RETORNO TRIUNFAL DE
CARLOS CALLEJA AL TEATRO COLON
Ciclo de
Conciertos en días Domingo del mes de Agosto a cargo de la Orquesta Estable del
Teatro Colón, Director: Carlos Calleja. Solista: Darío Schmunck (Tenor).
Programa: Obras de Britten y Mozart. 22
de Agosto de 2021.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE.
Pasaron 13
años para que el Maestro Carlos Calleja volviera a dirigir orquestas en la sala
del Teatro Colón de Buenos Aires. Para que finalmente este retorno se
concretara tuvo que ocurrir que quien debía llevar adelante el concierto de la
Orquesta Estable del Colón no pudiera hacerse cargo dadas las restricciones en
materia sanitaria y de transportes que por la pandemia rigen en Ntro. País (se
encuentra en Chile en este momento). Más allá de esta circunstancia debo
señalar el acierto de la convocatoria a este notable director y docente y hago
votos para que al igual que en este caso se tenga en cuenta a futuro a otros
directores nacionales de igual nivel que el Mtro. Calleja y volver a tener en
las programaciones un equilibrio en cuanto a conductores nacionales y
extranjeros. Este concierto debe ser el punto de partida para ello.
De la programación inicial se mantuvo la obra para solista y
orquesta. En este caso correspondió a “Les Iluminations”, 9 poemas
seleccionados de Arthur Rimbaud publicados en 1886 bajo ese título
musicalizados por Benjamin Britten cuyo
estreno se produjo en 1940. Paradójicamente es en Londres hacia donde el
escritor huyó a comienzos de esa década
del siglo XiX en compañía de Paul Verlaine en la cual entre 1873 y 1875
escribe esos poemas. Britten tomará como se ha dicho 9 de ellos manteniendo la
lengua original y compondrá esta obra pensando en que puedan ser abordados por
voces de registro soprano o tenor, aunque al escucharlos es imposible no darse
cuenta de que están pensados para su compañero de vida, el gran Peter Pears.
Estos poemas en si e igualmente la obra de Britten son justamente un “Collage”
de sensaciones, revelaciones y
recuerdos. Bien vale entonces el título: “Iluminaciones”. El acompañamiento
está establecido para grupo de cuerdas junto a la voz del solista. Y a partir
de la frase inicial que entona este tras una larga introducción por parte de
las cuerdas: “Solo yo poseo la llave de este desfile salvaje”, nos sumergimos
en esos nueve números: “Fanfare”, “Villes”, “Phrase”- “Antique”, “Royaute”, “Marine”,
“Interlude”, “Being beauteous”, “Parade”, “Depart”. Por allí percibiremos
momentos enérgicos, instantes elegíacos, sutiles, descriptivos, de danza,
alcanzando un clima introspectivo que termina cautivando al oyente. Las cuerdas
fueron dispuestas en semicírculo, al mejor estilo “camerata” con violines,
violas y contrabajos de pié y, por supuesto, únicamente los violonchelos
sentados. Darío Schmunck fue un extraordinario intérprete. Supo expresar y
decir, cualidades estas absolutamente imprescindibles para abordar esta obra.
Desplegó matices y emitió en todo momento con absoluta justeza. Tuvo pleno
entendimiento con el grupo instrumental
magistralmente dirigido por Calleja, quien contagió a los músicos los que se
prodigaron absolutamente en la interpretación.
Pocas veces se ha escuchado en vivo esta obra, pero creo que pudo
apreciarse una versión rayana en la perfección. Rara vez he visto a los músicos
aplaudir no solo al solista, sino también al Director, lo que habla a las
claras del sentimiento que invadió al escenario.
Para completar un concierto magnífico se
decidió programar la Sinfonía Nº 41 Kv 551 en Do mayor llamada “Júpiter” de
Wolfang Amadeus Mozart. Aquí sorprendió gratamente el hecho que los vientos y
metales de la orquesta, quienes por protocolo sanitario deben tocar separados
por mamparas, lo hicieran de pié para posibilitar una mejor proyección de
sonido. Si tenemos en cuenta que se contó con la presencia de muy buenos
atriles (Pishenin, Todorov, De la Vega, Albornoz, Rosón, entre otros) y la
visión de Calleja de hacerla con el orgánico justo, acertadísimos “tempi” y
sostenido discurso orquestal, no dudo en decir que la versión ofrecida es una
de las mejores que yo haya escuchado por Orquesta y Director Argentinos, por lo
que ha sido este, sin dudas, el mejor concierto de los escuchados por mi hasta
el presente, sin perjuicio de lo que pude apreciar en muy bien nivel la semana
anterior, tanto como en los que pude asistir
de la Filarmónica de Buenos Aires. Es muy grato ver cuando hay total comunión
entre los intérpretes y que el público responda, en consecuencia, con tantos
vítores que los músicos bien ganados los tienen, y esperemos ver a Calleja más
seguido en el Colón.
Donato Decina
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