martes, 24 de abril de 2018



POR UN INSTANTE, EL ARTE CERRO (PARCIALMENTE) LA GRIETA

Teatro Argentino de La Plata, espectáculos fuera de sede Temporada 2018 en el Teatro Municipal Roma de Avellaneda. Opera: “Cosi Fan Tutte”, comedia lírica en dos actos y ocho cuadros con Libreto de Lorenzo Da Ponte y Música de Wolfang Amadeus Mozart. Reparto: Marina Silva (Fiordiligi), Estefanía Cap (Dorabella), Constanza Díaz Falú (Despina), Santiago Martínez (Ferrando), Pablo Bernsch (Guglielmo), Sebastián Sorrarain (Don Alfonso). Coro Estable del Teatro Argentino de La Plata, Director: Hernán Sánchez Arteaga, Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata. Escenografía y Vestuario: Jorge Ferrari. Iluminación: Gonzalo Córdova. (Producción Temporada 2016  realizada íntegramente en Talleres del Teatro Argentino de la Plata). Dirección Musical: Diego Censabella. Puesta en Escena: Rubén Szuchmacher.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.


Al arribar el pasado Sábado a Avellaneda, mientras desandaba las cuatro cuadras que median entre la Av. Belgrano del Teatro Municipal Roma, me topé con un cartel que cubría parte del frente del edificio del Instituto Municipal de Teatro, en el cuál el Intendente Municipal del Distrito, Ing. Jorge Ferraresi, acusaba a la Gobernadora Provincial María Eugenia Vidal del recorte de fondos que motivan una reducción presupuestaria para las actividades de Enseñanza Artística. Al llegar finalmente a la Sala, atendido con la cordialidad de siempre por el personal de la misma y por la Encargada de Prensa de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, la Lic. Josefina  Uner, me entregan el programa de Mano confeccionado en La Plata por el Teatro Argentino y figuran en su reverso las Autoridades Provinciales pero no las Municipales. ¿Casualidades Ambas?. Sería deseable que no, máxime cuando hay programado un espectáculo del Ballet Estable del Argentino también en el Roma y ya de por si es alentador de que mas allá de estos lamentables desencuentros se envíen producciones de una institución provincial a un municipio gobernado por un frente absolutamente antagónico al oficialismo gobernante en la Provincia.

  Al iniciarse el espectáculo comprobé con satisfacción dos cosas:

1º) Que la extraordinaria producción de Rubén Szuchmacher se acopló de manera estupenda al escenario del Teatro Roma. Fue  un deleite apreciar una puesta colorida, llena de vida con vestuario acorde a la puesta (realizada por Jorge Ferrari) y una iluminación a tono con lo anterior, plena de brillo (realizada por Gonzalo Córdova)
2ª) Que la remodelación que se le efectuó a la Sala del Roma entre el 2013 y el 2015, realizada no solo con fondos Municipales, sino que también incluyeron aportes Nacionales y Provinciales decididos por las respectivas autoridades de ese entonces, dio sus frutos. Fue un placer escuchar el sonido de la Estable Platense situada en el remodelado foso (Una de las cuatro mejores Orquestas Sinfónicas Argentinas), las voces corrían por la sala de manera formidable, por lo que de ninguna manera quedó afectada la magnífica acústica que al Roma se le reconoce.

  Al unirse estas cosas  mencionadas, podemos decir entonces que durante el espectáculo nos olvidamos de la grieta y por fin hablaremos solo de Arte.

  Por tratarse de una clásica Comedia de Enredos “Cosi…” resiste perfectamente un “aggiornamento”. Szuchmacher la situó alrededor de los años cuarenta a cincuenta del pasado siglo, de ahí los colores,  los vestidos que me hicieron recordar a la aparición de las telas de fibra sintética causando sobre todo en el elenco femenino el efecto acampanado que todo vestido nuevo de esa época presentaba. Los hombres lucieron vestimentas militares acordes con sus personajes y, llamativamente, ropas de cuero en el cambio de roles. Despina como la clásica “Mucama” luciendo sus uniformes de diario y de gala y Don Alfonso caracterizado como un veterano hombre mas de Puerto que de Mar. Las marcaciones de todos, los desplazamientos escénicos, el movimiento de los figurantes, con la responsabilidad en estos de realizar los movimientos de objetos en los cambios de cuadro fueron sumamente precisos y dieron dinámica a la acción. Se podría decir que tal vez se excedió en el uso de la danza para rematar algún gag o alguna secuencia. De todos modos no disminuye  en nada el acierto de su labor

  En cuanto a los interpretes vocales, todos lucieron a pleno, todos mostraron dotes para la comedia y se los vio absolutamente sueltos, por lo  que fue una actuación espontánea y sin sobrecargas, también logro compartido con Szuchmacher.

Vocalmente entonces, digamos que Marina Silva descolló en Fiordiligi, con  presencia escénica, canto franco y sin fisuras, línea melódica impecable, demostrando que también puede abordar Mozart con la misma solvencia que a Verdi, Leoncavallo o Dvorak. Santiago Martínez ya es la revelación de esta temporada. A su triunfo en el “Stabat Mater” de Rossini, se suma ahora este Ferrando de impecable factura. Voz fresca, impecable fraseo, adecuado a este repertorio que tanto como el rossiniano son para El. ¡Bravo!. Constanza Díaz Falú como Despina, literalmente hablando, se “Comió” la cancha. Magnífica actuación, dotes de comedia, voz estupenda, memorables impostaciones para El Médico y El Notario. Sebastián Sorrarain como Don Alfonso estuvo en su salsa y tuvo el Physique du Rol ideal. Imponente tarea. Pablo Bernsch hizo divertir al público como Guglielmo con una actuación memorable, rematada en el momento en que descubre la infidelidad de Fiordiligi, meritoria labor. Y Estefanía Cap fue de menor a mayor, con timbre algo tirante al comienzo para luego sí, asentarse y estar al mismo nivel del resto, mostrando sobradas condiciones para este tipo de roles.

  En el aspecto musical, observamos a un Diego Censabella mas maduro como conductor con momentos de notable acierto  en la concertación. Ida y Vuelta permanente con el Palco Escénico, magnífico ajuste de Orquesta, en algunos casos debería darle mayor dinámica ya que “Cosi…” es un muy buen trabajo de Mozart, pero por momentos tiene algunos baches de escritura como en los extensos fragmentos de segundo acto de Soprano y tenor y es allí en donde hay que actuar, empero su labor fue muy buena. El Coro Estable, aun en sus breves intervenciones, lució a pleno sabiamente guiado por otro especialista en éste repertorio como Hernán Sánchez Arteaga.

  El final nos deparó la alegría de comprobar que durante la función nos olvidamos de las grietas y disfrutamos de un notable espectáculo.

Donato Decina

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