miércoles, 30 de mayo de 2018


UN GLORIOSO “TRANSVASAMIENTO GENERACIONAL”

“Mozarteum Argentino”, Temporada 2018: Presentación de la “Gaechinger Cantorey y la Internationale Bachakademie Stuttgart”, Director: Hans-Christoph Rademann, Solistas: Miriam Feuersinger (Soprano), Sophie Harmsen (Soprano II-Contralto), Patrick Grahl (Tenor), Tobías Berndt (Bajo). Programa: Obras de Johann Sebastian Bach. Teatro Colón, 28 de Mayo de 2017.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

  Cada visita que estas dos agrupaciones realizan a Ntro. País es siempre una gratísima sorpresa. En mi caso desde 1985, cuando la entidad desgraciadamente desaparecida “Festivales Musicales de Buenos Aires” las trajo bajo el comando de su fundador, el Venerado y Venerable Hellmuth Rilling. Y en aquella, como en la presente ocasión, la obra de fondo de Johann Sebastian Bach fue la misma: El “Magnificat” en Re mayor, BWV.243. La calidad del conjunto vocal es irreprochable, tanto como cuando Rilling era el titular. La homogeneidad, frescura y limpieza en la emisión son magníficas. La afinación es perfecta. Inclusive la diversidad vocal como lo es una voz masculina con registro contratenoril cantando junto con las Contraltos las partes vocales de estas ultimas con un acople perfecto. Hans-Christoph Rademann es ahora el sostén y hacedor de todo esto. Y digo hacedor, ya que es el responsable del funcionamiento de este maravilloso acople y también de la transformación mayor respecto a la anterior etapa y es variar del conjunto de instrumentos modernos que manejaba Rilling, pero con tempi de la Epoca del gran “Kantor” de Leipzig,  a un conjunto íntegramente conformado por instrumentos a la Usanza de Epoca, y claro, si con Rilling uno quedaba boquiabierto, ahora nos entregamos al goce mas absoluto y finalmente llegamos al fondo de la obra como Bach lo quiso y percibimos todos los detalles , palabras, el énfasis a cada momento. Todos tienen conciencia de cada palabra que cantan y  lo expresan de manera absoluta. Y en lo Orquestal, los mejores instrumentistas al servicio de la música, y ahora la sorpresa es descubrir a Shunske Sato el Violín Concertino con un sonido suave y aterciopelado, a la violonchelista Piroska Baranyay con un profundo sonido, el dulce pasaje que logran las dos flautistas, Dóra Ombodi y Regina Gleim y por sobre ellos a la magnífica oboísta solista Katharina Arfken, dueña de técnica y sonoridad impecables. El empaste total es increíble y la versión inolvidable.

  Al inicio del programa tuvimos elplacer de escuchar la cantata “Ich hatte viel Bekümmenis” (Tuve mucha aflicción en mi corazón), basada en el evangelio para el tercer Domingo posterior a la festividad de la Santísima Trinidad del catálogo BWV. 21. Sabido es que Bach como “Kantor” de la Iglesia de Santo Tomas de Leipzig tenía entre sus obligaciones la composición de una cantata para el evangelio de cada Domingo. En esta, basado en un texto del nuevo testamento  tomado de la primera Carta de San Pedro Apóstol (Primer Pontífice de la Cristiandad), mas un texto del Evangelista San Lucas. Como bien lo expresa Claudia Guzmán en sus excelentes notas al programa de mano (además de ser la magnífica encargada de prensa de la institución), una circunstancia por demás dramática como lo era la partida del Príncipe Johann Ernst de Sachsen-Weimar, músico notable, heredero de dicha corte y querido discípulo de Ntro. Genial compositor, rumbo a un centro termal de esa época en busca de alivio en su maltrecha salud. Y se percibe claramente en el pentagrama, donde el dolor se expresa de la manera mas incisiva y solo en la parte final el relato del encuentro  de Jesus con una Mujer, que afligida halla consuelo y fe en las palabras queel Mesías le dirige, llega el alivio final. La Tensión fue en aumento tal vez en forma directamente proporcional a la carga dramática que la progresión del texto expresa y la interpretación llegó a esos puntos tanto como liberadora fue la interpretación del Coro en el final de la página. La estructura vocal trae el concurso de cuatro voces solistas (Como en el Magníficat), pero con el aditamento de que el bajo (como lo hará en la Pasión según San Mateo) entonará los fragmentos referidos a Jesús en la parte del relato en donde consuela a Alma, la Mujer,  representada por la voz de la Soprano. Y aquí entramos al momento de los solistas vocales para los que reservé esta parte de mi crónica. Comencemos por señalar que son todos integrantes de la “Cantorey”, magníficas voces con perfecta emisión, afinación y expresividad.  El Bajo Tobias  Berndt posee un amplio rango vocal y llega con comodidad a las notas mas profundas, magnífico en el fragmento que interpreta las palabras de Jesús. La Soprano Miriam Feuersinger tiene una bellísima voz, muy aterciopelada y como Alma fue estupenda interprete. El tenor Patrick Grahl posee un bellísimo timbre, sabe decir, expresa como pocos y Sophie Hamsen es una interprete de un extenso rango vocal que le permite ser de manera indistinta desde segunda soprano hasta notas de Contralto, haciendo lo suyo con suma solidez.

  La fiesta continuó mas allá del “Magnificat” con el célebre coral de la Cantata BWV 147, “Jesús Alegría del Hombre, Las Obras y la Vida” , para luego redondear la noche perfecta con una fuga perteneciente a la Misa en Si menor. Y todos agradecidos.
  Como este año el Mozarteum debió organizar dos de sus conciertos de abonos en días Lunes, el correspondiente al segundo ciclo será el Lunes 4 de junio a las 20 hs., siempre en el Colón. Si Ud. Se entusiasmó con esta crónica no dude, vaya. Y después lo cuenta en Ntra. Página en Facebook.

Donato Decina

sábado, 26 de mayo de 2018


EL PETRUS AMENIZO UN MARAVILLOSO ATARDECER

Jockey Club de Buenos Aires, Salón Anasagasti: Concierto de Cámara. Actuación del Cuarteto Petrus (Pablo Saraví-Hernán Briático [Violines], Adrián Felizia [Viola], Gloria Pankaeva [Violonchelo]),  junto a la Pianista Natalia González Figueroa. Programa: Obras de Mozart, Dvorak y el Estreno Argentino del Quinteto con Piano de Enrique Granados. 23/05/17.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

  Esta loable iniciativa, abierta a todo público, que tiene entrada libre y gratuita (Solo se exige adecuada vestimenta, la que en el caso del público masculino incluye obligatoriamente el Saco),  y que cuenta también con un ágape de cierre, se ve engalanada por la presencia permanente de valores de excelencia de Ntro. Medio. Va en días Miércoles o Viernes e incluye no solo música clásica, sino también proyección de filmes, conferencias sobre historia o política y música popular (Tango y Folcklore). Vaya entonces para el Presidente de la Entidad, Miguel Enrique Crotto, el Presidente de la Comisión de Cultura, Norberto Padilla y a Ntro. Colega el Embajador Dr. José María Cantilo (quien  coordina muchas de Estas actividades) mi reconocimiento a la labor, la que se vio engalanada con la presencia del Cuarteto Petrus, quienes realizaron una actuación brillante con obras de mucho compromiso y que incluyó el estreno tardío pero absolutamente válido de una increíble obra de Enrique Granados para la cual contó con el concurso de la Pianísta Natalia González Figueroa: El  Quinteto con Piano en Sol menor, Op. 49.

  La primera parte se inició con :  “Adagio y Fuga” en Do menor del catálogo Kv. 546 de Mozart. Pablo Saraví, primer violín del conjunto efectuó un interesante comentario previo para que el público conociera en detalle el repertorio  que iba a abordarse y manifestó entonces que esta obra fue compuesta a pedido de un Noble Austríaco, fanático de Bach y de la Fuga, quien solicitaba a los mas importantes compositores de esa época la composición de obras en ese estilo. De mas está decir que “Wolfi” no podía estar ausente y el producto final es uno mas de su genialidad con un adagio “Alla Bach”, marcial e inconmensurable seguido de una fuga final de espectacular escritura. El Petrus se prodigó por completo en la interpretación, la que ganó el favor de la concurrencia, saludando con un efusivo y sostenido aplauso la interpretación.

  Podría decirse que si hablamos del Cuarteto Nº 6 en Fa mayor del Op. 92 de Antonin Dvorak, llamado “Americano” obviamente por haber sido compuesto  durante la estancia del Compositor Bohemio en Estados Unidos, estamos diciendo que se trata del cierre de un concierto. Pues no. Casi como dieciéndonos “lo mejor todavía está por venir”, los miembros del Petrus brindaron una versión sencillamente electrizante de la obra. En el primer movimiento (Allegro Ma Non Troppo)  el compositor edstablece un  reparto de responsabilidades para cada instrumentista, los que tendrán cada uno a su turno su correspondiente intervención solista mientras que los demás intervienen como sostén del compañero que va realizando el solo. Tomamos entonces de aquí la solvencia reconocida de Saraví, la solidez de Briático, la excelente sonoridad de Felizia y la estupenda prestación de Pankaeva.
  El segundo movimiento (Lento) tiene una extensión comparable con el “Adagio” de la Sinfonía del Nueo Mundo”, cercanas una a la otra en el tiempo, los estilos son similares y aquí Saraví como guía y destacado en la parte principal dio una muestra mas de jerarquía.

 El Tercero (“Molto Vivace”), requiere dinámica interpretativa y aquí la hubo. Mientras que en el Cuarto (Vivace ma non Troppo), se dice que incluye melodías típicas del Folcklore de Estados Unidos, aunque yo me inclino a pensar que son mas bien motivos musicales de su tierra que ya los ha incorporado en las Sinfonías Nºs. 7 y 8 (No olvidemos que esta última fue Estrenada en Estados Unidos con el Compositor en el Podio al frente de una Orquesta de 200 profesores al aire libre) y volverán a reaparecer en la “del Nuevo Mundo”, y aquí asistimos a una verdadera fiesta del buen gusto y el buen sonido, en la que el conjunto mostró su solvencia y su oficio, ratificando el porque es uno de los mejores de Ntro. Medio.

  Y para la segunda parte el estreno. Luego de escuchar este Quinteto con Piano en Sol menor, del Op. 49 de Enrique Granados, solo cabe preguntarse porque es posible que no se lo haya escuchado en vivo mucho antes. Una obra que parte de una escritura formal y muy técnica (Allegro), para luego incursionar en dos momentos de música “morísca” (o porque no “Arabésca”) de interesante desarrollo con un vibrante remate en el “molto Presto” final. A las cualidades ya mencionadas del Petrus, se sumó aquí el magnífico aporte desde el Piano de Natalia González Figueroa, la que con muchísima solvencia técnica sostuvo su sonoridad a la par de la del conjunto para que este estreno haya sido inolvidable. La Ovación que el público dispensó a los interpretes fue motivo suficiente para que ahora en “segunda audición”, como muy bien señaló Pablo Saraví al público, se ofreciera como bís la parte final de cierre de esta obra, gratísima sorpresa para todos los presentes.

Donato Decina


UNA SINFONICA Y UN POLIFONICO NACIONALES RENOVADOS, RINDIERON HOMENAJE A LA PATRIA (VERICUETOS APARTE)

CCK-Sala Sinfónica: “Velada Patriótica en homenaje al 208º aniversario de la Revolución de Mayo”. Actuación de la Orquesta Sinfónica Nacional, Dirección: Mariano Chiacchiarini. Coro Polifónico Nacional, Director a Cargo: José María Sciutto. Solistas: Marcelo Ninsiman (Bandoneón)-Daniel Kerlleñevich (Clarinete), Laura Penchi (Soprano), Florencia Machado (Mezzosoprano), Enrique Folger (Tenor), Mario de Salvo (Bajo). Programa: Obras de López y Planes-Parera, Ninsiman, Piazzolla y Bruckner. 25 de Mayo de 2008.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

  Es cierto que hubo “desprolijidades”: Media hora de atraso respecto a la anunciada para el inicio. Dificultades para conformar el programa (se había anunciado como obra de fondo la cantata “Martín Fierro” de Juan José Castro como homenaje a Este [Titular de la Sinfónica Nacional entre 1956 y 1960] al conmemorarse el Cincuentenario de su fallecimiento, y no se pudo realizar porque la editorial musical representante de los sucesores de Castro reclama el pago de años de atraso en concepto de derechos de autor y alquiler de partituras . Aunque  a último momento se realizó un pago parcial, no se contaba con tiempo suficiente para prepararla y ensayarla.  Y ya que hablamos de ensayo, parece que la reunión Macri-Gabinete Económico del Jueves 24 en ese lugar impidió de llevar a cabo el ensayo general, por lo que no es de extrañar que la demora de inicio se debió a que se estaba realizando sobre la hora esto último, y entonces en lugar de “Martín Fierro”, apareció el “Tedeum” de Bruckner en los atriles)  y reorganización de preparativos, se pudo efectuar al fin un homenaje a la Gesta de Mayo a cargo de dos de los Organismos Estables de Música de la Nación junto a excelentes solistas y muy buenos resultados artísticos.

  Mariano Chiacchiarini, el Joven Conductor Nacional residente en Europa tuvo a su cargo la responsabilidad de la concertación, encontrándose con una Orquesta Sinfónica Nacional renovada, con muchas caras nuevas y jóvenes en sus atriles, pero que pareciera lucir vigorosa gracias a esa renovación, la que también le alcanzó al Coro Polifónico Nacional, en el que aparece en su grilla José María Sciutto con el burocrático título de Director a Cargo, bajo el cual  lo único que logra es oficializar la salida del anterior Director, Ariel Alonso , y vaya a saber si es el preludio de un nuevo concurso para elegir Titular definitivo. Mas allá de estas definiciones (o Vericuetos), lo cierto es que Sciutto logró del Polifónico una emisión magnífica, homogénea,  por lo que solo cabe desear que se persista en esa línea y que la estancia en el cargo de este magnífico Director Argentino  que viene de una larga residencia y compromisos laborales de importancia en Italia sea lo mas duradera posible.

  Una muy fervorosa versión del Himno Nacional Argentino inició el Concierto con la Orquestación que se empleó hace tres años atrás para la inauguración de la sala, que incluye  fragmentos en los que interviene el Organo Klais de la sala, y como todos sabemos, Blas Parera (autor de la música) era organista, por lo que esos compases sonaron muy emotivos.

  Y a la música. Se convocó a Marcelo Ninsiman, gran bandoneonista y compositor Argentino residente en Suiza. Alumno de Julio Pane y José Luís Campana, entre otros, fue integrante del Conjunto de la Fundación Piazzolla antes de radicarse en Europa.
De El precisamente se escuchó “Chen’s Tango I” para Bandoneón, Clarinete y Grupo Instrumental. Y aquí se la apreció en estreno absoluto de versión Orquestal realizada por el propio compositor. Si en estructura es una obra de corte “Piazzolliano”, en escritura afortunadamente es muy personal y se nota la formación clásica del compositor con amplio desarrollo discursivo, momentos de alternancia entre el Clarinete (Chen es el nombre del Clarinetísta al que está dedicada) y el Bandoneón en lo que a rol solista se refiere,  mas instantes de intensidad y vibración muy interesantes. Ninsiman es un refinadísimo Bandoneonista y Daniel Kerlleñevich aportó su experiencia y oficio para abordar la difícil escritura que el clarinete tiene reservado en este trabajo.

  A posteriori se ofreció un arreglo del propio Ninsiman de “Oblivion” de Astor Piazzolla, de que en esencia se puede dedir que es casi como el del propio Piazzolla para “Adios Nonino” cuando lo efectuaba con Orquesta Sinfónica: una introducción para el Bandoneon y luego la Orquesta acoplándose paulatinamente con un cierre en “Pianissimo”.

 La Primera parte culminó con una versión Orquestal de “ 4 for Vogler” del propio Ninsiman. Aquí encontramos un trabajo originalmente realizado para el cuarteto “Vogler” (de ahí el título), que contiene una profusa escritura clásica con notables influencias de Debussy, Ravel y Stravinski mas momentos de estilo “Klezmer” o Judío, lo que le da a este trabajo un interesante desarrollo, así apreciado por el público presente.

  La segunda parte fue confiada al “Tedeum” de Anton Bruckner en una versión mas lenta y reflexiva de lo habitual, pero que (y aquí es merito absoluto de Chiacchiarini) mostró profundidad poco común, homogeneidad sonora con lo que se pudieron apreciar detalles no siempre percibidos. Si se emplearon estos “tempi”  porque había poco tiempo de preparación, la optimización que esto trajo aparejado permitió el lucimiento de la Orquesta, del Polifónico y de los Solistas.  El “canto” Orquestal que Chiacchiarini logró del Conjunto lleva a que consideremos esta versión como una de las mejores escuchadas en Buenos Aires en mucho tiempo. Y una vez mas también resalto que el Organo Klais da otra perspectiva a la interpretación. La Coda final con ese estallido de júbilo del Coro y los Solistas con el Organo de fondo fue conmovedora. Párrafo aparte, la intervención solista del Violín acompañando el fragmento solista del tenor, tuvo en Xavier Inchausti (en el Concierto Concertino de la Nacional) al solista perfecto. Y en lo vocal, Laura Penchi, Florencia Machado y Mario de Salvo efecturon con categoría sus intervenciones, pero la parte de tenor es la mas dificultosa y aquí Enrique Folger a cuarenta y ocho horas antes de cantar Radames en el Colón se prodigó de manera absoluta con total generosidad de sus medios vocales, por lo que su intervención fue superlativa.

  No habremos tenido un programa cien por ciento Argentino, pero las ganas, la calidad y la entrega de todos los participantes, le dieron a la velada jerarquía, y a la Patria el homenaje que bien se merece.

Donato Decina

viernes, 25 de mayo de 2018

EL RINCON DEL OFF

LAS CHICAS HICIERON LO QUE MUY BIEN SABEN HACER 


"Suor Angélica", de G. Puccini. Compañía Lírica La música Diva. Elenco.  Veronica C anelon , Mónica Koggionis, Valeria Viera , Juliana Alem, Clara Pinto, Andrea Scarton, Candelaria Coco Borda, Giuliana Pagano, Yolanda Michelini, Viviana Ruis Mazzeo. Martina Gioiosa, Silvia Turturro, Astrid Neif, Lucia Marchetti. Ariadna Ratti y el niño Elías N. Palacios Koggionis. Regie. Liliana Montiel. , al piano (teclado) Simón Sánchez Dirección Musical: Matías Fernández. Producción  Liliana Montiel. . Centro Cultural Salamanca. Función del domingo 13 de mayo de 2018.



Cuando me cuentan la génesis de este proyecto, me entero que todo comenzó en una conversación de  tres cantantes liricas amigas, que ante la falta de posibilidad para insertarse en las grandes estructuras, decidieron intentar ellas una producción de ópera. Al piano, de producción barata, donde las voces lucieran. Fue Suor Angélica, porque era más fácil  reunir mujeres cantantes.

Y luego de un enorme esfuerzo para poder montar la producción, entre lo que se contó con el apoyo de padres y familiares de los artistas, finalmente, Suor Angélica subió al escenario.

Y ENTONCES EL MILAGRO OCURRIO; Las chicas hicieron lo que mejor saben hacer: cantar. Desde la protagonista hasta la última de las novicias, cantaron maravillosamente, llevando  perfecta armonía en sus voces, la que brillaba especialmente en las partes corales...

Párrafo aparte, porque lo merece, la Zia Principessa  compuesta por Mónica Koggionis, quien además de hacer alarde de su maravillosa y potente voz, puso al personaje, desde la actuación, todos los elementos que el autor pensó par la " villana " de la obra.

Muy correcta la Sor Angélica de  Veronica Canelon, aunque , por momentos, quedaba descolgada de la accion, perdiendo presencia en el escenario. -

En cuanto a la puesta, la misma fe inexistente y los pocos movimientos actorales que se marcaron, fueron erroneos o inncesarios (la bendicion que la Madre Superiora da a las monjas, que no está dentro de sus facultades, o el empujón  que provoco la caída de Sor Angélica que le propinó la Zia Principessa)

Encantador el niño Elías Palacios y bien resuelta la escena en la cual viene a buscar a su madre para ir al cielo.

En suma, con errores y aciertos, con obvios recortes en los recursos, esta Suor Angélica, que es Básicamente una Opera Coral para monjas, resultó un espectáculo muy agradable para ver y sobre todo, para escuchar.
                                                                        MONICA ROSSI 

Muy buena actuación de la Filarmónica de Buenos Aires en la Usina del Arte

DEL BRILLO DE TCHAIKOWSKY A LAS BRUMAS DANESAS

            Dentro de los conciertos correspondientes al Ciclo “Mi Primera Sinfonía” ofrecidos por la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en la Usina del Arte, el pasado 24 del corriente tuvo lugar en dicha entidad el tercer concierto del mencionado ciclo, bajo la dirección de Alejandra Urrutia Borlando en el podio y con la presencia del violinista Humberto Ridolfi.
            El repertorio comprendió el Concierto para violín y orquesta en Re mayor, Op.35 de Piotr Illych Tchaikowsky y la 1° Sinfonía en Sol menor, Op.7 de Carl Nielsen. En realidad, el programa original estaba constituido por el Concierto para violín y orquesta en Re menor, Op.47 de Jan Sibelius, pero se decidió reemplazarlo por su celebérrimo homónimo de Tchaikowsky, que representa un desafío para cualquier ejecutante de dicho instrumento; precisamente, por su complejidad en el fraseo y en los agudos. Además, es una obra tan archiconocida y tan popular que el público se da cuenta cuando se comete un error en su ejecución. Humberto Ridolfi no sólo lo interpretó magníficamente, sino que      demostró ser un digno discípulo de Alberto Lysy (su forma de pararse sobre el escenario, sus gestos y su técnica lo confirmaron). Supo sortear sin problemas los infinitos obstáculos que presenta esta obra y se destacó en los pasajes más difíciles del 1° movimiento, donde el violinista debe interpretar notas muy agudas- sin caer en chirridos ni estridencias-. El solo de violín del 2° movimiento- Canzonetta: Andante- fue interpretado con la cadencia de manera exacta y precisa, acorde a la partitura. La orquesta mantuvo un diálogo fluido con el instrumento solista en todo momento, lográndose un equilibrio justo y perfecto. El Allegro vivacissimo con el que culmina la obra se ejecutó sin interrupción entre el 2° y el 3° movimiento- tal como lo expresó el compositor- , de forma solemne y magistral. El público destalló en aplausos hacia el final, donde la directora y el solista fueron largamente vitoreados por el público, lo que obligó a Ridolfi a hacer un bis: nada más ni nada menos que una transcripción para violín de Adiós, Nonino de Piazzolla, luego de la cual, el público estalló en aplausos. De no haber sido por un gesto del violinista, el público no lo hubiera dejado ir: quería otro bis más.
            La Sinfonía n° 1 en Sol menor, Op.7 de Carl Nielsen es una obra que se ejecuta muy raramente dentro de los programas de conciertos fuera de Dinamarca. Compuesta entre 1890 y 1892 bajo forma de sonata tradicional (3 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagots, 4 cornos, 3 trombones, timbal y cuerdas), tiene una poderosa influencia de compositores como Beethoven (en espíritu, lo que se demuestra en los crescendi de la obra),  Brahms (en escritura) y Dvorak (en el carácter colérico del 1° movimiento, Allegro orguglioso), fue estrenada en Copenhague el 14 de Marzo de 1894 por la Orquesta Real Danesa, bajo la dirección de Johan Svendsen, con buen suceso de público y crítica. En aquel entonces, Nielsen formaba parte como parte de los segundos violines de dicha orquesta y ya desde su 1° Sinfonía imprimió la característica que lo haría célebre: el empleo de la tonalidad expansiva y grandes coros de instrumentos para pasar de una tonalidad a la otra (era amante de la polifonía de los antiguos griegos, como lo demuestra posteriormente en la Obertura Helios). En este caso, la obra abre con un acorde colérico por parte de las cuerdas y apoyado en los metales en Do mayor/Sol menor, que se repite a lo largo del 1° movimiento, hasta que la flauta y el oboe conducen al segundo tema, que será desarrollado según la estructura clásica de sonata (desarrollo central/ recapitulación/final). En este caso, culmina en un clímax dinámico en Do mayor. Alejandra Urrutia imprimió su sello personal al dirigirla de memoria, marcando bien los crescendi, tempi y tutti característicos de la misma.
            A diferencia del 1° movimiento, el 2°movimiento (Andante) posee un carácter bucólico y pastoral, que posteriormente, tiene momentos de tinte dramático en intensidad, hasta que se restaura el tema inicial. Muy buenas las actuaciones de los flautistas Claudio Barile y Gabriel De Simone, al igual que la oboísta Natalia Silipo. Urrutia supo mantener un equilibrio orquestal delicado en esta parte de la obra, con buen contrapunto por parte de las cuerdas. Si bien el inicio del 3° movimiento (Scherzo- Allegro comodo) sonó algo rápido, posteriormente, tomó el ritmo marcado en la partitura. Se logró el efecto de Scherzo ondulante por parte de las maderas y las cuerdas (arranca en tonalidad de Mi bemol, que luego pasa a Sol menor/Do mayor en los pasajes de mayor lirismo) y el contrapunto por parte de los metales (trío de trombones y dúo de trompetas, antes del final). Por último, el movimiento final (Allegro con fuoco) sonó magistralmente y con la misma vivacidad del inicio, con destacadas actuaciones por parte de todos los grupos de instrumentos, para terminar en un final triunfante, en tonalidad de Do mayor.
            Pese a que la interpretación de la Sinfonía fue excelente, no se tradujo en grandes  aplausos por parte del público. Esto puede deberse a dos motivos: o no se conoce la obra en profundidad (muchos de los presentes deben haberla escuchado por primera vez), o no gustó la interpretación. Una tiende a pensar más en la primera opción que en la segunda, ya que al conversar con los músicos a la salida del concierto, todos estaban muy conformes y satisfechos con su desempeño y el de la directora. Previamente a su cargo actual como titular de la Orquesta de Cámara de Chile, Alejandra Urrutia se había desempeñado como titular en la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe, donde sus actuaciones fueron de gran prestigio. Y no le faltaron méritos: no es fácil dirigir una obra de la complejidad de esta sinfonía de memoria, y lo hizo siguiendo estrictamente la partitura original.
            De todas formas, es bueno rescatar del olvido este tipo de obras y reponerlas periódicamente, al igual que hacer ciclos completos de sinfonías de determinados compositores. La Filarmónica lo viene demostrando desde hace tiempo con los Ciclos integrales de sinfonías de Beethoven, Tchaikowsky y Dvorak. Y, bajo una batuta adecuada, está en perfectas condiciones de poder ofrecer un Ciclo integral  de las sinfonías de Carl Nielsen. Sólo falta saber cuándo.
                                                                  Martha CORA ELISEHT


Muy buena representación de “El Murciélago” a cargo de Juventus Lyrica en el Avenida

CON ACENTO VIENÉS Y TALENTO ARGENTINO

            Entre los días 11 al 19 del corriente, la compañía JUVENTUS LYRICA repuso en el Teatro Avenida “El Murciélago”, de Johann Strauss, con dirección escénica y actoral de Ana D’Anna, y bajo la dirección musical de Hernán Sánchez Arteaga.
            Este clásico de la opereta vienesa se representó en su idioma original y el pasado 19 del corriente- función a la cual asistió esta cronista- actuaron los siguientes intérpretes: Ivana Ledesma (Rosalinde), Pablo Urban (Alfred), Mirko Tomas (Gabriel Eisenstein), Gabriel Vacas (Dr. Falke), Laura Penchi (Adele), Gabriel Carasso (Frank), Patricio Olivera (Blind), Griselda Adaro (Príncipe Orlofsky), Lucía Alonso (Ida) y Carlos Kaspar (Frosch). Este último compuso un carcelero de antología, haciendo magnífico uso de sus dotes histriónicas como gran actor cómico. Por momentos, su interpretación como carcelero borracho fue memorable, haciendo reír a todo el público con sus gestos y sus gags. Además, estuvo a cargo de la supervisión idiomática.
            La orquesta sonó magnífica y fue fiel a la partitura original desde el inicio hasta el final, donde Sánchez Arteaga mostró poseer autoridad escénica y excelentes dotes para ejecutar las archiconocidas melodías  de este gran compositor, sinónimo de Viena ante el mundo.
            En cuanto a los cantantes, todos estuvieron muy bien en sus roles, con una muy buena caracterización de sus personajes. Pablo Urban interpretó un excelente Alfred, donde además de cantar las arias correspondientes a la opereta, alternó su rol de tenor interpretando algunas arias de otras óperas (por ejemplo, Bella figlia dell’amore de Rigoletto), lo que despertó carcajadas por parte del público. Este recurso estuvo muy bien empleado y bien logrado para dar frescura y rienda suelta al personaje. Pero quien se llevó los laureles fue Laura Penchi, quien compuso una Adele memorable, luciendo sus dotes de comediante sobre el escenario. En cuanto al canto, se destacó en el aria más difícil (“Mein Herr Marquis”, en el 2° acto), alcanzando perfectamente el Fa natural hacia el final de la misma. Muy buenos Mirko Tomas y Gabriel Capasso como Eisenstein  y Frank,  respectivamente, al igual que la Rosalinde de Ivana Ledesma- otra gran comediante- , que supo suplir con sus dotes actorales una voz que-por momentos- se escuchaba algo débil en comparación con el resto. Se destacó en el aria del 2° acto, simulando ser la condesa húngara que atrae a Gabriel Eisenstein – su marido- caracterizado como el falso Marqués.
            La puesta en escena no fue descollante, pero sí montada con buen gusto. El coro estuvo muy bien preparado y supo llenar cierto vacío que se notó durante la representación del 2° acto – la fiesta en el palacio de Orlofsky- , donde hubo un insert a cargo de dos músicos prestigiosos:  el violinista turkmeno Selmar Geldymuragov  y el pianista Matías Galíndez,  que interpretaron el Ave María de Astor Piazzolla, en versión para dichos instrumentos. Posteriormente, la obra recuperó su dinamismo original y se mantuvo así hasta el final.
            El numeroso público que se dio cita esa noche en el Avenida aplaudió a rabiar al final de la obra, donde se escucharon numerosos vítores hacia todos los intérpretes y el cuerpo técnico (dirección general, escenografía, vestuario, iluminación  y producción escénica). Una vez más, esto demuestra que las obras conocidas son las que – precisamente-  más convocan a la gente. Por desgracia, la opereta – tanto húngara como vienesa- es un género que escasea en estas latitudes, pese a que supo ser protagonista de las Temporadas de Verano del Colón y de otros teatros del país. Sería bueno que se tuviera más en consideración a este género, tan apreciado por el público y que constituye una excelente oportunidad no sólo para iniciar a los chicos en la música clásica, sino también para apreciarla y disfrutarla en familia
                                                                                Martha CORA ELISEHT

jueves, 24 de mayo de 2018

El ensamble Comarca Antigua junto a Soledad de la Rosa y Guillermo Gutkin realizarán un concierto con criterios históricos e instrumentos de época.


Estimados,

Los invitamos a difundir y asistir al concierto que realizará este domingo 27 de mayo el ensamble Comarca Antigua junto a los cantantes Soledad de la Rosa y Guillermo Gutkin.

El propósito de la agrupación es la investigación histórica de los manuscritos e instrumentos que se han conservado hasta nuestros días.

¡Los esperamos!



Saludos,
Gabriela Levite

musicaclasicaba@gmail.com | gabilevite@homail.com
4733-9048 | 155-459-4616.
Material de Prensa
El conjunto Comarca Antigua junto a los cantantes Soledad de la Rosa y Guillermo Gutkin
El domingo 27 de mayo a las 16.45 hs. en el Ciclo de Música San Benito Clásico (Villanueva 905, esquina Maure, CABA), el conjunto Comarca Antigua -dedicado a la investigación, interpretación y difusión de la música con criterios históricos e instrumentos de época- junto a los cantantes Soledad de la Rosa y Guillermo Gutkin brindará un programa con obras de F. Couperin, Jacques Hotteterre "Le Romain" y Michel Pignolet de Monteclair. Entrada libre y gratuita.
 
14* TEMPORADA CICLO de MÚSICA SAN BENITO CLÁSICO
(Declarado de Interés Cultural de la Ciudad de Buenos Aires)

DOMINGO 27 DE MAYO DE 2018 A LAS 16,45 h
Villanueva 905 esq Maure, CABA
Dirección Artística Roque Federico Santini Santoro
ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
 
Solistas vocales: Soledad de la Rosa (soprano) y Guillermo Gutkin (bajo).
Solistas instrumentales: Javier Gelati (traverso), Eloísa Donatone (cello), Hélene Dauphin (clave).

El concierto cuenta con el auspicio de Bamúsica-Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
PROGRAMA
F Couperin: 8e Concert dans le Goût Théâtral   
- Ouverture
- Air noblement
- Air Tendre (Rondeau)
- Air leger
- Air serieux  " Dans l'Isle de Cythere, cet aimable sejour"    
- Loure pesamment
- Air animé et leger
- Sarabande grave et tendre
- Air serieux " Il faut aimer dès qu'on sait plaire"
-Air Tendre, lentement
-Air leger
- Airs serieux: " Au temple de l'Amour..."  "Au nom charmant de ces vives flammes", " Que desormais des biens durables à jamais comblent vos souhaits"
- Air des Bacchantes, très animé

F Couperin   (1668-1733): 17e ordre pour clavecín

Troisiéme Suite para flauta y Bajo continuo  
Jacques Hotteterre "Le Romain"   (1674-1763)

Allemande “La Cascade de Saint Cloud"
Sarabande "La Guimon"
Courante et son Double "L'indiférente
Rondeau "Le Plaintif"
Menuet "Le Mignon"
Gigue "L'Italienne"

Michel Pignolet de Monteclair    (1667-1737) Cantata Tircis et Climene para soprano, bajo, flauta y bajo continuo.

Tendrement- Aria. Croches egalles-Aria-Recitativo-Aria-Recitativo-Aria-Recitativo-Aria final.
Sarabande y Gigue de la 3° Suite, Primer Libro, de Jacques Hotteterre. Javier Gelati, traverso Eloísa Donatone, cello Hélène Dauphin, clavecín.
Más acerca de Comarca Antigua
Agrupación creada en el año 2007 con el objetivo difundir música de los períodos barroco, clásico y romántico. Su labor se basa en la investigación histórica de los manuscritos e instrumentos que se han conservado hasta nuestros días, procurando ser un paréntesis en medio de la agitación moderna, en el cual – al igual que en tiempos pasados- se disponga de la dedicación necesaria para concebir las interpretaciones y poder brindar un resultado artístico preparado con afecto.
Con el correr del tiempo, la formación inicial fue variando, integrando nuevos repertorios e instrumentos, llegando en nuestros días al romanticismo, e incluso hasta los primeros tangos.
La actividad docente forma parte del espíritu de Comarca Antigua. Es por eso que, además de talleres y cursos, en las presentaciones se incluyen comentarios didácticos tendientes a aproximar al auditorio a la realidad del contexto socio cultural en que se concibió cada música. La constante capacitación es otra característica que consideramos imprescindible, junto a la docencia de lo que aprendemos, para fijar el conocimiento y que se extienda a los demás. 
Comarca Antigua se ha presentado en importantes salas, como: Embajada de Francia en Argentina, Festival 2017 Música Clásica por los Caminos del Vino, Auditorio J. L. Borges de la Biblioteca Nacional, Ciclo Revivaldi (Templo Ntra. Sra. del Carmen), Museo Histórico Cornelio de Saavedra, Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco, Auditorio del Pilar, Templo de San Benito, “La Vidriera” de la Dirección. General de Enseñanza Artística, Hogar Adolfo Hirsch, Escuela Superior de Música Juan Pedro Esnaola y Museo de la Reconquista (Tigre).
Así también ha editado un CD dedicado a música del barroco y del clasicismo, cuyo registro ha sido incluido en la programación de LRA Radio Nacional Clásica de Argentina. Ha gestionado y obtenido para su conjunto el subsidio Bamúsica, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, desde 2013 hasta el corriente año. También desde 2013 hasta la actualidad, coordina el Ciclo de Conciertos de música antigua en el Museo Histórico Cornelio de Saavedra (ciudad de Buenos Aires).

Integrantes:
Javier Gelati, flauta travesera
Eloísa Donatone, violonchelo
Hélène Dauphin, clave
Solistas Vocales:
Soledad de La Rosa, soprano
Guillermo Gutkin, bajo

martes, 22 de mayo de 2018


LAS DISTINCIONES DEL 2017

En una ceremonia seguida por un público que colmó las instalaciones del Salón San Martín de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Asociación de Críticos Musicales de Argentina hizo entrega de las distinciones correspondientes a la Temporada 2017. Luego de las palabras de apertura del Primer Secretario General de la Entidad, el Dr. Carlos Ernesto Ure, las que se centraron en las actuales circunstancias por las que atraviesa el País y la forma y el aporte con el que la cultura mitiga este particular momento y eleva a la gente, Nestor Echevarría, Segundo Secretario General y Maestro de Ceremonias del evento fue anunciando uno a unos los premios concedidos a cada categoría. El detalle de los mismos es el siguiente:
Estreno de Obra Argentina: “Canciones para Soprano y Orquesta” de Esteban Benzecry.
Estreno de Obra Extranjera: La Opera “La Arlesiana” de Francesco Cilea.
Hechos Positivos:
Segundo Festival de Música Antigua desarrollado en el CCK.
Festival de Musica Argentina del Bicentenario, Organizado por “La Scala de San Telmo”.
 Los Sesenta y Cinco años del Mozarteum Argentino.
El Cincuentenario de la Camerata Bariloche.
La labor que desarrolla la Asociación Filarmónica de los Siete Lagos.
La Exhumación de la Sinfonía Programática “La Batalla de Ayacucho” de Mariano Pablo Rosquellas efectuada el 9 de julio de 2017 en la Sala Argentina del CCK.
Premios Estímulo:
El Pianista Italiano Giulio Biddau.
La Soprano Monserrat Maldonado.
El Museo del Arpa y su Creadora, la Interprete Patricia Puricelli.
La Orquesta Escuela de Chascomús, Creada y Dirigida por María Valeria Atela, en su vigésimo aniversario.
La Soprano Natalia Quiroga Romero.
El Trío Ginastera, Integrado por Xavier Incháusti, José Antonio Araujo y Marcelo Balat.
Premios Revelación:
La Soprano Lise Davidsen.
El Bajo Ante Jerkunica.
La Soprano Amanda Majeski.
El Ensamble Tropi, dedicado a Música Contemporánea, Dirigido por Haydee Schvartz.
Mejor Director de Orquesta Argentino; Alejo Pérez.
Mejor Director de Orquesta Extranjero: Trevor Pinnock.
Mejor interprete Argentina: Martha Argerich.
Mejor Interprete Extranjero: Andras Schiff.
Mejor Cantante Lírico Argentino: Franco Faggioli.
Mejor Cantante lírico Extranjero: Javier Camarena.
Mejor Orquesta Sinfónica Extranjera: Orchestre Nationale du Capitole de Toulouse.
Mejor Orquesta de Cámara Argentina: Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación, Director Titular: Sebastiano de Filippi.
Mejor Orquesta de Cámara Extranjera: Kammerakademie Postdam.
Mejor Orquesta Sinfónica Juvenil Argentina: Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil “Libertador General José de San Martín”, Director Titular: Mario Benzecry.
Mejor Conjunto de Cámara Argentino: Cuarteto Gianneo.
Mejor Conjunto de Cámara Extranjero: American String Quartett.
Mejor Coro: Neederlands  Kammer Koor, Director Titular: Kees Van Nees.
Mejor Puesta en Escena: “Russalka” de Dvorak, de Enrique Singer en co-producción entre el Palacio Nacional de Bellas Artes de México y el Teatro Colón.
Premios a la Trayectoria:
Compositores:
Luís Mario Arias.
Luís Enrique Bacalov (Post Mortem).
Fermina Casanova.
Docentes:
Estela Telerman.
Ana Stampalia.
Bernardo Toscano.

Interpretes:
Luís Gaeta.


  Al término de las Entregas, el Cuarteto Gianneo, ganador del rubro Mejor Conjunto de Cámara Argentino, interpretó el primer movimiento del Cuarteto Nº 3 de Luís Gianneo, siendo ovacionado por la concurrencia. Luego con la foto de conjunto de los premiados, se dio por concluída la ceremonia.

lunes, 21 de mayo de 2018


Memorable concierto ofrecido por la Filarmónica en el Centro Cultural Kirchner

TRADICIÓN ROMÁNTICA Y EXCELENCIA INTERPRETATIVA

            Dentro del Ciclo de Conciertos fuera de sede de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, la mencionada agrupación hizo su presentación el  pasado viernes 18 del corriente en la Sala Sinfónica del Centro Cultural Kirchner (CCK) bajo la dirección de su titular- Enrique Arturo Diemecke-  con entrada libre y gratuita.
            En esta ocasión, actuó como solista el organista Matías Hernán Sagreras, quien se desempeña como organista de la Basílica del Santísimo Sacramento de Buenos Aires, para interpretar dos obras que incluyen a dicho instrumento como parte de la orquesta: el poema sinfónico Vitrales de Iglesia, de Ottorino Respighi, y la Sinfonía n° 3 en Do menor, Op. 78 (“Sinfonía del Órgano”), de Camille Saint- Saëns.
            Ambas obras se representan en muy pocas ocasiones. En este caso, el hecho de poder contar con el órgano Klais dentro del majestuoso marco y la imponente acústica de la Ballena Azul brindó la oportunidad perfecta para la ejecución de este programa, que ha sido de una calidad sonora increíble y una interpretación magistral – tanto por parte de la orquesta como del instrumento solista-.
            Ottorino Respighi compuso su poema sinfónico Vetrate di Chiesa (Vitrales de Iglesia) en 1926. Está basado en los Tre Preludi sopra melodie gregoriane (composición para piano del mismo autor, 1919) y que relatan las impresiones del autor sobre diferentes imágenes religiosas de los vitrales de las iglesias de Buseto. Consta de 4 movimientos (La Huida a Egipto, San Miguel Arcángel, Los Maitines de Santa Clara y San Gregorio Magno) que se representan sin interrupción, donde el órgano se ensambla con la orquesta en una armonía perfecta, brindando color local, pero sin opacar al resto. Es una obra de difícil ejecución, que requiere de un equilibrio delicado en los tutti orquestales y en los acordes fortissimo (en algunos pasajes, la percusión puede ocultar al resto de los instrumentos), pero que supo ser interpretada con seguridad y maestría. (En el caso particular de esta cronista, era su primera audición en vivo).
            Saint- Saëns compuso su Sinfonía n° 3 en Do menor (“Del Órgano”) en 1886, en forma casi simultánea con su Concierto n°4 para piano y orquesta. Pero en vez de usar el órgano como instrumento solista en diálogo con la orquesta, el compositor prefirió emplearlo como sonido de fondo para brindar color y resaltar ciertos pasajes orquestales. Sobre todo, se pone de manifiesto en el 4° movimiento de esta obra, donde un poderoso e imponente acorde del órgano -en Do mayor-  anuncia el comienzo del final. Si bien esta obra posee los 4 movimientos típicos, se agrupan en dos partes: la primera, que comprende – luego de un preludio lento- un Allegro moderato y un Adagio, mientras que la segunda abre con un Scherzo y concluye con el Finale (marcado por la entrada del órgano, anteriormente descripta). El preludio comienza en forma oscura, para dar juego de luces y sombras en el Allegro moderato inmediatamente posterior al mismo, donde por momentos, hay elementos de calma y momentos de clímax, interpretados magistralmente por el ostinato de las cuerdas. Posteriormente, Saint- Saëns realiza una maravillosa transición hacia el Adagio –en Re bemol mayor-, donde por primera vez, el órgano proporciona color local a la atmósfera brindada por las cuerdas y las maderas (muy buena la definición del Maestro Diemecke: “en tono de plegaria”, al brindar la explicación previa a la ejecución de la Sinfonía). Y fue una auténtica plegaria en todos los aspectos, donde la orquesta sonó magistralmente, en perfecta armonía con el instrumento solista. El Scherzo que abre la segunda parte de la Sinfonía sonó compacto y triunfal, con un excelente desempeño de las cuerdas y precisión en los golpes de timbal. Por último, Matías Sagreras ejecutó el acorde del órgano de forma potente y majestuosa en el Maestoso que abre el último movimiento de la obra, que culmina en un Allegro caracterizado por la fuga en Do mayor, para cerrar con un crescendo en forma de himno, dentro de la misma tonalidad. Fue una excelente conjunción entre órgano y orquesta, que recibió un aplauso vigoroso y vítores en forma unánime por parte del público presente.
            Cuando se ofrece un programa de alta calidad, dentro de una sala que posee todos los recursos técnicos y acústicos como para hacerlo y además, se cuenta con excelentes intérpretes, el público responde positivamente. En este caso, la Ballena Azul ofreció el marco perfecto para que se produjera una magnífica conjunción entre calidad interpretativa y tradición romántica. Y una vez más, la Filarmónica demostró que posee las dotes como para poder hacerlo. Fue una versión magnífica, que quedará resonando en los oídos de quienes se dieron cita aquella noche por mucho tiempo. 
                                                                                             Martha CORA ELISEHT


Presentación del Ballet Nacional de Rusia en el Teatro Coliseo

UN LAGO CON ALGUNOS DESNIVELES





            El pasado jueves 17 del corriente hizo su presentación el Ballet Nacional de Rusia en el Teatro Coliseo, como parte de una gira latinoamericana que comprendió presentaciones en Argentina, Chile y Perú. No sólo actuaron en Santiago y otras ciudades del país trasandino, sino también en Mendoza, San Juan y Buenos Aires. Posteriormente, la compañía regresará a Chile para bailar en Arica y Antofagasta, para luego culminar su gira en Lima.
 En la Argentina, el repertorio comprendió una versión reducida de El Lago de los Cisnes de Tchaikowsky, con coreografía de Reisinger y Gordeev (adaptación de la original de Maruis Petipa, que se representó en el Coliseo) y una Gala donde se incluyeron fragmentos de Don Quijote de Ludwig Minkus y Scheherezade, de Nikolai Rimsky- Korsakov, que se representó en Mendoza y San Juan.
            Es la primera vez que dicha compañía de ballet hace su presentación en Argentina, bajo la dirección de quien fuera uno de los máximos referentes del Ballet Bolshoi en la década del ’80: Viacheslav Gordeev, quien junto a su esposa  - Nadieszhda Pavlova- visitó nuestro país en 1981 y ofreció una memorable interpretación de Cascanueces en el Colón (sumamente apreciada por quien escribe, que tuvo la oportunidad de estar presente en dicha función). En esta oportunidad, también lo hizo como coreógrafo.
            La mayoría de los integrantes de la compañía cuentan con antecedentes de peso, acorde a la gran tradición de ballet en Rusia: por ejemplo, la primera bailarina Siori Fukuda – quien interpretó los roles de Odette (reina de los cisnes)  y Odile (hija del mago Von Rothbart, el cisne negro) ha sido ganadora del Gran Premio Internacional de Moscú y Medalla de Oro en dicho certamen. Lo mismo sucede con Svetlana Ustyuzhaninova, quien interpretó a la Reina (madre del protagonista) y que ha sido declarada “Tesoro Nacional de Rusia”, que es uno de los máximos galardones a los cuales puede aspirar un artista de dicha nacionalidad. Y otros ostentan títulos de Artistas Honorarios, como Dmitry Protsenko (el tutor del príncipe) o Artista Honrado de la región de Moscú – el primer bailarín Anton Geyker, quien interpretó al príncipe Sigfrido- .  Sin embargo, sus dotes de bailarín no supieron corresponderse con su interpretación del rol masculino principal. Si bien posee muy buena técnica y presencia escénica, le faltó expresión. No transmitió ninguna emoción al recibir su regalo de cumpleaños en el primer acto, y mucho menos, en el encuentro con Odette en el segundo. Aquí también hubo un error por parte de la protagonista- según criterio de quien escribe- . Quizás, debido a los cortes que sufrió la música, no se vio la escena donde Odette le explica a Sigfrido que si mata a Von  Rothbart, ocasionaría no sólo su muerte, sino también la de todos los cisnes del lago. Ya en el tercer acto, se lo vio algo mejor en la escena donde confunde a Odile con Odette, al igual que en la escena final, donde triunfa el amor de la pareja protagónica.
            En cuanto a la primera bailarina, Siori Fukuda interpretó una excelente Odette y una mejor Odile. Posee una técnica perfecta- notables sus panchées y developées- que, por momentos, hizo recordar a Natalia Bessmertnova (quien interpretó dichos roles en el Colón junto al Ballet del Bolshoi en 1986). Pese a la omisión de la escena del 2° acto anteriormente mencionada, posee buenas dotes histriónicas. Pero las mejores interpretaciones de la noche fueron las de los solistas Artem Kudryashov y Alexei Zuev, quienes encarnaron a Von Rothbart y el Bufón, respectivamente. El primero demostró ser un bailarín de carácter ideal: excelente presencia escénica, histrionismo y con una caracterización impecable. Al estar vestido con un traje donde los brazos simulaban ser plumas, fue un placer en todos los sentidos; sobre todo, al hechizar a Odette para que volviera a recuperar su forma humana por la noche, y al sacar a Odile  debajo de su capa en el 3° acto. En esta versión, Sigfrido le arranca sus plumas en el último acto, con lo cual, el mago muere y se rompe el maleficio al amanecer. Aquí, Kudryashov alcanzó su máximo rendimiento y fue ovacionado al final. Y Alexei Zuev se llevó los laureles: técnica perfecta, excelente actor y sorprendió a todos con su simpatía. Sus piruetas sobre el escenario fueron memorables y demostró ser un digno ganador del Concurso Internacional de Ballet.
            En cuanto a las escenas de conjunto, se notó la perfección, sincronización de movimientos y disciplina por parte de todos los integrantes de la compañía. Cabe destacar también su alto grado de profesionalismo (sobre todo, si se tiene en cuenta que luego de una gira maratónica, tuvieron muy poco tiempo para ensayar y conocer el escenario). Y dentro de los números a cargo de los solistas principales, se destacaron Daria Darina y Ekaterina Loseva en el Pas de Trois del primer acto, mientras que Denis Zverev demostró cierta inseguridad, al compararlo con sus compañeras de elenco. Excelente el celebérrimo Pas de Quatre del segundo acto (interpretado por Elena Bulatova, Nina Koloskova, Zlata Levandovskaya y Erica Kolotova), donde la coordinación de movimientos entre las cuatro bailarinas fue perfecta, mientras que las solistas principales Daria Darina, Elena Titova y Anastasia Kolesnikova encarnaron el trío de cisnes que acompañaron a Siori Fukuda en el segundo acto.
            Luego del intervalo, las mismas primeras solistas y solistas principales encarnaron a las princesas que pretenden conquistar el corazón de Sigfrido al comienzo del tercer acto (Darina, Loseva, Bulatova, Kolotova y Koloskova), impecablemente vestidas con tutú romántico blanco. Dentro de las danzas del 3° acto, sólo se interpretaron la Mazurka (intervinieron Ksenia Bugaeva, Elena Titova, Anastasia Chekhovskaya, Egor Bolshukhin, Dmitry  Zhukov, Denis Zverev y Alexey Rybin), la Danza Napolitana (donde actuaron la mencionada Zlata Levandovskaya junto a Kristina Semenova, Bianka Navari, Elizabeta Nazimova y Andrei Semyonov) y la Danza Española (magistralmente interpretada por los primeros solistas Matisse Love y Carly Denlinger). Por tratarse de una versión reducida, faltaron las célebres Czardas húngaras y la Danza Rusa, al igual que algunos números comprendidos en el Pas de Deux de El Cisne Negro. Por momentos, los solistas que encarnaron estos roles secundarios tuvieron mejores interpretaciones que el primer bailarín Anton Geyker. Hay que tener en cuenta que este último es aún muy joven, pero se considera que debe mejorar sus dotes actorales para poder interpretar grandes papeles. No sólo basta con tener buena técnica, sino también poseer soltura escénica a la hora de interpretar un rol de semejante magnitud.  
            La reducción musical de esta representación también jugó en contra en el cuarto y último acto de la obra. Faltaron números a cargo del conjunto en el Divertimento y en la Danza de los Pequeños Cisnes (según el libreto original,  debe ser interpretada por niñas o adolescentes tempranas, vestidas con tutú clásico de color gris o negro, en contraste con el plumaje de los cisnes blancos). Posteriormente, el crescendo dramático entre los tres protagonistas principales tomó vuelo y recuperó trascendencia hacia el final de la obra, donde se desencadenan los acontecimientos que en este caso,  llevan al triunfo del amor en vida (a diferencia de la versión de Jack Carter, donde Odette y Sigfrido aparecen juntos en la transfiguración que marca el vencimiento del amor eterno más allá de la muerte). Al caer el telón, Fukuda y Kudryashov fueron ovacionados por parte del público.
            Ha sido lamentable el hecho de no contar con programas de mano ni con ficha técnica por varios motivos. En primer lugar, es una absoluta falta de respeto hacia los artistas, ya que fueron lisa y llanamente ignorados. En segundo lugar, tampoco pudo saberse quiénes estuvieron a cargo de la escenografía y el vestuario. Si bien este último fue espléndido, el hecho de usar telones pintados con el castillo y el lago de fondo jugó en contra de la entrada de los bailarines; sobre todo, si se tiene en cuenta que el escenario es pequeño. Bien  pudo haberse reemplazado por una proyección digital, en una época donde se cuenta con la tecnología suficiente y necesaria para montar un espectáculo de jerarquía.
            Por último, es una falta de respeto hacia el público presente y el periodismo especializado, ya que no se puede escribir una crítica sin saber quiénes fueron los participantes. Afortunadamente, uno cuenta con gente que le proporciona los datos, pero no es así como funcionan las cosas. El periodista especializado debe contar con la información necesaria para poder emitir un juicio de valor en base al desempeño de los protagonistas. Ha sido una versión más de una obra celebérrima, donde hubo muchos altibajos. Y por sobre todas las cosas, un  Lago que presentó alternancia de momentos brillantes con  marcados desniveles.
                                                                     Martha CORA ELISEHT