martes, 16 de julio de 2024

 



Pianista con mayúsculas, Danil Trifonov agradece las ovaciones que el público del Teatro Colón le tributó a lo largo de toda su actuación en el Teatro. Créditos: Prensa Teatro Colón, fotografía del Maestro Arnaldo Colombaroli.


 El debut de un excelente pianista


Daniil Trifonov en el Colón

Teatro Colón


Lunes 15 de julio de 2024


 


Escribe: Graciela Morgenstern


 


Daniil Trifonov (piano)

Programa:

Jean-Philippe Rameau : Suite en La menor

Wolfgang Amadeus Mozart: Sonata Nº 12 en fa mayor, K. 332

Sergei Rachmaninov: Variaciones sobre un tema de Corelli, Op. 42

Ludwig van Beethoven: Sonata Nº 29 en si bemol mayor, Op. 106 “Hammerklavier”

Con un programa variado y atractivo y una sala colmada de público expectante que

esperaba su presentación, debutó en el Teatro Colón el joven pianista ruso Daniil

Trifonov. Considerado uno de los mejores del mundo en este momento, dio muestras de

que este concepto lo tiene bien ganado.

La velada comenzó con Suite en La menor, de Rameau, reemplazando el anunciado

Álbum de la juventud, Op. 39, de Tchaikovsky. Trifonov realizó un soberbio trabajo de

filigrana con esta obra del barroco francés, mostrando su perfecto dominio del instrumento

y precisión en la digitación, además de sutileza.

La primera parte continuó con una magistral interpretación que abordó la  Sonata Nº 12 en

fa mayor, K. 332, de Mozart combinando virtuosismo y sensibilidad. En todo momento

resaltó los contrastes entre movimientos con fraseo elegante y profundidad emotiva.

Cerrando esta primera parte, Trifonov abordó las Variaciones sobre un tema de Corelli,

Op. 42, de Sergei Rachmaninov, evidenciando una técnica sin quiebras y profunda en

emotividad. El pianista exhibió versatilidad y gran capacidad para abordar las diferentes

variaciones de manera fluída.

Luego del intervalo, el artista culminó su magnífica actuación con la Sonata Nº 29 en si

bemol mayor, Op. 106 “Hammerklavier”, de Beethoven, obra monumental que presenta

innumerables desafíos para el intérprete y a la que imprimió un sello propio. El joven

pianista, una vez más, puso de manifiesto su destreza técnica y una paleta de colores

emocionales que fueron desde la grandiosidad expansiva, al ritmo y la energía, y a la


melancolía de una belleza conmovedora. Ya en la fuga final, su dominio de la complejidad

contrapuntística, ejecutada impecablemente y con una fuerza arrolladora llevó el

concierto a un cierre triunfal.

Las ovación no se hizo esperar, lo que llevó a Trifonov a ofrecer cinco obras fuera de

programa, entre ellas, un tango de su propia autoría y Canción del árbol del olvido, de

Alberto Ginastera.

Un concierto para recordar. Es de esperar que se repita

CALIFICACION: EXCELENTE

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