UN GLORIOSO
“TRANSVASAMIENTO GENERACIONAL”
“Mozarteum
Argentino”, Temporada 2018: Presentación de la “Gaechinger Cantorey y la
Internationale Bachakademie Stuttgart”, Director: Hans-Christoph Rademann,
Solistas: Miriam Feuersinger (Soprano), Sophie Harmsen (Soprano II-Contralto),
Patrick Grahl (Tenor), Tobías Berndt (Bajo). Programa: Obras de Johann
Sebastian Bach. Teatro Colón, 28 de Mayo de 2017.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE.
Cada visita que estas dos agrupaciones realizan a
Ntro. País es siempre una gratísima sorpresa. En mi caso desde 1985, cuando la
entidad desgraciadamente desaparecida “Festivales Musicales de Buenos Aires”
las trajo bajo el comando de su fundador, el Venerado y Venerable Hellmuth
Rilling. Y en aquella, como en la presente ocasión, la obra de fondo de Johann
Sebastian Bach fue la misma: El “Magnificat” en Re mayor, BWV.243. La calidad
del conjunto vocal es irreprochable, tanto como cuando Rilling era el titular.
La homogeneidad, frescura y limpieza en la emisión son magníficas. La afinación
es perfecta. Inclusive la diversidad vocal como lo es una voz masculina con
registro contratenoril cantando junto con las Contraltos las partes vocales de
estas ultimas con un acople perfecto. Hans-Christoph Rademann es ahora el
sostén y hacedor de todo esto. Y digo hacedor, ya que es el responsable del
funcionamiento de este maravilloso acople y también de la transformación mayor
respecto a la anterior etapa y es variar del conjunto de instrumentos modernos
que manejaba Rilling, pero con tempi de la Epoca del gran “Kantor” de Leipzig, a un conjunto íntegramente conformado por
instrumentos a la Usanza de Epoca, y claro, si con Rilling uno quedaba
boquiabierto, ahora nos entregamos al goce mas absoluto y finalmente llegamos
al fondo de la obra como Bach lo quiso y percibimos todos los detalles ,
palabras, el énfasis a cada momento. Todos tienen conciencia de cada palabra
que cantan y lo expresan de manera
absoluta. Y en lo Orquestal, los mejores instrumentistas al servicio de la
música, y ahora la sorpresa es descubrir a Shunske Sato el Violín Concertino
con un sonido suave y aterciopelado, a la violonchelista Piroska Baranyay con
un profundo sonido, el dulce pasaje que logran las dos flautistas, Dóra Ombodi
y Regina Gleim y por sobre ellos a la magnífica oboísta solista Katharina
Arfken, dueña de técnica y sonoridad impecables. El empaste total es increíble
y la versión inolvidable.
Al inicio del
programa tuvimos elplacer de escuchar la cantata “Ich hatte viel Bekümmenis”
(Tuve mucha aflicción en mi corazón), basada en el evangelio para el tercer
Domingo posterior a la festividad de la Santísima Trinidad del catálogo BWV.
21. Sabido es que Bach como “Kantor” de la Iglesia de Santo Tomas de Leipzig
tenía entre sus obligaciones la composición de una cantata para el evangelio de
cada Domingo. En esta, basado en un texto del nuevo testamento tomado de la primera Carta de San Pedro Apóstol
(Primer Pontífice de la Cristiandad), mas un texto del Evangelista San Lucas.
Como bien lo expresa Claudia Guzmán en sus excelentes notas al programa de mano
(además de ser la magnífica encargada de prensa de la institución), una
circunstancia por demás dramática como lo era la partida del Príncipe Johann
Ernst de Sachsen-Weimar, músico notable, heredero de dicha corte y querido
discípulo de Ntro. Genial compositor, rumbo a un centro termal de esa época en
busca de alivio en su maltrecha salud. Y se percibe claramente en el
pentagrama, donde el dolor se expresa de la manera mas incisiva y solo en la
parte final el relato del encuentro de Jesus
con una Mujer, que afligida halla consuelo y fe en las palabras queel Mesías le
dirige, llega el alivio final. La Tensión fue en aumento tal vez en forma
directamente proporcional a la carga dramática que la progresión del texto
expresa y la interpretación llegó a esos puntos tanto como liberadora fue la
interpretación del Coro en el final de la página. La estructura vocal trae el
concurso de cuatro voces solistas (Como en el Magníficat), pero con el
aditamento de que el bajo (como lo hará en la Pasión según San Mateo) entonará
los fragmentos referidos a Jesús en la parte del relato en donde consuela a
Alma, la Mujer, representada por la voz
de la Soprano. Y aquí entramos al momento de los solistas vocales para los que
reservé esta parte de mi crónica. Comencemos por señalar que son todos
integrantes de la “Cantorey”, magníficas voces con perfecta emisión, afinación
y expresividad. El Bajo Tobias Berndt posee un amplio rango vocal y llega
con comodidad a las notas mas profundas, magnífico en el fragmento que
interpreta las palabras de Jesús. La Soprano Miriam Feuersinger tiene una
bellísima voz, muy aterciopelada y como Alma fue estupenda interprete. El tenor
Patrick Grahl posee un bellísimo timbre, sabe decir, expresa como pocos y
Sophie Hamsen es una interprete de un extenso rango vocal que le permite ser de
manera indistinta desde segunda soprano hasta notas de Contralto, haciendo lo
suyo con suma solidez.
La fiesta
continuó mas allá del “Magnificat” con el célebre coral de la Cantata BWV 147,
“Jesús Alegría del Hombre, Las Obras y la Vida” , para luego redondear la noche
perfecta con una fuga perteneciente a la Misa en Si menor. Y todos agradecidos.
Como este año
el Mozarteum debió organizar dos de sus conciertos de abonos en días Lunes, el
correspondiente al segundo ciclo será el Lunes 4 de junio a las 20 hs., siempre
en el Colón. Si Ud. Se entusiasmó con esta crónica no dude, vaya. Y después lo
cuenta en Ntra. Página en Facebook.
Donato Decina
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