jueves, 11 de noviembre de 2021

 Alta jerarquía en el retorno del Coro Polifónico Nacional en el CCK

 

LA TRADICIÓN BIEN ENTENDIDA COMIENZA POR CASA

Martha CORA ELISEHT

 

            Con el retorno a la normalidad de diversos tipos de actividades en materia de espectáculos, poco a poco los diferentes cuerpos pertenecientes a la Dirección Nacional de Organismos Estables van adquiriendo espacio y retornando a los escenarios. Precisamente, en el día de la fecha -coincidiendo con el Día de la Tradición- se produjo el tan ansiado regreso del Coro Polifónico Nacional en la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner (CCK) bajo la dirección del maestro Antonio Domeneghini, en un programa compuesto íntegramente por obras de autores argentinos y que se detalla a continuación:

-          “Indianas” (seis canciones para coro a cuatro voces y piano)

 Carlos GUASTAVINO (1912 -2000)

-          “Misa Criolla” (versión para tenor, coro a cuatro voces, charango, guitarra, bombo y contrabajo) Ariel RAMÍREZ (1921-2010)

Solistas:

-          Gonzalo LLANES MENA (tenor)

-          Julián GOLDMAN (charango)

-          Matías TOZZOLA (guitarra)

-          Gabriel SAID (percusión)

-          Pablo MOTTA (contrabajo)

-          Hae Yeon KIM (piano)

 

Al ingresar al escenario, tanto la pianista como los integrantes del Coro y el director lo hicieron acorde a los protocolos sanitarios vigentes (distanciamiento social de 1,5 metros y uso de barbijo). Para asombro del numeroso público que se dio cita, los coreutas cantaron durante toda la función con el barbijo puesto, lo que no fue impedimento para poder cantar y apreciar el sonido de las diferentes voces de los 34 coreutas que participaron esta noche. Un hecho sumamente meritorio, que el público supo apreciar debidamente mediante la intensidad y calidez de los aplausos.

La primera de las obras consta de una serie de canciones compuestas por Guastavino entre el 28 de Octubre y el 12 de diciembre de 1967 con letras de diferentes autores -tanto para coro mixto como para coro a cuatro voces y piano- que se detallan a continuación:

-          Gala del día (Arturo Vázquez)

-          Quien fuera como el jazmín (León Benarós)

-          Chañarcito, chañarcito (León Benarós)

-          Viento Norte (Isaac Aizemberg)

-          Al tribunal de tu pecho (León Benarós)

-          Una de dos (Juan Ferreyra Basso)

Al escuchar al Coro, el mismo sonó muy compacto y equilibrado, con un gran trabajo de preparación vocal. Lo mismo sucedió con el excelente acompañamiento de Hae Yeon Kim en el piano -quien debió reemplazar en último momento a Claudio Santoro-, revelándose como una pianista acompañante de alto nivel.

Tras un breve intervalo, Antonio Domeneghini se dirigió al publico no sólo para agradecer su presencia, sino para recordar que justo se cumplía el centenario del nacimiento de Ariel Ramírez. No sólo la celebérrima Misa Criolla es la más conocida de su vasta obra, sino que además es la única obra coral que compuso. En la presente versión, el coro también usó barbijos para cantar a boca chiusa en el Kyrie y de esa manera, poder permitir el lucimiento del tenor solista. Gonzalo Llanes Mena posee una bella voz, bien trabajada, con buen timbre y esmalte, pese a no ser caudalosa. Quizás por eso cantó con micrófono para apenas sobresalir en los pasajes que requieren intervención del solista. Tuvo un pequeño traspié en el pianissimo del agudo inicial del Kyrie, pero a medida que trascurría la obra, su voz se fue afianzando y tuvo una destacada actuación en el Santo y el Agnus Dei final. El ensamble instrumental sonó en perfecto equilibrio junto al tenor solista y al coro, quien tuvo una destacadísima actuación en el Gloria -la melodía más conocida y popular de la obra- y en el Agnus Dei. Merecen una mención aparte el excelente solo de charango al inicio del Gloria y en el Santo por parte de Julián Goldman y el solo de contrabajo a cargo de Pablo Motta en la mitad del Gloria. Por su parte, Hae Yeon Kim brindó un excelente ataque por parte del piano al final del Santo para empalmar con el inicio del Agnus Dei.  Tanto gustó, que el público estalló en aplausos y vítores al final del concierto, lo que motivó al director a repetir la segunda mitad del Gloria.

Puede decirse que se gozó de un espectáculo de alto nivel artístico, donde quedó fehacientemente demostrado que pese a todos los contratiempos, se puede cantar con barbijo en un concierto coral. Un digno homenaje a Ariel Ramírez en el centenario de su nacimiento, que coincide con el Día de la Tradición por celebrarse el aniversario de nacimiento de José Hernández. La tradición bien entendida comienza por casa, con obras de dos autores tan santafesinos como el Carcarañá y con una interpretación de gran jerarquía. Tras una prolongada ausencia, el Polifónico regresó con todo y demostró que es uno de los mejores coros del país

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