lunes, 30 de abril de 2018


REDESCUBRIR A SCARLATTI

Teatro Colón, Opera de Cámara, Temporada 2018: “Il Trionfo dell ‘onore”, Comedia Operística en Tres Actos, música de Alessandro Scarlatti y Libreto de Francesco Antonio Tullio (Versión realizada según manuscrito hallado en Loughton, Inglaterra en 1937, en revisión de Manuel de Olaso). Interpretes: Victoria Gaeta (Riccardo Albenori), Evelyn Ramírez (Leonora Dorini), Flavio Oliver (Erminio Alberoni), Sofía Di Benedetto (Doralice Rossetti), Pablo Urban (Flaminio Castravacca), Josué Miranda (Cornelia Buffacci), Cecila Pastawski (Rossina Caruccia), Mariano Gladic (Capitán Rodimarte Bombarda), Clara Hecker/Mateo de Urquiza (Figurantes). Ensamble Barroco (En el que se incluyeron Alumnos de Violín y Viola de la carrera de especialización en Música Antigua del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón). Escenografía: Carmen Auzmendi, Vestuario: Gonzalo Giacchino, Iluminación: Mauro Pujía, Dirección Musical: Iñaki Encina Oyón, Dirección Escénica: Violeta Zamudio.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

  Fue un inicio de excelencia. No cabe otro calificativo para un espectáculo que lo tuvo todo: Colorido visual, Ritmo escénico (Si la acción tuvo en algún momento de la segunda parte algún pequeño “bajón”, es consecuencia directa de la Partitura y no de la marcación escénica), muy buena realización de vestuario, una orquesta de instrumentos a la usanza de época (con el agregado de alumnos que están cursando la especialización en música antigua en el Instituto del Teatro) estupendamente conformada, con una dirección impecable y voces todas de excepción, en estilo, con sentido absoluto del canto y de la escena. Y si en algún momento, dada la esencia de la obra (el protagonista es un “Don Juán” que reside en Pisa), se encontró una sobrecarga en graficar situaciones de índole sexual, la segunda parte, hecha toda en época, compensa con  creces esa saturación. Inclusive, dos figurantes caracterizados como operarios de escenario, ayudan a los cambios de escena y le dan una mayor naturalidad al desarrollo del espectáculo.

  Como se dijo, la acción transcurre en Pisa, es una comedia, Riccardo Albenori es este “Don Juán”  que enamorado de una muchacha (Leonora Dorini), encuentra mayores atributos en otra (Doralice Rossetti), prometida a su vez de Erminio Alberoni (Hermano de Leonora).Siguiendo la línea argumental, se desarrolla otra historia paralela y es la del Capitán Rodimarte Bombarda, enamorado de Rossina Caruccia, a su vez pretendida por el “Viejo” Flaminio Castravacca (Tío de Riccardo, el Don Juán), al que no le importa haber dado palabra de hacer pareja a Cornelia Buffacci (Tía de Rossina). Como se verá dos enredos protagonizados por dos amigos (Rodimarte es el amigo y ladero de Riccardo, capaz de soportar hasta el “Bulliyng” al que su mejor amigo lo somete y del que recibe toda la ayuda para lograr enlamor de Rossina [Una Rossina entre un joven y un viejo. ¿Beaumarchais habrá husmeado por ahí para la saga “Fígaro”?]), apellidos de todos los personajes que traducidos del italiano refieren a situaciones de comedia ( “Cornelia Buffacci”, el paralelismo Albenori/Alberoni, “Rossina Caruccia”, “Doralice Rossetti”, “Leonora Dorini” “Flaminio Castravacca”,”Rodimarte Bombarda” [lindo nombre para un militar]).

 El planteo estético hecho por Violeta Zamudio para la acción nos muestra a los protagonistas en ropas casi actuales en un marco visual que muestra el armado de una escenografía para el espectáculo en sí que se verá en la segunda parte. Allí se desarrollan las situaciones de connotación sexual, dadas por gestos, presencia de objetos que actúan como símbolos fálicos, los que actúan a modo de describir las ansias, los deseos y/o apetitos de los protagonistas masculinos y de ahí el mencionado “bulliyng” al que Ricardo somete a su amigo. Las mujeres actúan todas bajo el efecto de la seducción y notoria es la escena en la cual se advierte el “engaño amoroso” de Riccardo, en donde “Cornelia” actúa como contenedora y componedora, para luego a su vez descubrir la situación en la que se halla su sobrina ante la persecución a la que su prometido Flaminio la somete. Párrafo aparte, la conducta de Erminio al enterarse de la traición de su prometida. El es el hilo por el cual el honor (y el orden) debe ser restablecido, llevado a través de situaciones de corte hilarante también muy bien resueltas.

  La segunda parte tuvo a la obra en sí, en donde el espectador hallará todo donde debe estar, el vestuario es de época con el mérito de haber sido realizado en las mismas telas que vistieron en la primera parte a las protagonistas femeninas, y en los masculinos un excelente vestuario de época (con las pelucas correspondientes), dando un marco visual extraordinario, realzado por una magnífica iluminación. Una persecución de Erminio a Riccardo, dará con este último “rasguñado” ya que no se podrá decir que fue herido, lo hará recapacitar y volverá todo a su lugar, es decir cada pareja en su lugar, lo que llevará a que la segunda historia también tenga el mismo fin y rematar la acción con la consabida “moraleja” con la que los convencionalismos de entonces cerraban las obras.

  Otra de las novedades que este espectáculo nos trae es la de asignar a una soprano el rol de Riccardo y a un tenor de registro casi “Sopranísta” el rol de la tía Cornelia. Y aquí el total lucimiento de Victoria Gaeta en el protagónico, con su reconocida soltura escénica. Timbre fresco y grato, coloraturas de impecable factura y todos sus recursos actorales a pleno. Josué Miranda como la tía Cornelia fue otra grata revelación, magnífico en la comedia y voz muy adecuada. Evelyn Ramírez en el rol de la desdichada Leonora tuvo la responsabilidad de llevar adelante los fragmentos de mayor carga dramática de la obra y los hizo con autoridad y amplia solvencia. Flavio Oliver, el notable contratenor Español, volvió a reiterar un trabajo de excelencia entre nosotros, con formidables recursos vocales y una soltura escénica estupenda para dar vida a Erminio. Las partes asignadas a los roles de “frescura” femenina en escena fueron encaradas por Sofía  Di Benedetto como Doralice y Cecilia Pastawski como Rossina, marcando la felicidad de sentirse doblemente cortejada la primera y mostrando todos los atributos de una verdadera “Rossina” la segunda (Vuelvo a decir que me parece interesante el paralelismo que aquí se puede trazar con la Rossina del episodio de “El Barbero de Sevilla” de Rossini). Pablo Urban  (Flaminio) y Mariano Gladic (Rodimarte) trazaron el contrapunto humorístico y lo hicieron en magnífica forma. Muy buenas voces y excelentes actores. Y lo dicho, Clara Hecker y Mateo de Urquiza, actuaron como verdaderos “delegados” de la regista en escena y realizaron los cambios escénicos con total naturalidad.

  La realización musical de Iñaki Encina Oyón fue impecable de punta a punta. Al frente de un conjunto excelentemente conformado, concertó una versión viváz, plena de ritmo, energía y “canto” orquestal. Tuvo plena comunicación con el palco escénico.

  Lo dicho, no pudo haber un mejor comienzo, un merecido homenaje a Scarlatti a 300 años del estreno de esta obra (lo que significa un redescubrimiento) y si de Rossinas se trata, ¿Por qué no decir también que Rossini (a ciento cincuenta de su fallecimiento) también estuvo presente)?

Donato Decina

sábado, 28 de abril de 2018

UN ESPECTACULO DONDE  PRIMO EL TRABAJO, LA SERIEDAD Y EL RESPETO AL PUBLICO  


LA SONNAMBULA.

OPERA DE VINCENZO BELLINI –LIBRETTO DE FELICE ROMANI BASADO EN UN GUION PARA BALLET DE SCRIBE Y J.P. AUMIER CIA. DE OPERA DOV/E LA BUSSOLA

Elenco: Laura Avila, Luis Fuentes Bustos, Augusto Nureña Santi, Nair Giménez, María Lilia Laguna, Hugo Negrete Blanco,Herman Juli. Orquesta Ensamble Sinfónico 21 con dirección.  De Federico Sánchez. Dirección Ejecutiva del Ensamble 21: Fernando Kiguel. Coro: Dove e la Bussola, dirigido por Yessica Velázquez Barrientos, Ballet Dove e la Bussola?, dirigido por Marcela Ostapchuk. Dirección Escénica Diego Cosin. Dirección General y Producción Gustavo Vita, Sub dirección y Produccion Natalia Quiroga Romero. Función del viernes 27 de abril de 2018. Teatro Asturias.




Anoche concurrimos al recuperado Teatro Asturias para presenciar una función hecha con esfuerzo y calidad  por la Compañía Dove e la Bussola?, que trabajó con  el Ensamble Sinfónico 21 y contó con el apoyo de la Fundación Valta Tharsen.
Cualquier valoración que intente hacerse sobre el espectáculo ha de ser bajo el  tamiz  del sacrificio y del esfuerzo que caracteriza a las producciones liricas independientes. En otras palabras, no estamos en el  Teatro Colón, no contamos con sus medios técnicos, ni con su maravilloso escenario.
La Sonnambula en el Teatro Asturias fue, al fin y al cabo, una aventura que produjo un resultado agradable para el espectador. Se notó la seriedad  y profesionalismo con que se encaró el proyecto y la calidad de algunas de las voces que escuchamos.
Las dificultades fueron muchas. comenzando por la falta de foso, dificultad que afecta a la mayoría de las producciones independientes y que atenta contra el resultado final de la concertación del  sonido y sobre todo de la comunicación entre lo que pasa arriba y abajo del escenario.
En este caso se contó con una orquesta sinfónica excelente, como lo es el Ensamble  Sinfónico 21, dirigida en la oportunidad por Federico Sánchez. Y remarco muy especialmente que se trata de una orquesta sinfónica porque  en algunos pasajes de la opera esta calidad primó  por sobre el resultado y la orquesta sonó demasiado “sinfónica”. Es que el estilo operístico es único y tiene sus propios códigos, que aquí, no se notaron. Carga la responsabilidad el. Director, quien, evidentemente, no posee la mano operística para conducir espectáculos de esta naturaleza.
Aclarado lo anterior, destacaré  la calidad de los ejecutantes, quienes si hubieran encarado el espectáculo  bajo la forma de una suite, por ejemplo, hubieran hipnotizado al público.
Todo esto paso en el improvisado “foso”. Mientras tanto arriba del escenario se desarrollaba la acción.
La ópera es teatro más música.
Desde el punto de vista musical, el espectador contó con una muy buena soprano en el rol de Amina. Laura Avila, con un agraciado aspecto, dio perfectamente el rol de la bella protagonista, cantando muy bien, llegando a todas las  notas e incluso cargando su voz con el carácter y el sentimiento que  el papel exige.  A su lado, su enamorado, Elvino, fue encarado por el joven tenor Luis  Fuentes Bustos, de quien sólo diremos que tiene una voz que enamora. Auguramos al artista un  futuro venturoso porque además de belleza, su voz  posee el volumen y  el carácter que le permitieron encarar el rol magníficamente.
 La Lisa  de Nair Giménez fue  excelente. Graciosa en sus movimientos, afinada y con bella voz, fue una digna contrafigura de la protagonista.  Con ella, la mezzo, María Lilia Laguna se lució en los pasajes en los que cantó como solista y su  voz y su experiencia se notaron claramente en las oportunidades en las cuales se sumó al coro. Aplauso  mayor para esta artista  que merece más que un comprimario.
En cuanto al Conde Rodolfo, encarado por Augusto Nureña Santi, lamentablemente no hemos de elogiar su faena.  Naturalmente dotado de presencia física, logra imponerse en el escenario solo por esta condición. Su voz, en cambio, se escuchó gastada y abúlica. En algunos pasajes superada en sonoridad por la soprano, este bajo, no tuvo ayer, una de sus mejores noches.
El resto del elenco, Hugo Negrete Blanco y Herman Juli, en  roles  demasiado pequeños  como  para evaluar su calidad vocal, tuvieron un desempeño muy correcto, pese a los defectos o a la falta de marcación actoral.
 En cuanto al coro, hay en él todas las voces necesarias  para que “suene”. Y todas esas voces “suenan” individualmente. Falta al coro concertación y trabajo de dirección para que pueda considerarse como tal y no como un conjunto de gente, que canta muy bien, pero que  jamás canto junta y desconoce cómo ensamblarse para que suene como una sola voz matizada.
                   Finalmente, y siempre recordando las dificultades  espaciales que presenta el teatro que no posee proscenio y cuyo escenario es pequeño y con una boca estrecha, me ocupare de la puesta en escena y la dirección actoral.
En primer lugar  señalaré que la traslación en tiempo y lugar pergeñada por la regie “aguantó “ perfectamente el libretto que se estaba desarrollando. Fue, en principio muy raro encontrarnos en una playa con bañistas vestidos a la usanza de los años 50,  enmarcados por el recurso de una proyección sobre  una pantalla que ocupaba  todo  el ancho de la escena y sobre la cual se proyectaba  un mar que  llegaba a la playa con un bello cielo. Esta imagen me pareció un hallazgo estético. Incluso llegare a decir que el recurso técnico utilizado salvó las dificultades de movimiento que demostraba el coro. Demasiada gente en el escenario y todos mirando al  Director para saber cuándo les daba la  entrada.  Si bien  la regie se ocupó de distribuir algunas acciones a los coreutas, las mismas resultaron insuficientes como para disimular la dificultad del amontonamiento que  las dimensiones del escenario generaban.
Finalmente, fue  como si promediando el primer acto, hubieran descubierto el escenario secundario al costado  del escenario, que, mal iluminado, albergó  mayoritariamente al coro, durante el resto de la función.
En suma, la puesta, con una propuesta simpática, adoleció de falta de imaginación, proponiendo una “Sonnambula “que, vestida a la usanza de los 50, era actuada  a la manera de esa época. Los cantantes, por ejemplo, en pleno dúo de amor, giraban hacia el director, sin mirarse entre ellos, y dedicándose, a la vez, las frases amorosas más tiernas.
           Tampoco fue muy acertada la marcación de la escena entre Amina (dormida) y Rodolfo. Todo resultó en un confuso revoltijo de sábanas que, contrariamente a lo que marca el libretto, generaban en el público una duda razonable en relación  con la caballerosidad del conde. Tal fue el desorden en esa escena, que pasó totalmente desapercibida la acción que resuelve el argumento. Nadie notó que Lisa perdió su pañuelo (aquí reemplazado por un chal) y mucho menos que Rodolfo  cubrió con el mismo a la protagonista.
                   A la mejor manera de las  manifestaciones que diariamente vivimos en  la Ciudad de Buenos Aires, el coro se presentó como la “hinchada de Amina”, portando inclusive, carteles que rezaban “VIVA AMINA”, invadiendo el escenario en unos de los momentos claves de la  obra.
                      El mismo coro, ahora desde el escenario secundario, decidió, cual político moderno, cambiarse de  bando) (y de carteles)  y alabar a Lisa, la contrafigura.
               En fin, todo terminó muy bien, con gran beso y abrazo entre los protagonistas y los espectadores que, abandonamos el teatro con una sonrisa y la certeza de que la gente de Dove é la Bussola?  Había puesto mucho trabajo y mucho respeto al público para enseñarlo..
                                               Ahora la temporada de la compañía en el Teatro Asturias continuará con dos títulos interesantes que presentan sus dudas. “ L Orfeo” de Monteverdi  y   La Serva Padrona “ de Pergolesi. Mientras sigan manejando estos estándares de trabajo y respeto hacia el público, podremos hablar, como lo hacemos hoy, de  espectáculos  dignos de verse.
                                                                                 MONICA ROSSI

INTIMA (¿Y AUTOBIOGRAFICA?)

“Otoño”, Concierto Teatral y Musical basado en “Sonata Otoñal” de Ingmar Bergman, en una idea original de  Karine Grosso. Interpretes: Karin Lechner (Piano/Actuación) y Anne Dutoit-Argerich (Actuación). Iluminación: Facundo Luna, Colaboración Artística: Tomás Mesa Llauradó, Dirección: Martín Morgenfeld. Se Interpretaron obras de  Bach, Brahms, Schumann, Chopin, Beethoven y Rachmaninoff. CCK-Cúpula, 27 de Abril de 2018.

NUESTRA OPINION: BUENO.
   
  Cuando acallaron los aplausos y salía de la Cúpula del CCK,  revoloteaba en mi interior una sola pegunta: ¿Cuánto hay aquí de Autobiográfico?. Y es que “Sonata Otoñal” de Bergman (de quien se cumplen cien años de su natalicio) solo es el disparador, la idea movilizadora de este “Concierto Teatral y Musical”, tal como reza en el suelto de mano que se nos entregó al ingresar a la sala. Y si de autobiográfico se trata, me estoy refiriendo fundamentalmente a Anne Dutoit-Argerich, quien se expresa en un correctísimo “Porteño” (mas que en castellano) y quien durante sus intervenciones en el doble rol de protagonista y narradora nos irá advirtiendo de una infancia difícil, de la abstracción de la madre, de la relación entre esta última y el padre (nada fácil) y los períodos de separación física, para a pesar de todo esto decir que ahora vive en Argentina (¿conexión que faltaba en su historia?) y revivir ese último encuentro hace unos años con la madre,  tras otros siete años de distancia entre ambas.  Y allí la música forma parte fundamental de la trama, el Concerto Italiano de Bach, El Estudio Nº 9 de Chopin, el Vals nº 11, op. 39 de Brahms, volver a Chopin con el Preludio en La menor Nº 2, la Parte inicial del tercer Movimiento del Concierto para Piano y Orquesta Op. 54 de Schumann, El Estudio-Escena Nº 5, Op. 39 de Rachmaninoff, Momentos del tercer movimiento del Concierto para Piano y Orquesta Nª 1 de Beethoven y los Nºs. 12 y 7 de las “Escenas Infantiles” de Schumann. Como se puede apreciar, todo repertorio Argerich y si vamos uniendo cabos, Anne nos ha estado contando su vida, sus vivencias,  su relación de familia,  unido además por la música a través del repertorio al que su madre es afín. Karin Lechner (Como es sabido amiga personal de Martha), asumió el rol de la madre demostrando mucha corrección en la actuación, en donde se enfatizó el enfoque de la severidad y el “Yo por sobre todo” y fue una soberbia  interprete musical, a la que se escuchó sin fisura alguna. Un final abierto (“hace tiempo que no la veo y no se si la volveré a ver…..”), con una buena y dinámica Dirección de Martín Morgenfeld,  sumada a una cálida e intima iluminación de Facundo Luna,   corolario de un relato fuerte, tal vez la necesaria catarsis en esta Buenos Aires,  la que quizás sea la otra punta de la historia.

Donato Decina

viernes, 27 de abril de 2018


TRADICIÓN SINFÓNICA DE ALTO NIVEL

Descollante interpretación de la Orquesta Estatal de Rusia en el Teatro Coliseo

El Ciclo Nuova Harmonía ofreció su segunda función de Abono el pasado 23 del corriente en el Teatro Coliseo, donde se presentó la Orquesta Sinfónica Estatal de Rusia “EvgenySvetlanov”, bajo la dirección de TerjeMikkelsen, con la participación del pianista PhilippKopachevsky.
El programa comprendió las siguientes obras: Suite n° 1 de Peer Gynt, de EdvardGrieg; el Concierto n° 2 para piano y orquesta de Sergei Rachmaninov y la Sinfonía n° 5 en Mi menor, Op.64 (“Los Presagios del Destino”),  de PiotrTchaikowsky.
En todo momento, la orquesta descolló desde los primeros compases del primer número de la Suite n° 1 de Peer Gynt (“La mañana” o Morgenstemming, en su idioma original), logrando un colorido impecable en los tonos graves, a lo cual, se le suma el contrapunto de violines y violas en los agudos. Hubo un perfecto equilibrio de las maderas y cornos en los trinos y un magnífico cierre del mencionado número. Pero en lugar de continuar con la Muerte de Aase, Mikkelsen siguió con la Danza de Anitray, posteriormente, para sorpresa de todos los oyentes, continuó con El Regreso de Peer Gynty el célebre Lamento de Solveig. Ambos números pertenecen a la Suite n° 2 de la mencionada obra y, si bien no estaban incluidos en el programa, la orquesta los ejecutó magníficamente, con una sonoridad impecable en los tutti del Regreso y en el Cantabiledel Lamento de Solveig. Finalmente, cerró con En la cueva del Rey de la Montaña, donde el pizzicato que abre dicha pieza- a cargo de violoncellos y contrabajos, seguidos de fagotes- sonó espectacularmente bien. Al sumarse el resto de los instrumentos en el crescendo que representa la danza de los trolls– duendes maléficos, en la mitología noruega- la orquesta brilló  en el tuttifinal. Al dirigir esta obra de memoria, Mikkelsen se ganó los aplausos por parte del público.
El pianista PhilippKopachevsky no sólo sorprendió por su juventud, sino también por su pulsación, puesta de manifiesto desde los primeros 8 compases que abren el Concierto n° 2 de Rachmaninov – a cargo del solista- . Posteriormente, también sorprendió por su digitación y técnica, al igual que por su entusiasmo – por momentos, exagerado en demasía- en su interpretación. No obstante, al ejecutar el 2° movimiento (Adagio sostenuto) lo hizo con gran maestría y calidad interpretativa, sin caer en excesos, lo que se mantuvo hasta el final de la obra. La orquesta lo acompañó creando un diálogo perfecto con el instrumento solista durante todo el concierto,  en una impecable demostración de equilibrio. Esto se puso aún más de manifiesto en el celebérrimo 3° movimiento (Allegro scherzando) y, hacia el final, el público estalló en aplausos. Kopachevsly interpretó como bis la Danza Húngara n° 4 de Johannes Brahms, donde una vez más deslumbró con su interpretación, demostrando ser heredero legítimo de la  escuela pianística rusa.
De todas las sinfonías de Tchaikowsky, la 5° Sinfonía en Mi menor presenta un leitmotiv que aparece en sus 4 movimientos: el Destino (introducido desde el inicio de la misma por los clarinetes, seguido por las cuerdas graves, en el Andante, y posteriormente, desarrollado en los distintos movimientos). En este aspecto, la orquesta demostró poseer una larga tradición académica intacta, logrando una interpretación sublime del Allegro con animay el Andante cantabiledel 2° movimiento (introducido en forma magistral por corno solista). Todos los instrumentistas  se lucieron en sus diferentes solos, en una interpretación deslumbrante e impecable. Esto se puso aún más de manifiesto en el célebre vals del 3° movimiento (Vals: allegro moderato), donde el tema del Destino aparece solapado hacia el final del mismo. Por último, el Allegro vivace del 4° movimiento sonó de manera apoteótica y sublime, interpretado con pasión por parte del director y de los músicos. De más está decir cuál fue la respuesta del público hacia el final: los aplausos y los vítores estallaron, ovacionando a cada uno de los solistas a medida que el director los iba señalando.
Con una orquesta de semejante magnitud, no podía faltar un bis. En este caso, la  Obertura de Russlan y Ludmilade MikhailGlinka fue sumamente apropiado, ya que la orquesta venía de interpretar un Allegro vivace y siguió con un Molto presto vivacissimo, característico de esta obra. Hacía rato que no se interpretaba en los habituales programas de conciertos locales, de modo que también fue muy esperado y ovacionado.
Durante prácticamente 30 años, EvgenySvetlanov fue director estable de la ex Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS (actual Orquesta Sinfónica Estatal de Rusia), imponiéndole su sello y su estilo personales. Fue un director extraordinario, experto en clásicos de su país, que le imprimió su estilo, su impecable fraseo y que no sólo realizó escuela en su manera de interpretar las obras, sino que además, las grabó casi todas en la famosa Antología de Música Clásica Rusa para el sello MELODIYA. Tras su desaparición física, la Orquesta que tanto amó y dirigió hoy lleva su nombre. Un justo homenaje al Maestro, en el marco de una tradición sinfónica que perdura con el mismo brillo que él supo imponer y que persiste con el paso de los años.
                                                                            Martha CORA ELISEHT

          UN CLÁSICO MUY BIEN LOGRADO

Excelente versión de “Cosí fan Tutte” de Mozart por el Teatro Argentino de La Plata en Avellaneda





Dentro de la Temporada Itinerante del Teatro Argentino de La Plata, el pasado sábado 21 del corriente tuvo lugar en el Teatro Roma de Avellaneda una impecable interpretación de “COSÍ FAN TUTTE” a cargo del elenco del mencionado coliseo, donde actuaron como solistas la soprano Marina Silva (Fiordiligi), Estefanía Cap (Dorabella), el tenor Santiago Martínez (Ferrando), el barítono Pablo Bemsch(Guglielmo),  el bajo Sebastián Sorarrain(Don Alfonso) y la soprano ligera Constanza Díaz Falú (Despina). La puesta en escena estuvo a cargo de Rubén Szuchmacher, mientras que Diego CenzabellaFarré estuvo a cargo de la dirección orquestal. El Coro de la mencionada institución estuvo a cargo del Maestro Hernán Sánchez Arteaga y Jorge Ferrari, a cargo de la escenografía y vestuario.
Esta producción se ha venido interpretando con gran éxito desde 2016 en adelante, ofreciéndose durante tres temporadas consecutivas. En este caso en particular, los solistas no sólo demostraron ser grandes cantantes líricos, sino también grandes actores. Todos interpretaron sus respectivos roles con gran profesionalismo, gracia y talento, pero hubo tres que sobresalieron: Marina Silva, Santiago Martínez y Constanza Díaz Falú. Esta última interpretó una Despina inolvidable en cuanto a su fraseo, lírica (muy bien logrados los Cantabiley las arias en falsete) y una soberbia actuación plagada de dinámica y gracia, demostrando ser una estupenda comediante. En resumen: todo lo que es el rol de Despina sobre el escenario y lo demostró con creces.
En cuanto a Marina Silva, Boris Laures la definió como “la Glenn Close de la l´írica nacional”, y con justa razón: además de poseer un gran caudal de voz, es una excelente actriz. Se destacó en las arias correspondientes a su rol, con buenos efectos tonales en los pianissimosy trinos. Y junto con Estefanía Ces, los duettosentre Fiordiligi y Dorabella sonaron magníficos. Una lección de buen canto y actuación sobre el escenario.
La voz de Santiago Martínez ya había sorprendido en el Stabat Mater de Rossini en el Colón, y volvió a demostrarlo en esta ocasión. Sin lugar a dudas, es uno de los mejores tenores de la lírica nacional actual e interpretó un excelente Ferrando. Además, demostró ser un excelente bailarín, junto a Pablo Bemsch y Sebastián Sorarrain, que  interpretó un Don Alfonso impecable. Tanto en la escena final del primer cuadro (1° Acto) como en el final de la obra, los tres protagonistas masculinos bailaron al ritmo de la música, lo que hizo divertir mucho al público que se había dado cita esa noche.
En líneas generales, se trató de una producción muy bien cuidada, donde todos los cuerpos intervinientes ofrecieron un balance perfecto entre música, canto y actuación. Y, en lo personal, hacía rato que no se veía un Mozart/ Dal Ponte tan bien logrado y tan equilibrado. Esto demuestra una vez más que, cuando se quiere y se cuenta con buenos elementos y recursos a nivel local, se puede. No hace falta traer cantantes extranjeros para interpretar un clásico mozartiano. Los tenemos aquí y hay que brindarles la oportunidad que se merecen, para que descuellen en los escenarios de los teatros líricos más importantes del país y se les brinde un justo y adecuado reconocimiento.
                                                                                         Martha CORA ELISEH

martes, 24 de abril de 2018



POR UN INSTANTE, EL ARTE CERRO (PARCIALMENTE) LA GRIETA

Teatro Argentino de La Plata, espectáculos fuera de sede Temporada 2018 en el Teatro Municipal Roma de Avellaneda. Opera: “Cosi Fan Tutte”, comedia lírica en dos actos y ocho cuadros con Libreto de Lorenzo Da Ponte y Música de Wolfang Amadeus Mozart. Reparto: Marina Silva (Fiordiligi), Estefanía Cap (Dorabella), Constanza Díaz Falú (Despina), Santiago Martínez (Ferrando), Pablo Bernsch (Guglielmo), Sebastián Sorrarain (Don Alfonso). Coro Estable del Teatro Argentino de La Plata, Director: Hernán Sánchez Arteaga, Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata. Escenografía y Vestuario: Jorge Ferrari. Iluminación: Gonzalo Córdova. (Producción Temporada 2016  realizada íntegramente en Talleres del Teatro Argentino de la Plata). Dirección Musical: Diego Censabella. Puesta en Escena: Rubén Szuchmacher.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.


Al arribar el pasado Sábado a Avellaneda, mientras desandaba las cuatro cuadras que median entre la Av. Belgrano del Teatro Municipal Roma, me topé con un cartel que cubría parte del frente del edificio del Instituto Municipal de Teatro, en el cuál el Intendente Municipal del Distrito, Ing. Jorge Ferraresi, acusaba a la Gobernadora Provincial María Eugenia Vidal del recorte de fondos que motivan una reducción presupuestaria para las actividades de Enseñanza Artística. Al llegar finalmente a la Sala, atendido con la cordialidad de siempre por el personal de la misma y por la Encargada de Prensa de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, la Lic. Josefina  Uner, me entregan el programa de Mano confeccionado en La Plata por el Teatro Argentino y figuran en su reverso las Autoridades Provinciales pero no las Municipales. ¿Casualidades Ambas?. Sería deseable que no, máxime cuando hay programado un espectáculo del Ballet Estable del Argentino también en el Roma y ya de por si es alentador de que mas allá de estos lamentables desencuentros se envíen producciones de una institución provincial a un municipio gobernado por un frente absolutamente antagónico al oficialismo gobernante en la Provincia.

  Al iniciarse el espectáculo comprobé con satisfacción dos cosas:

1º) Que la extraordinaria producción de Rubén Szuchmacher se acopló de manera estupenda al escenario del Teatro Roma. Fue  un deleite apreciar una puesta colorida, llena de vida con vestuario acorde a la puesta (realizada por Jorge Ferrari) y una iluminación a tono con lo anterior, plena de brillo (realizada por Gonzalo Córdova)
2ª) Que la remodelación que se le efectuó a la Sala del Roma entre el 2013 y el 2015, realizada no solo con fondos Municipales, sino que también incluyeron aportes Nacionales y Provinciales decididos por las respectivas autoridades de ese entonces, dio sus frutos. Fue un placer escuchar el sonido de la Estable Platense situada en el remodelado foso (Una de las cuatro mejores Orquestas Sinfónicas Argentinas), las voces corrían por la sala de manera formidable, por lo que de ninguna manera quedó afectada la magnífica acústica que al Roma se le reconoce.

  Al unirse estas cosas  mencionadas, podemos decir entonces que durante el espectáculo nos olvidamos de la grieta y por fin hablaremos solo de Arte.

  Por tratarse de una clásica Comedia de Enredos “Cosi…” resiste perfectamente un “aggiornamento”. Szuchmacher la situó alrededor de los años cuarenta a cincuenta del pasado siglo, de ahí los colores,  los vestidos que me hicieron recordar a la aparición de las telas de fibra sintética causando sobre todo en el elenco femenino el efecto acampanado que todo vestido nuevo de esa época presentaba. Los hombres lucieron vestimentas militares acordes con sus personajes y, llamativamente, ropas de cuero en el cambio de roles. Despina como la clásica “Mucama” luciendo sus uniformes de diario y de gala y Don Alfonso caracterizado como un veterano hombre mas de Puerto que de Mar. Las marcaciones de todos, los desplazamientos escénicos, el movimiento de los figurantes, con la responsabilidad en estos de realizar los movimientos de objetos en los cambios de cuadro fueron sumamente precisos y dieron dinámica a la acción. Se podría decir que tal vez se excedió en el uso de la danza para rematar algún gag o alguna secuencia. De todos modos no disminuye  en nada el acierto de su labor

  En cuanto a los interpretes vocales, todos lucieron a pleno, todos mostraron dotes para la comedia y se los vio absolutamente sueltos, por lo  que fue una actuación espontánea y sin sobrecargas, también logro compartido con Szuchmacher.

Vocalmente entonces, digamos que Marina Silva descolló en Fiordiligi, con  presencia escénica, canto franco y sin fisuras, línea melódica impecable, demostrando que también puede abordar Mozart con la misma solvencia que a Verdi, Leoncavallo o Dvorak. Santiago Martínez ya es la revelación de esta temporada. A su triunfo en el “Stabat Mater” de Rossini, se suma ahora este Ferrando de impecable factura. Voz fresca, impecable fraseo, adecuado a este repertorio que tanto como el rossiniano son para El. ¡Bravo!. Constanza Díaz Falú como Despina, literalmente hablando, se “Comió” la cancha. Magnífica actuación, dotes de comedia, voz estupenda, memorables impostaciones para El Médico y El Notario. Sebastián Sorrarain como Don Alfonso estuvo en su salsa y tuvo el Physique du Rol ideal. Imponente tarea. Pablo Bernsch hizo divertir al público como Guglielmo con una actuación memorable, rematada en el momento en que descubre la infidelidad de Fiordiligi, meritoria labor. Y Estefanía Cap fue de menor a mayor, con timbre algo tirante al comienzo para luego sí, asentarse y estar al mismo nivel del resto, mostrando sobradas condiciones para este tipo de roles.

  En el aspecto musical, observamos a un Diego Censabella mas maduro como conductor con momentos de notable acierto  en la concertación. Ida y Vuelta permanente con el Palco Escénico, magnífico ajuste de Orquesta, en algunos casos debería darle mayor dinámica ya que “Cosi…” es un muy buen trabajo de Mozart, pero por momentos tiene algunos baches de escritura como en los extensos fragmentos de segundo acto de Soprano y tenor y es allí en donde hay que actuar, empero su labor fue muy buena. El Coro Estable, aun en sus breves intervenciones, lució a pleno sabiamente guiado por otro especialista en éste repertorio como Hernán Sánchez Arteaga.

  El final nos deparó la alegría de comprobar que durante la función nos olvidamos de las grietas y disfrutamos de un notable espectáculo.

Donato Decina


UN CONSOLIDADO CONDUCTOR
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Apertura del Ciclo “Mi Primera Sinfonía”, Director: Sebastiano De Filippi. Solista: Kristine Bara (Viola). Programa: Obras de Rossini, Stamitz y Dvorak. Usina del Arte, 20/04/18.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO

  Este ciclo a desarrollarse fuera de sede en la Usina del Arte, tiene como temática de fondo mostrarle al público los trabajos iniciales de muchos grandes de la música entre los que descuellan Beethoven y Dvorak, pero que también integra entre otros un nombre importante como Carl Nielsen. Va de forma espaciada en días Viernes a las  20 horas y como ocurre en los fuera de sede no hay intervalo, por lo que en días en los que hay futbol a unas pocas cuadras en “La Bombonera” permite también una salida antes de los finales de Partido y entonces el público no se topa con los hinchas.

  El Concierto le fue confiado a un habitué y amigo del programa y de esta página: Sebastiano De Filippi, de quien puedo decir que se consolida cada vez mas como Director de Orquesta. Muy buen programador (El Soplo renovador que le imprimió a la Orquesta del Congreso es mérito absolutamente suyo), estudioso del repertorio que encara, fue capaz de hacer circular un interesante escrito de su autoríaa través de las redes sociales en donde ya que no habría comentarios en el escueto suelto de mano que la Usina entrega (al que de  ninguna manera se lo puede llamar Programa), anticipaba el enfoque a aplicar y anunciar que en esta oportunidad la Sinfonía Nº 1 “Las Campanas de Slonice” de Dvorak sería escuchada por vez primera en forma total, sin los cortes que se le aplicaran en ocasión de su estreno.

  La noche comenzó con una buena lectura de la Obertura de “El Barbero de Sevilla de Rossini”. En este año en que se cumplen 150 de su fallecimiento, no estuvo nada mal su inclusión. Rossini no habrá aportado trabajos eminentemente sinfónicos,  pero las oberturas de sus Operas bien pueden ser consideradas para el inicio de los conciertos. “El Barbero….” O también “Elisabetta Regina D’Inghilterra” (Que es casi la misma), es la mas popular y para un programa completado con dos “Rarezas”, se justifica plenamente su inclusión. De Filippi construyó una interpretación en base a un buen ajuste de la Orquesta, le dio gran prolijidad al discurso orquestal, tal vez sacrificando dinámica en los “Tempi”, pero de ningún modo ello disminuye un ápice a la buena versión ofrecida.

  Luego tuvimos la oportunidad de apreciar el Concierto par Viola y Orquesta en Re mayor Op, 1 de Carl Stamitz, músico contemporáneo de Mozart, Haydn y el primer Beethoven. Kristine Bara (también solista de su Instrumento en la Orquesta) fue una correcta solista de la Obra, interesante sonido, llevó adelante en muy buena forma el discurso musical de su instrumento, logrando un acople inmejorable con la Orquesta a la que De Filippi logró extraerle matices, ideas,  redondeando un acompañamiento muy bueno.

  El final mostró a esta Primera de Dvorak, con una versión superlativa, cuerdas homogéneas de insuperable tersura, vientos muy ajustados, bronces brillantes y estupendo timbal, para una versión plena de Color y “canto” de Orquesta. La Apertura de los cortes de la primera interpretación posibilitó entender un discurso que aquí lució solidificado, merito del Conductor que demostró porque por propio derecho debutó por fin al frente de la Filarmónica. Ojalá sean muchísimas veces mas.

Donato Decina

domingo, 22 de abril de 2018


¿PODRIA EXISTIR ACASO UN INICIO MEJOR?

Mozarteum Argentino: Concierto de Inicio de la temporada 2018 (Segundo Ciclo): Actuación de la Camerata Salzburg con la participación de Bernarda Fink (Mezzosoprano). Programa: Obras de Stravinsky, Dvorak, Bach y Mozart. Teatro Colón, 17 de Abril de 2018.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

  Comienzo de temporada y al finalizar el concierto uno se pregunta si acaso este no será uno de los puntos mas altos del año cuando justamente aún es el comienzo y queda mucho camino por desandar. Y es que la enorme categoría que desplegaron Ntra. Compatriota Bernarda Fink y la Camerata Salzburg sobre el escenario del Colón ha sido tan abrumadora que ha llevado a que uno se formula la pregunta ya al salir de la sala de la calle Libertad. Pocas veces se ha escuchado una demostración de enorme categoría, expresada con una línea de canto tan refinada y exquisita por parte de Ntra. Querida interprete que terminó demostrando que está en la plenitud de sus nobles medios vocales con un fraseo, matices y expresividad irreprochables en un repertorio que requiere de todos esos recursos para hacer  versiones acordes con las obras presentadas. Las “Canciones Bíblicas” de Antonin Dvorak, obra de su último período compositivo, dedicadas a la memoria del Director de Orquesta Hans Von Bulow y en momentos en que su padre se hallaba seriamente afectado en su salud. Basadas en Salmos del Antíguo Testamento tomados de la primera traducción al  Idioma Checo, Dvorak plantea una obra reflexiva que requiere de máxima concentración para poder compenetrarse en un universo en donde hay mucho para decir a través de la música y mucho por descubrir. Párrafo aparte, el extraordinario ropaje instrumental que la Camerata Salzburg guiada desde el primer arco  y de manera extraordinaria por Gregory Ahss  brindó a la versión para que uno descubra esta obra maravillosa lamentablemente poco frecuentada en Ntro. Medio. ¿Será que tal vez unos pocos interpretes locales estén en condiciones de abordarla?. El inicio de la segunda parte estuvo dado por un fragmento de la cantata “Ich  habe genug” Nº 82 del Catálogo BWV y que corresponde al Aria “Dormid Ahora Cansados Ojos”, en el que nuevamente Fink volvió a dar muestras de su consumada sabiduría interpretativa.

  En las puntas del programa, la Salzburg lució a pleno con una magnífica interpretación de la Suite “Pulcinalla” de Stravinsky en la que intervino invitado como refuerzo el Trombonista Argentino Pablo Fenoglio (Miembro de la Estable del Colón y de la Sinfónica Nacional), a quien le cupo un extraordinario desempeño en el solo para su instrumento en el pasaje “Vivo” y que encajó en el perfecto “Puzzle” que es este conjunto. Y el cierre tuvo en la agrupación a la mas perfecta interprete de la Sinfonía Nº 35 “Haffner” de Mozart, en una versión vibrante, plena de empuje y de sonoridad, empaste y colorido brillantes. No puede destacarse a nadie por sobre los demás instrumentistas. Todos empujan por igual y por si algún interrogante quedaba (no en mi caso), todo culminó por disiparse con una fantástica versión del último movimiento de la Tercera sinfonía de Schubert con la que se cerró el programa de la noche anterior. ¿Mas perfecto?. Imposible.

Donato Decina


EXPERIENCIA Y EXCELENCIA

Ciudad Cultural Konex: “Festival Konex de Música Clásica 2018: Bach-Vivaldi y el Barroco”. 18/04/18: Actuación de “La Barroca del Suquía” (Concertino y Director: Manfredo Kraemer). Programa: Obras de Vivaldi-Purcell-Pachelbel-Corelli-Bach y Häendel . 19/04/18: Actuación de “Los Solistas de la Academia Bach” (Director: Mario Videla). Programa: Obras de Heinichen, Zipoli, Telemann, Häendel y Bach.

NUESTRA OPINION DE AMBOS CONCIERTOS: MUY BUENOS.

En lo que ya es un clásico desde hace cuatro temporadas, en todos los comienzos de las mismas, la Fundación Konex de la mano de su incansable mentor y creador el Dr. Luís Ovsejevich viene realizando festivales de música clásica de una semana de duración con la coordinación y programación desarrolladas por Andrea Merenzon. Este año la temática fue dedicada a Bach, Vivaldi y el Barroco, serio compromiso si lo hay, dada la profusión de obras, compositores y períodos que el género contiene. Es posible que se haya pensado en la inclusión de obras fácilmente reconocibles para el común del público y que al ver la programación completa, dado que solo pude cubrir estas dos noches, tal la profusión de los variados e importantes espectáculos que se presentan en esta semana, se ve una repetición de algunos títulos, lo que puede ser interpretado como pensado en que no todo el público concurre a todas las noches y que para este último caso, quien vaya todas las noches pueda apreciar una misma obra en diferentes enfoques. Por supuesto que hay ausentes (gran parte de la escuela francesa: Lully, Rameau, entre otros. También Monteverdi y algunos contemporáneos suyos, y tal vez mayor  presencia de conjuntos de temática revisionista actual.  Pero también logros: Zípoli y canto coral de la época colonial Sud-Americana. Por lo que el saldo puede catalogarse como sumamente positivo.

  Las dos noches que comentaré a continuación, fueron seguidas y concitaron mi interés ya que tenían como objeto el que a lo largo de esas dos noches se confrontaran los criterios, es decir, revisionista la primera y de instrumentos modernos la segunda. El primer concierto fue absolutamente superior al segundo, pero en favor de este último, el esfuerzo que realiza Mario Videla a través de la Academia Bach y su conjunto de solistas, la investigación permanente que desarrollan y el aporte a la programación con  la inclusión de Doménico Zípoli, el sacerdote y compositor fallecido en Ntras. Tierras para una aproximación a las composiciones del género en esta zona y en aquella época, compensan sobradamente las diferencias notorias entre ambos enfoques interpretativos.

  El primer concierto mostró una estupenda actuación de “La Barroca del Suquía”, el conjunto liderado por Manfredo Kraemer, quienes ofrecieron una programación con lógico basamento en Bach y  Vivaldi, pero también con la inclusión de nombres notables del género como Purcell de quien se escuchó íntegra la Suite “Abdelazer” Z.570 a la que siguió sin solución de continuidad de “La Reina de las Hadas” Z.629 Preludio y “Dance of the Haymakers”. De Johann Pachelbel su célebre “Canon” y la Giga en Re mayor, en una versión insuperable y plena de frescura. No faltaron tampoco Arcangelo Corelli y su “Concerto fatto per la Notte di Natale” y Häendel con el “Concerto Grosso en Fa mayor, Op. 6 Nº 2 del catálogo HMV.320 y en los que hace a los dos compositores centrales, de Vivaldi se escuchó  de “L’Estro Armónico”, los conciertos en Re menor para dos Violines ,Violonchelo y Cuerdas Nº 11 del Op. 3, RV.565, y el Nº 10 del Op. 3 en Si menor para Cuatro Violines, Violonchelo y  cuerdas Rv. 580 . En cuanto a Bach se oyó el Concierto correspondiente a Dos Violines, Cuerdas y Bajo Continuo en Re menor del Catálogo BWV. 1063 y un simpático “Pasticcio” que incluyó fragmentos de las célebres Suites para Orquesta Ns. 3 (BWV. 1068) y 4 (BWV.1069), Bien denominado de esa manera ya que el conjunto no cuenta con los aerófonos y el timbal que la Orquestación de ambos trabajos incluye. En esta imponente programación, tal vez la mas rica de todo el festival, encontramos a un conjunto sólido, de sonoridad maravillosa, magníficamente ajustado, haciendo honor a su reputación en este género y con descollante labor no solo del líder, sino que también lucieron Federico Ciancio desde el clave, haciendo el “Contínuo”, el Violista Alberto Lepage con magnífica sonoridad, las Violinistas Graciela Chamale y Guadalupe del Moral (Esta última residente en Europa y plenamente dedicada al género) y, fundamentalmente, la hermana de esta última, Sofía del Moral, instrumentista de la Orquesta Sinfónica de Córdoba y exquisita interprete de Violonchelo antiguo con sonoridad maravillosa.

    La segunda noche mostró la sabia disposición de las obras programadas por parte de Mario Videla, con una primera sección dedicada a Heinichen, Zípoli, Telemann y Häendel, para dedicar íntegramente la segunda sección a Bach. Didacticos y fácilmente entendibles para el público los comentarios que el Director hizo para la concurrencia. De Johann David Heinichen se escuchó el Concierto para Oboe, Cuerdas y Bajo Continuo en Sol menor, catálogo SEI.237, que permitió el lucimiento de un especialista como Andrés Spiller, muy eficaz en ese repertorio. De Doménico Zípoli se apreció la cantata “En Este Mundo Inconstante” con una estupenda Soledad de la Rosa en la interpretación vocal, para dar paso luego al Concierto para Viola, Cuerdas y Bajo Continuo en Sol mayor, del catálogo TWV 51:c1, en donde Marcela Magin hizo gala de su innegable oficio cerrándo la primera sección con la Sarabande para Soprano Cuerdas y Bajo Continuo de la Suite en Re menor, HWV. 437, en donde nuevamente De La Rosa lució a pleno.

En la segunda sección dedicada a Bach, llamó la atención que se incluyeron fragmentos de obras y no trabajos completos tal vez por el enfoque general de programación. Tranquilamente se podría haber hecho una cantata completa, teniendo a un especialista de la talla de Videla y esa es una de las claves de las falencias que la programación presentó.

  Entonces apreciamos dos fragmentos de la “Cantata Nupcial” BWV. 202 con Soledad de la Rosa luciendo otra vez. El “Aria de la Cuerda de Sol” de la Suite para Orquesta Nº 3 BWV. 1068 (También incluida por “La Barroca” la noche anterior), realizada a un “tempi” de Orquesta moderna, contrastando notablemente con la versión de la noche anterior la que resultó plena y fresca. Luego el “Aria” de comienzo de la Variaciones Goldberg BWV. 988 en versión instrumental, para finalizar la noche como sucede siempre con la participación del público con un estupendo Videla indicando y explicando los dos primeros párrafos de “Jesús Alegría del Hombre” que integra la Cantata BWV.147 “El Corazón y la Boca, y las Obras y la Vida”.  Es la didáctica de Videla la que concita el interés, supliendo con esa sabiduría a la interpretación la que se ve superada por el revisionismo actual, claramente superior como se pudo apreciar la Primera noche.

Donato Decina

sábado, 21 de abril de 2018

Il Barbiere di Siviglia (Overture) // Gioachino Rossini


BUENOS AIRES RECUPERA UN NUEVO TEATRO LIRICO

LA REAPERTURA DEL TEATRO ASTURIAS  

 Con  la  nueva producción de “La Sonnambula” de Bellini  a cargo  de Dov’è la bussola? la Compañía Lírica Teatral que se presentará junto al Ensamble Sinfónico 21 en el Teatro Asturias, marcan do su reapertura después de varios años de permanecer cerrado.

           
                      En el Teatro Asturias sito en la calle Solís 485, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires presentará los viernes 20 y 27 de Abril, y el jueves 3 de Mayo de 2018 a las 20 horas, la ópera La Sonnambula de Vicenzo Bellini, sobre titulada al castellano, con puesta en escena, solistas, coro, ballet y orquesta. La duración aproximada del espectáculo será de dos horas y veinte minutos.
                            La Sonnambula, con música de Vicenzo Bellini (1801- 1835) y libreto de Felici Romani, fue estrenada en el Teatro Carcano de Milán en 1831 La obra es  un melodrama romántico de intriga amorosa y humor, basado en el argumento de Eugène Scribe para un ballet de Jean- Pierre Aumer.  Siendo una de las  bellas piezas del Belcanto, no se representa con asiduidad por las dificultades que presentan sus los roles protagónicos
                       En esta oportunidad el elenco estará compuesto por Natalia Quiroga Romero / Laura Avila (Amina:) Soprano, Luis Fuentes Bustos / Alejandro Maldonado (cover) (Elvino),  Tenor Gustavo Vita / Augusto Nureña Santi  (  Conde Rodolfo)  Bajo,  Yéssica Velásquez Barrientos / Nair Giménez (Lisa) Soprano,  Carolina Paredes Blanco / María Lilia Laguna (Teresa: ) Mezzosoprano,  Hugo Negrete Blanco (Alessio) Barítono y Diego Pettinari / Herman Juli (Notaro): Tenor. Orquesta Ensamble Sinfónico 21, coro y ballet de Dov’è la bussola? Con la Dirección Musical de Federico Sánchez, puesta en escena de Diego Cosin,  Coro dirigido por Yéssica Velásquez Barrientos, Ballet por  Marcela Ostapchuk, Dir. Gral. y Producción: Gustavo VitaSubdir. y Producción: Natalia Quiroga Romero Dir. Ejecutiva ES21: Fernando Kiguel , Puesta en escena: Dov’è la bussola?, Vestuario: Eugenia Estevez Escenografía y Utilería: Gustavo Vita y Andrea Pérez Proyecciones escenográficas: Lucas Alvarez Kovacic Caracterización: Keila Lorraine y Milena Cinosi Diseño Publicitario: Shuvia de ideas y Asistente de Regie: Luciana Peyceré.
                Auguramos  un gran éxito y esperamos un gran espectáculo que haga brillar nuevamente  al Viejo y tradicional Teatro Asturias

jueves, 19 de abril de 2018



MAGISTRAL, SUBLIME Y APOTEÓTICO
Excelente versión de “El Corsario” en la apertura de la Temporada de Ballet en el Colón

La Temporada del Ballet Estable del Teatro Colón comenzó brindando un espectáculo de lujo: la reposición de “EL CORSARIO”, de los compositores franceses Adolphe Adam y Leo Délibes y los italianos Cesare Pugni y Riccardo Drigo- autor de la música del celebérrimo Pas de Deux, que forma parte del repertorio integral de las grandes compañías de ballet del mundo- , en reposición coreográfica de Anne- Marie Holmes (supervisada por Julio Bocca y Paloma Herrera) e interpretada por la Filarmónica de Buenos Aires,  bajo la dirección musical de Tara Simoncic.
Las funciones tuvieron lugar entre los días 8 al 15 del corriente y los roles protagónicos estuvieron a cargo de Hernán Cornejo (Conrad), Damiil Simkin (Alí) y María Kochetkova (Medora), en las funciones de Abono Nocturno (martes 10) y Vespertino (domingo 8). En el resto de las funciones, los roles principales estuvieron a cargo de Nadia Muzyca y Macarena Giménez (Medora); Federico Fernández y Juan Pablo Ledo (Conrad) y Jiva Velázquez y Maximiliano Iglesias (Alí). Dentro de los roles secundarios interpretados por los primeros solistas, hubo actuaciones destacadas de Edgardo Trabalón (Birabanto), Maximiliano Iglesias y Alejo Can o Maldonado (Lankedem) y Emilia Peredo Aguirre, Ayelén Sánchez y Camila Bocca (Gulduna).
Particularmente, en carácter de abonada y periodista especializada, una hará referencia a la función que presenció el pasado martes 10 del corriente, que no sólo descolló por la calidad de las interpretaciones de los solistas principales, sino también por la homogeneidad de las escenas de conjunto, en el marco de la magnífica escenografía montada por Christian Prego y el excelente vestuario que el prestigioso Aníbal Lápiz diseñó para esta ocasión.
Hernán Cornejo es un bailarín que no sólo descuella por sus piruetas y sus impresionantes saltos sobre el escenario, sino que, además, ha sido un magnífico intérprete del pirata Conrad, secundado magistralmente por su esclavo Alí (Damiil Simkin), quien sobresalió en el solage y el Divertimment del segundo acto. Ambos poseen una técnica y disciplina perfectas, además de transmitir seguridad, brillo, prolijidad y delicadeza ante trucos de difícil ejecución, que deben ser interpretados bajo una precisión absoluta.
En cuanto a la primera bailarina, María Kochetkova interpretó una Medora de alta calidad artística. Poseedora de una técnica impecable, se destacó en los developées y flûtes del 1° y 2° actos, demostrando precisión y gracia en sus movimientos. También tuvo una destacadísima actuación la joven Emilia Peredo Aguirre en el rol de Gulduna (amiga de Medora, quien es vendida como esclava al Pashá), quien demostró poseer técnica, talento y seguridad en las piruetas y los trucos. Muy buenas las actuaciones de Edgardo Trabalón en el rol de Birabanto (pirata que, posteriormente, traiciona a Conrad), Maximiliano Iglesias  (Lankendem, mercader de esclavos) y las variaciones a cargo de Sthepanie Kessel, Natalia Pelayo y Ludmila Garaverna, quien ha sido una auténtica revelación. De este trío, fue la que sobresalió por su técnica, precisión y seguridad en sus movimientos.
Fue una noche mágica, donde una constelación de estrellas brilló sobre el escenario en todos los aspectos anteriormente descriptos. El público estalló en merecidos aplausos y una lluvia de vítores. Una auténtica noche de Colón, como hacía rato que no se veía, con bailarines dignos de la talla de un Rudolph Nureyev, Mikhail Barishnikov o Vladimir Vassiliev, por el hecho de recordar algunos de los más grandes que dieron vida al corsario Conrad en el escenario de nuestro máximo coliseo. 
                                                                           Martha CORA ELISEHT

jueves, 12 de abril de 2018

oRQUESTA DEL CONGRESO DE LA NACION. AÑO 2017

Video que resume la actividad desplegada por la Orquesta en 2017, año que marca el 28º aniversario de este organismo, la única orquesta de cámara profesional, estable y oficial con sede en la capital argentina. Esta labor incluyó 24 conciertos orquestales en las salas más importantes de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, ofreciendo un vasto repertorio nacional e internacional, bajo la batuta de su Director Musical Titular, el maestro Sebastiano De Filippi (www.sebastianodefilippi.com.ar), y destacados directores invitados de la Argentina y del extranjero

Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación - Temporada 2017

DE PARAISO PARA USTED // Entrevista a Sebastiano De Filippi

Un Gigante: An Electrifying Beethoven's 9th: Sir Georg Solti, Jessye Norman, Disfrútenlo!

miércoles, 11 de abril de 2018



UNA INTERPRETACIÓN PARA RECORDAR

Excelente inicio del Ciclo Integral de las sinfonías de Schumann en la Usina del Arte

                                                                                         

El pasado sábado 7 del corriente comenzó el ciclo Integral de las Sinfonías de Robert Schumann (1810-1856), que tuvo lugar en la Usina del Arte a cargo de la Orquesta Estable del Teatro Colón, dirigida por Nicolás Rauss.
Hacía rato que no se brindaba un ciclo sinfónico integral de este gran compositor alemán, quien fuera uno de los máximos exponentes e impulsores del romanticismo musical germano. Sus cuatro sinfonías son obras de difícil ejecución, que requieren de un equilibrio orquestal muy preciso y, al mismo tiempo, poseen un fraseo que, a veces, dificulta el mencionado equilibrio entre los diferentes planos sonoros.  Pero no ha sido impedimento para ese maravilloso organismo sinfónico que es la Estable, que sonó majestuosa, marcial y, al mismo tiempo, romántica. Podrá parecer una redundancia, pero a veces es difícil para el periodista especializado encontrar sinónimos que describan exactamente dicha impresión sonora. Además, la excelente acústica de la sala sinfónica de la Usina del Arte contribuyó para que eso pudiera suceder.
Como no podía ser de otra manera, el concierto comenzó con la 1° Sinfonía en Si bemol mayor, Op.38 (“Primavera”), donde el director no sólo marcó a los músicos los diferentes tempi desde el 1° movimiento (Andante un poco maestoso- Allegro molto vivace) sino que además, contagió  su entusiasmo hacia los músicos. Esto se puso aún más de manifiesto en el 2° movimiento (Larghetto), donde los metales (trombones, trombón bajo y cornos) deben lograr un efecto que suene marcial y dulce al mismo tiempo. Las intervenciones de los solistas de los diferentes grupos de instrumentos han sido muy bien logradas y muy elogiadas por el público a la hora de aplaudir. El fraseo y el Cantabile del 3° movimiento (Scherzo: molto vivace- trio I e molto piú vivace- trio II) estuvieron perfectamente logrados en las cuerdas, actuando como guías Freddy Varela Montero (violines) y Stanimir Todorov (violoncellos). También tuvo una actuación muy destacada el flautista Jorge de la Vega en los solos correspondientes para dicho instrumento. Y la orquesta estalló en el movimiento final (Allegro animato e grazioso), bajo la excelente batuta del suizo Nicolás Rauss, quien tuvo el gran mérito de dirigir ambas obras de memoria.
El programa se completó con la Tercera Sinfonía en Mi bemol mayor, Op. 97 (“Renana”), que es de lo más conocido de la producción sinfónica del compositor y forma parte de numerosos programas de conciertos. Sus cinco movimientos (Allegro vivace- Lebhaft/ Scherzo: sehr mässig/ Intermezzo- nicht Snell/ Feierlich/ Lebhaft) requieren ser ejecutados de manera precisa, firme y contundente; precisamente, por sus explicaciones en alemán (Vívido- Animado/ Muy moderado/ No muy rápido/ Solemnemente/Animado). Y, tal cual está expresado en su idioma original -por expresa indicación del compositor-, fue así cómo se ejecutó. Naturalmente, la sala estalló en aplausos al final.
Este Ciclo se completará con otros dos conciertos, que tendrán lugar en la misma sede el 16 de Junio, donde se interpretarán las Sinfonías 2° y 4°, a cargo de Rodolfo Saglimbeni, y los días 21 y 22 de Diciembre, donde Enrique Arturo Diemecke cerrará el mismo junto al Coro Estable del Colón interpretando la Novena Sinfonía de Beethoven. Hubiera sido ideal que el ciclo fuera dirigido por un mismo director, pero lamentablemente, por razones de programación, no siempre se puede lograr.
A su vez, es justo y meritorio realizar ciclos sinfónicos de diferentes compositores. Ya se hizo con Beethoven y Tchaikowsky, y ahora, le toca el turno a Schumann. Y durante este año, Daniel Barenboim interpretará junto a la Berliner Staatsoper el ciclo integral de las sinfonías de Johannes Brahms. Sería bueno organizar un Ciclo Dvorak, Schubert o Sibelius, y ¿por qué no? un ciclo integral de las sinfonías de Carl Nielsen o de Alfvén. Tanto la Filarmónica de Buenos Aires como la Estable del Colón y la Sinfónica Nacional han dado muestras cabales que son capaces de poder hacerlo. Y se cuenta también con directores de suficiente prestigio en el país como para poder lograrlo.
                                                                                      Martha CORA ELISEHT