Blog que refleja la actividad musical de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, especialmente en cuanto a Conciertos, lírica y ballet. Escuche nuestro programa de radio todos los Sábados a las 17 hs. por red social YouTube Canal OnRadio
martes, 27 de noviembre de 2018
FINAL CON UN ESTRENO EN ALTISIMO NIVEL
(VERSION CORREGIDA)
“Nuova Harmonia 2018”, Función de cierre de la Temporada en Co-producción con el Teatro Argentino de La Plata: Opereta: “Candide” en dos actos con Música de Leonard Bernstein con Libreto de Hugh Weeler y letras y versificación de diversos autores en versión de 1989, adaptada por Ruben Szuchmacher y Lautaro Vilo, basada en “Candide o El Optimísmo” de Voltaire (Estreno Absoluto en Argentina). Interpretes: Héctor Guedes (Voltaire-Pangloss-Martin), Santiago Martínez (Candide), Oriana Favaro (Cunegunde), Mariano Gladic (Maximilian-Capitán), Eugenia Fuente (Vieja Dama), Rocío Arbizu (Paquette), Pablo Urban (Gobernador-Van der denur-Ragotzki), Mirko Thomas, (Vendedor de Cosméticos, Juez Inquisidor, Charles Edward), Sebastián Sorrarain (Doctor, Juez Inquisidor Nº 2, Croupier, Stanislaus), Víctor Castells (Bear Keeper-Juez Inquisidor Nº 3-Zar Iván), Luca Eizaguirre (Alquimísta, Sultán Achmet, Crook), Alfredo Martínez (Junkman-Hermann Augustus). Actores: Miguel Rausch (Isaachar-Cacambo-Barón-Anabaptista), Azul Maluendez (Baronesa), Luís Caballero (Hombre Joven), Fabio Prado (Arzobispo-Predicador-Gran Inquisidor), Carlos Castro (Segundo Capitan). Figurantes de Escena y Bailarines. Coro Estable del Teatro Argentino de La Plata: Director: Hernán Sánchez Arteaga. Coreografía: Marina Svartzman, Escenografía y Vestuario: Jorge Ferrari, Iluminación: Gonzalo Córdova, Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata, Director: Pablo Druker. Dirección Escénica: Rubén Szchumacher. Teatro Coliseo de Buenos Aires, 20 de Noviembre de 2018.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Y afortunadamente “Candide” subió a escena. Luego de muchos corrillos que sembraron dudas de todo tipo, el Argentino de La Plata logró poner en escena este gran trabajo de Leonard Bernstein, con una muy buena realización escénica concebida por Ruben Szuchmacher, un notable manejo musical de Pablo Druker, interpretes vocales de excepción y un afiatadísimo Coro Estable, para que la arriesgada y audaz idea de programación de Elisabetta Riva llegara a muy buen puerto y cerrara de esta forma en muy buen nivel el Abono del año 2018 de “Nuova Harmonia”.
Hablar de la obra implica que se empleó una tercera versión de la misma y, por tanto, de una segunda reelaboración a la que se le introdujeron mejoras. El original, con orquestación para conjunto reducido (Casi para pequeños Teatros Europeos y algunos tipo Broadway) es de 1956 y tiene libro de Lilian Hellman. Esta no aceptó la continuidad de las representaciones en Broadway y por ello Hugh Wheeler elaboró un nuevo libreto, al que en las versificaciones de las canciones se le adosaron letras de los autores originales, Stephen Sondheim, Dorothy Parker, Richard Wilbur y John La Touche. En 1973 a instancias del famoso Director de Escena Harold Prince (de paso no muy bien recordado por el escenario del Colón con una puesta “aggiornada” de “Madama Butterfly” de Puccini que hoy pasaría al menos de forma correcta por ahí), Bernstein redujo a un acto con una duración de 1 hora 40 minutos la obra, siendo aceptablemente recibida en el centro del espectáculo Neoyorkino. Esta presentada en 1989 vuelve a la forma original de dos actos, gran orquesta y luce a pleno desde la obertura misma. En las salas de concierto, justamente esa Obertura plena de brillo y una suite para Orquesta que no comienza precisamente con la primera y que se conociera aquí el año pasado en el Colón por la Filarmónica dirigida por el Japonés Eiji Oue, son los números que se frecuentan. La Volksoper de Viena (sala por antonomasia del género ligero) ha incluido la versión completa de este título y llegó al Coliseo en una versión revisada del propio Ruben Szuchmacher con la colaboración de Lautaro Vilo, en donde se buscó la mayor fidelidad posible al original de Voltaire. Este, adquiere aquí protagonismo central como narrador de la historia. Lo hace en el original en inglés y participa de muchos momentos de comicidad. Aquí se nota la mano del Bernstein ya veterano. En Orquestación, en manejo escénico, en intervención de toda la masa vocal. Ya lo hace el inmenso Director de Orquesta que fue. Es innegable la influencia que ejerce en El fundamentalmente Mahler y los finales de las Sinfonías Nºs. 2 y 8 que tan bien conoció y dirigió. En cuanto a los textos cantados, hay una innegable aproximación a “West Side Story” que vería la luz un año después de “Candide”. El Sarcasmo, la mordacidad, la crítica social, Items que “Lenny” manejó como pocos, aparecen a lo largo de este trabajo. La trama gira en torno a un joven que peca de inocente, influenciado por la idea de un maestro formador, el que adhiere a las ideas positivistas de Gottfried Leibinz. El inicio ocurre en Westfalia. Candide, el protagonista, vive admitido por una familia noble quien lo alberga en su castillo por caridad. Se enamora de la hija del Barón, quien al enterarse de ello y de que su hija Cunegunde, a través de las ideas del maestro, se ha relacionado con el joven hasta en la mayor intimidad, resuelve echarlo. Luego de que el joven abandona el castillo, la guerra estalla en Westfalia y a la noble familia primero y al Joven y al profesor de ambos después, comenzaran a seguirles una serie de desventuras que los llevaran a París, en donde Cunegunde se deshonrara y será poseída por un mercader judío y por el Arzobispo de Paris al mismo tiempo, trabará relación con una mujer “veterana” que será su ayuda y su confidente. Se reencontará con “Candide”, quien accidentalmente mata a ambos hombres. Todos huirán a Cádiz, en donde abordarán un barco el que en esta adaptación los trae por estas tierras, no sin antes caer en manos de la santa Inquisición junto al profesor el que será “ejecutado”. Ahora será el Gobernador del Río de La Plata quien se apodere de la joven. Candide se adentrará por estas tierras con un guía, descubrirá “El Dorado”, será estafado, pero llegará a Venecia en donde Cunegunde y la Mujer lo esperan, pero ya trabajando en un Casino. Todo llega a una Conclusión: ni el positivismo, ni el pesimismo son buenos y en la vida cotidiana hay que buscar lo que tanto se desea, sabiendo que “cada uno es como es”.
Un grupo de extraordinarios valores locales dio vida a la propuesta de Szuchmacher. Hector Guedes encabezó el reparto e hizo honor a esa asignación con una descomunal actuación ya sea como “Voltaire” narrando la historia, como el “positivista” “Dr. Pangloss” o en el rol secundario de “Martín”. En lo vocal, su innegable oficio y su soltura escénica le permitieron moverse a sus anchas. Santiago Martínez fue un impecable “Candide”, logró trazar el “halo de inocencia” que cubre al personaje y vocalmente lo hizo de modo estupendo. Oriana Favaro lució sus dotes de comediante y su magnífica voz como “Cunegunde”. Con una fuerte presencia escénica y amplio lucimiento vocal, Eugenia Fuente literalmente se “comió la Cancha” (si vale la expresión) como la “Mujer Mayor” en una actuación encomiable. Una vez mas Pablo Urban cumplió con creces en tres roles característicos a los que le sacó el jugo por igual, como el Corrupto Gobernador Rioplatense, el estafador Holandés que en Surinam embauca a “Candide” o el inescrupuloso Ragotski en el Casino de Venecia. Mariano Gladic tuvo lucimiento tanto en el Rol de Maximilian, hermano de Cunegunde, el que esté donde esté y sea Cura o travestido, se opondrá tenazmente a que Cunegunde y Candide sean pareja . Rocío Arbizu compuso de modo eficaz a la sensual “Paquette” criada de Cunegunde y Familia y deseada por el Dr. Pangloss al que le transmitirá una enfermedad venérea. Junto a todos ellos un grupo de Cinco cantantes en diferentes roles secundarios, los que fueron cubiertos por todos con magnífica actuación y estupendas realizaciones vocales. Fueron: Mirko Thomas, Sebastián Sorrarain, Victor Castells, Luca Eizaguirre y Alfredo Martínez. También un grupo de actores muy eficaz de los que sobresalieron: Miguel Rausch en las caracterizaciones de “El Barón” (Padre de “Cunegunde”), “Isaachar” (Mercader Judío de París), “Cacamba” (Esclavo acompañante de “Candide” en su huida por Sudamérica) y un “predicador Anabaptista” de El Dorado que estafará al protagonista. Y luego Fabio Prado como el “Arzobispo de Paris”, “El Predicador” y “El Gran Inquisidor”) . Hubo teatro del mejor, estupendamente marcado y resuelto por Szuchmacher, ayudado por un marco escénico de excepción y un vestuario actualizado pero que no desentona en lo mas mínimo realizado por Jorge Ferrari, una estupenda iluminación de Gonnzalo Cordova y además danzas realizadas tanto por los cantantes que estuvieron también para ello en la mejor forma como por bailarines estupendos guiados por Marina Svartzman. El Coro lució a pleno formidablemente preparado por Hernán Sánchez Arteaga y la Orquesta muy bien preparada por su titular Pablo Druker, aun cuando por ahí se notaron algunas pifias que de cualquier manera en nada empañan el desempeño. La Conexión foso-escenario fue por demás estupenda. El final mostró en el saludo a los interpretes vivamente aplaudidos por el público, acompañados por la Estable Platense interpretando la parte final de la Obertura en la mejor tradición de la Opereta. Poco pero bueno a muy bueno lo que se apreció este año por parte del Argentino. De menor a muy mayor lo ofrecido por “Nuova Harmonía” porque a pesar del fallido comienzo, cada propuesta siguiente mostró superación y por segunda vez se ofreció un espectáculo lírico integral de formidable calidad y eso, en estos tiempos difíciles, le da un mayor valor agregado.
Donato Decina
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario