lunes, 6 de octubre de 2025

 

Una vez mas Raúl Canosa dio muestras de su talento interpretativo. Fotografía de la autora del presente comentario.

Impactante debut de CHOPINIANA 2025 a cargo de Raúl Canosa en FEDESPA


UN CAMBIO DE SEDE MUY APROPIADO PARA UN VIRTUOSO

Martha CORA ELISEHT


El Festival Internacional de piano CHOPINIANA no sólo es un clásico de la

amplia oferta cultural que posee la Ciudad de Buenos Aires, sino que reúne lo más

selecto del pianismo internacional, destacándose por reunir intérpretes nacionales e

internacionales de gran jerarquía. La prestigiosa fundación que dirige Martha Noguera

ha decidido montar un ciclo de 5 conciertos durante el mes de Octubre del corriente año

con pianistas procedentes de Italia, Brasil, España, Polonia y Argentina, cuyo concierto

inaugural tuvo lugar el pasado sábado 4 del corriente en la Federación de Entidades

Españolas en Argentina (FEDESPA) y que contó con el auspicio y el apoyo de las

Embajadas de Brasil, España, Polonia y del Instituto Italiano de Cultura.

El concierto inaugural de la presente edición del Festival estuvo a cargo del

pianista español Raúl Canosa, quien interpretó el presente repertorio:

- Sonata n°8 en La menor, K.310- Wolfgang A. MOZART (1756-1791)

- Polonesa- Fantasía en La bemol mayor, Op.61- Frederik CHOPIN (1810-1849)

- Suite “IBERIA”- Cuaderno n°1- Isaac ALBÉNIZ (1860-1909)

- Après une lecture du Dante: Fantasia quasi sonata- Franz LISZT (1806-1886)

Además de los representantes diplomáticos de los países participantes del Festival

anteriormente mencionados, se hicieron presentes aquellos pertenecientes a las

Embajadas de Bélgica, Paraguay, Alemania y República Dominicana, entre otras. Contó

con la presentación de Ricardo Aguirre y la presencia del representante de la Federación

de Entidades Españolas en Argentina Dante Caamaño, al igual que del Instituto

Gimaraes Rosa (Brasil).

Raúl Canosa nació en Madrid y obtuvo su título superior de música en el Centro

Superior de Enseñanza Musical Katarina Gurska de su ciudad natal, donde debutó en

público a los 15 años interpretando el concierto n°1 de Beethoven. Desde entonces ha

sido invitado a presentarse como solista en numerosas orquestas en España, Estados

Unidos y Argentina y ha ofrecido recitales en diferentes países europeos y americanos.

A los 20 años fue admitido en el Master en Piano en la Coburn School de Los Ángeles y

obtuvo su Diploma en la SMU de Dallas. Se perfecciona actualmente con Bruno Gelber

y durante el transcurso del corriente año participó en el prestigioso Concurso

Internacional Chopin en Miami (Estados Unidos), donde si bien no fue galardonado,

tuvo una destacada actuación. Sorprende por la jerarquía y calidad de sus

interpretaciones y lo demostró en el presente recital desde los primeros compases de la

mencionada Sonata n°8 en La menor K.310 de Mozart, compuesta en París en 1778 y

que consta de tres movimientos: Allegro/ Andante cantábile con espresione y Presto. Si

bien Mozart tenía sólo 22 años, para ese entonces ya había cambiado su estilo y sus

ideas. Los primeros compases del Allegro inicial suenan muy similares a Claro de Luna

de Beethoven, pero rápidamente pasa a tonalidad de Do mayor y suena auténticamente


mozartiana. El desarrollo se elabora sobre los motivos de la exposición mediante una

serie de polaridades armónicas y retrasa las cadencias mediante secuencias de

modulaciones. El movimiento central es lento, expresivo y deja entrever un estado de

preocupación donde se nivelan la forma y la expresión, característica propia de los

compositores románticos, mientras que el presto final es muy marcado y rítmico.

Canosa tuvo una precisión absoluta en la interpretación desde los primeros compases,

con un muy buen dominio de técnica y limpieza sonora para lograr el sonido cristalino -

casi prístino- del genio de Salzburgo. Su velocidad de digitación y su extraordinaria

pulsación se notaron desde el principio, pero se potenciaron en el movimiento final para

lograr una gran versión. La Polonesa- Fantasía op.61 representa una de las obras más

demandantes del repertorio chopiniano por su gran complejidad armónica y forma

musical intrincada. Se denomina así porque la fantasía es la forma en la que se basa la

pieza, pero luego adquiere matices de polonesa. En este caso, se escuchó una versión

refinada, equilibrada y con muy buen dominio de tempi (Allegro maestoso- Piú lento).

Y, pese a que hubo un problema con el pedal que desconcentró al pianista por un

momento, se pudo solucionar favorablemente por su virtuosismo y excelente dominio

del teclado.

El Libro I de la suite IBERIA de Albéniz se estrenó en la Sala Pleyel de París en

1906 y está conformado por tres números: Evocación, El Puerto y El Corpus Christi en

Sevilla. La primera consta de 4 partes: un primer tema (Allegretto espresivo) seguido de

un intermedio en ritmo de fandanguillo y un segundo, seguido de otros dos temas de

carácter impresionista. El Puerto es el más corto de los tres temas y hace alusión al

puerto de Santa María de Cádiz. Tras una breve introducción que servirá como

acompañamiento de gran parte de la pieza, se desarrollan dos temas: el primero (allegro

commodo) y el segundo, algo más suave que la introducción y que se desarrolla de

modo muy lánguido. El empleo de escala diatónica le otorga ese carácter impresionista,

pese a que la melodía res típicamente española. Por último, El Corpus Christi en Sevilla

es la más larga de las tres y, a su vez, la de mayor complejidad técnica en su ejecución,

debido a que el compositor dejó plasmadas numerosas indicaciones de matices, fraseo y

expresión. Comienza con una sucesión de acordes bien acompasados que semejan el

redoble de un tambor a los que les sigue una marcha basada en la canción popular La

tarara (allegro giocoso). Posteriormente, el segundo tema (La saeta) es de carácter más

calmo y tranquilo. Luego de una transición con motivos típicamente andaluces, se logra

un desarrollo contrapuntístico y rítmico muy rico que culmina en pianissimo. Raúl

Canosa demostró un notable crecimiento profesional en el dominio técnico mediante

una perfecta ejecución de trinos, arpegios, arabescos y glissandi en los temas

anteriormente mencionados, logrando una versión de altísima calidad. El público lo

ovacionó tras tan excelsa interpretación, digna de un virtuoso.

La obra elegida para cerrar este recital fue Après une lecture du Dante: Fantasia

quasi sonata de Liszt, compuesta en 1849 como fragmento basado en La Divina

Comedia de Dante Alighieri. Cuando Liszt se instala en Weimar en 1849, la recopila y

la publica en 1858 como parte de Año de peregrinaje. Escrita en un solo movimiento,

posee dos temas principales: el primero, cromático en Re menor, que representa el

sufrimiento de las almas en el infierno y que usa el tritono (intervalo de cuarta

aumentada o de quinta disminuida, conocido como “intervalo del Diablo”, que ayuda a

reforzar la idea del Infierno) y el segundo, un coral beatífico en Fa sostenido mayor, que


representa la alegría de quienes están en el Cielo. Termina con una sección de octavas

cromáticas veloces que, cuando se tocan con gran rapidez, dan la impresión de dividirse

en tres temas diferentes que aluden a las tres cabezas de Stanáass en el Infierno del

Dante. Una pieza que sólo puede ser interpretada por un virtuoso y Raúl Canosa lo

demostró fehacientemente desde el principio hasta el final de esta obra tremendamente

compleja merced a su poderosa velocidad de digitación, su eximia pulsación y el

perfecto dominio de elementos de técnica. El numeroso público que se dio cita esa

noche en el lujoso salón de la Federación Española lo ovacionó de pie luego de su

interpretación, lo que motivó a ofrecer un bis: una magnífica versión de la Danza

Oriental de Enrique Granados, que sonó magnífica. El pianista español se retiró

sumamente aplaudido y satisfecho por el logro obtenido.

Dentro de la presente edición del festival, el cambio de escenario ha sido un

acierto, ya que la sala no posee revestimiento de mármol u otra roca que puede causar

reverberación del sonido. No obstante, el piano no fue el más apropiado por el motivo

anteriormente explicado. De todas formas, fue un inicio muy auspicioso de esta edición

de CHOPINIANA, donde se presentarán los siguientes pianistas: Pablo Rossi (Brasil),

Andree Gallo (Italia), Jakub Kuszlik (Polonia) y Martha Noguera (Argentina), quien

tendrá a su cargo el concierto de cierre. El concierto inaugural ha sido de excelencia y

consolida la presencia de Raúl Canosa en el ámbito local como un pianista sumamente

joven y un auténtico virtuoso del instrumento.


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