miércoles, 28 de noviembre de 2018

MONICA ROSSI (1958/2018) TODAVIA TENIA MUCHO PARA DAR Hay muecas que el destino nos reserva que no por ciertas son menos difíciles de digerir. Y este es el sentimiento que me embarga respecto a la partida de Ntra. Querida compañera Mónica Rossi, acaecida en la noche de ayer, luego de una desigual lucha contra el cáncer durante cuatro años. Mujer de carácter, abogada de vastísima trayectoria. Su acercamiento a la Música Clásica en general y la Opera en particular provino de la mano de su difunto esposo Ricardo Piñeyro con el que poseían sendos abonos en el Teatro Colón, en donde tomó su primer contacto con Ntro. Maestro y Amigo Roberto Blanco Villalba. Mi primer acercamiento a Ella se produjo en el primitivo estudio de la hoy Radio Amadeus-Cultura Musical, cuando éramos vecinos de espacio en mi etapa de actuar junto a Eduardo Casullo en “Operayre”. Epocas de producciones varias en las que Intervino (“La Traviata” en la desaparecida Manufactura Papelera y en el teatro Broadway, “Don Pasquale” en el Teatro “Hasta Trilce”, Espectáculos líricos para niños en el teatro Roma de Avellaneda y la frustrada intentona de “Rigoletto” y “Norma” en el teatro Asturias de la zona de Congreso), su desembarco posterior al equipo de “Opera Club” en el que interveníamos junto a mis queridos “Dos Robertos” (El segundo es obviamente Roberto Falcone), dio comienzo a una relación mucho más estrecha e intensa, profundizada desde el inicio de su desigual batalla contra la enfermedad. Ejemplo de fé y entereza, siempre creyó en su recuperación. Hasta tres semanas atrás se sentía en condiciones de volver a incorporarse aun cuando todos veíamos remota esa chance. Confidente tanto de Roberto Blanco Villalba en sus últimos tiempos como mía, gran amiga y leal colaboradora, este blog en el que me leen habitualmente es obra suya. Esta partida tan prematura nos deja ese vacío que no se puede llenar. Tanto Martha Cora Eliseht como Yo te despedimos de esta forma, y en lo personal, mi emocionado recuerdo y el agradecimiento total, por todo lo que brindaste a “De Paraíso Para Usted”. Donato Decina

martes, 27 de noviembre de 2018

OTRA JORNADA EXTRAORDINARIA Concierto a cargo de la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación, Director: Sebastiano de Filippi. Solistas: Jaquelina Livieri (Soprano), Verónica Canaves (Mezzosoprano), Pablo Pollitzer (Tenor), Leonardo Estevez (Barítono), María Ines Natalucci (Organo). Coros de la Municipalidad de Tres de Febrero (Directora: Débora Maccarone) y de la Cantoría de la Basílica de Ntra. Señora del Socorro de la Capital Federal (Director: Giovanni Panella). Programa: Obras de Williams, Glazunov, Liadov, Rimsky-Korsakov, Refice y Mozart. Salón de los Pasos Perdidos del Palacio del Congreso de la Nación, 26 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: MUY BUENO. Una vez mas lució a pleno la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación, bajo la guía de su titular, Sebastiano de Filippi. Esta vez y casi como un anticipo de las Fiestas Navideñas venideras se abordó una temática que incluyó obras de diversos compositores con las fiestas como eje y la presencia del Patriarca de la Música Argentina, Alberto Williams, en la apertura de la mano de su bien conocida “Vidalita”, número integrante de la Primera Suite para Instrumentos de Arco, objeto de una sentida interpretación, con todo su clima de tristeza y melancolía flotando en el ambiente. Bajo el título de “Día de Fiesta” se agruparon tres obras de grandes creadores Rusos: “Cantores de Navidad” de Alexander Glazunov, con temas típicos rusos que brindan ambientación a la época navideña. “Glorificación” de Anatoli Lyadov, mas lenta y “Danza en Ronda” de Nikolai Rimsky-Korsakov, mas vibrante y festiva. En todas, de Filippi hizo llegar al conjunto al punto justo interpretativo, con pasajes de alto vuelo y un brillo de cuerdas espectacular. Dos trabajos de Monseñor Licinio Refice, en orquestación de Giovanni Panella, cerraron la primera parte: “Berceuse” (Canción de Cuna), delicada y suave y luego “Justorum Animae” la que incluye coro a tres voces. Aquí las dos agrupaciones se unieron para desgranar la obra, en donde las voces masculinas divididas en sus dos grupos (Tenores y Baritonos/Bajos), tienen cada una su parte y en cambio las Femeninas lo hacen en la suya al unísono. Un trabajo de una delicada filigrana muy bien resuelto por de Filippi en la concertación, con una orquesta que lo siguió al detalle y una masa coral de desempeño formidable, muy bien preparada y ajustada por los respectivos Directores. La segunda parte nos trajo una estupenda versión de las “Vísperas Solemnes de Confesor” del Catálogo Kv. 339 de un todavía joven Mozart. Una versión muy bien presentada a lo largo de sus seis números con momentos de realce de la Orquesta, otra magnífica intervención de los Coros y el soporte desde el Organo de María Inés Natalucci . Cuatro solistas de jerarquía lucieron a pleno en la versión: Jaquelina Livieri ( a sus anchas en este repertorio) con momentos de canto franco de excelencia y siempre en el estilo. Verónica Canaves, con su reconocida solvencia y Voz plena en matices, con esa zona grave tan profunda que luce en cada presentación. Pablo Pollitzer, especialista en este tipo de obras con sólida presencia y magnifica entonación y Leonardo Estevez, muy cómodo y seguro en su desempeño. El público siguó la versión en detalle y la premió con una sostenida ovación. Una vez más otro muy buen trabajo. Donato Decina
PUDIMOS CONOCER MAS CCK-Salón de Honor: Concierto de Homenaje a Mario Castelnuovo-Tedesco al conmemorarse el cincuentenario de su desaparición física. Solistas: Maximiliano Uzal (Flauta), Luciana Savoy (Clarinete), Juan Almada (Guitarra), Nicolás Gagliani (Guitarra), Coro ITMC Buenosayres, Dirección: Pablo Quinteros. Coordinación General: Nicolás Gagliani (Concierto realizado con apoyo del Instituto Bamusica). 25 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: MUY BUENO Durante el pasado siglo hubieron dos compositores que se han destacado en sus composiciones dedicadas a la guitarra. Uno es, sin dudas, Joaquín Rodrigo. Su “Concierto de Aranjuez” y, en menor medida, la “Fantasía para un Gentilhombre” en manos de nombres como Andrés Segovia, Narciso Yepes, Julian Bream o Ernesto Bitetti, han dado por resultado la difusión masiva y la inclusión en los programas de conciertos de las salas mas importantes del mundo. El otro Nombre “Estelar” es el de Mario Castelnuovo-Tedesco. Una producción increíble que incluyen tres conciertos para Guitarra y Orquesta, de los cuales solo uno es el mas frecuentado, pero además este instrumento es empleado por El en cuartetos, tríos, dúos y hasta la combinación Guitarra/Coro. Este año se cumplen cincuenta años de su fallecimiento y el Instituto Bamusica en conjunto con el CCK, con la coordinación del Guitarrista Nicolás Gagliani, hicieron posible la realización de este concierto/homenaje. Aprendimos mucho en un intenso recorrido musical. Desde el comienzo con la “Sonatina para Flauta y Guitarra”, op. 205 en donde Maximiliano Uzal, un flautista con refinadísimo sonido y el Guitarrista Juan Almada, con muy buena técnica, se prodigaron en la presentación de este trabajo muy intenso, para luego, con la sumatoria de la Clarinetista Luciana Savoy deleitarnos con el Trío “Eglogas”, obra de extraordinaria escritura que combina momentos de intensidad con otros, como el “Lento Elegíaco”, de profundidad. Y en la segunda parte nos encontramos en primer lugar con una música que acompaña el relato de tres capítulos de “Platero y Yo” de Juan Ramón Jiménez, la que integra el Op. 190 del catálogo del compositor , en donde una integrante del Coro actuó como relatora. En un comienzo costó escucharla, luego su caudal de voz se fue acomodando para estar a tono con el muy buen trabajo de Nicolás Gagliani, muy buen guitarrista. El comienzo, con la descripción de Platero, con mucha luminosidad. Luego “Melancolía” con la visita al lugar donde Platero fue sepultado y tercero, “Golondrinas”, otro momento de melancolía con los recuerdos de Platero en la estación en que las golondrinas llegaban al lugar. El final nos trajo una extraordinaria intervención del Coro ITMC Buenoayres, muy bien preparado por Pablo Quinteros, el que con el acompañamiento de Gagliani y la intervención solista de algunos de sus integrantes nos ofrecieron “Romancero Gitano”, del Op. 152. La forma en que Castelnuovo-Tedesco logra captar la esencia de la música sevillana y de esa manera musicalizar siete versos inmortales de Federico García Lorca es increíble. Todos los interpretes lucieron a pleno. Una velada muy grata y un justiciero homenaje. Donato Decina
FINAL CON UN ESTRENO EN ALTISIMO NIVEL (VERSION CORREGIDA) “Nuova Harmonia 2018”, Función de cierre de la Temporada en Co-producción con el Teatro Argentino de La Plata: Opereta: “Candide” en dos actos con Música de Leonard Bernstein con Libreto de Hugh Weeler y letras y versificación de diversos autores en versión de 1989, adaptada por Ruben Szuchmacher y Lautaro Vilo, basada en “Candide o El Optimísmo” de Voltaire (Estreno Absoluto en Argentina). Interpretes: Héctor Guedes (Voltaire-Pangloss-Martin), Santiago Martínez (Candide), Oriana Favaro (Cunegunde), Mariano Gladic (Maximilian-Capitán), Eugenia Fuente (Vieja Dama), Rocío Arbizu (Paquette), Pablo Urban (Gobernador-Van der denur-Ragotzki), Mirko Thomas, (Vendedor de Cosméticos, Juez Inquisidor, Charles Edward), Sebastián Sorrarain (Doctor, Juez Inquisidor Nº 2, Croupier, Stanislaus), Víctor Castells (Bear Keeper-Juez Inquisidor Nº 3-Zar Iván), Luca Eizaguirre (Alquimísta, Sultán Achmet, Crook), Alfredo Martínez (Junkman-Hermann Augustus). Actores: Miguel Rausch (Isaachar-Cacambo-Barón-Anabaptista), Azul Maluendez (Baronesa), Luís Caballero (Hombre Joven), Fabio Prado (Arzobispo-Predicador-Gran Inquisidor), Carlos Castro (Segundo Capitan). Figurantes de Escena y Bailarines. Coro Estable del Teatro Argentino de La Plata: Director: Hernán Sánchez Arteaga. Coreografía: Marina Svartzman, Escenografía y Vestuario: Jorge Ferrari, Iluminación: Gonzalo Córdova, Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata, Director: Pablo Druker. Dirección Escénica: Rubén Szchumacher. Teatro Coliseo de Buenos Aires, 20 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: MUY BUENO. Y afortunadamente “Candide” subió a escena. Luego de muchos corrillos que sembraron dudas de todo tipo, el Argentino de La Plata logró poner en escena este gran trabajo de Leonard Bernstein, con una muy buena realización escénica concebida por Ruben Szuchmacher, un notable manejo musical de Pablo Druker, interpretes vocales de excepción y un afiatadísimo Coro Estable, para que la arriesgada y audaz idea de programación de Elisabetta Riva llegara a muy buen puerto y cerrara de esta forma en muy buen nivel el Abono del año 2018 de “Nuova Harmonia”. Hablar de la obra implica que se empleó una tercera versión de la misma y, por tanto, de una segunda reelaboración a la que se le introdujeron mejoras. El original, con orquestación para conjunto reducido (Casi para pequeños Teatros Europeos y algunos tipo Broadway) es de 1956 y tiene libro de Lilian Hellman. Esta no aceptó la continuidad de las representaciones en Broadway y por ello Hugh Wheeler elaboró un nuevo libreto, al que en las versificaciones de las canciones se le adosaron letras de los autores originales, Stephen Sondheim, Dorothy Parker, Richard Wilbur y John La Touche. En 1973 a instancias del famoso Director de Escena Harold Prince (de paso no muy bien recordado por el escenario del Colón con una puesta “aggiornada” de “Madama Butterfly” de Puccini que hoy pasaría al menos de forma correcta por ahí), Bernstein redujo a un acto con una duración de 1 hora 40 minutos la obra, siendo aceptablemente recibida en el centro del espectáculo Neoyorkino. Esta presentada en 1989 vuelve a la forma original de dos actos, gran orquesta y luce a pleno desde la obertura misma. En las salas de concierto, justamente esa Obertura plena de brillo y una suite para Orquesta que no comienza precisamente con la primera y que se conociera aquí el año pasado en el Colón por la Filarmónica dirigida por el Japonés Eiji Oue, son los números que se frecuentan. La Volksoper de Viena (sala por antonomasia del género ligero) ha incluido la versión completa de este título y llegó al Coliseo en una versión revisada del propio Ruben Szuchmacher con la colaboración de Lautaro Vilo, en donde se buscó la mayor fidelidad posible al original de Voltaire. Este, adquiere aquí protagonismo central como narrador de la historia. Lo hace en el original en inglés y participa de muchos momentos de comicidad. Aquí se nota la mano del Bernstein ya veterano. En Orquestación, en manejo escénico, en intervención de toda la masa vocal. Ya lo hace el inmenso Director de Orquesta que fue. Es innegable la influencia que ejerce en El fundamentalmente Mahler y los finales de las Sinfonías Nºs. 2 y 8 que tan bien conoció y dirigió. En cuanto a los textos cantados, hay una innegable aproximación a “West Side Story” que vería la luz un año después de “Candide”. El Sarcasmo, la mordacidad, la crítica social, Items que “Lenny” manejó como pocos, aparecen a lo largo de este trabajo. La trama gira en torno a un joven que peca de inocente, influenciado por la idea de un maestro formador, el que adhiere a las ideas positivistas de Gottfried Leibinz. El inicio ocurre en Westfalia. Candide, el protagonista, vive admitido por una familia noble quien lo alberga en su castillo por caridad. Se enamora de la hija del Barón, quien al enterarse de ello y de que su hija Cunegunde, a través de las ideas del maestro, se ha relacionado con el joven hasta en la mayor intimidad, resuelve echarlo. Luego de que el joven abandona el castillo, la guerra estalla en Westfalia y a la noble familia primero y al Joven y al profesor de ambos después, comenzaran a seguirles una serie de desventuras que los llevaran a París, en donde Cunegunde se deshonrara y será poseída por un mercader judío y por el Arzobispo de Paris al mismo tiempo, trabará relación con una mujer “veterana” que será su ayuda y su confidente. Se reencontará con “Candide”, quien accidentalmente mata a ambos hombres. Todos huirán a Cádiz, en donde abordarán un barco el que en esta adaptación los trae por estas tierras, no sin antes caer en manos de la santa Inquisición junto al profesor el que será “ejecutado”. Ahora será el Gobernador del Río de La Plata quien se apodere de la joven. Candide se adentrará por estas tierras con un guía, descubrirá “El Dorado”, será estafado, pero llegará a Venecia en donde Cunegunde y la Mujer lo esperan, pero ya trabajando en un Casino. Todo llega a una Conclusión: ni el positivismo, ni el pesimismo son buenos y en la vida cotidiana hay que buscar lo que tanto se desea, sabiendo que “cada uno es como es”. Un grupo de extraordinarios valores locales dio vida a la propuesta de Szuchmacher. Hector Guedes encabezó el reparto e hizo honor a esa asignación con una descomunal actuación ya sea como “Voltaire” narrando la historia, como el “positivista” “Dr. Pangloss” o en el rol secundario de “Martín”. En lo vocal, su innegable oficio y su soltura escénica le permitieron moverse a sus anchas. Santiago Martínez fue un impecable “Candide”, logró trazar el “halo de inocencia” que cubre al personaje y vocalmente lo hizo de modo estupendo. Oriana Favaro lució sus dotes de comediante y su magnífica voz como “Cunegunde”. Con una fuerte presencia escénica y amplio lucimiento vocal, Eugenia Fuente literalmente se “comió la Cancha” (si vale la expresión) como la “Mujer Mayor” en una actuación encomiable. Una vez mas Pablo Urban cumplió con creces en tres roles característicos a los que le sacó el jugo por igual, como el Corrupto Gobernador Rioplatense, el estafador Holandés que en Surinam embauca a “Candide” o el inescrupuloso Ragotski en el Casino de Venecia. Mariano Gladic tuvo lucimiento tanto en el Rol de Maximilian, hermano de Cunegunde, el que esté donde esté y sea Cura o travestido, se opondrá tenazmente a que Cunegunde y Candide sean pareja . Rocío Arbizu compuso de modo eficaz a la sensual “Paquette” criada de Cunegunde y Familia y deseada por el Dr. Pangloss al que le transmitirá una enfermedad venérea. Junto a todos ellos un grupo de Cinco cantantes en diferentes roles secundarios, los que fueron cubiertos por todos con magnífica actuación y estupendas realizaciones vocales. Fueron: Mirko Thomas, Sebastián Sorrarain, Victor Castells, Luca Eizaguirre y Alfredo Martínez. También un grupo de actores muy eficaz de los que sobresalieron: Miguel Rausch en las caracterizaciones de “El Barón” (Padre de “Cunegunde”), “Isaachar” (Mercader Judío de París), “Cacamba” (Esclavo acompañante de “Candide” en su huida por Sudamérica) y un “predicador Anabaptista” de El Dorado que estafará al protagonista. Y luego Fabio Prado como el “Arzobispo de Paris”, “El Predicador” y “El Gran Inquisidor”) . Hubo teatro del mejor, estupendamente marcado y resuelto por Szuchmacher, ayudado por un marco escénico de excepción y un vestuario actualizado pero que no desentona en lo mas mínimo realizado por Jorge Ferrari, una estupenda iluminación de Gonnzalo Cordova y además danzas realizadas tanto por los cantantes que estuvieron también para ello en la mejor forma como por bailarines estupendos guiados por Marina Svartzman. El Coro lució a pleno formidablemente preparado por Hernán Sánchez Arteaga y la Orquesta muy bien preparada por su titular Pablo Druker, aun cuando por ahí se notaron algunas pifias que de cualquier manera en nada empañan el desempeño. La Conexión foso-escenario fue por demás estupenda. El final mostró en el saludo a los interpretes vivamente aplaudidos por el público, acompañados por la Estable Platense interpretando la parte final de la Obertura en la mejor tradición de la Opereta. Poco pero bueno a muy bueno lo que se apreció este año por parte del Argentino. De menor a muy mayor lo ofrecido por “Nuova Harmonía” porque a pesar del fallido comienzo, cada propuesta siguiente mostró superación y por segunda vez se ofreció un espectáculo lírico integral de formidable calidad y eso, en estos tiempos difíciles, le da un mayor valor agregado. Donato Decina

sábado, 24 de noviembre de 2018

¡FELICIDADES! Y POR MUCHOS AÑOS MAS “Por Siempre Coloneros”, la muy buena página informativa de Facebook, que promociona toda la actividad de Ntro. Máximo Coliseo y de todo el medio argentino y de algunos países limítrofes comandada por Ricardo Mandel, cumplió cinco años de existencia y los festejó a lo grande con una Gala en la Sala Argentina del CCK. Con un Maestro de Ceremonias de Lujo, Martín Wullich, un desfile de apreciadísimas figuras se fue sucediendo en el escenario e hicieron deleitar al numeroso público que llenó la sala. El Cuarteto de Clarinetistas de la Filarmónica de Buenos Aires, los dúos conformados por Alejandro Schaikis (Violin) y Mónica Zubczuk (Piano), Amalia Pérez (Flauta) y Marcelo Balat (Piano) y Fernando Ciancio (Trompeta) y Diana Lopszyc (Piano), todos de manera extraordinaria, lucieron en repertorios poco frecuentados (Arreglos para Clarinetes de Dubois y Debussy, Sonata para Violin y Piano de Granados, de Flauta y Piano de Franck y Piezas de Ropartz y Goedicke para Trompeta y Piano), para satisfacción del Soberano que sostenidamente aplaudió cada intervención. Y la lírica dijo presente con valores como Mariana Carnovali, Gustavo López Manzitti, María Luisa Merino Ronda, Constanza Díaz Falú, Juan Font y Felipe Carelli, junto a nuevos valores como Ana Sampedro y Mairin Rodríguez (Sopranos) y Maisa Videla (Mezzosoprano), acompañados por una Maestra de Lujo como Eduviges Piccone, desgranando los momentos mas impactantes de “La Traviata”, “Rigoletto”, “Adriana Lecouvreur”, “Sansón y Dalila”, “Werther”, “Porgy and Bess”, “West Side Story” y la actual “Candide”, con la reconocida calidad que caracteriza a los mas conocidos y las gratas sorpresas de las jóvenes interpretes femeninas que deben seguir en este rumbo ya que condiciones les sobran. Un gran final de fiesta con fragmentos de “El Murciélago” de Johann Strauss (H) y el saludo de todos los artistas participantes bajo la lluvia de aplausos fue el magnífico broche de oro y el deseo de muchos cumpleaños mas. Donato Decina
FRETTE SALVO LA VELADA Teatro Colón: Decimoséptimo Concierto de Abono a cargo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Director: Stefan Geiger. Solista: Angel Frette (Marimba). Programa: Obras de Rossini, Puts y Mendelsohn. 22 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: BUENO. Esta velada tuvo tantos condimentos casi como los de las finales Boca-River de la Libertadores de América. En primer lugar, la programación original establecía la Obertura de “Guglielmo Tell” de Rossini y la Suite “La Boutique Fantasque” de Respighi basada en Temas de Rossini, además de la Obertura-Fantasía “Romeo y Julieta de Tchaickovsky y “Water Concert” para Percusión y Orquesta de Tan Dun. Con el reemplazo de David del Pino Klinge en el Concierto del 12 de Julio pasado por renuncia de Este por el Venezolano Cesar Iván Lara, se reemplazó la Obertura “El Cazador Maldito” de Cesar Franck por la mencionada suite de “La Boutique Fantasque”. Ahora bien, llegando a este concierto, de la programación original solo quedó en pié la Obertura de “Guglielmo Tell”, pero ahora como inicio de la Segunda Parte. ¿Cómo quedó el resto?. Con la inexplicable inclusión de la Obertura de “La Gazza Ladra” (Obra decididamente menor de Rossini), el reemplazo de la obra de Tan Dun por el Concierto para Marimba del Norteamericano Kevin Puts y la inclusión de la Sinfonía Nº 4 “Italiana” de Félix Mendelsohn. Considero que se perdió una enorme oportunidad de reprogramar de manera mas inteligente el Concierto y solo la Suite de Respighi/Rossini quitada inicialmente del programa. Incluir una Obertura de Rossini recontraescuchada en lugar de “Romeo y Julieta” de Tchaickovsky y la “Italiana” de Mendelsohn en lugar de la Suite, cuando se podía haberle dado la oportunidad al Director de Orquesta invitado de acometer alguna obra de mayor envergadura (Mas allá de su posterior desempeño al que me referiré líneas mas abajo), fue decididamente un despropósito. Ignoro en cambio los motivos que llevaron a excluir la Obra de Tan Dun, pero al fin y al cabo el Solista acometió otra novedad y se estuvo a igual nivel de obras. Me reservo para el final justamente, este trabajo, ya que en el resto del programa ofrecido ocurrieron otras situaciones anómalas que es preciso comentar. En primer lugar, este concierto le fue otorgado al Director de Orquesta e Instrumentista Alemán Stefan Geiger, titular de la Orquesta Sinfónica do Paraná, Brasil, una agrupación (y esto lo menciono con el mayor respeto) de Provincia del vecino pais, que por lo visto en las redes sociales solo realiza sus actividades dentro de ese estado del Sur Brasileño, mas una trayectoria previa como invitado de agrupaciones Juveniles y profesionales de segundo y tercer nivel de Alemania y otros países del Centro Europeo. Recién en este año asume sus compromisos profesionales mas importantes, con conciertos en la Sala Auditorio de Sao Paulo, la Elbaphilarmonie , la Philarmonie de Hamburgo y este compromiso con la Filarmónica en el Colón. ¿Cómo fue su desempeño?. Un nivel sumamente discreto, correcto en el trazo general de cada obra, pero sin mayor profundidad interpretativa. Resulta verdaderamente opinable y discutible esta invitación y los motivos que obedecieron para ella. HAY EN NUESTRAS ORQUESTAS SINFONICAS DE PROVINCIA VALORES ARGENTINOS Y EXTRANJEROS DE MAYOR CAPACIDAD QUE EL DIRECTOR GEIGER, A LOS QUE SE LE ASIGNARON CONCIERTOS CON LA FILARMONICA POR FUERA DE LA SALA DEL COLON, CUANDO EN REALIDAD EL PODIO EN EL ESCENARIO DE NUESTRO GRAN TEATRO ES LO QUE LES CORRESPONDIA, Y OTROS VALORES, TAMBIEN DEL INTERIOR, SON ABSOLUTAMENTE IGNORADOS. Dentro de este panorama que señalo, la Obertura de “La Gazza…” fue objeto de una lectura correcta con algunas pifias del metal en los momentos de decisiva intervención. En cambio en la Obertura de “Guglielmo Tell”, ocurrió una situación a mi juicio verdaderamente bochornosa. Como se sabe, su inicio está dado con un extenso solo de Violonchelo. En este momento la Filarmónica no cuenta con Violonchelista solista titular por el retiro de Carlos Nozzi. También se retiró quien era su suplente, Marcelo Bru y el actual suplente, Diego Faingersch, no actuó ni en este ni en el anterior concierto (desconozco los motivos). En el Concierto anterior, José Antonio Araujo (Solista de la Sinfónica Nacional), ocupó el lugar solista, algo que no lo mencionó el programa de mano de esa noche, y en este, Jorge Pérez Tedesco (El otro solista de Violonchelo de la Sinfónica), fue convocado a cubrir esa posición. A mi leal saber y entender, su desempeño en el solo fue muy correcto, hubo buenas intervenciones de la sección de vientos y algunas pifias nuevamente del sector de bronces. Al concluir la versión, el Director mostró un rostro de satisfacción y conformidad. Hizo ponerse de pié a los vientos. De igual forma a los bronces, a pesar de las pifias escuchadas, pero directamente “ninguneó” al solista Pérez Tedesco. Los rostros de los profesores de la Filarmónica de las primeras filas (vistos por mí desde la posición que el teatro me asignó en la sala) fueron de asombro y sorpresa. No existeron motivos para semejante desplante. Geiger abandonó la sala para que la Orquesta se prepare para la “Italiana” y el Concertino de la Filarmónica Pablo Saraví, previo a solicitar afinación, se dirigió al atril de Pérez Tedesco para felicitarlo. La Orquesta en pleno comenzó a aplaudirlo luego del gesto de Saraví y el público acompañó con el suyo reparando así la injusticia. Al retornar el Director invitado al podio para la Sinfonía de Mendelsohn, solo le levantó simpáticamente el pulgar a Pérez Tedesco y luego de una versión correcta y sin mayores pretensiones hizo destacar al mencionado solista y a toda la hilera de Violonchelos para el aplauso. Este gesto llegó a destiempo y nada justificaba que lo hiciera al final de la Sinfonía. Verdaderamente lo de Geiger fue de una mediocridad espantosa y en mi opinión sería deseable no verlo por aquí por mucho tiempo. Por lejos lo mejor de la noche fue la actuación solista de Angel Frette en el Concierto para Marimba y Orquesta de Kevin Puts. Obra de 1997, intenta una construcción en estilo Mozartiano, aun cuando en el resultado final no se la escuche precisamente así. Es absolutamente tonal, tiene momentos de mucho compromiso para el solista, los que Frette desarrolló de manera extraordinaria. La Orquesta acompañó en muy buena forma, siendo este el único momento plenamente logrado por Geiger en todo el concierto. Es un trabajo muy grato al oído que el público recibió con agrado. Frette se vió recompensado con un merecidísimo aplauso. Todo lo demás, mejor olvidarlo rápidamente. Donato Decina

miércoles, 21 de noviembre de 2018

FINAL CON UN ESTRENO EN ALTISIMO NIVEL “Nuova Harmonia 2018”, Función de cierre de la Temporada en Co-producción con el Teatro Argentino de La Plata: Opereta: “Candide” en dos actos con Música de Leonard Bernstein con Libreto de Hugh Weeler y letras y versificación de diversos autores en versión de 1989, adaptada por Ruben Szuchmacher y Lautaro Vilo, basada en “Candide o El Optimísmo” de Voltaire (Estreno Absoluto en Argentina). Interpretes: Héctor Guedes (Voltaire-Pangloss-Martin), Santiago Martínez (Candide), Oriana Favaro (Cunegunde), Mariano Gladic (Maximilian-Capitán), Eugenia Fuente (Vieja Dama), Rocío Arbizu (Paquette), Pablo Urban (Gobernador-Van der denur-Ragotzki), Mirko Thomas, (Vendedor de Cosméticos, Juez Inquisidor, Charles Edward), Sebastián Sorrarain (Doctor, Juez Inquisidor Nº 2, Croupier, Stanislaus), Víctor Castells (Bear Keeper-Juez Inquisidor Nº 3-Zar Iván), Luca Eizaguirre (Alquimísta, Sultán Achmet, Crook), Alfredo Martínez (Junkman-Hermann Augustus). Actores: Miguel Rausch (Isaachar-Cacambo-Barón-Anabaptista), Azul Maluendez (Baronesa), Luís Caballero (Hombre Joven), Fabio Prado (Arzobispo-Predicador-Gran Inquisidor), Carlos Castro (Segundo Capitan). Figurantes de Escena y Bailarines. Coro Estable del Teatro Argentino de La Plata: Director: Hernán Sánchez Arteaga. Coreografía: Marina Svartzman, Escenografía y Vestuario: Jorge Ferrari, Iluminación: Gonzalo Córdova, Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata, Director: Pablo Druker. Dirección Escénica: Rubén Szchumacher. Teatro Coliseo de Buenos Aires, 20 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: MUY BUENO. Y afortunadamente “Candide” subió a escena. Luego de muchos corrillos que sembraron dudas de todo tipo, el Argentino de La Plata logró poner en escena este gran trabajo de Leonard Bernstein, con una muy buena realización escénica concebida por Ruben Szchumacher, un notable manejo musical de Pablo Druker, interpretes vocales de excepción y un afiatadísimo Coro Estable, para que la arriesgada y audaz idea de programación de Elisabetta Riva llegara a muy buen puerto y cerrara de esta forma en muy buen nivel el Abono del año 2018 de “Nuova Harmonia”. Hablar de la obra implica que se empleó una tercera versión de la misma y, por tanto, de una segunda reelaboración a la que se le introdujeron mejoras. El original, con orquestación para conjunto reducido (Casi para pequeños Teatros Europeos y algunos tipo Broadway) es de 1956 y tiene libro de Lilian Hellman. Esta no aceptó la continuidad de las representaciones en Broadway y por ello Hugh Wheeler elaboró un nuevo libreto, al que en las versificaciones de las canciones se le adosaron letras de los autores originales, Stephen Sondheim, Dorothy Parker, Richard Wilbur y John La Touche. En 1973 a instancias del famoso Director de Escena Harold Prince (de paso no muy bien recordado por el escenario del Colón con una puesta “aggiornada” de “Madama Butterfly” de Puccini que hoy pasaría al menos de forma correcta por ahí), Bernstein redujo a un acto con una duración de 1 hora 40 minutos la obra, siendo aceptablemente recibida en el centro del espectáculo Neoyorkino. Esta presentada en 1989 vuelve a la forma original de dos actos, gran orquesta y luce a pleno desde la obertura misma. En las salas de concierto, justamente esa Obertura plena de brillo y una suite para Orquesta que no comienza precisamente con la primera y que se conociera aquí el año pasado en el Colón por la Filarmónica dirigida por el Japonés Eiji Oue, son los números que se frecuentan. La Volksoper de Viena (sala por antonomasia del género ligero) ha incluido la versión completa de este título y llegó al Coliseo en una versión revisada del propio Ruben Szchumacher con la colaboración de Lautaro Vilo, en donde se buscó la mayor fidelidad posible al original de Voltaire. Este, adquiere aquí protagonismo central como narrador de la historia. Lo hace en el original en inglés y participa de muchos momentos de comicidad. Aquí se nota la mano del Bernstein ya veterano. En Orquestación, en manejo escénico, en intervención de toda la masa vocal. Ya lo hace el inmenso Director de Orquesta que fue. Es innegable la influencia que ejerce en El fundamentalmente Mahler y los finales de las Sinfonías Nºs. 2 y 8 que tan bien conoció y dirigió. En cuanto a los textos cantados, hay una innegable aproximación a “West Side Story” que vería la luz un año después de “Candide”. El Sarcasmo, la mordacidad, la crítica social, Items que “Lenny” manejó como pocos, aparecen a lo largo de este trabajo. La trama gira en torno a un joven que peca de inocente, influenciado por la idea de un maestro formador, el que adhiere a las ideas positivistas de Gottfried Leibinz. El inicio ocurre en Westfalia. Candide, el protagonista, vive admitido por una familia noble quien lo alberga en su castillo por caridad. Se enamora de la hija del Barón, quien al enterarse de ello y de que su hija Cunegunde, a través de las ideas del maestro, se ha relacionado con el joven hasta en la mayor intimidad, resuelve echarlo. Luego de que el joven abandona el castillo, la guerra estalla en Westfalia y a la noble familia primero y al Joven y al profesor de ambos después, comenzaran a seguirles una serie de desventuras que los llevaran a París, en donde Cunegunde se deshonrara y será poseída por un mercader judío y por el Arzobispo de Paris al mismo tiempo, trabará relación con una mujer “veterana” que será su ayuda y su confidente. Se reencontará con “Candide”, quien accidentalmente mata a ambos hombres. Todos huirán a Cádiz, en donde abordarán un barco el que en esta adaptación los trae por estas tierras, no sin antes caer en manos de la santa Inquisición junto al profesor el que será “ejecutado”. Ahora será el Gobernador del Río de La Plata quien se apodere de la joven. Candide se adentrará por estas tierras con un guía, descubrirá “El Dorado”, será estafado, pero llegará a Venecia en donde Cunegunde y la Mujer lo esperan, pero ya trabajando en un Casino. Todo llega a una Conclusión: ni el positivismo, ni el pesimismo son buenos y en la vida cotidiana hay que buscar lo que tanto se desea, sabiendo que “cada uno es como es”. Un grupo de extraordinarios valores locales dio vida a la propuesta de Szchumacher. Hecto Guedes encabezó el reparto e hizo honor a esa asignación con una descomunal actuación ya sea como “Voltaire” narrando la historia, como el “positivista” “Dr. Pangloss” o en el rol secundario de “Martín”. En lo vocal, su innegable oficio y su soltura escénica le permitieron moverse a sus anchas. Santiago Martínez fue un impecable “Candide”, logró trazar el “halo de inocencia” que cubre al personaje y vocalmente lo hizo de modo estupendo. Oriana Favaro lució sus dotes de comediante y su magnífica voz como “Cunegunde”. Con una fuerte presencia escénica y amplio lucimiento vocal, Eugenia Fuente literalmente se “comió la Cancha” (si vale la expresión) como la “Mujer Mayor” en una actuación encomiable. Una vez mas Pablo Urban cumplió con creces en tres roles característicos a los que le sacó el jugo por igual, como el Corrupto Gobernador Rioplatense, el estafador Holandés que en Surinam embauca a “Candide” o el inescrupuloso Ragotski en el Casino de Venecia. Mariano Gladic tuvo lucimiento tanto en el Rol de Maximilian, hermano de Cunegunde, el que esté donde esté y sea Cura o travestido, se opondrá tenazmente a que Cunegunde y Candide sean pareja . Rocío Arbizu compuso de modo eficaz a la sensual “Paquette” criada de Cunegunde y Familia y deseada por el Dr. Pangloss al que le transmitirá una enfermedad venérea. Junto a todos ellos un grupo de Cinco cantantes en diferentes roles secundarios, los que fueron cubiertos por todos con magnífica actuación y estupendas realizaciones vocales. Fueron: Mirko Thomas, Sebastián Sorrarain, Victor Castells, Luca Eizaguirre y Alfredo Martínez. También un grupo de actores muy eficaz de los que sobresalieron: Miguel Rausch en las caracterizaciones de “El Barón” (Padre de “Cunegunde”), “Isaachar” (Mercader Judío de París), “Cacamba” (Esclavo acompañante de “Candide” en su huida por Sudamérica) y un “predicador Anabaptista” de El Dorado que estafará al protagonista. Y luego Fabio Prado como el “Arzobispo de Paris”, “El Predicador” y “El Gran Inquisidor”) . Hubo teatro del mejor, estupendamente marcado y resuelto por Szchumacher, ayudado por un marco escénico de excepción y un vestuario actualizado pero que no desentona en lo mas mínimo realizado por Jorge Ferrari, una estupenda iluminación de Gonnzalo Cordova y además danzas realizadas tanto por los cantantes que estuvieron también para ello en la mejor forma como por bailarines estupendos guiados por Marina Svartzman. El Coro lució a pleno formidablemente preparado por Hernán Sánchez Arteaga y la Orquesta muy bien preparada por su titular Pablo Druker, aun cuando por ahí se notaron algunas pifias que de cualquier manera en nada empañan el desempeño. La Conexión foso-escenario fue por demás estupenda. El final mostró en el saludo a los interpretes vivamente aplaudidos por el público, acompañados por la Estable Platense interpretando la parte final de la Obertura en la mejor tradición de la Opereta. Poco pero bueno a muy bueno lo que se apreció este año por parte del Argentino. De menor a muy mayor lo ofrecido por “Nuova Harmonía” porque a pesar del fallido comienzo, cada propuesta siguiente mostró superación y por segunda vez se ofreció un espectáculo lírico integral de formidable calidad y eso, en estos tiempos difíciles, le da un mayor valor agregado. Donato Decina

lunes, 19 de noviembre de 2018

“Una noche con Puccini” marcó el cierre de la temporada del Ensamble Lírico OrquestalUNA NOCHE PARA RECORDARMartha CORA ELISEHTEl Ensamble Lírico Orquestal cerró su temporada el pasado domingo 18 del corriente en el Auditorium de Belgrano con un recital de ópera, denominado “UNA NOCHE CON PUCCINI” donde se ejecutaron obras del mencionado compositor y que contó con la participación de los siguientes cantantes: Tamara Pepe (soprano), Mariana Carnovali (soprano), Andrés Novero (tenor) y Juan Feico (barítono), acompañados al piano por Damián Roger y bajo la dirección artística de Cecilia Layseca.El recital abrió con la participación de Tamara Pepe como Mussetta en la célebre aria “Quando m’en vo” de LA BOHÊME, quien la ejecutó con gran musicalidad, alcanzando perfectamente las notas agudas y logrando una digna interpretación, haciendo uso de sus dotes histriónicas. Envuelta en una boa de plumas negras, supo darle la seducción y la osadía características de este personaje. Quizás no cuente con la experiencia de Paula Almerares, pero supo encarar muy bien su interpretación. Fue seguida por el barítono Juan Feico en un aria de EDGAR –ópera que prácticamente no se escucha desde hace varios años en los escenarios porteños- “Questo amor, vergogna mía”, que supo ejecutar perfectamente, con buenos matices e inflexiones dramáticas en la voz y con una muy buena línea de canto. Se retiró aplaudido por el público y posteriormente, Mariana Carnovali y Andrés Novero tuvieron a su cargo las tres arias del final del 1° acto entre Rodolfo y Mimí en LA BOHÈME: “Che gélida manina”, “Sí, mi chiamano Mimí” y “O soave fanciulla”. El tenor posee una bellísima voz, con buenos matices y fraseo, pero un tanto justa para alcanzar los agudos que requiere su personaje. Si bien lo logró, a una le dio la impresión que –quizás- estaba más preocupado por alcanzar las notas que por mantener la línea vocal. Posteriormente, se fue afianzando y se notó en el duetto junto a la talentosa Mariana Carnovali. Esta joven soprano posee no sólo un gran caudal de voz y una excelentelínea de canto, sino también, buenos matices y excelentes dotes histriónicas para representar a las diferentes heroínas de las óperas de Puccini. Fue una Mimí estupenda, con una voz candorosa y tierna (ideales para la interpretación del personaje), que corría por todala sala y alcanzaba perfectamente las notas agudas. Al final de cada una de sus interpretaciones, fue ovacionada por el público presente. Y logró un muy buen dúo junto a Andrés Novero en la escena final del primer acto de la mencionada ópera. El recital prosiguió con tres fragmentos de GIANNI SCHICCHI: “Si corre dal notario”, con Juan Feico (Schicchi); la célebre “O mio babbino caro”, a cargo de Tamara Pepe (Lauretta) y “Firenze é como un albero Fiorito”, con Andrés Novero (Petronio). Las interpretaciones de los tres cantantes fueron muy buenas, aunque el tenor se vio un tanto exigido al dar su agudo en el final de dicha aria, alabando a Gianni Schicchi. Es de difícil interpretación y ha sido abordada por grandes tenores de la talla de Luciano Pavarotti o Plácido Domingo. Muy destacada labor de Fieco en el rol de Gianni Schicchi, con la suficiente picardía que caracteriza a su personaje desde el punto de vista actoral. Y Tamara Pepe ofreció una muy buena versión de la consabida aria.Tras un breve interludio instrumental a cargo de Damián Roger al piano- quien supoacompañar muy bien a todos los cantantes y que se lució como solista en Foglia d’album-, le tocó nuevamente el turno a Mariana Carnovali como MADAME BUTTERFLY en “Un bel di vedremo”, acompañada en el escenario con Tamara Pepe como Suzuki, quien sólo acompañaba a su ama. La interpretación de Carnovali fue magnífica y supo poner a su voz el dramatismo necesario que esta aria necesita. Tras los aplausos del público, le tocó el turno a Tamara Pepe de interpretar a Liú en “Signore, escolta” de TURANDOT, logrando una excelente versión de dicha aria. Seguidamente, Andrés Novero y Juan Fieco interpretaron la primera escena del 4° acto de LA BOHÈME (“O Mimí, tu piú non torna”), donde Rodolfo y Marcello evocan a Mimí y Mussetta, respectivamente. El dúo estuvo muy bien logrado y recibió numerosos aplausos por parte del público. Posteriormente, le tocó el turno a Mariana Carnovali de encarar a Floria Tosca en “Vissi d’arte” de la ópera homónima, quien lo logró perfectamente bien. A juicio de esta cronista, fue la mejor de los cuatro cantantes, ya que fue la más pareja de los cuatro en calidad interpretativa y técnica vocal. Y junto a “Un bel di vedremo” fueron las dos mejores arias del recital. Le siguió otra aria de la misma ópera: “Recondita armonía”, en la voz de Andrés Novero, quien logró una versión correcta del aria de Mario Cavaradosi, pero a quien le costó llegar al agudo final. Una lo vio más seguro y cómodo en el personaje de Rodolfo que en el de Cavaradosi. Para el final, se cantaron dos arias del 3° acto de LA BOHÈME: “Donde lieta usci”,a cargo de Mariana Carnovali (Mimí) y el cuarteto “Dunque e proprio finita”, donde la tierna y romántica despedida entre Rodolfo y Mimí contrasta con la escandalosa separación entre Marcello y Mussetta. Los cuatro intérpretes estuvieron a la altura de las circunstanciasy lograron perfectamente sus arias, tanto desde el punto de vista vocal como actoral. Al finalizar el recital, Cecilia Layseca hizo su aparición en escena y anunció no sólola exitosa temporada del Ensamble Lírico Orquestal en el Auditorium de Belgrano, sino quedejó en claro que todavía no hay nada previsto para el próximo año, debido a los vaivenes económicos que son habituales y característicos en el país, que muchas veces impiden organizar una temporada a largo plazo. No obstante, agradeció a los abonados y al público presente el apoyo recibido y prometió continuidad. Una espera que el Ensamble Lírico Orquestal pueda seguir dando oportunidades a los numerosos talentos que produce el país, que parecen no ser tenidos en cuenta por los organismos oficiales. Si el Colón hubiera tenido en cuenta a Mariana Carnovali para cantar Mimí en alguna de las funciones de los principales abonos, una hubiera hecho justicia escribiendo una mejor crítica y las cosas hubieran sonado mejor en la buhardilla bohemia. En cuanto al presente recital, hubiera sido bueno y lindo incorporar arias de otras óperas (Il Tabarro, Suor Angélica, Manon Lescaut), al igual que las más conocidas (“E lucevan le stelle”, de TOSCA, o “Tu, che de gel sei cinta” y “Nessun dorma” de TURANDOT). Ojalá que el Ensamble Lírico Orquestal tenga en cuenta esta proposición para pasar otra noche con el genio de Lucca
Ecos de la actuación del Mischa Maisky Trío en el Colón junto a la FilarmónicaHONRAR EL APELLIDOMartha CORA ELISEHTEl pasado jueves 15 del corriente tuvo lugar en el Teatro Colón el 16° concierto correspondiente al Ciclo de Abono de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires bajo la dirección de su titular, Enrique Arturo Diemecke, con la participación nada más ni nada menos que del Mischa Maisky Trío, integrado por el celebérrimo violoncelista ruso y sus hijos Sasha (violín) y Lily (piano), quienes interpretaron el Triple Concierto para violín, cello y piano en Do mayor, Op. 58 de Beethoven. El concierto se completó con otras dos obras del gran compositor alemán: la Obertura Coriolano, Op. 62 y la Séptima Sinfonía en La mayor, Op. 92. Con respecto a la ejecución de la primera de las obras, fue una versión muy deslucida de la consabida obertura, que pasó sin pena ni gloria para los oídos de esta cronista. Pese a la calidad de los principales solistas de la Filarmónica, faltaron profundidad sonora y matices dados por los diferentes instrumentos. El público asistente -ante un teatro colmado de gente, ya que no cabía un alfiler- se dio cuenta de ello y respondió con escasos aplausos. Al entrar los integrantes del Mischa Maisky Trío, fueron recibidos con una verdadera ovación antes de colocarse en sus puestos para la ejecución del Triple Concierto,donde Mischa Maisky fue el eje y el motor principal, con un acompañamiento, diálogo y fraseo notables por parte de los diferentes instrumentos solistas y con la orquesta, creando un clima óptimo y una ejecución perfecta. Tanto Sasha como Lily Maisky se presentaron como dos excelentes músicos, con talento propio y como dos jóvenes promesas para el futuro. Independientemente de haberse formado musicalmente desde temprana edad con su padre, ella contó con la formación pedagógica de Lyl Tiempo en Bruselas y se perfeccionó con Ilana Davich, Martha Argerich y Dimitry Bashkirov, mientras que su hermano se formó con Leonid Kerbel e Igor Oistrach y, posteriormente, se perfeccionó con Maxim Vengerov y Boris Elskin (eximio violinista ruso, cuya memorable ejecución del Concierto para violín y orquesta de Tchaikowsky junto a la Filarmónica en 1981 sigue resonando en los oídos de quien escribe, bajo la batuta de Stanislav Wislocki). El fraseo de Sasha Maiskyy los matices del violín sonaron perfectos- lo que se notó en el Rondó alla polaca del 3° movimiento- , al igual que los arpegios ejecutados por su hermana Lily, quien supo acompañar perfectamente al resto de los instrumentos solistas pero que, además, cuenta conuna excelente digitación y pulsación para la parte solista del piano. Naturalmente, el público estalló en vítores y aplausos hacia el final. Pese a que tuvieron que salir numerosas veces a saludar en escena, el Mischa Maisky Trío decidió no hacer bises. Cuando se toca unconcierto tan importante y con una perfección absoluta, cualquier melodía que se toque después puede quedar opacada. Además, cuando uno porta un apellido prestigioso, se debe hacer honor al mismo con talento, práctica y disciplina, tal como sucedió en este caso.La Sinfonía n° 7 en La mayor es una obra tan célebre y tan conocida que el periodista especializado en música clásica conoce prácticamente de memoria. Y pese a que una debe ser ecuánime e imparcial cuando escribe al respecto, una tampoco puede dejar de comparar la presente versión con otras interpretaciones. Y no se refiere a magníficas grabaciones de la misma, sino a magistrales interpretaciones de la misma en vivo y en directo. Baste recordar 3 a 4 versiones en el mismo Colón: la monumental versión ofrecida por Kurt Mazur junto a la Gewandhaus de Leipzig en un Ciclo integral de las Sinfonías de Beethoven (1980); la de Stanislaw Wislocki junto a la Filarmónica en un Ciclo Beethoven (1981); Leopold Hager, al frente de la Filarmónica (1985) y la de Daniel Barenboim junto ala West Eastern Divan, dentro del Ciclo del Mozarteum Argentino (2010). En este caso, la versión ofrecida por la Filarmónica fue correcta, pero careció del brillo y del vuelo de las interpretaciones anteriores. Por otra parte, en el 2° movimiento (Allegretto) y en el 3° (Presto- assai meno presto) se escucharon numerosas disonancias, pese a las excelentes intervenciones de los solistas de los respectivos instrumentos. Muy buenos los solos ofrecidos por Claudio Barile en flauta, Néstor Garrote en oboe; Fernando Chiappero en corno y Juan Ringer (timbal), quien marcó los golpes del mismo con absoluta precisión, acorde a las especificaciones de la partitura. Antes de comenzar el concierto y haciendo uso de su habitual elocuencia, el maestroDiemecke se dirigió al público – en su carácter de Director Artístico del Colón- para comentar el convenio de cooperación logrado con 20 teatros del interior del país para la representación de espectáculos líricos y coreográficos. Si bien es un logro significativo, estacronista cree que la calidad bien entendida empieza por casa; por lo tanto, una estaría más interesada en que nuestro mayor Coliseo cumpla con la función para la cual fue creado- tal como se especifica en su Estatuto- , en lugar de transformarse en un marco para realización de eventos que nada tienen que ver con el mismo (ej: desfiles de modas, cenas elegantes para empresarios, etc). El Colón es patrimonio cultural y artístico de todos los argentinos y Monumento Histórico Nacional. Si sus autoridades así no lo entienden, que Dios y la Patriase lo demanden algún día. Y una también espera que ese día no sea muy lejano.

martes, 13 de noviembre de 2018

LUCIO STEFAN VLADAR EN EL CIERRE DEL MOZARTEUM “Mozarteum Argentino”, Ultimo Concierto del Primer Ciclo de la Temporada 2018. Actuación de la Orquesta de Cámara de Viena, Piano y Dirección: Stefan Vladar. Programa: Obras de Stravinsky, Mozart, Part y Grieg. Teatro Colón, 12 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: MUY BUENO. En un cierre acorde con la muy buena temporada desarrollada, el Mozarteum Argentino logró una vez mas para Sí el concurso de la Orquesta de Cámara de Viena, agrupación de 72 años de existencia, la que por séptima vez vino al país siempre dentro de los ciclos de la Entidad Organizadora. Ya no serán las batutas de Philippe Entremont o Heinrich Schiff, pero acorde con la categoría del Conjunto, Stefan Vladar, Pianista y Director de orquesta Austríaco, la conduce desde el año 2008 y debe decirse que ha logrado una estupenda relación de “complicidad” con los instrumentistas de la agrupación , expresada desde los mas mínimos gestos, detalles, marcaciones precísas, intensidades, lo que se dice todo al servicio de la interpretación de la música. Un programa por demás interesante se dispuso sobre el escenario del Colón. La apertura se produjo con el “Concierto para Cuerdas” en Re mayor, del año 1946 de Igor Stravinsky. Epoca en la que el compositor abreva en un “retorno a las fuentes”, partiendo de las formas mas antíguas de la música como en este caso el “Concerto Grosso”, sus tres moimientos transitan una escritura de época, aun cuando el Compositor no prescinde en absoluto de agregar sus rasgos mas personales. La Orquesta se mostró muy ajustada. Vladar hizo un trabajo pleno de equilibrio sonoro y por momentos le extrajo un sonido muy compacto al conjunto, marcando un buen inicio, muy bien recibido por el público. En su doble rol de Solista y Director, Vladar se reservó para Sí el Concierto Nº 12 en la mayor del catálogo Kv.414 de Mozart. Obra de un Mozart pleno a los 26 años, escrito para Piano y soporte de cuerdas, tuvo en sus movimientos “de punta” (Allegro y Allegretto) un enfoque decididamente renovador, acorde con las tendencias actuales de interpretación, por lo que sonó fresco, vital. Vladar posee una técnica magnífica, muy seguro en la digitación y muy cómodo en el doble rol de Solista/Director, con un conjunto atento y disciplinado en todo momento. Sín embargo el Andante central fue expuesto de manera llamativa a un “tempi” un tanto mas lento, casi a la antígua usanza. No se entiende el porque de esa decisión. Tal vez por sentirse más cómodo , Vladar optó por hacerlo así. Pero este pasaje quedó absolutamente “descolgado” del resto. En cambio, los reiterados aplausos del público obligaron a Vladar a un “Bis” y este fue una de las “Consolaciones” para Piano de Liszt, magníficamente interpretada, con profundidad , un clima estupendamente construido en cuanto a intimidad y una técnica magistral. Un glorioso y prolongado silencio tras el final, valió casi mas que la ovación posterior en si misma. La segunda parte nos trajo en el comienzo a uno de los mas notabes creadores de la actualidad: Arvo Part. Y de el se escuchó “Silouan’s Song”, Obra de 1991, escrita para homenajear a Silouan de Athos, monje del convento Ortodoxo de San Panteleimon del Monte de Athos, quien es autor de un poema que actuó en Part como disparador de esta obra, vibrante, enérgica, pero de un sorprendente desenlace, casi como “flotando” en al aire. Fue magnífica la respuesta del público, el que con un sostenido aplauso recibió la labor. Luego volver a Mozart de la mano del Divertimento Kv. 136, el que fue abordado de manera muy dinámica, aunque a mi entender luego del Concierto para Piano y Orquesta casi como que no era necesario incluír una obra más del genio de Salzburgo. De cualquier forma, la calidad estuvo siempre presente. El Cierre formal tuvo lugar con una interesante versión de la Suite “De los Tiempos de Holberg” de Edward Grieg. Vladar le dio el “tempi”justo, mostró la rica y colorida paleta que la obra tiene y el conjunto brindó lo mejor de si mismo. La sostenida ovación que el público les tributó al Director y al conjunto, hizo que el primero hiciera una “concesión” mas que un “bis” y aclaró que sería el único para luego poder retirarse ellos a descansar. Un movimiento Mozartiano hecho con categoría. Cierre perfecto de la noche y broche de oro para las excelentes temporadas que el Mozarteunm siempre aporta a Ntro. Medio. Donato Decina

viernes, 9 de noviembre de 2018

PAVEL MILYUKOV, UN VIOLINISTA EXCEPCIONAL Orquesta Sinfónica Nacional, Director: Vladimir Lande. Solistas: Pavel Milyukov (Violín), Víctor Torres (Barítono), Coro Nacional de Jóvenes, Director: Pablo Banchi Programa: Obras de Terzian, Khatchaturian y Prokofieff. CCK, 09 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: EXCELENTE. Dentro del ciclo que por el septuagésimo aniversario de la Orquesta Sinfónica Nacional Esta dedica a las visitas internacionales, se inscribió este concierto enmarcado por la Cuarta visita en cinco años del Director Vladimir Lande a la Argentina. Y en esta oportunidad lo hizo junto al violinista Ruso Pavel Milyukov, joven instrumentista de treinta y cuatro años el que ya cuenta en su haber con importantísimos premios ganados tanto dentro como fuera de su país. Graduado en el Conservatorio de Moscú y perfeccionado por Boris Kuschnir en el célebre Conservatorio de Graz, sus logros acreditan el Segundo Premio del Concurso Paganini de Moscú, el Segundo Premio del Concurso de Seúl y el primer premio del Concurso Khatchaturian de Armenia. Precisamente la obra que acometió junto a Lande y la Sinfónica fue el Concierto para Violín y Orquesta del gran Compositor Armenio y apabulló por completo. Tiene una extraordinaria técnica, sonido pleno, afinación perfecta, sumado a un altísimo vuelo interpretativo. Su primer movimiento fue en derroche de virtuosismo y energía. Interpreta con todo el cuerpo, por lo que con el final del primer movimiento su entrega alcanzó un climax tan alto que el publico estalló en una larga ovación la que debió ser acallada por Lande. Dándose vuelta hacia el público y con gesto medido y suavizado, pidió cesar en los aplausos para continuar con el resto de la obra. El segundo movimiento, que muestra al Khatchaturian mas intimo, al igual que en el Concierto para Piano y Orquesta y en las escenas de dúo mas impactantes de sus ballets, tuvo en Milyukov al interprete ideal, con canto pleno emanado de su instrumento y culminar de modo extraordinario con un movimiento de cierre verdaderamente electrizante. Lande y la Nacional acompañaron de manera notable, con muy buenas intervenciones solistas, fundamentalmente las del Clarinetista Daniel Kerlleñevich, el que luego fue llamado por Lande a ponerse de pié y recibir el saludo del público y el Solista. La gigantesca ovación tributada por la concurrencia, motivo un bis fortísimo. Una corta sonata de Eugene Ysaye con la que deslumbró por completo, dejándonos en claro que su trayectoria debe ser seguida ya que está para sorprender con cosas muy grandes. En el Comienzo se escuchó una Obra de una gran descendiente de Armenios y estupenda creadora Argentina: Alicia Terzián , de quien se escuchó “Off The Edge”, basado en el poema homónimo de Walt Whitman, encargo del año 1992 por la Orquesta de Grenoble, Francia. Es una Obra para cuerdas y percusión, lleva la voz de barítono como solista y un pequeño coro el que además debe interpretar con Chinchines una melodía al comienzo de la obra. El Coro Nacional de Jóvenes, preparado por Pablo Banchi, tuvo esa difícil participación, y lo hizo con gran categoría . Tuvo momentos en los que sus intervenciones eran de soporte al solista vocal. Fue un gran trabajo de Banchi y sus Dirigidos que estuvieron a la altura del compromiso. Y estupendo solista fue Víctor Torres con canto firme y potente y buena dicción al momento de recitar- Lande trabajó muy bien con las cuerdas de la Sinfónica y un intereasante trabajo fue corolario de la labor cumplida, la que culminó con un cerrado aplauso a la compositora, quien estaba presente en la sala. El cierre ocurrió con una impactante versión de la Séptima Sinfonía de Serguei Prokofieff que tuvo muy buen empaste, buen canto Orquestal y notables desempeños de todos los sectores de la orquesta. Lande debe sentirse pleno con esta actuación, la mejor en todas sus visitas a la Argentina . Encontró un conjunto renovado y motivado, al que le sacó mucho mejor sonido que a las Orquestas que trajera en temporadas anteriores. Donato Decina

jueves, 8 de noviembre de 2018

INCLUSION ¿INNECESARIA? Teatro Colón. Temporada 2018. Abono de Opera. Concierto Sinfónico-Vocal-Coral. Directora: Carmen Moral. Solistas: Daniela Tabernig (Soprano-Hanna), Carlos Ullán (Tenor-Lukas), Hernán Iturralde (Bajo-Simón). Orquesta Estable del Teatro Colón. Coro Estable del Teatro Colón, Director: Miguel Martínez. Programa: Franz Joseph Haydn: “Las Estaciones”: Oratorio en Cuatro Partes con textos del Barón Gottfiried Van Swieten, basados en el poema “The Seasons” de James Thompson. 06 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: REGULAR No es novedad que en los últimos tiempos y debido a múltiples factores (con preponderancia de los económicos), distintas gestiones del Colón presentaron dentro del abono de Opera tanto títulos en versión de Concierto, como Conciertos Sinfónico-Vocales, Ballets o en este caso Oratorio que puede enmarcarse dentro del género Sinfónico-Vocal-Coral. Así que entonces no seré injusto con esta gestión ya que es un modo muy discutible adoptado desde hace no menos de cincuenta años a esta parte como corolario de las recurrentes crisis económicas argentinas. Se eligió un Oratorio poco frecuentado de Franz Joseph Haydn, “Las Estaciones”. El hecho de que en el último tiempo haya sido abordado por un grande de la batuta como Sir Simon Rattle en las postrimerías de su titularidad al frente de la Filarmónica de Berlín y junto a ellos un coro de la talla del Nuestro bien apreciado Rundfunk Chor de Berlín, quizás haya sido disparador en Enrique Arturo Diemecke para su inclusión en detrimento de su más famoso antecesor: “La Creación”. ¿Cómo es o como son “Las Estaciones”?. Se trata de una obra basada en un largo poema del Escocés James Thompson de idéntico nombre en el que narra la vida en el Campo a lo largo del año, a partir de los relatos de un veterano agricultor de nombre Simón, su hija Hanna y el prometido de esta, Lukas, roles que terminarían siendo asignados a cuerdas de Bajo, Soprano y Tenor, al igual que en el ilustre antecesor y que en composiciones de otros autores (Tómese por caso muchos años despues la “Sinfonía Programática” “Romeo y Julieta” de Héctor Berlioz [A propósito Colón, ¿para cuándo Esta?]). El Coro hace las veces de pueblo o los demás agricultores. Se divide en cuatro partes, una por cada estación al “estilo Vivaldi” y dentro de cada una de ellas diferentes secciones con una introducción orquestal, recitativos, arias o plena intervención de todas las fuerzas vocales. En lo musical es un Haydn veteranísimo de 70 años que instrumentaba y componía de manera asombrosamente gloriosa, con instrumentación de avanzada, explorador de efectos tímbricos y que acude a recursos instrumentales por demás ingeniosos. Se detecta influencia de Mozart, aun después de muerto y mucho mas joven que Haydn , pero también se anticipa al Beethoven de la “Pastoral” o a Schubert y sus canciones de cámara. Sin embargo los textos son solamente descriptivos de la vida rural a lo largo del año y después de todo lo vivido entre la Primavera y el Otoño, la llegada del Invierno, con la extrema crudeza en esas latitudes y la forzada reclusión a la que se ven obligados los campesinos, llevarán a la reflexión y a la esperanza en todos ellos de que en un nuevo ciclo se regenerarán y se plantearan nuevos desafíos. La inclusión de elementos folcklóricos mas Austríacos que Irlandeses y las intervenciones Corales en verdaderos “Himnos” y fugas completan el panorama de esta obra. Vista esta en sí, para lo que es hoy el género se llega la conclusión de que hace falta un verdadero especialista en el rubro para abordarla. Hoy no se pueden contactar Conductores de peso, capaces de abordarlo todo para un presupuesto acotado como el que evidentemente está teniendo el Colón (y que seguramente se profundizará la próxima temporada). En los últimos tiempos han venido con regularidad algunos Directores con excelentes enfoques de estos temas. O no se los buscó o tal vez no se los consiguió. Se confió la versión a la veterana conductora Peruana Carmen Moral, la que hacía muchísimo tiempo no venía a la Argentina. Hoy por hoy el Género de Oratorio está siendo sometido a Revisionismo Histórico. Y en este enfoque solo se lo concibe con una orquesta acotada, un Coro de Cámara y tres voces acordes. De todo esto la versión del Colón tuvo solo lo último. Una muy buena Daniela Tabernig para “Hanna” a la que le sobró voz para el compromiso la que estuvo muy segura y dueña del estilo. Un especialista en el repertorio como Carlos Ullán para Lukas y un muy buen Hernán Iturralde como Simón. Por lo que como Ustedes ya pueden ir apreciando, discrepo rotundamente con el enfoque de la Sra. Moral. La Estable tuvo un orgánico mas chico, pero no lo suficiente (4 Contrabajos [por solo citar un ítem] decididamente sobran), al igual que el Coro en exceso (debe ser un número igual o aun un poco menor que el de la “Petite Messe Solenelle” de Rosssini ofrecida hace un par de meses atrás). Sumado a ello, su estilo de Dirección , muy pulido sí, con mucho oficio, pero carente de énfasis en muchos pasajes y “tempi” por momentos lentos, lo que fue haciendo de la versión algo muy monótono e inclusive con pasajes casi al borde del tedio, por lo que el público mayoritariamente reaccionó entre la apatía y el desencanto, no obstante algunos “bravo” escuchados que no contagiaron al resto. El coro tampoco fue la excepción, sonó por algunos momentos muy desacoplado, casi en consonancia con lo que emanaba de la Orquesta. Esta vez me retiré con una sensación frustrante, esperemos que “Norma” venga a remediar este fallido. Donato Decina
UNA LABOR EXCEPCIONAL PARA CERRAR UNA TEMPORADA BREVE PERO DE EXCELENCIA “Juventus Lyrica”, temporada 2018: Opera: “Hamlet” de Ambroise Thomas, con libreto original de Michel Carre y Jules Barber, basada en la obra de William Shakespeare, traducida y adaptada al Francés por Alexandre Dumas (P). Versión musical Adaptada y Orquestada por Daniel Hamburger y Dramaturgia Adaptada por María Jaunarena. Co-producción entre “Opera2Day” de Holanda y “Juventus Lyrica” de Argentina. Intérpretes: Armando Noguera (Hamlet), Laura Pisani (Ofelia), Mario de Salvo (Claudius), Sabrina Cirera (Gertrude), Santiago Bürgi (Laërte-Comediante), Felipe Cudina Bregovic (El Espectro), Gabriel Carasso (Polonius-Primer Sepulturero-Comediante-Bernardo) , Gabriel Vacas (Horatio), Maico Hsiao (Marcellus-Segundo Sepulturero-Comediante), Alvaro García Martínez (Comediante), Matías Ibarra (Comediante-Sacerdote), Tomas Cuadra (Enviado del Rey). Coro de Juventus Lyrica preparado por Hernán Sánchez Arteaga. Escenografía e Iluminación: Gonzalo Córdova. Vestuario y Puesta en Escena: María Jaunarena. Orquesta Dirigida por Hernán Schvartzman. Teatro Avenida, función del 04 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: EXCELENTE Al recibir el programa de mano durante mi ingreso a la sala del Avenida, me encuentro en una de sus primeras páginas con el anuncio de una encuesta para que el público exprese cuales son los títulos que quisiera ver en 2019. Primeramente me alegra que en estos tiempos tan difíciles en donde el Mecenazgo Cultural se halla en crisis y las decisiones de quienes tienen la facultad de otorgarlo son ampliamente cuestionables se piense en una nueva temporada. Esperemos que se traduzca en los próximos meses en su efectivo lanzamiento. Es todo un desafío en si mismo la inclusión de un título tan poco frecuente como “Hamlet” de Thomas. El hecho de que escenarios de trascendencia mundial como el “Met” Neoyorkino hayan revalorizado esta creación y de la mano de un grande con mayúsculas como Thomas Hampson en su protagónico, aumentaron mi expectativa acerca de cómo quedaría resuelta su puesta en escena. Rotundamente digo que esa expectativa que albergaba fue absolutamente superada en todo sentido. En primer lugar, por un interesantísimo trabajo de adaptación de María Jaunarena que consistió más que lo que expresó en sus apuntes al programa de mano, en encabezar cada escena de los respectivos actos con citas traducidas del original de Sheakespeare, que ubicaron al espectador de manera perfecta en tiempo y espacio. Incluso, parte de ese original se intercaló con la traducción del texto cantado, por lo que no le generó al espectador bache escénico alguno, en este tema el acierto es contundente. La labor teatral estuvo a la altura de todo lo anterior. Los intérpretes vocales actuaron y se movieron con soltura y las gestualidades marcaron el acento del drama de modo absolutamente enfático. Ayudó y mucho en todo sentido la muy práctica y funcional escenografía de Gonzalo Córdova, realzada por la Iluminación que el mismo diseñó. El vestuario de la propia Jaunarena, si bien “aggiornado en época” más con respecto al estreno de la Opera que para el tiempo real de la acción, fue sobrio y muy bien diseñado, por lo que escénicamente este Hamlet estuvo más al lado del original de Sheakespeare que de lo que Dumas pretendía, y su resolución tuvo el final original musical de Thomas, pero con un protagonista que muere más allá de la invocación de cierre cuando se le pide que sea Rey de Dinamarca. En total consonancia con ello, Daniel Hamburger realizó una excelente adaptación de la partitura, re-orquestándola para conjunto reducido, a la que Hernán Schvartzman le sacó hasta la última gota de jugo. En ningún momento hubo desbalanceo en el conjunto, la comunicación con el palco escénico fue plena, los tutti orquestales con preeminencia del metal sonaron magníficos y el empaste final fue de igual forma. Y ahora pasando al plano vocal iremos “In Crescendo” en el orden de los personajes. Los roles Co-Primarios de menor Orden fueron confiados a Tomás Cuadra (Enviado del Rey), Alvaro García Martínez (Comediante), Matías Ibarra (Comediante) y German Valenti (Sacerdote). Todos en muy buena forma, acorde con la calidad que evidenció el resto del elenco. Trabajo a destajo tuvieron Maico Hsiao como Marcellus y El Segundo Sepulturero y, fundamentalmente, Gabriel Carasso como Polonius, El Primer Sepulturero, Bernardo y el Comediante. El primero con noble voz, capaz de dar con lo justo tanto en el drama como en la Comedia y el segundo como el Cantante de Reparto más descollante, acorde a los cuatro roles que cubrió, con magnífica voz y versatilidad actoral. Buen Horatius trazó Gabriel Vacas, al igual que Felipe Cudina Bregovic como el espectro del Padre de Hamlet y Extinto Rey, quien tuvo buena voz y muy segura entonación. Santiago Bürgi una vez mas aportó su solidez, fue un magnífico Laërte y buen Comediante. Su presencia escénica fue de excelencia. Sabrina Cirera aportó soltura en el difícil rol de Madre de Hamlet y esposa de dos reyes. Vocalmente impecable y sobria en la actuación. Mario de Salvo como Claudius supo atravesar la senda de pasar de ser Poderoso soberano a un atribulado capaz de echar mano a cualquier recurso (aunque sea desesperado) para mantener el poder. Tuvo convicción y buena línea vocal. Laura Pisani como Ofelia, dio exacto con el personaje, para ir “In Crescendo” desde la enamorada, hasta el paulatino desengaño y caer en el pozo anímico que la conducirá a la Muerte. Su escena de delirio fue de antología, alcanzando las notas mas agudas con acerada emisión, rematando una labor descollante. Es inexplicable que el Colón no haya reparado en Armando Noguera. ¿Cómo puede prescindirse de una voz que lo tiene todo?, Presencia, Actuación. Decir con inteligencia. Ha crecido de manera tan rotunda que solo cabe saludar su extraordinario protagónico. Estuvo como corresponde en el centro de la escena y cumplió con creces. Párrafo final para la impecable labor del Coro de Esta Asociación preparado Por Hernán Sánchez Arteaga con emisión homogénea y sin fisuras acorde con la importancia del título y del elenco que lo acometió. Un trabajo magnífico como broche de oro a una temporada breve pero de constante calidad. Donato Decina
DESCENDER DESDE LA EXCELENCIA A LA DISCRECION “Colón Contemporáneo”: Actuación de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires: Director: Enrique Arturo Diemecke. Solistas: Mercedes García Blesa (Soprano), Verónica Cánaves (Mezzosoprano), Grupo Vocal de Difusión, Director: Mariano Moruja. Programa: Obras de Koering, Adés y Ligeti. Teatro Colón, 03 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: BUENO. Este concierto sin ninguna duda será recordado solamente por la audición de “Requiem” de Gyorgy Ligeti. El resto de lo escuchado pasó con pena y sin gloria, lamentando entonces la oportunidad perdida, comparando anteriores oportunidades en donde pudimos apreciar trabajos de verdaderos gigantes de la segunda mitad de siglo veinte y de los ya casi dos decenios del corriente siglo. No es por caso que Thomas Adés no lo sea, pero la Obra elegida “Polaris, Viaje para Orquesta” es lo menos representativo del catálogo del Compositor Inglés. Compuesta bajo el influjo del minimalismo, inspirada en el nombre de la estrella situada en el cielo sobre hemisferio norte, “Polaris… “ es una sucesiva reiteración de una grata melodía, la que se apoya en un acorde reiterado por las trompetas de la Orquesta, tal vez a tono con el sentir musical de Enrique Arturo Diemecke quien sorprendió a propios y extraños cuando al anunciarse la temporada actual en Diciembre del pasado año, se supo que asumiría la Conducción de Este Concierto. Pareció mucho mas osada la inclusión de una de las “sequenza” de Luciano Berio en el propio abono de la Orquesta el pasado 18 de Octubre, que este trabajo, por lo que deberemos esperar a Diciembre para el estreno de “Powder her Face” por la Opera de Camara y así juzgar en plenitud a este notable creador actual. Aquí la Filarmónica actuó con ajuste y precisión para una partitura que no requiere mucho mas. Justamente, en el dossier que el Colón presentó para la presente temporada, se consignaba que este concierto con el “Requiem” de Ligeti estaría acompañado por una obra orquestal actual y una obra para Coro “A Cappella”. Pues bien, lo segundo jamás apareció y si tomamos como debe ser la obra de Adés, llegamos a la conclusión de que Diemecke impuso su criterio de programación en función de su cargo, relegando a Martin Bauer quien programó la obra del genial creador Hungaro y entonces solo así se entiende la inclusión de “Arrebatos y Otros Placeres” del Francés Rene Koering, compuesta para Diemecke y la Sinfónica Nacional de Mexico, en tiempos de ser el segundo su Director Titular, además de ser invitado en esas épocas del Festival de Montpellier, del que el Compositor era su Director Musical. No debería llamar esto ultimo la atención si no fuese porque la obra es de una tremenda mediocridad, extensísima, sin ideas, abusando de la percusión y los forte como única manera de graficar los arrebatos y cuando nacen los pasajes calmos y uno solo espera la conclusión, otra secuencia de “bombardeos” atacan al oyente de modo impiadoso. Con tanto material de creadores argentinos y del mundo injustamente postergados, programar este “Pasticcio moderno” (Por ser piadoso) en un ciclo que se ha caracterizado por acercar al público ávido de escuchar las creaciones actuales (que en rigor de verdad deberían incluirse en el abono de la Filarmónica las que desgraciadamente se incluyen muy esporadicamente), sonó como un destrato a ese público, que además escucho con respetuoso silencio los comentarios previos de Diemecke, aun cuando en estos conciertos nunca fueron necesarios , los que por momentos se excedieron en verborragia por lo que las ” toses” no tardaron en aparecer. Y al llegar a “Requiem”, las cosas cambiaron radicalmente. Volvimos a la exploración de las sonoridades, el desarrollo de una idea y experimentar hasta donde se es capáz de avanzar. Y a la vista de lo previamente escuchado, la figura de Ligeti se agiganta hasta alcanzar alturas inconmensurables. Fueron descollantes las labores del Grupo Vocal de Difusión, magníficamente preparado por Mariano Moruja y de las solistas Mercedes García Blesa (Con una impresionante extensión de agudos) y Verónica Cánaves (de magnífica voz). Aquí Diemecke y la Orquesta respondieron con absoluta corrección, aun cuando para el resultado final de la versión no hayan alcanzado la excelencia que tuvieran en ocasión de la ultima visita de Mauricio Kagel cuando descollaron en “Das Konzert” y “Una Carta”, por lo cual alarma este retroceso tanto como la inclusión innecesaria de obras que no hacen mas que hacer retroceder la excelencia de un ciclo que tiene muy bien cimentado su prestigio. Replantear la programación compete a las autoridades. Pero señalar los desaciertos es obligación de todos nosotros. Donato Decina

miércoles, 7 de noviembre de 2018

LOS CHICOS CRECEN Nuova Harmonia 2018: “Concierto para Dos Pianos e Imágenes”, Karin Lechner-Natasha Binder (Pianos), Imágenes de Mariano Nante y Privadas de la Familia De Raco/Tiempo. Obras de: Schumann, Schubert, Debussy, Bizet, Lutoslawski, Rachmaninoff y Ziegler. Puesta en Escena: Leonardo Kreimer. Teatro Coliseo, 02 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: MUY BUENO. La sensación final que me dejó el concierto es la de que Natasha Binder está llamada a ser una interprete con mayúsculas, tal vez la mejor exponente de la célebre familia. ¿Cuáles son los elementos que me llevan a sostener semejante afirmación?. En primer lugar en la solidez evidenciada en sus intervenciones solistas, fundamentalmente en el Nº 1 de las “Escenas Infantiles” de Robert Schumann que abrió el concierto. La seguridad, el lirismo y la muy buena técnica que Binder evidenció en esa interpretación, me permitió comprobar su crecimiento artístico con respecto a su anterior visita en la que sorprendiera gratamente con su versión del Concierto Nº 2 de Beethoven junto a la Filarmónica y Diemecke. En Segunda consideración, no le pesó en absoluto ser el primer piano en todas las obras que interpretó junto a su Madre, inclusive en la Fantasía en Fa menor para Piano a cuatro manos Op. 103 de Schubert. Posee una sensibilidad notable, musicalidad a flor de piel y sorprende siendo aun adolescente la seguridad y soltura con las que se planta en el taburete e interpreta. Las interpretaciones conjuntas con Karin Lechner incluyeron una excelente versión de la transcripción de Maurice Ravel de los dos primeros “Nocturnos” originales para Orquesta de Claude Debussy con los que culminaron la primera parte. Luego en la segunda, una muy interesante versión de “La Poupee” tercer Número de “Juegos Infantiles” de Georges Bizet. Una muy intensa versión de las “Variaciones sobre un tema de Paganini”, en este caso las de Witold Lutoslawski, en las que fluyeron de modo notable la intensidad y la endiablada escritura que el genial creador Polaco plasmó en el pentagrama y tres tangos para dos pianos de Pablo Ziegler : “Elegante Cayenguito”, “Milonguita” y “Asfalto”, en cuyos desarrollos se advierte la influencia que ejerció en la carrera del compositor, el haber formado parte de los conjuntos de Astor Piazzolla, incluido el que actuara en el enorme concierto monográfico que el Marplatense brindara en el Colón hace ya treinta y cinco años. Reitero que es influencia y no similitud y ambas interpretes le dieron el toque exacto a cada pieza con un sonido “bien porteño”. En cuanto a Karin Lechner, primeramente debo reconocerle que se jugó un naipe muy valioso al cederle en los “duetos” el discurso de las obras a su hija y de este modo, la “arropó” (si se me permite la expresión y mas ante una madre con su hija) con un sostén musical a veces un tanto excedido en cuanto a los énfasis pero de ninguna manera fuera de los estilos de cada composición. En los solos realizó una insuperable versión del Nº 7 (Ensueño) de las “Escenas Infantiles” (Obra con la que nos sorprendió en otro de sus Números en el espectáculo Músico-Teatral que brindara junto a Anne Dutoit-Argerich en la Cúpula del CCK). Del mismo modo, regaló a los presentes una estupenda interpretación del preludio Nº 5 en Sol mayor, op.32 de Rachmaninoff, autor con la que Lechener se encuentra absolutamente consustanciada. La ambientación escénica de Leonardo Kreimer incluyó un manejo estupendo de la luz, la proyección a veces sobre telón de tul y a veces sobre telón de fondo de fragmentos de la película “La Calle de los Pianistas” de Mariano Nante, en donde se buscó resaltar las Coincidencias y las Diferencias entre Madre e Hija a la edad de esta última. Anécdotas de familia con aportes fotográficos facilitados por Lyl de Raco, (Madre y abuela de ambas) y realzados por una iluminación que hizo juego con los vestidos rojos que ambas interpretes lucieron en escena. Binder llamó siempre a su Madre para los saludos, tomándola de la mano para hacerlo en conjunto. Pareció un acto de agradecimiento por hacerla el centro del espectáculo. Ante la insistencia del público, concedieron un “Bis” de Lujo. El momento Brasileño de “Scaramouche” de Darius Milhaud, que cerró de modo brillante una noche que Natasha no olvidará jamás. Donato Decina