domingo, 19 de abril de 2020


Insólito pedido del Teatro Colón a sus abonados

EL COLMO DE LA DESFACHATEZ
Martha CORA ELISEHT

            A raíz de la suspensión de actividades artísticas en los más importantes teatros del mundo por la pandemia mundial de coronavirus COVID-19, los teatros líricos más importantes del planeta han enviado mails a sus abonados con motivo de la devolución del importe de sus entradas. Al no saber por cuánto tiempo más seguirá el aislamiento social preventivo en todo el mundo, las instituciones tampoco saben cuándo podrán volver a abrir sus puertas al público. Por lo tanto, y pese a las terribles pérdidas económicas, se decidió optar por una medida justa y certera.
            El Teatro Colón también optó por enviar mail a todos sus abonados, pero lo hizo con una salvedad: invitando a los mismos a donar el importe de sus localidades o al reintegro de las mismas por espectáculos que no se han brindado, según se desprende textualmente del mensaje recibido el pasado 11 de Abril, que se muestra a continuación:
¡Es hora de apoyar al Teatro Colón! 

Estimado/a amigo/a del Teatro Colón,

Le escribo personalmente estas líneas esperando que usted y sus seres queridos se encuentren bien.
Hoy nos une no sólo el amor por la cultura y el arte sino también la lucha que estamos llevando adelante juntos contra el Coronavirus (COVID-19).
En esa lucha, el sector cultural ha sido uno de los más impactados y lo seguirá siendo en el mediano y largo plazo. Aún así, tenemos muchos compromisos que seguir atendiendo con nuestros artistas, docentes, trabajadores, y con el mantenimiento de la estructura del teatro.
En este contexto, quiero proponerle participar en una campaña en favor del Teatro Colón, donando el valor de su/s entrada/s de las funciones comprendidas entre el 17 de marzo y el 30 de abril inclusive, para que nuestro querido teatro siga manteniendo su rol protagónico en la vida cultural de los argentinos.
Su donación contribuirá de manera decisiva para contener la emergencia y para que el Teatro Colón siga llegando al público, convirtiéndose en un símbolo de cooperación en beneficio de toda la sociedad.

También ponemos a su disposición la posibilidad de recuperar el dinero de sus localidades de las funciones comprendidas entre el 17 de marzo y el 30 de abril de 2020.
Sea cual fuere su elección, le agradecemos por habernos elegido y por comprender las demoras administrativas que esta situación extraordinaria pudiese ocasionar.
Estoy convencida de que sólo el aporte de todos nos permitirá salir adelante.
Es mi deseo que el arte y la cultura sigan siendo el puente que nos une. Como siempre, ¡el Teatro Colón cuenta con su apoyo!

Afectuosamente,
María Victoria Alcaraz
Directora General del Teatro Colón

            Si el Teatro Colón fuera un organismo totalmente independiente y no recibiera apoyo económico alguno del Estado, la propuesta presentada por su directora general sería justa y loable. Pero no hay que olvidar que depende del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y, por lo tanto, recibe un presupuesto abultado: sobre todo, si te tiene en cuenta quiénes son sus principales socios patrocinantes. No hace falta enumerarlos, porque figuran en todos los programas de mano  De ahí que no sepan usar adecuadamente el  mencionado recurso es otro tema.
            Quien escribe nunca se cansa de decir –tanto dentro como fuera del programa- que pese a ser el distrito más rico del país, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se gasta mucho dinero y se lo despilfarra. Prueba de ello son las numerosas  -y escandalosas- licitaciones suscintas en estos días a raíz de la compra de barbijos a un costo exorbitante o de la contratación de hoteles para que los pasajeros provenientes del exterior del país cumplan con las medidas de aislamiento social hasta poder regresar a su sitio de origen, en detrimento de los que menos tienen dentro del ejido municipal.
            Por otra parte, desde la sanción de la  denominada Ley de Autarquía –promulgada con el aval de la Legislatura Porteña- , se aprovecha –entre otras cosas- la utilización del Teatro Colón para realización de eventos empresariales, cenas de gala, desfiles de modas o espectáculos que no tienen nada que ver con el fin para el cual fue creado el mismo (Ciclo “Los Únicos”, “Star Wars” o similares), o con la incorporación de una colonia de vacaciones o el denominado “Colón para Bebés”. Los costos de estos eventos son muy caros y en numerosas ocasiones, los precios de las entradas de espectáculos supuestamente populares son inaccesibles para el público. Por lo tanto, ¿dónde queda el concepto de “Colón para Todos”, defendido por sus actuales autoridades hasta el cansancio?.... Frase hecha, pero no real.
Si sus autoridades desean realmente renovar el público del teatro y que los niños se interesen por la música clásica, hay otras maneras de hacerlo. Se eliminaron a partir de este año los descuentos para jubilados en los Abonos –cuando este segmento poblacional representa históricamente un alto porcentaje del público asistente-  y con el correr del tiempo, también se eliminó el Abono para Estudiantes Secundarios, que permitió que durante muchos años los jóvenes tuvieran acceso a la música clásica. Muchos de los actuales periodistas especializados en el tema- entre otros, esta cronista-  han sido fruto de esa alternativa otrora tan exitosa.
Por otra parte, la epidemia de COVID-19 ha perjudicado al personal que se desempeñaba en las visitas guiadas. Justo antes de la promulgación del Decreto de Necesidad y Urgencia por el Gobierno Nacional impidiendo los despidos durante la cuarentena,  la empresa ETERNAUTAS cerró abruptamente su convenio con el Colón aduciendo falta de pago por sus servicios. El resultado es que alrededor de 50 empleados perdieron su trabajo de un día para otro y como consecuencia de la tercerización, tampoco tuvieron representación por parte de algún sindicato o agremiación que pudiera ejercer su reclamo en defensa de su fuente de trabajo. Un claro ejemplo de precarización laboral.
Debido a la llegada del verano y posteriormente, la suspensión de actividades por la pandemia, parece haberse olvidado la situación que los Cuerpos Estables del Teatro tuvieron que afrontar durante el pasado mes de Diciembre. Las continuas protestas de los bailarines enarbolando sus carteles al término de las funciones de “EL LAGO DE LOS CISNES” más los conciertos por parte de la Orquesta Estable y la Filarmónica de Buenos Aires en la entrada de la calle Libertad fueron una muestra de la delicada situación que sus artistas vienen atravesando. Por lo tanto, el Colón también es un fiel reflejo dentro de lo que pasa en la CABA: se gasta mucho y mal.
Cuando la situación financiera viene bien barajada y hay ganancia, todo va bien. Pero cuando hay una crisis económica  agravada por una epidemia  y se está en época de vacas flacas, quienes ejercen la función pública tienen que demostrar que saben administrar. No sólo son incapaces de hacerlo, sino que además, apelan a la buena voluntad del abonado. Si tuvieran un poco de dignidad, renunciarían a su cargo y dejarían que otra persona capacitada lo hiciera, o al menos, que supiera administrar los recursos. Pero ni siquiera eso, sino todo lo contrario. Asumieron  una actitud digna de una caterva de impresentables.

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