VERDADERAMENTE
EXCEPCIONAL
Centro
Cultural Kirchner, Auditorio Nacional: Concierto a cargo de la Orquesta
Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto”, Directora Invitada: Natalia
Salinas. Solistas: Natalia Salardino (Soprano), Nicolás Enrich (Bandoneón),
Matías Grande (Violín), Coro Nacional de Música Argentina, Director: Guillermo
Tesone. Programa: Obras de Nante, Enrich y Tolosa. 07 de Diciembre de 2022.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE.
Otro hito más
para la historia. Entiendo que es la única expresión que le cabe a este
concierto de la Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto”.
Dos estrenos mundiales uno de ellos comisionado por la propia Orquesta y una primera audición
de compositor Argentino para el medio local.
Una noche con muy gratas sorpresas y una muy apreciable cantidad de
público concurrente.
No pudo ser más afortunada la elección de
Natalia Salinas para conducir este concierto. Evidentemente la Filiberto en
estos últimos tiempos se ha sentido muy cómoda trabajando con Ella, tanto como la propia Directora con
la agrupación, y eso se evidenció con el
transcurrir de las obras.
Se ofreció en primer lugar “La Pérégrination
vers l’Ouest” de Alex Nante en primera audición argentina. Tomado de un relato
que ilustra la peregrinación de un monje budista chino hacia la India con el
fin de retornar luego a su tierra imbuido aún más en su fe. Son cinco
movimientos interpretados casi sin solución de continuidad, con un muy buen
trabajo de las sonoridades y describiendo cinco situaciones que se plantean a
lo largo de esta historia. Nante se revela como un muy buen orquestador y su
música impacta de lleno en el oyente. Salinas condujo de modo esplendido a la
Filiberto y todos los sectores de la Orquesta tuvieron pleno lucimiento a
partir de Brigitta Danko, su concertino, que obró a lo largo de la
interpretación como columna vertebral estando siempre atenta a la labor de sus
compañeros.
La segunda obra del programa fue el Doble
Concierto para Violín, Bandoneón y Orquesta en tres movimientos de Nicolás
Enrich. Aquí encontramos otra obra muy interesante en donde el compositor
(integrante además de la sección de Bandoneones de la “Filiberto”) incursiona
en el empleo de mayores formas de la música académica sin dejar de lado la esencia
“Tanguera”. El resultado es el de una obra muy bien construida en tres
movimientos. Vibrantes los de punta, más reflexivo el central. Hay en la escritura
una buena cumplimentación para los dos solistas entre sí y en el diálogo con la
Orquesta que la dupla de esta versión lo expresó plenamente. Matías Grande tuvo
muy buen sonido, expuso sin fisura alguna sus partes y Nicolás Enrich además de
revelarse como muy buen compositor extrajo lo mejor de su instrumento al
servicio de una muy buena interpretación.
Aquí la Filiberto bajo la guía de Salinas ofreció una labor nítida y un sólido
acompañamiento.
El cierre vino de la mano del estreno mundial
de “Un Hilo Sonoro” del Cordobés Juan Carlos Tolosa, que nos revela una nueva
faceta de composición de este muy buen maestro mediterráneo. Dedicada a la
memoria de Guillermo Pellicer, gran director de coros cordobés fallecido este
año y teniendo en cuenta las posibilidades tanto de la Filiberto como del Coro
Nacional de Música Argentina formado este año a partir del recordado “Coro
Nacional de Jóvenes”, Tolosa empleó un dispositivo que comienza con la
distribución en tres diferentes puntos del escenario de los tres bandoneones de
la Filiberto, los que al inicio de cada nuevo fragmento aportaran acordes a
modo de sostén que se irán trasladando a las demás secciones de la Orquesta. Tras
cada uno de esos inicios, cuyo primer fragmento es el que le da título a la obra,
interviene la voz solista acompañada por
la orquesta, mientras que el coro es sostén de la intérprete cantando las
mismas frases. Hay por momentos melodías muy nítidas que llegan muy claras al
oyente y reminiscencias hasta folckloricas. Mientras la parte central de este trabajo
contiene la estructura antes descripta, la parte final sorprende al tratarse de
una canción de cuna, una clara despedida a Pellicer, haciendo hincapié en la
frase final “Esta estrella es tuya y de nadie más”, la que en cada repetición
de la solista se va extinguiendo tanto en melodía en donde quedan solo las
cuerdas (a la usanza de Mahler en el adagio que cierra la novena sinfonía) y en
la voz que comienza a incorporar lenguaje de señas, mientras las voz se apaga y
esas señas que quedan solas en el espacio son solo interrumpidas por la
Directora apoyando su mano en el hombro de la interprete. Un
cerrado silencio con todos los gestos y notas flotando en el ambiente fue la
clara señal de concentración en el auditorio que dio paso a una sonora ovación
con público de pié a los intérpretes y al compositor quién en un momento elevó
su mirada hacia arriba en claro gesto de recordación a Guillermo Pellicer. Una
formidable labor solista de Natalia Salardino con exquisito timbre vocal y excelente
gestualidad, fue acompañada por la sólida labor del Coro Nacional de Música
Argentina, bien preparado por Guillermo Tesone y una vez más la estupenda labor
de concertación de Natalia Salinas al frente de una muy buena “Filiberto”,
agregando un nuevo eslabón más a la rica historia de este conjunto. Que vuelvan
a reiterarse noches como esta.
Donato Decina
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