LLAMATIVO PASO ATRÁS
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Sexto Concierto de
Abono, temporada 2019, Director: Emmanuele Baldini. Programa: Obras de Leopold
Mozart, Wolfang Amadeus Mozart y Franz Peter Schubert. Teatro Colón, 16 de Mayo
de 2019..
NUESTRA OPINION: REGULAR
Al observar
la programación de este séxto concierto de abono de la Filarmónica Porteña, me
atrajo el hecho de que también Esta Orquesta se haya sumado a la experiencia de
tener a un violinista en el doble rol de solista y Director, tal como ocurriera
días pasados con la Sinfónica Nacional y Massimo Quarta. En esta oportunidad,
la Filarmónica confió en el Italiano Emmanuele Baldini, actual concertino de la
Sinfónica del Estado de Sao Paulo (Brasil), quien el año anterior ya había
llevado a cabo una labor similar ante los alumnos de la Academia Orquestal del
Instituto Superior de Arte del Colón.
La
circunstancia de que se llevaran adelante las funciones de “Un Tranvía Llamado
Deseo” (última) y de “El Principito” (última de la primera serie),
evidentemente llevó a que el Concierto se haya debido efectuar únicamente en el
Sobre –Escenario y con el Telón cerrado como fondo. Por lo que en un espacio
muy acotado se debieron ubicar unos cuarenta instrumentistas. También llamó la atención
la presencia en calidad de “Concertino Adjunto Invitado” de Xavier Incháusti.
No porque no reúna los méritos para ello, que los tiene y muy bien ganados,
sinó que ante fechas en que no toca el titular Pablo Saraví, se convoca a
Concertinos de otras orquestas para cubrir ese puesto. Aunque no hayan aún
concursos para cubir el importante rol de Concertino, ¿La Filarmónica no cuenta
en sus propias filas con Violinistas de fuste para cubrir provisoriamente la
vacante?. Pregunta sin respuesta.
La velada se inició con la Sinfonía “Burlesca “ en Sol mayor de leopold
Mozart. Obra en cuatro breves movimientos divididos en una Obertura o Sinfonía
el primero y tres posteriores reservados
estos a describir a emblemas del Teatro de Comedia, de ahí su nombre. Son estos
Tres: “Hanswurs”, figura del Teatro Alemán de los siglos XVI y XVII, “Pantaleone”
y “Arlecchino”, estos últimos dos como es sabido, provenientes de la “Commedia
dell’Arte”. Es inclusive llamativa su orquestación, para un pequeño conjunto de
Violas, Violonchelos (Por cuatro cada uno), Contrabajo y fagot. Aquí se
percibió al público algo desconcertado, producto del evidente desconocimiento
de la obra, la que fue vertida en trazo un tanto grueso y sin alcanzar a captar
del todo la atención de la audiencia.
La Obra central en la que Baldini cumplió con
el “Doble Rol” , fue el Concierto Nº 1 para Violín y Orquesta en Si Bemol
mayor, K.207 de Wlfang Amadeus Mozart. Escrito en tres movimientos a los 17
años, es el comienzo de un camino dentro de tal combinación que lo llevará a
sus cumbres mayores como los últimos tres. Baldini mostró un sonido un tanto áspero
y la Orquesta lució algunos llamativos desacoples que se mantuvieron a lo largo
de la interpretación. A la luz de las presentaciones anteriores, fue muy
notoria la disminución del rendimiento de la Orquesta.
Y el cierre tuvo lugar con una versión un
tanto desajustada de la Sinfonía Nº 4 en Do menor D.417 “Tragica” de Franz Schubert,
a la que Yo hace muchísimos años no escuchaba en la Sala del Colón. Cambios
drásticos de “Tempi” cono pasar del lento a los rápidos de manera abrupta y
algunos desacoples, hicieron que desgraciadamente se transitara un camino que a
esa altura de la noche ya no tenía retorno. Ojalá que de repetirse haya mejor
calidad en el resultado final.
Donato Decina
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