jueves, 20 de enero de 2022

 

Pandemial celebración sinfónica…

 

                                Por Jaime Torres Gómez

 

La reciente celebración de los 81 años de la Sinfónica Nacional obliga repasar lo que ha significado la rearticulación de todo el ámbito de las artes escénicas en pandemia, y consecuentemente las dinámicas de los organismos artísticos como las respectivas adaptaciones logísticas para el público presencial.

 

La gradual apertura de las salas de teatro y conciertos a partir de agosto ha trazado un derrotero respecto al perfil de la oferta disponible, las que inevitablemente están en función de los aforos permitidos para artistas y público, amén de las dimensiones y características propias de las salas.

 

En el caso de las orquestas, los orgánicos no han superado en promedio los 65 músicos, asimismo no se han previsto presentaciones corales con significativa cantidad de coreutas, no permitiendo ofrecer repertorios fundamentales como las sinfonías de Bruckner, los grandes poemas sinfónicos de R. Strauss más grandes obras sinfónicos-corales, entre mucho por retomar…

 

Después de dos años, la Sinfónica Nacional pudo celebrar su concierto aniversario, siendo muy significativo ante la imposibilidad de hacerlo para sus 80 años. Felizmente, pudo realizarse en un formato de orquesta grande, considerando la favorable coyuntura para amplios aforos.

 

Aprovechando el festivo hito, significativa fue la simbólica apertura a la comunidad del Teatro de la Universidad de Chile, por cuanto las presentaciones de la Sinfónica han sido con público limitado y sin compra de entradas, ante un período de marcha blanca en la operatividad de la orquesta y del teatro, esperándose los futuros conciertos tengan mayor acceso de público.

 

Dirigida por su actual titular, el solvente maestro venezolano Rodolfo Saglimbeni, el programa contempló el entrañable y romántico Andante Appasionato del compositor chileno Enrique Soro, más la Sinfonía N° 8 de Antonin Dvorak, obra de cautivante belleza y siempre bienvenida.      

 

Al tratarse del aniversario de la decana sinfónica nacional, se alaba la inclusión de una obra chilena, en este caso el juvenil Andante Appasionato de Soro (compuesto a los 15 años). Original para piano y luego adaptado para diversos orgánicos instrumentales, la versión de orquesta -de habitual programación- refleja la habilidad en el manejo de la paleta orquestal del compositor. Acertado enfoque de Saglimbeni, de pleno idiomatismo, y atenta respuesta, no obstante algunos ripios iniciales en los vientos, no afectando mayormente el ajuste global.       

     

Finalizando con la Octava de Dvorak (deseable haber incluido una obra adicional, al no exceder un total de 50 minutos de música la presentación...), se dio cuenta de las fortalezas y ciertas debilidades, tanto de la versión como en la respuesta de los músicos. Con un acertado enfoque global, Saglimbeni logró imprimir una enjundiosa exposición de la vena melódica más logrados balances, acertada adopción de tempi y ductilidad sonora. Sin embargo, no convenció la resolución del accelerando de la transición hacia el tema principal en el inicio del último movimiento, restándole cierta unidad. La respuesta de los sinfónicos, en general atenta y con logros especialmente en la fila de cellos, seguidos de la cuerda media y alta, aunque en deuda parte de los vientos, conforme a recientes logros.

 

En suma, una celebración que permitió nuevamente constatar el apreciable nivel de la Sinfónica y su maestro titular, y a la vez reflexionar sobre la actual coyuntura de la actividad artística presencial, demandando un mayor desafío por diversificar repertorios y coberturas dentro de lo posible por hacer en pandemia…

martes, 18 de enero de 2022

 

VERANO QUE LUCE LAS MEJORES GALAS

 

Fiel a mi costumbre, Mar del Plata en general y desde hace dos años Punta Mogotes en particular se transforma en la base estival de operaciones de “De Paraíso para Usted”, desde la cual uno rinde homenaje a quienes han sido sus modelos al momento de enfrentar la cámara y el micrófono haciendo la aparición en el programa “En Vivo y en Directo”, dando prioridad a los artistas marplatenses a los  que muy de vez en cuando cuándo los apreciamos cuando tienen la suerte de venir a presentarse en Buenos Aires, o como en este caso estando allí los vamos a ver y escuchar. También muchas veces se suman a ellos valores de primera línea que viajan a Mar del Plata a participar y es eso lo que afortunadamente pude apreciar en este primer tramo de la temporada de verano 2022. Las penas de la temporada han sido que como consecuencia del COVID 19, ante casos de  contagio y contactos estrechos, no me ha sido posible presenciar el Concierto pautado de la Sinfónica Municipal de General Pueyrredón con Guillermo Becerra como Director Invitado y la por el momento nula actividad del teatro Tronador sin la presencia en esa sala del Teatro Colón de Buenos Aires  a través de la filial Mar del Plata del Instituto Superior de Arte, más allá del espectáculo “Piazzolla 100” que cerró la temporada 2021 de Ntro. primer coliseo el pasado 29 de Diciembre. Uds. también tuvieron la posibilidad de ver en Ntro. programa del pasado 8 de Enero a María José Dulín quien como integrante de la Filial Mar del Plata de C.L. A.R.A. contó la lucha del interprete Marplatense por encontrar mayores posibilidades para estar frente al público. También en el programa del pasado Sábado 15 disfrutamos, hasta el momento en que el servidor nos jugó una mala pasada y salimos del aire, con las enriquecedoras visitas y testimonios de Pablo González Aguilar y mi estimado colega y amigo Eduardo Balestena. Y  hubo lugar para presenciar dos expresiones artísticas de muy alto nivel. La primera de ellas se produjo en la parroquia San Pío X de Punta Mogotes en la que en la noche de Reyes se presentó el bajo Lucas Debevec-Mayer acompañado en teclados por Diego Licciardi y por Claudia Czihak en Arpa en un recorrido que unió música y meditación en el punto culminante de las celebraciones navideñas, por lo que llevó el título de “Navidad junto al Mar”,  en la que Debevec-Mayer con presencia constante a lo largo de casi una hora y media interpretó desde diferentes sectores del templo una extensa selección de villancicos, canciones y obras litúrgicas de diferentes países con meditaciones entre obra y obra, apelando también a muchos elementos simbólicos, siendo magníficamente acompañado por los dos instrumentistas invitados y prodigándose con total generosidad de medios, por lo que fue para la comunidad de Punta Mogotes una presencia calurosamente recibida y justicieramente ovacionada.

 

  Y en el que para mí ha sido el momento cumbre de mi visita artísticamente hablando, la gala llevada a cabo en Villa Mitre del Barrio de Los Troncos marcó la presencia de Fabián Veloz, junto al anfitrión, el tenor Miguel Silva Macías, quienes fueron acompañados al piano por Horacio Soria. Extenso recorrido que abarcó desde la canción de cámara Argentina como “La Canción del Carretero”. “Cita”, “Triste me voy a los Campos” o la infaltable “La Rosa y El Sauce”. Segmento de Zarzuela en donde Fabián Veloz descolló en “Amor Vida de mi Vida” de “Maravillas” y una impactante selección de “Luisa Fernanda” con Silva Macías entregándose a pleno con “De este apacible rincón de Madrid” y Veloz ofreciendo una espectacular versión de “Luche la Fé por el Triunfo”. Hubo una sección consagrada al musical con una muy buena versión de “So In Love” de Cole Porter por Veloz y de “Empty Chairs and Empty Tables” de “Los Miserables” en una muy buena entrega de Silva Macías.  Finalmente desembocaron  en ópera Italiana con Fabián Veloz descollando en Mozart como había ocurrido días antes de finalizar el pasado año en el Colón de Buenos Aires en esta ocasión con “Hai Gia Vinta la Causa” de “Las Bodas de Fígaro” a las que sumó “Per Me Giunto el Di Supremo” de “Lucia di Lamermoor” de Donizetti y culminar su labor sin fisuras con “Cruda, funesta smania” de “Don Carlo” de Verdi, a la que Silva Macías contribuyó con una buena versión de “E Lucevan la Stelle” de “Tosca” de Puccini. Los interpretes  se unieron en el final con dos magníficas recreaciones de “O Mimi tu Piu non Torni” de “La Boheme” del mismo Puccini y junto a las voces de los presentes cerrar con “O Sole Mio” en donde  la versatilidad de los cantantes fue apuntalada por la magnífica versatilidad de Horacio Soria, acompañante de lujo en toda la gala.

 

    La creatividad y el muy buen gusto estuvieron a la orden del día. Por mi parte sigo insistiendo y los intérpretes marplatenses también así lo sienten, que por historia y por calidad humana  y artística, Mar del Plata debe erigirse en la ciudad que albergue al festival estival de música académica que la República Argentina se debe.

 

 Donato Decina