LA MEJOR VERSION QUE SE HAYA ESCUCHADO
(MAS ALLA DEL
FATIDICO BRONCE)
Teatro Colón
(Temporada 2019), Concierto de Apertura del Abono Sinfónico-Coral. Actuación de
la Orquesta Estable del Teatro Colón, Director: Evelino Pido y el Coro Estable
del Teatro Colón, Director: Miguel Martínez. Solistas: Oriana Favaro (Soprano),
Guadalupe Barrientos (Mezzosoprano), Santiago Ballerini (Tenor), Lucas Devebec-Mayer
(Bajo). Programa: Wolfang Amadeus Mozart: “Réquiem” en Re menor, Kv. 626 (versión
completada por Franz Süssmayr). 20 de Abril de 2019.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Por fín el
público habitué actual del Teatro Colón tuvo el privilegio que añoraba el
público mayor de la sala. Ese que se ufanaba de decir que podía venir a Dirigir
un Bruno Bartoletti para que luego viniera Francesco Molinari-Pradelli y luego de este Frenando Previtali u Oliviero
de Fabritis. Pues bien, en este caso hemos tenido el privilegio de la Presencia
de Maurizio Benini en “Rigoletto”, para que luego de la actuación con Enrique
Arturo Diemecke en la Sala Sinfónica del CCK la vuelta a la sala mayor viniera
de la mano de otro de los inmensos Directores de la lírica actual, Evelino Pido.
Este regreso de la gran batuta Italiana, luego de su formidable concertación de
“La Traviata”, fue decididamente inmejorable con una memorable concertación de
punta a punta del “Requiem” en Re menor Kv. 626 de Mozart. Obra de inmensa
dificultad para su preparación, nos fue revelada por este gran conductor hasta
en sus más mínimos detalles. Así el pulso vital, el trabajo de los silencios,
el cuidado de los solistas vocales en sus respectivas intervenciones, el
empaste formidable con el Coro y el trabajo de los detalles más finos ha hecho
que quienes tuvimos el inmenso privilegio de asistir a este concierto,
pudiésemos percibir hasta las mejores sutilezas y apreciar de verdad como se
interpreta en la actualidad una obra de tamaña envergadura.
Párrafo aparte merece una nueva actuación
formidable del Coro Estable preparado
por Miguel Martínez. Al igual que como ocurriera en “Rigoletto” junto a Maurizio
Benini, es evidente que el Titular del Coro Estable se vió favorecido en su
trabajo también con Pido y el resultado fue de un ajuste y una homogeneidad en
la emisión que con total justicia lo hizo merecedor de la ovación que el
público le tributó al final. Esperemos que continúe en la senda y tengamos que
repertir muchas mas veces el elogio a lo largo de la temporada.
Cuatro formidables solistas, especialistas en
este repertorio, hicieron honor a la versión. Así disfrutamos una vez mas del
tímbre límpido y cristalino de Oriana Favaro, en pleno estilo vocal, del
registro pleno y el acerado tímbre de Guadalupe Barrientos, magníficamente llevada
por Pido, poder apreciar el
extraordinario crecimiento artístico de Santiago Ballerini y la firmeza vocal
de Lucas Devebec-Mayer una vez mas en este “Caballito de Batalla” de su
repertorio.
Solo hubo que lamentar el hecho que de modo
involuntario la sección de trombones de la Estable no estuviese en su noche más
felíz. A partir de una entrada en pifia del solista en el “Tuba Mirum”, el
sector se desacomodó por completo y al poder percibirse con nitidez, producto
de la excelente concertación, todos los detalles, cada intervención del sector
registraba un sonido hosco y bastante desprolijo por sobre el resto del
conjunto. Esperemos que esto se supere a la brevedad.
Donato Decina
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