sábado, 20 de noviembre de 2021

 

NOCHE DE REVELACIONES

 

Teatro Colón, temporada 2021. 12vo. Concierto a cargo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Directora: Natalia Larangeira. Solista: Marcela Roggeri (Piano). Programa: Obras de Dianda, Gubaidulina y Brahms. 19 de Noviembre de 2021.

 

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

 

  Este concierto será recordado por las revelaciones aparecidas durante el transcurso de la programación a saber:

1º) El rescate de un trabajo de la Argentina Hilda Dianda de su época inicial de compositora. “Música para Arcos” data de 1951, está compuesta en tres movimientos, es atonal, pero siempre en cada tema hay un sonido, un hilo conductor que marca una premisa a partir de la cual se desarrolla el discurso de las cuerdas. Ya hay ahí elementos que caracterizan a la creatividad de esta compositora a la que se la había relegado muy injustamente y de la que deberíamos escuchar creaciones suyas más cercanas en el tiempo. Incluso hoy si se decidiera volver a incluir su “Requiem”, seguramente se lo apreciaría de mejor manera que hace más de 30 años atrás cuando la misma orquesta con el inolvidable Simón Blech a su frente lo estrenó en esta misma sala.

 

2º) La inclusión en estreno argentino de  “Introitus” (Concierto para Piano y Orquesta de Cámara) de Sofía Gubaidulina, acaso una de las creadoras mas relevantes de los últimos tiempos. Obra en un solo movimiento, parte de un acorde inicial, el que en diferentes variaciones es interpretado de modo individual por los solistas de instrumentos de la orquesta y la propia solista de piano, lleva  la sonoridad a un punto de convergencia en el que luego transcurre una interacción entre la solista y el conjunto instrumental. El discurso se va tornando potente y muy enérgico y va apaciguándose hacia el final en que la música queda suspendida en el aire. La labor de Marcela Roggeri fue superlativa en todo momento. Portadora de una técnica formidable, sorprende al espectador. Sus manos parecen flotar sobre el teclado. La energía brota sin necesidad de acentuar los pasajes en demasía. Supo expresar la idea de Gubaidulina y culminó logrando un trabajo formidable en donde Natalia Larangeira, la Directora de esta velada logró articular la extraordinaria labor de Roggeri con la formidable respuesta de los primeros atriles de la Filarmónica a partir del Concertino Pablo Saraví y la estupenda amalgama final en los pasajes conjuntos de la obra en donde el pulso era uno solo. Roggeri culminó su labor ofreciendo una exquisita versión de una Gnossienne de Eric Satie en donde nuevamente ratificó ante el público sus magníficas dotes.

 

3ª) La inclusión de la poco difundida Serenata Nº 2, Op. 16 de Johannes Brahms para la infrecuente combinación del sector de cuerdas graves de orquesta (Violas, Violonchelos y Contrbajos) con los vientos y metales en donde a lo largo de sus cinco movimientos se transita desde las zonas más oscuras hasta alcanzar la mayor luminosidad.  Aquí la Filarmónica se explayó como pocas veces a lo largo del ciclo de este año, con destaque de todos sus sectores, alcanzando momentos de gran vuelo interpretativo.

 

4º) La revelación como conductora de la brasileña Natalia Larangeira, elegida por concurso como Asistente de Dirección del Maestro Diemecke en la Filarmónica. Poseedora de buenos antecedentes previos a su elección, se paró de modo firme en el podio Guió con absoluta precisión dominando ampliamente el repertorio contemporáneo. Alcanzó un pleno ida y vuelta con Marcela Roggeri en la obra de Gubaidulina y le extrajo todo el jugo a la serenata de Brahms redondeando una muy buena actuación y no desaprovechando en absoluto su oportunidad de presentarse en la sala mayor del Colón en un concierto de la temporada regular de la Orquesta.

 

  Por todo esto  es que fue una noche reveladora en todo sentido y con una programación creativa que es lo que siempre pedimos.

 

Donato Decina

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