HACIA UN LENGUAJE
MUSICAL LIBRE
Transmisión
vía streaming desde el Kyoto Kamigamo Shirine (Japón). Esteban Benzecry: “Garasha”
(Mono-Opera en cinco actos con libro de Noboru Yohoshima): Intérpretes: Ayako
Tanaka (Garasha), Takeshi Masu
(Actor-Shosai Ogasawara). Conjunto Instrumental. Diseño de telón posterior:
Shihoko Fukumoto. Puesta en Escena: Matteo Mazzoni. Producción: Ayako Tanaka.
Dirección de Camaras: Yukihide Kawamoto. Vista el 01 de Diciembre de 2020.
NUESTRA OPINION: MUY BUENA.
En un año en
el que se celebran los aniversarios de llegadas de la expedición Española de
Hernando de Magallanes-Juan Sebastián Elcano, a sus descubrimientos en las
costas del Pacífico (Llámense Guam, Filipinas e Islas Marianas, más la
desaparición del primero en las Molucas), la presencia de religiosos de la
Orden Jesuita, los que llevaron desde México a Lejano Oriente la prédica
católica en cada expedición española y la constitución de lo que se llamó la
Ruta Roja Española de la Seda, el estreno de “Garasha” de Esteban Benzecry con
libro de Noboru Yokoshima que cuenta con textos en japonés y español antiguo,
quizás sin proponérselo, suma aún más a la significación de este aniversario,
ya que el punto de partida lo constituye justamente la narración hecha por un
sacerdote jesuita de la historia de Tama Hosokawa quién al convertirse al
catolicismo es bautizada con el nombre de Garasha (Gracia) Hosokawa. Casada con
Tadaoki Hosokawa a la edad de 15 años, madre de seis hijos, una traición del
padre de ella en contra de su señor, Oda Nobunaga, a quien asesina, la
convierte automáticamente en hija de un traidor y por ello pasible de la
separación de su esposo. Este no deseaba finalizar el vínculo y la envía con
algunos sirvientes a las montañas cercanas a la hoy Kyoto en donde por el lapso
de dos años permaneció oculta. Tras ese tiempo fue luego trasladada a Osaka en
donde una celda fue su alojamiento. Una criada convertida al catolicismo era el
vínculo con la palabra y la fe. Enterado su esposo de estas conversaciones, también
El aclaraba las ideas con un amigo suyo igualmente convertido a la fe
cristiana. Una proclama anti católica de Toyotomi, señor del lugar, convenció a
Tama de convertirse finalmente al
cristianismo y su esposo, enterado de
ello, señalo que su vida corría peligro y si fuera hallada debería
matarse. Garasha conversa con los
sacerdotes del lugar. Estos les refieren que el suicidio es pecado mortal para
el catolicismo, lo que a pesar de que el peligro había mermado, deja una marca
en su convicción religiosa para el futuro. La muerte de Toyotomi, trajo
aparejado una lucha de facciones por el poder quedando el territorio por El
dominado dividido en dos. Togokawa era el líder de la parte este, con quien el
esposo de Garasha estaba enrolado y Mitsunari en el Oeste. Este último decide
invadir el Este, asaltar Osaka y atacar el castillo en el que Garasha residía.
Su esposo dejó a los sirvientes la clara orden de que si los enemigos
intentaban tomarla, debían matarla de inmediato. Cuando ello ocurrió, Shosai
Ogasarawa, retén de la familia, dio muerte a Garasha, quien afrontó el momento con
suprema serenidad, tras lo cual todos los ocupantes del lugar se quitaron la
vida.
Justamente el retén es quien hace las veces
de narrador de la historia y quien la cierra, exaltando las virtudes de la
abnegada mujer antes de darse muerte. Es el hilo conductor, mientras que a la protagonista
le quedan reservados los textos que emanan en cada paso de la historia. Los actos
son breves pero muy efectivos. Esteban
Benzecry nos refirió en De Paraíso para Usted todo esto en el reportaje que nos
concediera con motivo del lanzamiento de su CD monográfico. Es una obra surgida
en medio de la pandemia y pensada para las virtudes vocales de Ayako Tanaka.
Hay momentos de “Vocalise” en los cuales surge una melodía entonada que es el
hilo musical de la historia desde la apertura y el cierre. La transparencia de
la voz, la dulzura de su timbre y su expresividad actoral hacen que Tanaka
desarrolle una faena estupenda. Takeshi Masu es un muy buen actor con excelente
gestualidad y muy buen decir, conmueve desde la dureza de su personaje su
narración de los momentos finales de la vida de Garasha y de todo esto saca
provecho el Director Escénico Matteo Mazzoni poniendo en los lugares justos a los personajes y captar la esencia e idiosincrasia
del Japón de esa época. La sencilla iluminación no hace más que resaltar la
carga dramática mediante el uso de los claroscuros, los contrastes y las
transfiguraciones. Y ya en penumbras, el imponente marco de fondo del Templo de
Kyoto, Patrimonio histórico de la Humanidad, otorga más fuerza aún a la
narración.
Ingresando de lleno a lo musical,
Esteban Benzecry sorprende al tomar elementos del folcklore del Japón, con los
que construye un muy sólido discurso, sumando también algunas pinceladas de ritmos
americanos que se perciben en algunos momentos. También hay otros, en las
escenas más intimas en las que hay un trabajo minimalista. El resultado final
es un lenguaje más universal hacia el
que el compositor se proyecta, logrando un avance enriquecedor en su producción
musical. La labor de equipo que quedo expuesta en la transmisión, logra
mostrarle al espectador el drama, los dilemas espirituales y morales y la
fuerza de voluntad de la protagonista que acepta su destino convencida en la
salvación de su alma por la fe y el logro de la vida eterna después de la
muerte. Vale también para la labor de Yukihide Kawamoto, muy buen director de
cámaras, quien logró con sus imágenes destacar
todos estos aspectos. Una nueva faceta de Esteban Benzecry. Bienvenida sea.
Donato Decina
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