MAS ALLA DE
LA EMERGENCIA, EL PRODUCTO FINAL FUE MUY
DIGNO
Teatro Colón,
temporada 2017, Opera: “Andrea Chenier”, en cuatro actos con Música de Umberto Giordano
y Liberto de Luigi Illica. Interpretes: José Cura (Andrea Chenier), María Pía
Piscitelli (Maddalena di Coigny), Fabián Veloz (Carlo Gerard), Guadalupe
Barrientos (Bersi), Sergio Spina (Incredibile), Emiliano Bulacios (Roucher),
Alejandra Malvino (Madelon), Gustavo Gibert (Mathieu), Victor Castells
(Fuquier-Tinville/Mayordomo), Cecilia Aguirre Paz (Contessa di Coigny), Norberto
Marcos (Fleville), Iván Maier (Abate), Alejandro Meerapfel (Dumas), Alejandro
Spies (Schmidt, Carcelero). Orquesta y Coro Estables del Teatro Colón.
Escenografía: Emilio Basaldúa, Vestuario: Eduardo Caldirola, Iluminación: Rubén
Conde, Coreografía: Carlos Trunsky. Dirección del Coro: Miguel Martínez.
Dirección Musical: Chrstian Badea. Puesta en Escena: Matías Cambiasso. Función
del Domingo 10 de Diciembre de 2017.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Y llegamos al
final de la accidentada temporada operística 2017. Acaso la mas irregular desde
la reapertura de la sala en el 2010. Cantantes que parten de Buenos Aires sin
emitir una sola nota en el escenario, cambios de elenco, de Directores de
Orquesta, de puestas en escena y sus directores, de postergación de un título
incluido en el abono, de inexplicable falta de energía en una función en la que
quedó expuesto que los equipos de emergencia no funcionan como se debe. Como se verá, difícil de explicar y difícil
de asimilar por parte del soberano que se vio obligado a aceptar sin remedio todas estas
situaciones y del que al menos se evitó que se exprese de manera estruendosa al
presentársele los hechos consumados. Esperemos que la recién anunciada
temporada 2018 no vuelva a presentar todas estas irregularidades.
La
conformación de este “Andrea Chenier” nos mostró a un muy inteligente José
Cura, estupendo actor y administrando sus recursos vocales con total sabiduría
hasta llegar a un rotundo cuarto acto,
en un dúo estupendo con María Pía Piscitelli, a la que fue muy grato escucharla
después de mucho tiempo en el Colón. Estupenda presencia actoral y vocal con
una conmovedora “La Mamma Morta”. Fabián Veloz en una imponente caracterización
de Carlo Gerard con voz poderosa y firme marcando uno de los puntos mas altos
de la noche en un “Nemico della Patria” de imponente factura. Excelente
actuación le cupo a Guadalupe Barrientos como la mulata Bersi. Voz potente y
magnífica actuación. Sergio Spina fue un fantástico “Incredibile”, con
sobresaliente actuación, muy buena expresividad y estupenda voz. Conmovedora
fue la Madelon de Alejandra Malvino, redondeando una labor emocionante. Victor
Castells fue un mayordomo en el primer acto, pero también un estupendo
Fuquier-Tinville al que le pudo imprimir toda la veta siniestra del rol.
Emiliano Bulacios compuso de manera admirable a Roucher, amigo del
protagonista, con muy buenos recursos vocales y actorales. Y tanto Cecilia
Aguirre Paz ( a la que fue muy bueno volverla a escuchar en roles) como la
“Contessa”, Norberto Marcos (“Fleville”), Iván Maier (El Abate), Gustavo Gibert
(Mathieu), y Alejandro Meerapfel (Dumas) tuvieron en sus breves roles muy buena
actuación vocal y actoral. El coro, preparado una vez mas por Miguel Martínez
lució magníficamente ajustado y responsable de toda esta amalgama musical fue
el experimentado Director de Orquesta Rumano Christian Badea, el que con
innegable oficio y sabiduría mantuvo un ida y vuelta permanente con el palco
escénico atento a todos los detalles en el foso y en el escenario.
Se podrán
objetar algunos detalles que no estarán de acuerdo con la “rigurosidad
histórica” de la obra, pero hacerse
cargo de esta responsabilidad a tan poco tiempo y sacar un resultado muy
aceptable, ha sido mérito de Matías Cambiasso, quien contando con la
colaboración de gente consustanciada con la Casa, han dado un marco escénico de
“Epoca” muy digno. Son Ellos: Emilio
Basaldúa (Ex Director General del Teatro) en una muy práctica escenografía,
Eduardo Caldirola con un muy buen vestuario. Rubén Conde, con una iluminación
formidable y Carlos Trunsky con sobrias coreografías absolutamente acordes con
la escena
Hecho “Alla
Argentina” desde adentro de la misma
casa y con dignidad. Llegaron a la otra orilla en muy buena forma. Y no es
poco.
Donato Decina