Brillante concierto de la Orquesta
“Juan de Dios Filiberto” en el CCK
MARCA
SU NIVEL Y JERARQUÍA SONORA
Martha
CORA ELISEHT
Fundada
en 1931 como Orquesta Porteña por el compositor Juan de Dios Filiberto, la
Orquesta Nacional de Música Argentina (ONMA) fue integrada al ámbito del Estado
en 1948 y, posteriormente, se la denominó “Juan de Dios Filiberto” en nombre a
su creador. Su principal objetivo es la difusión de la música argentina y
latinoamericana -tanto académica como de raíz folklórica o tango-, al igual que
jerarquizar a los solistas y compositores vernáculos. Casualmente, el pasado
viernes 2 del corriente se llevó a cabo en la Sala Sinfónica del Centro
Cultural Kirchner (CCK) un concierto a cargo de la mencionada orquesta bajo la
dirección de Sebastián Giraudo, con la participación del violinista Damián
Noriega como solista, en un programa formado por las siguientes obras:
-
Crónica norteña” (estreno
mundial)- Eliel GARBERI
-
Concierto Aymará para
violín y orquesta- Luis GIANNEO (1867-1968)
-
Danzón n°2-
Arturo MÁRQUEZ (1950)
Ante
un Auditorio Nacional prácticamente atiborrado de gente y, luego de la
tradicional afinación de instrumentos, Sebastián Giraudo se dirigió al público
provisto de un micrófono para realizar una breve reseña sobre las obras y
anunciar las mismas.
Nacido
en Santos Lugares, Eliel Garberi es un joven pianista, compositor y arreglador egresado
del Conservatorio de San Martín. Su obra no sólo comprende arreglos sobre temas
de compositores famosos, sino también de inspiración propia. En 2022, con
motivo del 40° aniversario de la guerra de las Malvinas, su obra Neblinas ganó
el primer premio del concurso organizado por la Asociación Argentina de
Compositores en conmemoración del desempeño de la Fuerza Aérea Argentina
durante el conflicto bélico y fue estrenada en el CCK. En esta ocasión se
estrenó otra de sus obras: Crónica norteña, compuesta en 2020 como una
obertura fantasía que narra la gesta patriótica del general Manuel Belgrano al
frente del Ejército del Norte. Es una bella obra, de línea melódica neoclásica,
cuya apertura está a cargo del solo de clarinete con trémolo en cuerdas,
seguido de un contrapunto entre fagot y contrabajo. Posteriormente, se escucha
una cadencia a cargo de los violines en ritmo de carnavalito y zamba,
alternando con ritmos del folklore norteño antes del tutti orquestal. Una
fanfarria a cargo de los cornos anuncia la batalla luego del redoble de
tambor. Estos temas se repiten alternadamente hasta la coda final, que
anuncia el triunfo de las fuerzas patriotas mediante una sonoridad brillante.
La obra gustó mucho y fue muy bien recibida por parte del público, quien
aplaudió al compositor -que se encontraba presente en sala y a quien se invitó
a pasar al escenario-.
El
Concierto Aymará para violín y orquesta data de 1944 y consta de tres
movimientos: Sostenuto- Un poco solemne/ Lento e nostalgico/ Non troppo
vivo. Pertenece a la etapa nacionalista del compositor y posee netas
influencias de la música andina e incaica -fundamentalmente, en la melodía del
solo de violín inicial- en contrapunto con el clarinete y el resto de la
orquesta, que tuvo una muy buena amalgama sonora y diálogo con el solista.
Sebastián Giraudo no sólo hizo gala de su precisión en las entradas, sino que
puso énfasis en el dominio de los tempi. Se destacaron los metales en la
fanfarria que retoma la melodía inicial hacia fines del 1° movimiento antes
que el violín cierre con el tema principal. Las maderas también tuvieron un
excelente desempeño al inicio del 2° movimiento antes de la entrada del solista,
al igual que el contrapunto entre fagot solista, el violín y los golpes de
bombo legüero. Con respecto del intérprete, Damián Noriega se desempeña como
integrante de la Orquesta Nacional de Música Argentina y fue un solista con
mayúsculas: una digitación prodigiosa, un fraseo impecable y fundamentalmente,
lo tocó con una profunda emoción in memoriam de Delia Torresi, fallecida
recientemente y quien fuera su profesora en el conservatorio. En el 3°
movimiento, el dificilísimo pasaje final (staccato en cascada) fue
resuelto sin mayor dificultad, al igual que el pizzicato borto. El público estalló en aplausos y vítores,
lo que motivó a Noriega a ofrecer un bis: Tango capricho, de Bernardo
Stalman. Una muy buena interpretación y otra lluvia de aplausos para el
solista.
Compuesto
por encargo de la Dirección de Actividades Musicales de la Universidad Autónoma
de México (UNAM) y estrenado en 1994, el Danzón n°2 de Arturo Márquez se
transformó en la obra más popular de la música sinfónica mexicana luego del Huapango
de José Pablo Moncayo (1912-1958). Es un baile tradicional derivado de la
contradanza cubana del siglo XIX y muy popular en la zona de Veracruz,
caracterizado por patrones de tresillos y cinquillos de origen
africano. Sin embargo, la idea de Márquez al componer sus Danzones -del
1 al 5- era renovar su propio lenguaje desde una música más avanzada hacia un
diálogo con ritmos populares en versión de concierto. Para ello, empleó claves
para marcar el ritmo desde los primeros compases y timbales – en vez de las
danzoneras-. Según palabras del músico dominicano Antonio Gómez
Sotolongo: “Danzón es una obra sinfónica en sí misma, y no el arreglo
sinfónico de un danzón”. La versión ofrecida por Giraudo a cargo de la ONMA
fue magistral, con perfecto dominio de los tempi, la síncopa y
equilibrio entre los diferentes grupos de instrumentos, con un magnífico
desempeño de la percusión, las trompetas, el piano -que marca la melodía
inicial, junto con las claves y el clarinete-. El solista a cargo de este
último instrumento también desarrolló una muy buena interpretación, motivo por
el cual fue sumamente aplaudido al final del concierto. Sonaba como una
verdadera orquesta especializada en música tropical -por momentos, al estilo de
Xavier Cugat-. Una interpretación brillante de una obra tan popular, que hizo
delirar al público y que el Auditorio Nacional estallara en aplausos.
Considerada
una de las mejores orquestas sinfónicas del país y galardonada con el Premio
KONEX de Platino a la mejor orquesta de tango en Argentina, la Orquesta
Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto” sigue mostrando su nivel
y jerarquía. Para el año 2022, ha sido nominada
al premio en la categoría “Mejor orquesta sinfónica argentina” otorgado por la
Asociación de Críticos Musicales de la Argentina. Un mérito más en su larga
lista de logros.
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