BUENA
MUSICA, BUEN REEMPLAZO Y DIGNO CIERRE, (AUNQUE HABRÁN PRESENCIAS QUE PRONTO SE
EXTRAÑARAN)
Teatro Colón:
Decimoséptimo y último concierto del Ciclo de Abono de la Orquesta Filarmónica
de Buenos Aires, Director: Enrique Arturo Diemecke. Solista: Freddy Kempf
(Piano). Programa: Obras de Prokofieff y Dvorak. Jueves 06 de Diciembre de
2017.
NUESTRA OPINION:
MUY BUENO.
Dentro de la maratón de cierres de los
distintos ciclos musicales que se ofrecen en Buenos Aires, le llegó a la
Filarmónica el día del último concierto de abono del corriente año. El programa desarrollado giró en torno al
segundo concierto para Piano y Orquesta de Serguei Prokofieff, obra que desde
hace bastante tiempo faltaba en la programación de las orquestas de aquí y el
cierre trajo una nueva versión del Titular de la Sinfonía Nº 9 “Del Nuevo
Mundo” de Antonin Dvorak (casi con seguridad me atrevo en afirmar que son mas
de tres las anteriores).
Alrededor de quince días atrás se tuvo
conocimiento de que el Pianista Boris Berezovsky (quién estaba programado
originalmente como solista de esta obra) había notificado su renuncia a esta
presentación por problemas personales. Su reemplazante fue el joven interprete
Inglés Freddy Kempf, quien además de presentar un frondoso currículum en cuanto
a presentaciones en centros de primer nivel, ha grabado la obra para el sello
BIS Records junto a la Filarmónica de Bergen dirigida por Andrew Litton. Obra
muy difícil, de momentos de una escritura endiablada con pasajes de enormes dificultades técnicas y fuertes
contrapuntos entre solista y orquesta. Durante el comienzo del primer
movimiento se percibió que Kempf domina la obra a la perfección. Empero, tal
vez por lo apremiante de la convocatoria, se notó algún pequeño desacople inicial mas pasajes cercanos al “aporreo” del
instrumento. Con el correr de la interpretación estos pequeños inconvenientes
se fueron corrigiendo y encontramos entonces a un formidable solista de amplio
sonido, excelente técnica y endiablada digitación, que encontró como aliados
incondicionales a Diemecke y al conjunto.
La tensión fue creciendo en la sala a medida que avanzaba la obra y la
concurrencia se vio literalmente “sacudida” en el abrupto y tensionante final
de la página, estallando el público de manera previsible y, aunque no se lo vio
a Kempf decidido a conceder un Bis (y la verdad es que no lo necesitaba después
de semejante despliegue), a solicitud de Diemecke (y como para bajar la
adrenalina), acometió con un Vals de Chopin en edición no original, pero en el
que volvió a dar muestras de su calidad interpretativa.
En cuanto a la “Nuevo Mundo”, llamó mucho la
atención algunas imprecisiones en bronces y vientos en pasajes de “destaque”.
Una vez mas los “tempi” fueron ágiles, aunque en el “adagio” central, se optó
por un necesario (y mas adecuado) pasaje
lento.
Con los aplausos finales, Diemecke sorprendió
al auditorio para señalar que este cierre marcaba también la despedida para dos
“históricas” y muy queridas integrantes de la Filarmónica: la Concertino Haydee
Seibert (Visiblemente Emocionada) y la Solista de Viola Marcela Magin (ambas
con mas de cuarenta años de trayectoria en la Filarmónica). Para Ellas y desde
este espacio, un infinito GRACIAS por tantos años de aportes de
excelencia. No duden que se las
extrañará.
Donato Decina
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