domingo, 26 de abril de 2020


Impresionante producción on line del Metropolitan de New York

TODOS UNIDOS LO HICIERON POSIBLE
Martha CORA ELISEHT

            A raíz de la pandemia mundial de coronavirus COVID-19, el Metropolitan Opera House de New York convocó a más de 40 celebridades del canto lírico para organizar una Gala Virtual on line, merced al avance de la tecnología y a un esfuerzo mancomunado que implicó un capolavoro en materia de logística, conexión virtual y su correspondiente coordinación, de tal manera que cuando finalizaba un número, estaba concatenado inmediatamente con el otro –como si fueran las cuentas de un collar de perlas-. El hilo conductor estuvo representado por su Director General –Peter Gelb- y el director de la Orquesta Estable de la institución, el canadiense Yannick Trézet- Sèguin.
            El evento tuvo lugar el sábado 25 del corriente a partir de las 13 horas- hora local- y se difundió por la plataforma digital www.metopera.org. Contó con el patrocinio de la  empresa ROLEX y Mercedes T. Bass y tuvo una duración de 4 horas, dentro de las cuales participaron en vivo los siguientes artistas: Peter Mattei (Stockholm, Suecia), Roberto Alagna y Alexandra Kurzac (La Rhéiny, Francia), Anita Rachetsvitsvilli (Tbilisi, Georgia), Ildur Abrakazov (Moscú, Rusia), Michael Fabiano, Jamie Barton, Renée Flemming, Joyce Di Donato, Erin Morley, Matthew Polenzani, Lawrence Brownlee, Blue Angel, Isabel Leonard, Anthony Roth Constanzo y Lisette Oropesa (Estados Unidos), Jonas Kaufmann y  Michael Voller (Munich  y Berlín en Alemania, respectivamente), Ambroggio Maestri y Marco Armiliato (Italia), Elza Van de Heever (Montpellier, Francia), Elina Garanca (Riga, Latvia), Bryn Terfel y su esposa, la arpista Hannah Stone (Gales), Quinn Kelsey, Eileen Pérez y Howard Solomon (Toronto, Canadá), René Pappe (Dresden, Alemania), Javier Camarena y Sonia Yoncheva (Lugano, Suiza), Joseph Calleja (Mellieha, Malta), Golda Schultz (Berlín, Alemania), Günther Groisböck (Ginebra, Suiza), Nadine Sierra (España), Piotr Béczala (Polonia), Diana Damrau y Nicolás Testé; Nicole Carr y Étienne Dupuis (Francia), Steven Costello y su esposa, la violinista Yoon Kwon Costello (New Jersey, Estados Unidos), mientras que Yannick Trézet- Sèguin lo hizo desde Montreal (Canadá), dirigiendo a la orquesta Estable de la institución.
            Si bien Anna Netrebko y su esposo –el tenor azerí Yusif Eyvazov- estaban anunciados, no se pudo realizar la conexión on line. Por lo tanto, se pasaron grabaciones realizadas en Viena de esta notable pareja de artistas. También participó el Coro del Metropolitan, que ofreció una magistral versión del “Va Pensiero” de Verdi bajo la dirección de Trézet- Sèguin on line. Lo mismo sucedió con el concertino David Chan, quien desde su domicilio en New York  ejecutó de manera impecable la célebre Meditación de THAÏS de Massenet, acompañado al piano por el mencionado director de orquesta. Junto con el Intermezzo de CAVALLERÍA RUSTICANA de Mascagni y el Preludio al Acto III de LOHENGRIN de Wagner fueron los únicos segmentos orquestales de la presente Gala. Asimismo, los violistas de la orquesta rindieron un merecido homenaje al solista de dicho instrumento Vincent Lionti, fallecido recientemente a causa del coronavirus. Y lo hicieron con el aria “Ombra mai fu” de la ópera XERXES de Häendel, acompañados por la magistral voz de Joyce Di Donato.
            Para esta cronista ha sido un inmenso placer no sólo poder apreciar a esta constelación de artistas durante las 4 horas que duró el evento, sino también saber que –afortunadamente y gracias a Dios- todos ellos estaban gozando de buena salud en sus respectivos domicilios. La mayoría de ellos cantó con pianista o  algún instrumentista acompañante –salvo algunas excepciones, como Erin Morley, Günther Groisböck y Matthew Polenzani, que cantaron acompañándose con el piano-, mientras que Bryn Terfel, Nicole Carr y Steven Costello lo hicieron en compañía de sus respectivos cónyuges: la arpista Hannah Stone, el barítono Étinenne Dupuis –quien también acompañó al piano- y la violinista Yoon Kwon Costello.  Tras la presentación de Peter Gelb y de Trézet- Sèguin, quien abrió el juego fue el barítono sueco Peter Mattei desde su domicilio en Stockholm, acompañado por el acordeonista Lars David Nilsson en “Deh vieni alla finestra” de DON GIOVANNI de Mozart, seguido por el dúo formado por Roberto Alagna y su esposa, la soprano Alexandra Kurzac, quienes cantaron el dúo “Caro elisir” de L’ELISIR D’AMORE, de Donizetti. A continuación, Anita Rachetsvitsvilli impresionó con su interpretación de “Mon coeur s’ouvre à ta voix” de SANSÓN Y DALILA de Saint- Saëns. La mezzosoprano georgiana sorprendió por el color de su voz, donde tuvo un dominio perfecto de las notas graves. Si bien da los agudos característicos de una soprano dramática, su voz maduró y –a juicio de quien escribe- se encuentra en óptimas condiciones no sólo para cantar roles de mezzosoprano, sino también de contralto. Y si bien Renée Flemming ya está alejada de los escenarios, brindó una excelente versión del “Ave María” de OTELLO. Demostró que puede seguir dando recitales y que todavía el mundo puede disfrutar de su melodiosa voz. La prodigiosa coloratura de la gran Joyce Di Donato brindó una exquisita versión de la mencionada aria de Häendel en un sentido homenaje al violista recientemente desaparecido.
            Para no hacer tan larga esta nota, esta cronista pasará a contar el desempeño de los tenores que participaron en esta gala. Si bien Michael Fabiano es un buen tenor, eligió un aria difícil (“Kudá, kudá kudá vi odalilis” de EUGÈNE ONÉGUIN, de Tchaikowsky), que no le permitió lucirse plenamente en todos sus matices. Lo mismo sucedió con Jonas Kaufmann, quien eligió el aria “Rachel, quand du, Signèur” de LA JUÏVE de Hálevy, de gran carga dramática y donde –por momentos- sonó muy ajustado. En cambio, pese a que Piotr Béczala eligió la célebre “Recondita armonía” de TOSCA, su voz sonó algo ralenteada y un tanto engolada. En la grabación  de Yusif Eyvasov en Viena se lo pudo apreciar en “Che gélida manina” de LA BOHÈME. Si bien su voz es melodiosa, es chica y suena un tanto ajustada para los grandes escenarios. Naturalmente, un tenor de los quilates del maltés Joseph Calleja sonó magistralmente en la célebre aria “Ah, léve- toi, soleil!” de ROMEO Y JULIETA de Gounod. Y hubo dos tenores que fueron los mejores –según la opinión de quien escribe-: el afroamericano Lawrence Brownlee, quien desde su casa en Florida cantó un aria muy difícil por la coloratura y técnica del bel canto (“A te, o cara” de I PURITANI, de Bellini) y sorprendió gratamente. Lo mismo sucedió con Steven Costello, quien junto a su esposa interpretó la célebre “Salut, démeure” de FAUSTO de Gounod. Y como no podía ser de otra manera, el mexicano Javier Camarena descolló en otra aria monumental del bel canto: “Nel furor della tempesta” de IL PIRATA de Bellini. Matthew Polenzani se acompañó con el piano para cantar una de las canciones de “Songs of the British Islands” (“Londonderry Air”), que Bryn Terfel diera a conocer oportunamente en el Colón. Junto con el contratenor Anthony Roth Constanzo –que cantó la difícil aria de AMADIGE DI GAULA de Häendel- fueron los más destacados en materia de voces masculinas agudas.
            Además del binomio Kurzac/ Alagna,  hubo otros tres dúos vocales: el primero, formado por Diana Damrau y Nicolás Testé, quienes interpretaron la célebre “Lascita della mano” de DON GIOVANNI, de Mozart; el segundo, a cargo de la soprano Eileen Pérez y el bajo- barítono Howard Solomon, quienes interpretaron el dúo correspondiente de LUISA MILLER de Verdi, mientras que la dupla formada por Nicole  Carr y Étienne Dupuis cantaron “Baigne d’eau mes mains” de THAÏS de Massenet. Los tres sonaron muy bien, aunque la pareja Pérez/Solomon se destacó por la intensidad dramática de la mencionada aria verdiana. Y hubo dos cantantes que lo hicieron a cappella: la soprano sudafricana Elza Van der Heever, quien cantó una canción en dialecto afrikander: “Heimwee”- cuya mejor traducción al castellano sería “Nostalgias”-  y lo hizo evocando a su tierra natal con gran solemnidad. La otra fue la mezzosoprano Isabel Leonard, quien cantó magistralmente “Somewhere” de WEST SIDE STORY, de Leonard Bernstein.
            Ahora le toca el turno a los barítonos y a los bajos. Además de Peter Mattei, quien siguió fue nada más ni nada menos que el gran barítono italiano Ambroggio Maestri, quien cantó una magistral versión del aria de ANDREA CHÈNIER “Enemico della Patria”, acompañado por Marco Armiliato en piano. Ambos confesaron ser vecinos y fue un auténtico lujo el poderlos apreciar. Le siguió el barítono alemán Michael Völle, quien ofreció una memorable versión de la Canción de la Estrella Vespertina de TANNHÄUSER (“O du mein holder Abendstern”). Por su parte, Sir Bryn Terfel  cantó acompañado por su esposa en el arpa una bella canción (“If I can help somebody”), mientras que el barítono canadiense Quinn Kelsey eligió un aria de DON CARLO de Verdi (“Per me giusto e il di Supremo”). Todos lo hicieron con su maestría habitual y su insuperable técnica, al igual que los bajos. Se lo vio muy emocionado a Ildur Abrakazov –próximo a ser padre en estos días- , quien ofreció en su idioma natal una espléndida versión de Aguas Primaverales de Sergei Rachmaninov. Por su parte, el insuperable René Pappe eligió el aria de Zarastro  de LA FLAUTA MÁGICA de Mozart para hacer su presentación, mientras que el bajo austríaco Günther Groisböck se acompañó con el piano para brindar una monumental versión de Die Schweigame Frau de Richard Strauss. No sólo lo hizo magistralmente, sino que además fue capaz de sostener las notas más graves de manera prolongada hasta el final del aria.
            Además de las mezzosopranos ya mencionadas, participaron también de esta gala la letona Elina Garanca y la estadounidense Jamie Barton. Como no podía ser de otra manera, Garanca fue fiel a su repertorio con la celebérrima Habanera de CARMEN, de Bizet (“L’amour est un oiseau rebélle”), mientras que Jamie Burton sorprendió con otra aria célebre: “O Don Fatale” de DON CARLO de Verdi. Su voz también experimentó una gran transformación y puede decirse que está en condiciones de interpretar roles correspondientes a una soprano dramática. Una de las mejores que se escucharon en esta gala.
            En cuanto al desempeño de las sopranos, Angel Blue tuvo a su cargo una correcta interpretación del aria “Depuis de jour” de LOUISE, de Charpentier, mientras que la sudafricana Golda Schultz interpretó “Ci un bel sogno di Doretta” de LA RONDINE, de Puccini. Escogió un aria muy apropiada para su voz, al igual que Nadine Sierra, quien brindó una candorosa versión de “Si, mi chiamano Mimí” de LA BOHÈME. Pero hubo dos sopranos cuyas voces tuvieron una transformación espectacular: una fue Sonia Yoncheva –a quien se la vio espléndida luego del nacimiento de su segundo hijo- , quien cantó por primera vez en su carrera el célebre Canto de la Luna de RUSALKA de Dvorak y lo hizo con excelentes matices. La otra es Erin Morley –quien también se acompañó con el piano- que interpretó la difícil aria de Marie de LA FILLE DU RÉGIMENT de Donizetti (“Chacun le sait”) y lo hizo con creces, asombrando al oyente en el sobreagudo de la nota natural al final de la misma. Demostró ser una excelente músico, además de una soberbia soprano ligera.  Por supuesto, el final estuvo reservado para dos grandes: Lisette Oropesa, quien es la mejor soprano lírica de la actualidad y quien brindó una estupenda versión de “En vain j’éspère” de  ROBERT LE DIABLE, de Meyerbeer. Una auténtica demostración de buen gusto, terciopelo vocal y una coloratura espléndida. Y como no podía ser de otra manera, Anna Netrebko fue la encargada de cerrar esta magnífica gala con una grabación suya en Viena, cantando un tema de Rachmaninov (“Niet poi krasevatz kak”…) en su idioma natal. Y lo hizo con su vibración, su magnífica voz  y su maestría habituales.
            Un concierto para disfrutar una y otra vez. Merced a la tecnología y al esfuerzo mancomunado de todos estos monstruos de la lírica mundial, el Metropolitan lo hizo posible. Y todo el mundo pudo apreciarlo desde su casa por streaming en estos tiempos difíciles.

1 comentario:

  1. IMPECABLE como todos tus aportes... me asombras siempre, placer lo DEL MET....CON sus bemoles, pero un placer.

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