TRADICIÓN SINFÓNICA DE ALTO NIVEL
Descollante
interpretación de la Orquesta Estatal de Rusia en el Teatro Coliseo
El Ciclo Nuova
Harmonía ofreció su segunda función de Abono el pasado 23 del corriente en
el Teatro Coliseo, donde se presentó la Orquesta Sinfónica Estatal de Rusia
“EvgenySvetlanov”, bajo la dirección de TerjeMikkelsen, con la participación
del pianista PhilippKopachevsky.
El programa comprendió las siguientes obras: Suite
n° 1 de Peer Gynt, de EdvardGrieg; el
Concierto n° 2 para piano y orquesta
de Sergei Rachmaninov y la Sinfonía n° 5
en Mi menor, Op.64 (“Los Presagios del Destino”), de PiotrTchaikowsky.
En todo momento, la orquesta descolló desde los
primeros compases del primer número de la Suite n° 1 de Peer Gynt (“La mañana” o Morgenstemming, en su idioma original), logrando un colorido impecable en los
tonos graves, a lo cual, se le suma el contrapunto de violines y violas en los
agudos. Hubo un perfecto equilibrio de las maderas y cornos en los trinos y un
magnífico cierre del mencionado número. Pero en lugar de continuar con la Muerte de Aase, Mikkelsen siguió con la Danza de Anitray, posteriormente, para
sorpresa de todos los oyentes, continuó con El
Regreso de Peer Gynty el célebre Lamento
de Solveig. Ambos números pertenecen a la Suite n° 2 de la mencionada obra
y, si bien no estaban incluidos en el programa, la orquesta los ejecutó
magníficamente, con una sonoridad impecable en los tutti del Regreso y en el
Cantabiledel Lamento de Solveig. Finalmente, cerró con En la cueva del Rey de la Montaña, donde el pizzicato que abre dicha pieza- a cargo de violoncellos y
contrabajos, seguidos de fagotes- sonó espectacularmente bien. Al sumarse el
resto de los instrumentos en el crescendo
que representa la danza de los trolls–
duendes maléficos, en la mitología noruega- la orquesta brilló en el tuttifinal.
Al dirigir esta obra de memoria, Mikkelsen se ganó los aplausos por parte del
público.
El pianista PhilippKopachevsky no sólo sorprendió
por su juventud, sino también por su pulsación, puesta de manifiesto desde los
primeros 8 compases que abren el Concierto
n° 2 de Rachmaninov – a cargo del solista- . Posteriormente, también
sorprendió por su digitación y técnica, al igual que por su entusiasmo – por
momentos, exagerado en demasía- en su interpretación. No obstante, al ejecutar
el 2° movimiento (Adagio sostenuto) lo
hizo con gran maestría y calidad interpretativa, sin caer en excesos, lo que se
mantuvo hasta el final de la obra. La orquesta lo acompañó creando un diálogo
perfecto con el instrumento solista durante todo el concierto, en una impecable demostración de equilibrio. Esto
se puso aún más de manifiesto en el celebérrimo 3° movimiento (Allegro scherzando) y, hacia el final,
el público estalló en aplausos. Kopachevsly interpretó como bis la Danza Húngara n° 4 de Johannes Brahms,
donde una vez más deslumbró con su interpretación, demostrando ser heredero
legítimo de la escuela pianística rusa.
De todas las sinfonías de Tchaikowsky, la 5° Sinfonía en Mi menor presenta un leitmotiv que aparece en sus 4
movimientos: el Destino (introducido desde el inicio de la misma por los
clarinetes, seguido por las cuerdas graves, en el Andante, y posteriormente, desarrollado en los distintos
movimientos). En este aspecto, la orquesta demostró poseer una larga tradición
académica intacta, logrando una interpretación sublime del Allegro con animay el Andante
cantabiledel 2° movimiento (introducido en forma magistral por corno
solista). Todos los instrumentistas se
lucieron en sus diferentes solos, en una interpretación deslumbrante e
impecable. Esto se puso aún más de manifiesto en el célebre vals del 3°
movimiento (Vals: allegro moderato), donde
el tema del Destino aparece solapado hacia el final del mismo. Por último, el Allegro vivace del 4° movimiento sonó de
manera apoteótica y sublime, interpretado con pasión por parte del director y de
los músicos. De más está decir cuál fue la respuesta del público hacia el
final: los aplausos y los vítores estallaron, ovacionando a cada uno de los
solistas a medida que el director los iba señalando.
Con una orquesta de semejante magnitud, no podía
faltar un bis. En este caso, la Obertura
de Russlan y Ludmilade MikhailGlinka
fue sumamente apropiado, ya que la orquesta venía de interpretar un Allegro vivace y siguió con un Molto presto vivacissimo, característico
de esta obra. Hacía rato que no se interpretaba en los habituales programas de
conciertos locales, de modo que también fue muy esperado y ovacionado.
Durante prácticamente 30 años, EvgenySvetlanov fue
director estable de la ex Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS (actual
Orquesta Sinfónica Estatal de Rusia), imponiéndole su sello y su estilo
personales. Fue un director extraordinario, experto en clásicos de su país, que
le imprimió su estilo, su impecable fraseo y que no sólo realizó escuela en su
manera de interpretar las obras, sino que además, las grabó casi todas en la
famosa Antología de Música Clásica Rusa para el sello MELODIYA. Tras su
desaparición física, la Orquesta que tanto amó y dirigió hoy lleva su nombre.
Un justo homenaje al Maestro, en el marco de una tradición sinfónica que
perdura con el mismo brillo que él supo imponer y que persiste con el paso de
los años.
Martha CORA ELISEHT
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