lunes, 25 de enero de 2021

 

 

 

EL CALOR NO IMPORTA CUANDO DE BUENA MUSICA SE TRATA

 

Centro Cultural Kirchner, Temporada 2021: Actuación del Ensamble conformado por: Marcelo Balat (Piano), Gustavo Mule-María Javiera Alvarez Gonzalez (Violines), Carla Regio (Viola) y María Eugenia Castro Tarchini (Violonchelo). Programa: Obras de Mozart, Schumann y Piazzola. Auditorio Nacional, 24 de Enero de 2021.

 

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

 

  Poco importó la sofocante temperatura mayor a 35 grados, ni que el centro porteño se hallara virtualmente “vacío” y con escasísima conectividad producto de un Domingo de Enero que invitaba más a refrescarse en el agua al que pudiere o a quedarse a la sombra a los más. El público está ávido de la presencialidad y lo demostró con creces al ocupar casi en su totalidad el aforo habilitado por protocolo en el Auditorio Nacional del Kirchner en donde integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional (algunos de ellos de sobrados antecedentes artísticos) abordarían un muy ambicioso programa de cámara del que salimos todos absolutamente reconfortados.

 

  Para comenzar la sesión, un Ensamble conformado por Marcelo Balat en Piano, María Javiera Alvarez Gonzalez en Violín, Carla Regio en Viola y María Eugenia Castro Tarchini en Violonchelo abordó el Cuarteto Con Piano que lleva el Orden de Catálogo Kv 478 de Mozart. Composición que consta de 3 movimientos: Allegro, Andante y Rondó, fue muy pulcramente expuesta por los integrantes del conjunto, en donde debe resaltarse la labor de Marcelo Balat como columna vertebral de este Ensamble. El “chispeante” final fue la correcta síntesis de la labor de estos muy buenos instrumentistas.

 

  El Punto más alto de la tarde lo constituyó la interpretación del Quinteto con piano Op. 44 de Robert Schumann en donde se sumó Gustavo Mulé como primer Violín, pasando Alvarez Gonzalez al rol de segundo. Aquí la complementación entre Mulé y Balat en el Piano fue tal que contagió a las otras tres instrumentistas en la interpretación, llevando a esta a un nivel encomiable. Ya desde el difícil “Allegro Brillante” de apertura, los dos instrumentistas varones con un simple intercambio de miradas asumieron el discurso sonoro, intensificándose el mismo durante el segundo (“En modo de Marcia”)  en el que una sentida marcha fúnebre da paso a una sección central en donde Violín y Violonchelo desarrollan un tema el que es contrapuesto por otro a cargo del piano con acompañamiento de toda la cuerda restante. Aquí se apreció el muy buen nivel de María Eugenia Castro Tarchini a tono con el muy buen desempeño de Gustavo Mulé, mientras que en el otro pasaje, el formidable despliegue de Marcelo Balat encontró la compañía justa no solo de los dos primeros, sino en la efectiva intervención de Javiera Alvarez Gonzalez y en el estupendo nivel de Carla Regio, la que una vez más se nos revela como una Violista de fuste. Un chispeante “Scherzo” muy bien llevado por todos fue la antesala del extraordinario “Allegro ma non troppo” final en el que la totalidad de los instrumentistas descolló por igual, haciendo que el público retribuya con una sostenida y merecida ovación a la versión ofrecida.

 

  El final nos trajo un Piazzolla en el año de su centenario. Una magnífica y homogénea interpretación de “Primavera Porteña” como cierre de una tarde magnífica, con una muy buena climatización de sala y en donde merced a la pandemia cobra realidad el hecho de que hay público para todo el año, aun con calor sofocante. Más allá de esta terrible circunstancia, ¿no servirá esto como llamador a que en Enero también habrá que programar cosas de aquí en adelante en la Capital?.

 

Donato Decina

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