UN
CONSOLIDADO CONDUCTOR
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
Apertura del Ciclo “Mi Primera Sinfonía”, Director: Sebastiano De Filippi.
Solista: Kristine Bara (Viola). Programa: Obras de Rossini, Stamitz y Dvorak.
Usina del Arte, 20/04/18.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO
Este ciclo a
desarrollarse fuera de sede en la Usina del Arte, tiene como temática de fondo
mostrarle al público los trabajos iniciales de muchos grandes de la música
entre los que descuellan Beethoven y Dvorak, pero que también integra entre
otros un nombre importante como Carl Nielsen. Va de forma espaciada en días
Viernes a las 20 horas y como ocurre en
los fuera de sede no hay intervalo, por lo que en días en los que hay futbol a
unas pocas cuadras en “La Bombonera” permite también una salida antes de los
finales de Partido y entonces el público no se topa con los hinchas.
El Concierto
le fue confiado a un habitué y amigo del programa y de esta página: Sebastiano
De Filippi, de quien puedo decir que se consolida cada vez mas como Director de
Orquesta. Muy buen programador (El Soplo renovador que le imprimió a la
Orquesta del Congreso es mérito absolutamente suyo), estudioso del repertorio
que encara, fue capaz de hacer circular un interesante escrito de su autoríaa
través de las redes sociales en donde ya que no habría comentarios en el
escueto suelto de mano que la Usina entrega (al que de ninguna manera se lo puede llamar Programa),
anticipaba el enfoque a aplicar y anunciar que en esta oportunidad la Sinfonía
Nº 1 “Las Campanas de Slonice” de Dvorak sería escuchada por vez primera en
forma total, sin los cortes que se le aplicaran en ocasión de su estreno.
La noche
comenzó con una buena lectura de la Obertura de “El Barbero de Sevilla de
Rossini”. En este año en que se cumplen 150 de su fallecimiento, no estuvo nada
mal su inclusión. Rossini no habrá aportado trabajos eminentemente
sinfónicos, pero las oberturas de sus
Operas bien pueden ser consideradas para el inicio de los conciertos. “El
Barbero….” O también “Elisabetta Regina D’Inghilterra” (Que es casi la misma),
es la mas popular y para un programa completado con dos “Rarezas”, se justifica
plenamente su inclusión. De Filippi construyó una interpretación en base a un
buen ajuste de la Orquesta, le dio gran prolijidad al discurso orquestal, tal
vez sacrificando dinámica en los “Tempi”, pero de ningún modo ello disminuye un
ápice a la buena versión ofrecida.
Luego tuvimos
la oportunidad de apreciar el Concierto par Viola y Orquesta en Re mayor Op, 1
de Carl Stamitz, músico contemporáneo de Mozart, Haydn y el primer Beethoven.
Kristine Bara (también solista de su Instrumento en la Orquesta) fue una
correcta solista de la Obra, interesante sonido, llevó adelante en muy buena
forma el discurso musical de su instrumento, logrando un acople inmejorable con
la Orquesta a la que De Filippi logró extraerle matices, ideas, redondeando un acompañamiento muy bueno.
El final
mostró a esta Primera de Dvorak, con una versión superlativa, cuerdas
homogéneas de insuperable tersura, vientos muy ajustados, bronces brillantes y
estupendo timbal, para una versión plena de Color y “canto” de Orquesta. La
Apertura de los cortes de la primera interpretación posibilitó entender un
discurso que aquí lució solidificado, merito del Conductor que demostró porque
por propio derecho debutó por fin al frente de la Filarmónica. Ojalá sean
muchísimas veces mas.
Donato Decina
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