domingo, 10 de diciembre de 2023

 

 

 

UNA ESTUPENDA NOCHE CON EL BARROCO

 

Ciclo Musical “Orfeo en Barracas”, temporada 2023. Actuación del Ensamble “Tempo Barroco”, Director: Fabrizio Zanella.  Solistas: Pablo Saraví-Fabrizio Zanella (Violines), María Carranza (Soprano), Matías Tomasetto (Tenor). Programa: Obras de Zipoli, Falconieri, Frescobaldi, Monteverdi y Corelli. Templo de Santa Felicitas,  09 de Diciembre de 2023.

 

 NUESTRA OPINION: MUY BUENO

 

 

  Al tomar conocimiento de que a una escasa semana de haberse retirado de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Pablo Saraví se presentaría como invitado dentro del ciclo “Orfeo en Barracas” que se desarrolla en el templo de Santa Felicitas (el actual, no el Escondido) junto al ensamble “Tempo Barroco” que dirige el violinista Fabrizio Zanella, la atracción fue inmediata. Máxime si se tiene en cuenta de que se trata de una agrupación que emplea instrumentos construidos a la usanza de la época de ese estilo, que incluye en sus filas a notables exponentes del mismo como los hermanos Manuel y Miguel de Olaso (en órgano y archilaud respectivamente) Hernán Cuadrado (en viola da gamba) y Gabriel Said (en percusión) y sumados a todos ellos las voces de María Carranza (soprano) y Matías Tomasetto (Tenor). El programa ofrecido incluyó obras que abarcaron desde el período inicial hasta llegar casi al desemboque del período tardío por lo que se denominó “Música Instrumental y Vocal en la Italia del 1600”.

 

  Tras las palabras de bienvenida del Padre Carlos Pereira, quien lució parte de sus hábitos que había empleado en la misa que había tenido lugar previo al concierto, los Maestros ingresaron a la nave central del templo antes de la escalinata del altar  y con una introducción del Director del conjunto, Fabrizio Zanella, quien de modo conciso explicó las obras a escucharse,  el conjunto, con el propio Zanella y Pablo Saraví como solistas, abordó la sonata a dos violines y bajo continuo de Domenico Zipoli. A lo largo de sus cuatro movimientos pudo apreciarse el refinamiento del grupo y  la alta calidad interpretativa de ambos solistas quienes se prodigaron en toda la obra y arrancaron del público los primeros aplausos cerrados de la noche.

 

   Seguidamente, el conjunto pasó al momento musical más extenso del concierto en donde se interpretaron una interesante selección de páginas de Andrea Falconieri, músico napolitano que vivió en el llamado “Reino de Nápoles y las Dos Sicilias” en tiempos de la dominación española.  La Integraron: “L’Eróica” (Sinfonía [hoy se la denominaría “Obertura”]) de extenso desarrollo, “La Gioiosa” (Fantasía), “La Mirándola” (Canzona), “Allemanda detta la Ciriculia”, “Gallarda a tre”, “Sinfonía Seconda”, “Bella Lisarda” y “La Mala Spina”. En dichas páginas puede percibirse una clara influencia del estilo español que caló hondo en las composiciones de esa época. El conjunto aportó instantes de muy alta calidad, tanto por el soporte brindado por los hermanos de Olaso desde sus respectivos instrumentos como por la sólida participación de Hernán Cuadrado en Viola da Gamba,  la reiteración  de las buenas intervenciones de la dupla Zanella-Saraví y sumado a todo ello los delicados momentos que desde la percusión aportó Gabriel Said, fundamentalmente en las dos danzas de cierre que de inmediato cautivaron al público, el que tributó una muy cálida y justificada ovación a los intérpretes.

 

  Entrando en el momento reservado a la voz y el ensamble, descubrimos en María Carranza a una muy delicada voz de gratísimo timbre para abordar “Se l’aura spira tutta vezzosa” de Girólamo Frescobaldi uno de los compositores fundamentales del barroco. El sobrio aporte instrumental llevó a que esta interpretación fuera estupenda en todo el sentido, tras lo cual llegó el turno del tenor Matías Tomasetto para aportar su muy buena voz en el celebérrimo “Se dolce il tormento” de Claudio Monteverdi, padre de lo que hoy conocemos como ópera. Ambas voces desarrollaron junto al ensamble una muy buena versión de “Amor, che deggio far?” del propio Monteverdi, gratísima en la escucha en otro de los instantes más logrados del concierto.

 

  Retornando a lo puramente instrumental se volvió a Falconieri con unas danzas rápidas estupendamente vertidas que hicieron el deleite del público, tras lo cual el Mtro. Zanella invitó a Pablo Saraví a que asumiera la dirección del grupo para abordar la Sonata para dos violines y bajo continuo de Arcangelo Corelli en donde Saraví dio rienda suelta a su apasionamiento por el género, secundado de manera estupenda por Zanella como el segundo violín, llegando aquí sin dudas al momento más alto de la velada.

 

    Hubo lugar para bises. Con al aporte del Violinista Javier Weintraub, invitado por el ensamble en otros conciertos de este ciclo, se tuvo el gusto de escuchar una magnífica versión del célebre “Canon” de Pachelbel y luego, ante el pedido (casi ruego) del Padre Pereira y en donde Matías Tomasetto se sumó, ahora como percusionista, otra danza rápida que enfervorizó al público constituyéndose así en el broche de oro de una dignísima velada.

 

Donato Decina

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