martes, 13 de noviembre de 2018

LUCIO STEFAN VLADAR EN EL CIERRE DEL MOZARTEUM “Mozarteum Argentino”, Ultimo Concierto del Primer Ciclo de la Temporada 2018. Actuación de la Orquesta de Cámara de Viena, Piano y Dirección: Stefan Vladar. Programa: Obras de Stravinsky, Mozart, Part y Grieg. Teatro Colón, 12 de Noviembre de 2018. NUESTRA OPINION: MUY BUENO. En un cierre acorde con la muy buena temporada desarrollada, el Mozarteum Argentino logró una vez mas para Sí el concurso de la Orquesta de Cámara de Viena, agrupación de 72 años de existencia, la que por séptima vez vino al país siempre dentro de los ciclos de la Entidad Organizadora. Ya no serán las batutas de Philippe Entremont o Heinrich Schiff, pero acorde con la categoría del Conjunto, Stefan Vladar, Pianista y Director de orquesta Austríaco, la conduce desde el año 2008 y debe decirse que ha logrado una estupenda relación de “complicidad” con los instrumentistas de la agrupación , expresada desde los mas mínimos gestos, detalles, marcaciones precísas, intensidades, lo que se dice todo al servicio de la interpretación de la música. Un programa por demás interesante se dispuso sobre el escenario del Colón. La apertura se produjo con el “Concierto para Cuerdas” en Re mayor, del año 1946 de Igor Stravinsky. Epoca en la que el compositor abreva en un “retorno a las fuentes”, partiendo de las formas mas antíguas de la música como en este caso el “Concerto Grosso”, sus tres moimientos transitan una escritura de época, aun cuando el Compositor no prescinde en absoluto de agregar sus rasgos mas personales. La Orquesta se mostró muy ajustada. Vladar hizo un trabajo pleno de equilibrio sonoro y por momentos le extrajo un sonido muy compacto al conjunto, marcando un buen inicio, muy bien recibido por el público. En su doble rol de Solista y Director, Vladar se reservó para Sí el Concierto Nº 12 en la mayor del catálogo Kv.414 de Mozart. Obra de un Mozart pleno a los 26 años, escrito para Piano y soporte de cuerdas, tuvo en sus movimientos “de punta” (Allegro y Allegretto) un enfoque decididamente renovador, acorde con las tendencias actuales de interpretación, por lo que sonó fresco, vital. Vladar posee una técnica magnífica, muy seguro en la digitación y muy cómodo en el doble rol de Solista/Director, con un conjunto atento y disciplinado en todo momento. Sín embargo el Andante central fue expuesto de manera llamativa a un “tempi” un tanto mas lento, casi a la antígua usanza. No se entiende el porque de esa decisión. Tal vez por sentirse más cómodo , Vladar optó por hacerlo así. Pero este pasaje quedó absolutamente “descolgado” del resto. En cambio, los reiterados aplausos del público obligaron a Vladar a un “Bis” y este fue una de las “Consolaciones” para Piano de Liszt, magníficamente interpretada, con profundidad , un clima estupendamente construido en cuanto a intimidad y una técnica magistral. Un glorioso y prolongado silencio tras el final, valió casi mas que la ovación posterior en si misma. La segunda parte nos trajo en el comienzo a uno de los mas notabes creadores de la actualidad: Arvo Part. Y de el se escuchó “Silouan’s Song”, Obra de 1991, escrita para homenajear a Silouan de Athos, monje del convento Ortodoxo de San Panteleimon del Monte de Athos, quien es autor de un poema que actuó en Part como disparador de esta obra, vibrante, enérgica, pero de un sorprendente desenlace, casi como “flotando” en al aire. Fue magnífica la respuesta del público, el que con un sostenido aplauso recibió la labor. Luego volver a Mozart de la mano del Divertimento Kv. 136, el que fue abordado de manera muy dinámica, aunque a mi entender luego del Concierto para Piano y Orquesta casi como que no era necesario incluír una obra más del genio de Salzburgo. De cualquier forma, la calidad estuvo siempre presente. El Cierre formal tuvo lugar con una interesante versión de la Suite “De los Tiempos de Holberg” de Edward Grieg. Vladar le dio el “tempi”justo, mostró la rica y colorida paleta que la obra tiene y el conjunto brindó lo mejor de si mismo. La sostenida ovación que el público les tributó al Director y al conjunto, hizo que el primero hiciera una “concesión” mas que un “bis” y aclaró que sería el único para luego poder retirarse ellos a descansar. Un movimiento Mozartiano hecho con categoría. Cierre perfecto de la noche y broche de oro para las excelentes temporadas que el Mozarteunm siempre aporta a Ntro. Medio. Donato Decina

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