UNA
EXCELENTE BASHKIROVA JUNTO A UNA BUENA FILARMONICA
Teatro Colón,
temporada 2017. Decimotercer concierto de abono a cargo de la Orquesta
Filarmónica de Buenos Aires, Director: Enrique Arturo Diemecke. Solista: Elena
Bashkirova (Piano). Programa: Bela Bartok: Concierto para Piano y Orquesta Nº3
en Mi mayor. Richard Strauss: “Una Vida de Héroe”, Op. 40 (Poema Sinfónico).
Teatro Colón, 26 de Octubre de 2017.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO
No alcanzaron
a cumplirse 24 horas del espectacular concierto que la Orchestre National du
Capitole de Toulouse brindó en la Sala del Colón para el Mozarteum Argentino,
cuando sobrevino (Como estaba previsto en la programación oficial del Teatro)
este concierto de abono de la Filarmónica con Diemecke en el podio y el aditamento
de la presencia de Elena Bashkirova como solista. La sorpresa ya no solo fue la
presencia de Bela Bartok en los atriles, sino que además se cambió el Concierto
para Piano y Orquesta ya que se interpretó el Nº 3 (acaso la obra de despedida
del gran creador Húngaro) en lugar del Nº 2, por lo que en cierto modo aumentó
mi interés, dado que a un autor lamentablemente poco frecuentado en concierto,
el programarlo con una obra de muy poca difusión en Ntro. Medio y a través de
una solista de trayectoria internacional, no cabe duda de que era una
invitación a concurrir y hacia ahí me dirigí.
Luego de lo
escuchado hice un balance de las dos jornadas consecutivas. Mi impresión es que
escuchar a la Filarmónica 24 horas posteriores al mejor concierto sinfónico en
lo que va del año (y tal vez del año
completo) me dejó el saldo de que Esta Orquesta sigue siendo hoy la mejor
agrupación sinfónica del país, aunque debe haber un mayor trabajo en cuanto a
preparación y ajuste de sus sectores que la coloquen en el sitial de ser una de
las mejores agrupaciones de Iberoamérica, algo para lo que está plenamente
capacitada. Si el Colón ya estuvo contactando y trayendo a profesionales de
primer nivel internacional para las evaluaciones de interpretes vocales con el
objeto de cubrir los roles co-primarios para el resto de y la próxima
temporada, debe traer profesionales de igual calibre para preparar y ajustar a
todas las familias de instrumentos de las Orquestas de la casa, con
preponderancia en la Filarmónica que es la que mayor carga de trabajo tiene en
el año y la que debe reiniciar las giras internacionales de Conciertos (como se
hizo hasta 1998 con presentaciones en el Barbican Hall de Londres, la
Concertgebow de Amsterdam, la Champs Elysees de París y la Muskverein de Viena),
llevando la presencia de Buenos Aires y la Argentina por el mundo. Es pequeño
pero muy importante ese salto y ya debe hacerse.
Es muy
importante la presencia de una solista de la talla de Elena Bashkirova en un
ciclo como el de abono de la Orquesta. Implica compromiso con la excelencia por
parte de Colón e interés de parte de la interprete invitada. Vino a sumar y
sumo muchísimo. Su interpretación del Concierto para Piano y Orquesta Nº 3 de
Bartok fue magistral. Obra que marcó la despedida, ya que no alcanzó a
culminarla (su amigo Tibor Serly se encaró de hacerlo) . La Leucemia le ganó la
partida muy poco antes de la culminación del trabajo en New York, pleno exilio
(escapando del horror del III Reich y
casi de la invasión comunista) para que originalmente Ditta Pasztory (su segunda esposa) lo estrene
(Finalmente no lo fue). Obra densa, con muchas reminiscencias del folcklore
Húngaro presentes en los movimientos de punta, pero con un centro
espectacularmente cargado con momentos de una profundísima introspección (y me
atrevo a decir también de una desgarradora confesión musical), que necesita de
un interprete de muchísimo fuste para poder ser contemplado en profundidad. Y
Elena Bashkirova fue esa interprete. Si tal vez el primer movimiento tuvo un “tempi”
algo lento en su desarrollo, a partir del segundo ingresó en un terreno en el cual, la garra, la fuerza, la
técnica y la entrega estuvieron siempre presentes en la versión. Bashkirova
construyó una versión admirable en todo sentido, para un repertorio que Ella
cultiva y lo siente. Y esto se notó mucho, ya que considero que nos ha
entregado su mejor trabajo entre Ntros. La Orquesta acompañó con mucha justeza
y con Diemecke atento a cada detalle, tratando que la interprete estuviese
siempre a gusto.
Para la segunda parte, el Director nos entregó
nuevamente (no recuerdo bien si es segunda o tercera oportunidad) su visión de
“Una Vida de Héroe”, el imponente poema
sinfónico de Richard Strauss. “La Heróica de Beethoven es tan poco frecuentada
por nuestros Directores, que he decidido componer una obra en su homenaje”, con
semejantes expresiones Strauss se refería de ese modo al comienzo de su
composición. Para los neófitos, les digo que es una página de neto corte
programático, en la cual el héroe (centro de la historia) es el mismo
Strauss (mas allá que en una de las
últimas partes de la obra aparezca una cita breve en compases del último
movimiento de la “Heroica Beethoveniana”). Podemos decir entonces que hay una
apertura con la presentación del Héroe, las intervenciones de los críticos
(¿será fundamentalmente por el temible Edward Hanslick, del “partido
Brahmsiano” de Viena?), la relación del héroe con esos críticos, la
presentación de la compañera del héroe (para la que está reservada una descripción
musical reservada a los Concertinos de
las Orquestas), la guerra contra los críticos, el triunfo, el reposo y la
gloria. La versión fue muy ajustada, tuvo buen empaste y buena respuesta de
todos los sectores de la Orquesta. En cuanto al momento de “la Compañera del
Héroe”, no sabemos si por indicación del Director o por decisión del propio
interprete, se percibió que el sonido estaba en un pie de igualdad con el
conjunto sin resaltar en un modo mayor el pasaje ( y puede ser un enfoque
absolutamente válido). A mi me hubiese gustado el pasaje mas resaltado, como sí
ocurrió en el solo final previo al estallido de la Gloria.
Al salir por
tercera vez al escenario, en respuesta a los sostenidos aplausos de la
concurrencia, Diemecke lo hizo micrófono y estuche en mano. Mencionó lo que
significa para los Artístas, Personal Técnico y de las otras secciones que lo
integran el trabajar en la casa, y también lo que significa para los que no
pudieron llegar. Resaltó también el hecho que representa para un artista el
poder dar treinta años de su vida al servicio del Colón y que entonces la placa
que llevaba en el estuche era justamente para Pablo Saraví, quien con el solo
de “Vida de Héroe” celebraba sus treinta años en los puestos de vanguardia de
vioiines de la Filarmónica. Y de ese modo, con el afecto de sus propios
compañeros y el público todo para con Pablo. La noche tuvo el broche de oro
ideal.
Donato Decina