APUNTANDO
SABIAMENTE HACIA EL FUTURO
Orquesta
Sinfónica Nacional: Concierto final de la Capacitación para Jóvenes Directores
de Orquesta, dictado por los Maestros Pedro Ignacio Calderón y Hadrian Avila
Arzuza. Programa: Sinfonía Nº 5 en Do sostenido menor de Gustav Mahler.
Directores : Natalia Salinas (Primera
Parte), Edson de Toledo Piza (Filho) (Segunda Parte) y Javier Mas (Tercera
Parte). CCK-Sala Sinfónica, 17 de Noviembre de 2017.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE
A comienzos del corriente año cuando se anunció la
programación de la Sinfónica Nacional, tomamos conocimiento de esta actividad
de capacitación para Jóvenes Directores de Orquesta. También el hecho de que se
abordaría un repertorio compuesto por obras de Gustav Mahler y que los
dictantes del mismo serían Pedro Ignacio Calderón (Director Emérito de la
Sinfónica) y Hadrian Avila Arzuza (Titular de la Sinfónica de Córdoba).
Una vez mas,
antes del comienzo se escuchó la palabra de la violonchelista María Eugenia
Castro Tarchini manifestando que aun no se registran avances en el diálogo con
las autoridades del Ministerio de Cultura de la Nación para la solución de
problemas existentes en la Orquesta. Estos son, Concursos para la
efectivización de cargos vacantes. Pago y puesta al día de los contratos de
músicos que transitoriamente cubren esas vacantes, los que en muchos casos
registran muchos meses de atraso. Pago de los contratos adeudados a Directores
de Orquesta invitados (algunos de los cuales provienen de la gestión anterior
que culminó hace casi dos años) y que aún así por respecto al Director Emérito
de la Orquesta, su Asistente en el curso, los participantes del mismo y el
Público asistente, ofrecerían el concierto vistiendo ropas de calle como en las
últimas ocasiones.
Ingresaron
luego los Maestros Calderón y Avila Arzuza, tomando el primero la palabra para
explicar las características del curso, el hecho de que en una primera
instancia se hicieran las practicas con versión a dos pianos, los que fueron
conducidos por las Pianistas Irene Amerio y Paula Peluso, a quienes agradeció
calurosamente tanto como a la Orquesta Sinfónica Nacional por su compromiso con
esta actividad. Luego explicó de manera suscinta y sencilla para el público la
obra, manifestando que se la interpretaría tal como marcó Mahler en la
partitura, es decir, una primera parte con los dos movimientos iniciales
(Marcha Fúnebre y Tormentoso), la central (Scherzo) y la final (Adagietto y
Allegro Giocoso), explicando los
detalles de cada uno de ellos.
Apareció
entonces la Joven Natalia Salinas para conducir la primera parte. Tuvo
presencia y gestos muy precisos, con una Sinfónica magníficamente ajustada y
comprometida desde el vamos con la interpretación, sin fisuras y con especial
lucimiento durante todo el primer movimiento de la Trompeta solista con
magnificas intervenciones. El
“Tormentoso” que cierra esta primera parte tuvo una estupenda intervención de
los bronces y aquí cabe consignar que la acústica de la Sala Sinfónica del CCK
juega a favor de ellos por sobe el resto del orgánico. Sin embargo (y esto
ocurrió durante toda la noche) cuando los mismos no tenían intervención el
resto lucía a pleno, se percibieron absolutamente todas las familias de
instrumentos con una transparencia total y ello puso de manifiesto el ajuste
alcanzado.
Para la
segunda parte (Scherzo), se hizo cargo de la conducción el Brasileño Edson de
Toledo Piza (Filho.) Es uno de los tramos mas difíciles de la partitura, con
fuerte dominio de los valses sean estos los típicos vieneses o los “Ländler” de
la campiña Austríaca. Es una bisagra. Aquí Mahler marca una renovación,
despidiéndose del clima de sus primeras cuatro obras (en donde los elementos
folcklóricos de la campiña tienen especial preponderancia) para emplear una
escritura de mayor universalidad. Toledo Piza logró estupendas respuestas del
sector de los cornos, con el solista luciendo a pleno en sus dos decisivas
intervenciones dentro de este movimiento. En cuanto a la respuesta del orgánico
completo, tuvo momentos de absoluta intensidad, canto pleno y muy buen empaste.
Si bien en un pequeño pasaje hubo un pequeño desacople, no afecta el resultado
final de la intervención del conductor Brasileño.
La tercera y
muy decisiva parte fue confiada a Javier Mas, titular de la Sinfónica de Tres
de Febrero, trompetista de la Filarmónica de Buenos Aires y Pianista. Lleva tal
vez mas experiencia que sus otros dos colegas, hace con frecuencia repertorio
de cámara y en lo personal tuve la oportunidad de apreciarlo conduciendo de
manera excelente y con un conjunto reducido la versión de “El Barbero de
Sevilla” de Rossini para el Ensamble Lírico Orquestal que Uds. podrán hallar en
este blog. Le cupo los fragmentos de mayor vuelo poético. Hablar del Adagietto ya
es una redundancia. Tal vez sea la página mas conocida de Mahler, ya sea como
pieza individual, como fragmento de Ballet y por supuesto como parte de esta
sinfonía. Hubo “tempi” muy justo, ajuste, canto de buen vuelo. A mi juicio
puedo señalar que no enlazó la última nota de este fragmento casi cuando ya se
extingue con la primera del último a cargo del corno que es la misma y que
revelan unidad de criterio. Aun así y también mas allá de un desacople de
bronces en un pasaje, su labor fue de
excelencia y tampoco este percance desmerece en modo alguno su trabajo, el que
en la coda final fue brillante, rematando de manera contundente la entrega que
estos tres jóvenes Directores ofrecieron.
Con los
aplausos sostenidos de la concurrencia, salieron los tres acompañados por sus
profesores. Y aquí Calderón retomó la palabra para felicitar a los interpretes
y a la Orquesta, y decirle a esta que “A Mahler ya lo tienen en caja”. No podía
ser menos ya que justamente fue Calderón quien introdujo de lleno a la
Sinfónica en este repertorio, como lo hiciera desde 1969 con la
Filarmónica Que generosamente a sus
ochenta y tres años y con total sabiduría transmita su experiencia a los
jóvenes y lo haga acompañado de otra joven figura (Avila Arzuza), con una
formación diferente a la de El, pero que evidentemente también compartió en
plenitud esta labor (no olvidar que surgió a Ntro. Conocimiento en el recordado
curso de Charles Dutoit en el Colón junto a Gustavo Dudamel y a Alondra de la
Parra, interpretando en el final de ese curso “Petrouchka” de Stravinsky en la
Sala del Colón al frente de la Filarmónica), hace a que debamos aprovechar a
pleno esta circunstancia para reiterar esta experiencia y sembrar para cosechar
nuevos talentos futuros que la música clásica ya reclama.
Donato Decina
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