POR UN
INSTANTE, EL ARTE CERRO (PARCIALMENTE) LA GRIETA
Teatro Argentino
de La Plata, espectáculos fuera de sede Temporada 2018 en el Teatro Municipal
Roma de Avellaneda. Opera: “Cosi Fan Tutte”, comedia lírica en dos actos y ocho
cuadros con Libreto de Lorenzo Da Ponte y Música de Wolfang Amadeus Mozart.
Reparto: Marina Silva (Fiordiligi), Estefanía Cap (Dorabella), Constanza Díaz
Falú (Despina), Santiago Martínez (Ferrando), Pablo Bernsch (Guglielmo),
Sebastián Sorrarain (Don Alfonso). Coro Estable del Teatro Argentino de La
Plata, Director: Hernán Sánchez Arteaga, Orquesta Estable del Teatro Argentino
de La Plata. Escenografía y Vestuario: Jorge Ferrari. Iluminación: Gonzalo
Córdova. (Producción Temporada 2016 realizada íntegramente en Talleres del Teatro
Argentino de la Plata). Dirección Musical: Diego Censabella. Puesta en Escena:
Rubén Szuchmacher.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE.
Al arribar el pasado Sábado a Avellaneda, mientras
desandaba las cuatro cuadras que median entre la Av. Belgrano del Teatro
Municipal Roma, me topé con un cartel que cubría parte del frente del edificio
del Instituto Municipal de Teatro, en el cuál el Intendente Municipal del
Distrito, Ing. Jorge Ferraresi, acusaba a la Gobernadora Provincial María
Eugenia Vidal del recorte de fondos que motivan una reducción presupuestaria
para las actividades de Enseñanza Artística. Al llegar finalmente a la Sala,
atendido con la cordialidad de siempre por el personal de la misma y por la
Encargada de Prensa de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, la Lic.
Josefina Uner, me entregan el programa
de Mano confeccionado en La Plata por el Teatro Argentino y figuran en su
reverso las Autoridades Provinciales pero no las Municipales. ¿Casualidades Ambas?.
Sería deseable que no, máxime cuando hay programado un espectáculo del Ballet
Estable del Argentino también en el Roma y ya de por si es alentador de que mas
allá de estos lamentables desencuentros se envíen producciones de una
institución provincial a un municipio gobernado por un frente absolutamente
antagónico al oficialismo gobernante en la Provincia.
Al iniciarse
el espectáculo comprobé con satisfacción dos cosas:
1º) Que la extraordinaria producción de Rubén
Szuchmacher se acopló de manera estupenda al escenario del Teatro Roma. Fue un deleite apreciar una puesta colorida,
llena de vida con vestuario acorde a la puesta (realizada por Jorge Ferrari) y
una iluminación a tono con lo anterior, plena de brillo (realizada por Gonzalo
Córdova)
2ª) Que la remodelación que se le efectuó a la Sala
del Roma entre el 2013 y el 2015, realizada no solo con fondos Municipales,
sino que también incluyeron aportes Nacionales y Provinciales decididos por las
respectivas autoridades de ese entonces, dio sus frutos. Fue un placer escuchar
el sonido de la Estable Platense situada en el remodelado foso (Una de las
cuatro mejores Orquestas Sinfónicas Argentinas), las voces corrían por la sala
de manera formidable, por lo que de ninguna manera quedó afectada la magnífica
acústica que al Roma se le reconoce.
Al unirse
estas cosas mencionadas, podemos decir
entonces que durante el espectáculo nos olvidamos de la grieta y por fin
hablaremos solo de Arte.
Por tratarse
de una clásica Comedia de Enredos “Cosi…” resiste perfectamente un
“aggiornamento”. Szuchmacher la situó alrededor de los años cuarenta a
cincuenta del pasado siglo, de ahí los colores,
los vestidos que me hicieron recordar a la aparición de las telas de
fibra sintética causando sobre todo en el elenco femenino el efecto acampanado
que todo vestido nuevo de esa época presentaba. Los hombres lucieron
vestimentas militares acordes con sus personajes y, llamativamente, ropas de
cuero en el cambio de roles. Despina como la clásica “Mucama” luciendo sus
uniformes de diario y de gala y Don Alfonso caracterizado como un veterano
hombre mas de Puerto que de Mar. Las marcaciones de todos, los desplazamientos
escénicos, el movimiento de los figurantes, con la responsabilidad en estos de
realizar los movimientos de objetos en los cambios de cuadro fueron sumamente
precisos y dieron dinámica a la acción. Se podría decir que tal vez se excedió
en el uso de la danza para rematar algún gag o alguna secuencia. De todos modos
no disminuye en nada el acierto de su
labor
En cuanto a
los interpretes vocales, todos lucieron a pleno, todos mostraron dotes para la
comedia y se los vio absolutamente sueltos, por lo que fue una actuación espontánea y sin
sobrecargas, también logro compartido con Szuchmacher.
Vocalmente entonces, digamos que Marina Silva descolló
en Fiordiligi, con presencia escénica,
canto franco y sin fisuras, línea melódica impecable, demostrando que también
puede abordar Mozart con la misma solvencia que a Verdi, Leoncavallo o Dvorak.
Santiago Martínez ya es la revelación de esta temporada. A su triunfo en el
“Stabat Mater” de Rossini, se suma ahora este Ferrando de impecable factura.
Voz fresca, impecable fraseo, adecuado a este repertorio que tanto como el
rossiniano son para El. ¡Bravo!. Constanza Díaz Falú como Despina, literalmente
hablando, se “Comió” la cancha. Magnífica actuación, dotes de comedia, voz
estupenda, memorables impostaciones para El Médico y El Notario. Sebastián
Sorrarain como Don Alfonso estuvo en su salsa y tuvo el Physique du Rol ideal.
Imponente tarea. Pablo Bernsch hizo divertir al público como Guglielmo con una
actuación memorable, rematada en el momento en que descubre la infidelidad de
Fiordiligi, meritoria labor. Y Estefanía Cap fue de menor a mayor, con timbre
algo tirante al comienzo para luego sí, asentarse y estar al mismo nivel del
resto, mostrando sobradas condiciones para este tipo de roles.
En el aspecto
musical, observamos a un Diego Censabella mas maduro como conductor con
momentos de notable acierto en la
concertación. Ida y Vuelta permanente con el Palco Escénico, magnífico ajuste
de Orquesta, en algunos casos debería darle mayor dinámica ya que “Cosi…” es un
muy buen trabajo de Mozart, pero por momentos tiene algunos baches de escritura
como en los extensos fragmentos de segundo acto de Soprano y tenor y es allí en
donde hay que actuar, empero su labor fue muy buena. El Coro Estable, aun en
sus breves intervenciones, lució a pleno sabiamente guiado por otro especialista
en éste repertorio como Hernán Sánchez Arteaga.
El final nos
deparó la alegría de comprobar que durante la función nos olvidamos de las
grietas y disfrutamos de un notable espectáculo.
Donato Decina
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