Le Roi s'amuse en el
teatro I.F.T. (Rigoletto)
Comentarios de
Eduardo Casullo
Miembro de ACMA
Basada originalmente
en la obra de Víctor Hugo, Rigoletto sufrió muchísimo la tarea de la censura.
Hubo que sacarla de Francia y trasladarla a Mantua, cuyo ducado había desaparecido
hacía mucho tiempo, con lo cual se suponía que la figura del Rey de Francia
transformada en el Duque de Mantua no podría ofender a nadie. El libro de Víctor
Hugo había sido prohibido y el título, desde el original de Víctor Hugo hasta
el final, cambió de nombre varias veces. Se llamó también “La Maldición” hasta
que finalmente quedó “Rigoletto”.
Luego de grandes
discusiones con la censura, se firma el contrato con La Fenice para su estreno
en 1851.
Esta obra fue cantada
a lo largo de su historia por los más grandes intérpretes de todos los tiempos,
siendo memorables las de Leonard Warren, María Callas, Alfredo Kraus, Sherrill
Milnes, a quien tuvimos la oportunidad de ver en el Teatro Colón, Pavarotti,
Domingo, Ana Moffo, etc.
La versión presentada
por Celebrarte estuvo plagada de aciertos en lo escénico aunque, seguramente por
las dimensiones del escenario, en la gran fiesta del primer acto no se bailó el
“Perigordino” como fondo de la trama.
La orquesta sonó
convincentemente acorde con lo escrito por Verdi; recordemos que su orgánico es
el siguiente: la orquesta exige 2 flautas (flauta 2 dobla flautín), 2 oboes (oboe
2 dobla corno inglés), 2 clarinetes, 2 fagotes, 4 trompas en Mib, Re, Do, Lab,
Sol, y Fa, 2 trompetas en Do, Re, y Mib, 3 trombones, cimbasso, 12 timbales,
bombo y címbalos, y cuerdas. Fuera de escena: banda, bombo, 2 campanas, máquina
de truenos. En escena: violines I y II, violas y contrabajos.
En este caso la parte de los instrumentos fuera de escena
los ejecutó la misma orquesta desde el foso.
Pero centrándonos en
los personajes:
El duque de Mantua
(tenor lírico)
Rigoletto, bufón de
la corte (barítono dramático)
Gilda, hija de
Rigoletto (soprano de coloratura)
Sparafucile, sicario
(bajo)
Maddalena, hermana de
Sparafucile (mezzosoprano o contralto)
Giovanna, acompañante
de Gilda (mezzosoprano)
El conde Monterone
(barítono)
Marullo, caballero
(barítono)
Borsa, cortesano
(tenor)
El conde Ceprano
(bajo)
Condesa, esposa de
Ceprano (mezzosoprano)
Nobles, cortesanos
(Coro de hombres: tenor y bajo)
Es importante
destacar que esta primera producción con orquesta de Celebrarte eleva muchísimo
el nivel de la compañía.
El rol de Rigoletto,
a cargo de Marcelo Iglesias Reynes, fue realmente de una magnitud y carácter
excelente, no solo en lo vocal sino en la difícil parte dramática de la
actuación, que convenció a lo largo de toda la partitura.
Paula Alba en el rol
de Gilda, mostró una afinación perfecta y, aunque su voz no es de gran volumen,
su trabajo fue de total corrección.
El tenor Cristian
Karim Taleb posee una voz potente y bien timbrada, aunque peca por exceso de
volumen. Algo común en muchos cantantes es cantar las arias hacia el público,
casi al borde del proscenio, lo cual anula toda la dirección que esos momentos
tienen que tener para que sean creíbles. También el exceso de volumen impidió
que el famoso cuarteto del tercer acto se oyera equilibradamente. Lo mismo
cuando, en el mismo acto, canta desde un interno, su voz parecía venir del
proscenio y no a lontano. También sucede, cuando se dispone de este gran
volumen, que muchos agudos parecen crecidos.
La mezzo soprano Bibiana
Fischy mostró un dominio total del personaje y de lo dramático.
Se destacó, no solo
por el bello color de su voz, sino también por la profundidad de sus bajos fue
el Sparafucile de Augusto Nureña Santi.
El resto del elenco cumplió
totalmente con lo requerido por Verdi, lo mismo que Giovanna y el coro.
La puesta en escena
fue sencilla pero efectiva y de buen gusto.
La dirección
orquestal a cargo de Facundo Sacco, conservó el equilibrio entre el foso y la escena
con calidad y seguridad.
En definitiva una
versión de muy buen nivel que merece la pena ser repetida.
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