lunes, 4 de agosto de 2025

 





Alejandro Carreño, Pablo Boggiano y la Sinfónica Nacional, síntesis de una magnífica noche para la mejo historia de la Orquesta. Fotografía de Martha Cora Eliseht.




LA SINFONICA EN TOTAL ESTADO DE GRACIA

 

Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento, temporada 2025. Concierto Sinfónico a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, Director Invitado: Pablo Boggiano. Solista: Alejandro Carreño (Violín). Programa: Obras de Beethoven y Williams. Auditorio Nacional, 01 de Agosto de 2025.

 

NUESTRA OPINION: EXCELENTE

 

  Esta noche quedará en el recuerdo para quienes estuvimos presentes en el Auditorio Nacional del Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento, por haber tenido la inmensa oportunidad de ser testigos del rescate de la Sinfonía Nº 4 en Mi bemol “El Atajacaminos” del patriarca de la música Argentina, Don Alberto Williams.  Elijo comenzar de esta forma, pues si bien esta obra ha de ser grabada por la Orquesta, dentro del ambicioso plan de registrar las 9 sinfonías del ilustre compositor argentino, sería deseable que en un tiempo no muy lejano sea ofrecida nuevamente al público. Posee incuestionables méritos artísticos que la hacen acreedora a una nueva audición. Está estructurada en 4 tiempos dentro de los cuales hallamos secciones que dividen, por lo que está conformada de la siguiente manera:

 

  1º) “Las Selvas de la Sierra”.  Introducción: “Sostenuto”: “La Noche”. Tema 1: “Las Selvas”, Tema 2: “Allegro Moderatp”: “Galopando por las Sierras”. Tema 3º) “Moderato”:  “Cantos de la Selva”.

2º) “Duendes y fantasmas de la Sierra”: Tema 1: “Allegro Scherzando”.

3º)  “Ultimo Ensueño Materno”: Tema 1: “Larghetto”

4º) “Despertar de la Tierra-Glorificación del Amor Filial”: Tema 1: “Allegro Moderato”, Tema 2: “Moderato”.

 

  Encontramos aquí un trabajo en el que el Maestro Williams se basa en las influencias recibidas a lo largo de sus años formativos, con un orgánico orquestal sumamente extenso que puede remitir a Héctor Berlioz, como también remitirnos a Vincent D’Indy y su “Sinfonía sobre un Aire Montañes” o a su otra página: “Día de verano en la Montaña”. Igualmente es imposible no soslayarse con la Sinfonía” Alpina” de Richard Strauss, aunque en este caso no hay pasajes de orquestación robusta como sí los emplea el gran maestro alemán.  Hay maderas por 4, al igual que trombones y trompetas. Cornos por 6, Arpas por 2, celesta,  cuerda usual pero de frondosa conformación y una nutrida sección de percusión con dos timbalistas, placas, platillos, bombo y tam-tam, entre otros.

 

  El maestro Pablo Boggiano asumió la concertación de este frondoso trabajo y lo efectuó con notable precisión, ajuste impecable, logrando  de la Orquesta respuestas formidables. Momentos magníficos de canto orquestal, otros instantes de corte introspectivo, en donde se percibieron hasta los mínimos detalles de sonido. Hubo brillo orquestal y se logró exhibir la grandiosidad de la obra.  Fue un acto de estricta justicia la sostenida ovación del público presente saludando así esta nueva entrega de excelencia por parte de la mejor Orquesta del país.

 

 En el comienzo se ofreció una estupenda versión del Concierto para Violín y Orquesta en Re mayor, op. 61 de Ludwig Van Beethoven en donde intervino como solista el maestro venezolano Alejandro Carreño. Surgido de las entrañas de “El Sistema”, dueño de una vasta trayectoria, la que corona ahora como miembro de las filas de su instrumento en la Filarmónica de Berlín, el maestro Carreño exhibió amplio y gratísimo sonido, interpretación de altísimo nivel y pleno canto, por lo que no fue de extrañar que en los instantes de mayor introspección se produjera un cerrado silencio con el público siguiendo cada detalle de la versión. Su entendimiento con el Maestro Boggiano y la Orquesta fue total y aquí se comenzó a vislumbrar la construcción de una versión magnífica que, al igual que con la sinfonía después, culminara en una gran ovación para solista, director y músicos .

 

  Ambos trabajos merecieron por parte de los intérpretes la concesión de “bises” como agradecimiento a  las devoluciones del público.  En  primer lugar, el maestro Carreño junto a la  Orquesta bajo la dirección de Boggiano  entregó una muy emotiva versión de “Oblivion” de Piazzolla y, tras la sinfonía, la Orquesta presentó “Libertango” del mismo Piazzolla en el arreglo que bajo la dirección del propio Boggiano llevara a Japón la Sinfónica Juvenil Nacional “Libertador General San Martín”, punto final para una noche de Gloria, con una magnífica conjunción solista, director, orquesta. Todo dicho.

 

Donato Decina

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