETC, 16 de
Abril de 2019.
NUESTRA
OPINION: MUY BUENO.
La historia de Orfeo y Euridice es motivo
para que Beat Furrer componga una obra que el define como “Teatro Musicalizado”,
aunque en mi opinión la mejor denominación sería la de una “Acción Teatral Dramática
con Música”, tal lo que he visto en este espectáculo de una inmensa categoría
con el que el espacio CETC inició su programación 2019.
Julián Ezquerra y Emilio Basaldúa,
responsables escénicos de este trabajo, mencionan en el programa de mano que el
punto de partida puede quedar establecido en el momento en que Orfeo (durante
el rescate de Euridice para retornarla a la vida), prácticamente retornando al
medio terrenal decide girar su rostro y contemplar a su amada, tras lo cual
Ella comienza a desaparecer para desesperación del primero que iniciará una
infructuosa búsqueda. Ese punto de partida lleva a un análisis: ¿Por qué lo
hizo?, ¿Cuál era realmente el pensamiento de Orfeo?, ¿Revivirla o no?, ¿Deseaba
en cambio algo diferente?. Y ese es el eje sobre el que Beat Furrer desarrolla
su trabajo, para lo cual recurre a textos de Pavese, Eich, Ovidio y Virgilio.
Julian Ezquerra realizó la traducción de los textos hablados, en cambio las
partes cantadas se hacen en idioma Alemán. Emilio Basaldúa desarrolló un
esquema de rampas, en donde Orfeo en modo ascendente va a la búsqueda de
Euridice, a veces mas lejos, a veces mas cerca,mientras que Euridice parece
estar y no estar. Esa búsqueda dramática se irá acentuando con el transcurrir
de la acción. La que está realzada por una magnífica iluminación de Carolinsa
Rabenstien. Hay proyecciones de video muy contundentes sobre el fonde de la
escena diseñadas por Irina Rabenstein y el sonido de Ignacio Llobera es impecable, El Coro, al mejor estilo del teatro griego
intervendrá en apoyo del relato. Y en cuanto a la acción teatral propiamente
dicha, esas rampas son asistidas por una pequeña pileta inteligentemente
diseñada por Maite Corona alrededor de las rampas, cubierta con aguas rojizas
las que se incrementarán en un momento de “Climax” escénico con otras de un
rojo mas profundo. Es la mejor graficación del deseo. Los interpretes ponen énfasis
en ese encuentro que no se materializa, Euridice lo hace en modo
recriminatorio, Orfeo va desde la desesperación al lamento, tal vez consciente
de lo que está perdiendo y del verdadero valor que aquí si le da a su pareja.
Tres “Performers” asumen aquí una multiplicación del reproche de Euridice, casi
como espetándole a Orfeo del modo mas salvaje el poque giró su rostro para
observarla, con el funesto desenlace. Hay también un sobretitulado para
entender los pasajes mas decisivos. la música es franca, contundente y sin
concesiones.
Es muy claro que para muchos creadores de
hoy, la música antigua (fundamentalmente la madrigalista) es el punto de
partida para el desarrollo de los trabajos musicales actuales. Aquí se nota y
mucho la elección de interpretes probados en ese género para la composición de
los protagonistas. No es casual entonces la elección de Ivan García y Sabrina Pedreira
para los roles. En el caso del primero su personaje es mas hablado y sus breves
intervenciones melódicas son a “Bocca Chiusa”, en cambio en Pedreirasu
personaje va hacia las notas mas agudas, a las que llega con absoluta
seguridad. Tres Jovenes actrices. Quillen Mut, Milva Leonardi y Celine Latil,
encarnan a esas “Euridices”, con solvencia y fuerte presencia escénica en las
tres. El Coro Cantando Admont, al mando de Cordula Bürgi realiza lo suyo en
forma extraordinaria. La conducción del Ensamble instrumental conformado por notables
músicos de Ntro. Medio y el aporte de algunos músicos extranjeros fue estupenda
con el propio Furrer guiando su trabajo y Juan Martín Miceli guiando a los
interpretes vocales, conformando una dupla solida.
La única parte en la que puedo desarrollar un
cierto reparo es casi el final en donde una extensa sección reservada para el
coro repite la narración de los momentos finales, para lo cual en la escena se
recurrió a la imagen de una procesión en la que las tres Perfomers llevan semisumergido en las rojizas aguas el vestido
de Euridice. Si bien el recurso es muy valedero y efectivo, solo redunda y extiende
en demasía una partitura que podría ser mas contundente aun.
Donato Decina
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