EN FRANCO
TREN DE RECUPERACION
Orquesta
Sinfónica Nacional: Director: Gunther Neuhold. Solista: Alexander Panizza
(Piano). Programa: Serguei Rachmaninoff: Concierto para Piano y Orquesta Nº
3 en Re menor, Op. 30. Rolf Liebermann;
“Furioso para Orquesta”. Alexánder Scriabin: “Poema del Extasis”, Op. 54.
CCK-Sala Sinfónica, 30 de Agosto de 2017.
Luego de la “desoladora experiencia” que viví en el
Concierto del Domingo 20, oportunamente comentado en este blog, la Sinfónica Nacional
retornó al CCK junto Gunther Neuhold, quien debía conducir al conjunto en gira
por Corea del Sur y China por esta fecha (mas allá del “papelón” que significó
esta cancelación, con la creciente tensión que hay en esa región, ¿habría sido
oportuno realizar esa gira?), por lo cuál hubo de parte del director una señal
positiva al retornar, contrastante con la drástica decisión del Chileno
Francísco Rettig de no volver a dirigir por el momento a la Nacional hasta
cobrar la totalidad de los honorarios que se le adeudan y contar con garantías
mínimas de respeto por su trabajo.
La primera
parte del programa ofreció una versión de menor a mayor del concierto para
Piano y Orquesta Nº 3 de Rachmaninoff en el cuál Alexánder Panizza asumió la
parte solista. Comienzo con algunas imprecisiones. “Tempi Rallentado” (sobre todo en el extenso primer movimiento). De cualquier
forma a partir del segundo las cosas comenzaron a reencausarse, fluyó el piano
con mayor nitidez y la Orquesta mostró empaste y solidez, por lo cual en el
tercer movimiento actuaron todos con mayor comodidad y entendimiento. Panizza
mostró compenetración y apasionamiento. Su digitación fue precisa y con el
transcurrir de la versión encontró su mejor forma. Neuhold del mismo modo fue
extrayendo lo mejor del conjunto y en este último movimiento hubo ida y vuelta
permanente con el solista. Panizza entregó a posteriori una transcripción de
Gershwin, en agradecimiento a los aplausos del público, hecha con mucha
calidez.
La segunda
parte tuvo en primer lugar el estreno de “Furioso para Orquesta” de Rolf
Libermann , Compositor y Director de Orquesta Suízo. Obra de 1945, es intensa,
no da tregua , tiene pasajes de mucha
bravura, es mayoritariamente tonal y logra que el oyente quede virtualmente
exhausto al culminar la audición. Aquí Neuhold se movió a sus anchas y le
extrajo todo el jugo a la partitura. La Nacional respondió con un perfecto
ajuste en todos sus sectores y fue muy bien recibida por el público.
El cierre se
produjo con una formidable versión del “Poema del Extasis” de Alexander
Scriabin, con toda la intensidad, apasionamiento, color y detalles virtuosos
que esta obra posee. Aquí si, Neuhold y la Orquesta lucieron a pleno. Al
conjunto se lo escuchó muy recuperado respecto al concierto anterior y el
Director ratificó una vez mas su valía.
Donato Decina
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