martes, 27 de junio de 2023

 

Notable actuación del Cuarteto Petrus en los conciertos del Mediodía del Mozarteum

 

UN MENÚ DE EXQUISITA CATA Y DE PALADAR NEGRO

Martha CORA ELISEHT

 

            Quien escribe decidió sacrificar su almuerzo sin prescindir de sus dotes de gourmandise para poder asistir al menú ofrecido por el Mozarteum Argentino en su Ciclo Conciertos al Mediodía. La cita tuvo lugar el pasado martes 27 del corriente en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín, perteneciente al Complejo Teatral de Buenos Aires donde se presentó el Cuarteto Petrus, integrado por Pablo Saraví y Hernán Briático (violines), Denis Golovin (viola) y Cecilia Slamig (violoncello), quienes ofrecieron el siguiente programa:

-          Cuarteto en Do menor- Héctor PANIZZA (1875-1967)

-          Cuarteto en Fa mayor- Maurice RAVEL (1875-1937)

            Ante una sala prácticamente colmada de público -asistieron alumnos pertenecientes a colegios secundarios, quienes ocuparon uno de los laterales-, los integrantes de la mencionada agrupación de cámara no sólo agradecieron la presencia del público y a las autoridades del Mozarteum por la invitación, sino que, además, aprovecharon la ocasión para realizar algunos comentarios respecto de las obras. Si bien sólo pasaron 5 años entre ambas composiciones (la de Panizza data de 1898 y la de Ravel, de 1903), la estética de cada una de ellas es totalmente diferente, acorde a las tendencias musicales que tuvieron lugar con el advenimiento del nuevo siglo. Mientras la primera es de tradición clásica, la segunda posee las características del impresionismo y su unidad se da mediante el proceso de transformación temática.

            De las 9 obras de cámara que produjo el compositor ítalo- argentino, el Cuarteto en Do menor consta de 4 movimientos (Allegro appasionato/ Andante lento (cantábile)/ Intermezzo: andantino con moto/ Allegro vivace) y data de 1898, mientras Panizza estudiaba en el Conservatorio de Milán. Se estrenó en dicha ciudad italiana durante el transcurso de ese mismo año y ganó el Primer Premio del concurso de composición. Posee numerosos contrapuntos y un gran lirismo introducido por el primer violín en el movimiento inicial, mientras que el segundo tema es de carácter introspectivo y deja entrever la influencia de la escritura para las voces solistas de las óperas del verismo italiano imperante en aquel entonces. Mientras el Andante lento y cantábile representa un himno procesional que va aumentando paulatinamente en intensidad, el Intermezzo posee un carácter galante -similar a las danzas cortesanas del siglo XVIII- y el movimiento final, sumamente impetuoso, con gran cantidad de contrapuntos. La entrada de tan exquisito menú fue abordada con gran maestría y profesionalismo por los integrantes del Petrus, donde cada uno se lució en sus respectivos pasajes con excelente fraseo y calidad interpretativa. No se conocían representaciones de esta joya en el país desde 1958 hasta la fecha, cuando fue grabada por el Cuarteto Pessina. 

            El plato principal fue el célebre Cuarteto en Fa mayor de Maurice Ravel, compuesto entre los años 1902 y 1903 en homenaje a Gabriel Fauré, quien fuera su profesor y mentor en el Conservatorio de París. En aquel entonces, el genio de Ciboure tenía 28 años e intentó ganar el premio anual de composición y el Prix de Rome, motivo por el cual había compuesto un cuarteto para cuerdas. Pese a que su obra fue rechazada por el jurado, no obstante, contó con el apoyo de numerosos compositores -entre otros, Claude Debussy, quien le pidió que no cambiara ni una sola nota- y se estrenó en Marzo de 1904 en la Sociedad Nacional de Música a cargo del Cuarteto Heymann. Consta de 4 movimientos (Allegro moderato/ Assez vit, très rythmé/ Três lent/ Vit et agité) que están unidos por un motivo conductor en Fa mayor. Mientras que el primer movimiento está escrito en forma de sonata y posee gran refinamiento, el segundo es un scherzo caracterizado por un juego ambiguo de pizzicatos entre acorde binario y terciario, que permite el lucimiento de los solistas. El movimiento lento (Très lent) es sumamente contrastante en comparación con el apasionado torbellino del movimiento final (Vit et agité- Rápido y agitado), donde se recapitulan los temas del primer movimiento. Los integrantes del Petrus ofrecieron una versión sublime, caracterizada por la excelente labor de todos y cada uno de los músicos, brindando vuelo a la melodía acorde a las especificaciones en la partitura y un fraseo impecable. Una los escuchó en varias oportunidades ejecutando esta bellísima pieza, que constituye un “caballito de batalla” del Cuarteto y cuya interpretación se vio coronada por numerosos aplausos.

            Un buen menú no podía finalizar sin un postre, que consistió en un bis: el célebre Minuet de Juan Bautista Alberdi. Una obra de corta duración, compuesta entre 1830 y 1832 por el autor de las Bases para la Constitución de la Nación Argentina y un bocadito de paladar negro, que fue ejecutado de manera exquisita y admirable. El numeroso público que se dio cita volvió a acompañar la labor de los músicos mediante un cálido y sostenido aplauso.

            Independientemente de representar un clásico porteño, los Conciertos del Mediodía organizados por el Mozarteum Argentino son de excelente calidad por la jerarquía de los intérpretes, con entrada libre y gratuita. Si además se ofrecen obras inéditas o que se representan muy de tanto en cuando, vale la pena alimentarse espiritualmente con un menú digno de satisfacer al más exigente de los paladares.

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