UNA
SINFONICA Y UN POLIFONICO NACIONALES RENOVADOS, RINDIERON HOMENAJE A LA PATRIA
(VERICUETOS APARTE)
CCK-Sala
Sinfónica: “Velada Patriótica en homenaje al 208º aniversario de la Revolución
de Mayo”. Actuación de la Orquesta Sinfónica Nacional, Dirección: Mariano
Chiacchiarini. Coro Polifónico Nacional, Director a Cargo: José María Sciutto.
Solistas: Marcelo Ninsiman (Bandoneón)-Daniel Kerlleñevich (Clarinete), Laura
Penchi (Soprano), Florencia Machado (Mezzosoprano), Enrique Folger (Tenor),
Mario de Salvo (Bajo). Programa: Obras de López y Planes-Parera, Ninsiman,
Piazzolla y Bruckner. 25 de Mayo de 2008.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE.
Es
cierto que hubo “desprolijidades”: Media hora de atraso respecto a la anunciada
para el inicio. Dificultades para conformar el programa (se había anunciado
como obra de fondo la cantata “Martín Fierro” de Juan José Castro como homenaje
a Este [Titular de la Sinfónica Nacional entre 1956 y 1960] al conmemorarse el
Cincuentenario de su fallecimiento, y no se pudo realizar porque la editorial
musical representante de los sucesores de Castro reclama el pago de años de
atraso en concepto de derechos de autor y alquiler de partituras . Aunque a último momento se realizó un pago parcial,
no se contaba con tiempo suficiente para prepararla y ensayarla. Y ya que hablamos de ensayo, parece que la
reunión Macri-Gabinete Económico del Jueves 24 en ese lugar impidió de llevar a
cabo el ensayo general, por lo que no es de extrañar que la demora de inicio se
debió a que se estaba realizando sobre la hora esto último, y entonces en lugar
de “Martín Fierro”, apareció el “Tedeum” de Bruckner en los atriles) y reorganización de preparativos, se pudo
efectuar al fin un homenaje a la Gesta de Mayo a cargo de dos de los Organismos
Estables de Música de la Nación junto a excelentes solistas y muy buenos
resultados artísticos.
Mariano Chiacchiarini, el Joven Conductor
Nacional residente en Europa tuvo a su cargo la responsabilidad de la
concertación, encontrándose con una Orquesta Sinfónica Nacional renovada, con
muchas caras nuevas y jóvenes en sus atriles, pero que pareciera lucir vigorosa
gracias a esa renovación, la que también le alcanzó al Coro Polifónico
Nacional, en el que aparece en su grilla José María Sciutto con el burocrático
título de Director a Cargo, bajo el cual lo único que logra es oficializar la salida
del anterior Director, Ariel Alonso , y vaya a saber si es el preludio de un
nuevo concurso para elegir Titular definitivo. Mas allá de estas definiciones
(o Vericuetos), lo cierto es que Sciutto logró del Polifónico una emisión
magnífica, homogénea, por lo que solo
cabe desear que se persista en esa línea y que la estancia en el cargo de este
magnífico Director Argentino que viene
de una larga residencia y compromisos laborales de importancia en Italia sea lo
mas duradera posible.
Una muy fervorosa versión del Himno Nacional
Argentino inició el Concierto con la Orquestación que se empleó hace tres años
atrás para la inauguración de la sala, que incluye fragmentos en los que interviene el Organo
Klais de la sala, y como todos sabemos, Blas Parera (autor de la música) era
organista, por lo que esos compases sonaron muy emotivos.
Y a la música. Se convocó a Marcelo Ninsiman,
gran bandoneonista y compositor Argentino residente en Suiza. Alumno de Julio
Pane y José Luís Campana, entre otros, fue integrante del Conjunto de la
Fundación Piazzolla antes de radicarse en Europa.
De
El precisamente se escuchó “Chen’s Tango I” para Bandoneón, Clarinete y Grupo
Instrumental. Y aquí se la apreció en estreno absoluto de versión Orquestal
realizada por el propio compositor. Si en estructura es una obra de corte
“Piazzolliano”, en escritura afortunadamente es muy personal y se nota la
formación clásica del compositor con amplio desarrollo discursivo, momentos de
alternancia entre el Clarinete (Chen es el nombre del Clarinetísta al que está
dedicada) y el Bandoneón en lo que a rol solista se refiere, mas instantes de intensidad y vibración muy
interesantes. Ninsiman es un refinadísimo Bandoneonista y Daniel Kerlleñevich
aportó su experiencia y oficio para abordar la difícil escritura que el
clarinete tiene reservado en este trabajo.
A posteriori se ofreció un arreglo del propio
Ninsiman de “Oblivion” de Astor Piazzolla, de que en esencia se puede dedir que
es casi como el del propio Piazzolla para “Adios Nonino” cuando lo efectuaba
con Orquesta Sinfónica: una introducción para el Bandoneon y luego la Orquesta
acoplándose paulatinamente con un cierre en “Pianissimo”.
La Primera parte culminó con una versión
Orquestal de “ 4 for Vogler” del propio Ninsiman. Aquí encontramos un trabajo
originalmente realizado para el cuarteto “Vogler” (de ahí el título), que
contiene una profusa escritura clásica con notables influencias de Debussy,
Ravel y Stravinski mas momentos de estilo “Klezmer” o Judío, lo que le da a
este trabajo un interesante desarrollo, así apreciado por el público presente.
La segunda parte fue confiada al “Tedeum” de
Anton Bruckner en una versión mas lenta y reflexiva de lo habitual, pero que (y
aquí es merito absoluto de Chiacchiarini) mostró profundidad poco común,
homogeneidad sonora con lo que se pudieron apreciar detalles no siempre
percibidos. Si se emplearon estos “tempi”
porque había poco tiempo de preparación, la optimización que esto trajo
aparejado permitió el lucimiento de la Orquesta, del Polifónico y de los
Solistas. El “canto” Orquestal que
Chiacchiarini logró del Conjunto lleva a que consideremos esta versión como una
de las mejores escuchadas en Buenos Aires en mucho tiempo. Y una vez mas
también resalto que el Organo Klais da otra perspectiva a la interpretación. La
Coda final con ese estallido de júbilo del Coro y los Solistas con el Organo de
fondo fue conmovedora. Párrafo aparte, la intervención solista del Violín
acompañando el fragmento solista del tenor, tuvo en Xavier Inchausti (en el
Concierto Concertino de la Nacional) al solista perfecto. Y en lo vocal, Laura
Penchi, Florencia Machado y Mario de Salvo efecturon con categoría sus intervenciones,
pero la parte de tenor es la mas dificultosa y aquí Enrique Folger a cuarenta y
ocho horas antes de cantar Radames en el Colón se prodigó de manera absoluta
con total generosidad de sus medios vocales, por lo que su intervención fue
superlativa.
No habremos tenido un programa cien por
ciento Argentino, pero las ganas, la calidad y la entrega de todos los
participantes, le dieron a la velada jerarquía, y a la Patria el homenaje que
bien se merece.
Donato Decina
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