UN CONCIERTO
SUPERLATIVO
Mozarteum
Argentino, Temporada 2023. Concierto a Cargo de la Orquesta de Cámara de Munich,
Director: Rodolfo Barráez- Solista: Lise de La Salle (Piano). Programa. Obras
de Webern, Chopin/Jestl y Dvorak. Teatro Colón, 26 de Junio de 2023.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE
Nuevamente tanto la Orquesta de Cámara de Munich como la gran
pianista francesa Lise de La Salle dicen presente en una temporada del
Mozarteum Argentino con el aditamento de que la agrupación muniquesa ha sumado
en esta oportunidad el concurso del joven y muy buen director de orquesta
venezolano Rodolfo Barráez para la conducción del mismo. La programación
ofrecida permitió poder dar una vuelta más de tuerca sobre obras conocidas ya
que en los enfoques ofrecidos se pudo hallar una riqueza de ideas tal que ha
permitido apreciar desde otros puntos de vista a dichas obras.
El programa se inició con una muy cuidada
interpretación de “Langsamer Satz” (Movimiento lento) de Anton Webern, a la que
tuve oportunidad de escuchar en vivo antes de la pandemia en su versión
original de cuarteto de cuerdas. Podemos
llamarlo un ejercicio de composición inspirado en una excursión a las montañas
que Webern realizara junto a su prima, la que posteriormente se convertiría en
su esposa. Compuesto durante su etapa de aprendizaje con Arnold Schönberg, no
es difícil ver en su estructura un desarrollo inspirado en “Noche Transfigurada”.
Es absolutamente tonal e influenciado por los cánones del post-romanticismo. El
arreglo ofrecido permitió comenzar a disfrutar de las virtudes del maestro Barráez
quién se reveló como un intérprete apasionado, pendiente hasta el más mínimo
detalle, elegante en sus movimientos y dueño de una absoluta justeza en la
marcación. Fue un muy interesante comienzo.
Tras los ajustes de escenario de rigor, hizo
su entrada Lise de La Salle para ofrecer una versión exquisita del Concierto Nº
2 para piano y orquesta en Fa menor, Op. 21 de Frederic Chopin, en una versión
para Orquesta de Cuerdas realizada a comienzos de la década del 60 del pasado
siglo por Bernard Jestl, compositor y violinista Austríaco. Lo primero que debo
consignar es que este arreglo fue efectuado con sentido de la justeza y del muy
buen gusto ya que permite apreciar en grado sumo la labor del solista y las
sonoridades que emanan del instrumento, cosas que muchas veces se pierden ante
orquestas de dimensión moderna como las de estos días. Esta característica
coadyuvó para poder disfrutar de una magnífica interpretación de Lise de La
Salle, de altísimo vuelo, gran refinamiento y firme en los pasajes de bravura
como en el centro del segundo movimiento. Barráez fue un estupendo acompañante y
los maestros muniqueses respondieron en gran forma para redondear entre todos
una labor imponente. El Mozarteum puede congratularse de haber ofrecido en dos
temporadas consecutivas los dos conciertos de Chopin en versiones decididamente
excelsas y ésta en particular quedará para la mejor historia de la institución. Llamada a saludar en tres ocasiones, La Salle
ofreció un bis exquisito, íntimo y absolutamente reflexivo: “An die Musik” de
Schubert, con el implícito deseo de paz por parte de ella.
La
parte final encontró a la agrupación germana ofreciendo una notable versión de
la Serenata para Cuerdas, Op.22 de Antonin Dvorak. Obra llena de elementos
musicales bohemios, chispeante y melancólica a la vez, tuvo un muy interesante
tratamiento por parte del Maestro Barráez, apoyado en el sonido mate de las
cuerdas de la orquesta, por lo cual la versión fue íntima, sentida, pero sin
dejar de lado el brillante final. Una vez más este joven conductor venezolano,
surgido de las entrañas mismas del “Sistema” de Don José Antonio Abreu demostró
ser poseedor de las cualidades que señalamos líneas más arriba, por lo que no
extrañó que fuera con justicia ovacionado en premio a su magnífica labor. Aplausos que fueron retribuidos por un bis
poco frecuente (¡Gracias!): un fragmento de una obra de Max Reger como broche
de oro de una noche inolvidable
Donato Decina.
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