Recital de Elena Maximova (Mezzo
soprano)
Alexandra Golubitskaia (piano)
Teatro Colon 09/11/2021
No es frecuente concurrir a un recital de
canto, donde poco o casi nada, conocemos sobre el artista que se presenta. Y
esto es así, al punto de pensar, en el momento en que el Colon anunciaba la
presentación de Elena Maximova, se trataba de una bailarina. . Menos frecuente
aún es encontrarse con una artista consumada y salir del teatro plenamente
satisfechos por lo que acabamos de escuchar.
En efecto, la mezzo soprano Elena
Maximova es una gran artista y ha ofrecido anoche un recital memorable.
Memorable, no solo por la calidad de la intérprete, sino por el poco transitado
programa de canciones de autores rusos que incluyó el recital; Rubinstein,
Arenski, Rimsky Korsakov, Tchaikowsky, Shostakovich, Rachmaninov y Shchedrin.
Sin tomar en cuenta como unidad, los ciclos de canciones de Tchaikowsky (Seis canciones
francesas dedicadas a Désirée Artôt de Padilla op. 65) y de Shostakovich (Canciones
Españolas, op. 100), Maximova cantó un generoso recital con un total de 31
canciones incluyendo los 2 bises.
Elena Maximova, posee una bellísima voz de mezzo
soprano, extensa en el registro, y con una técnica vocal tan consolidada que le
permite todo tipo de matices y colores, que van desde delicados pianissimos a
agudos amplios y potentes, puestos todos al servicio de la interpretación de la
obra que está ejecutando. Su expresión corporal, acompaña a las intenciones de
su canto con sobriedad y fineza.
La artista se encontraba muy cómoda en este
repertorio, que por los resultados puede comprobarse lo bien trabajado y
estudiado que ha sido.
Difíci es elegir un punto culminante del concierto,
pues en todo lo que cantó estuvo estupenda, pero la Canción y cancioncillas de
Bárbara, De la ópera “No solo amor” de Rodion Shchedrin, le permitieron a
Maximova entregar todo su potencial interpretativo en una obra verdaderamente
difícil.
Poco a poco, el público presente en la sala, fue
tomando con ciencia, a medida que el concierto transcurría, de la gran calidad
de la intérprete que estaba escuchando y la función culminó con una gran
ovación después de su bis de la “Seguidilla” de Carmen de Bizet, donde
Maximova, ya confiada y relajada por el éxito obtenido, se quitó los zapatos y
bailó la pieza con buen gusto.
Mención especial para el auditorio presente, que
aplaude donde no debe, cortando la concentración del cantante en los ciclos de
canciones, impidiéndole la unidad interpretativa del conjunto de canciones. Y
no solo eso, peor aún cuando esos aplausos son dubitativos y llegan al extremo
de hacerlos antes de terminar la obra. Seguramente es la falta de conciertos de
este tipo de repertorio, que no se ven en el Colon desde hace tiempo, que han
hecho olvidar las tradiciones a muchos de los presentes.
Muy buena
acompañante resultó Alexandra Golubitskaia, quien actuó
en perfecta sintonía con Maximova, apoyando la delicadeza de su canto y la
emotividad de la interpretación.
Por fortuna, esta vez no hubo un “O
mio babbino caro” como bis, pero no faltó su equivalente para la cuerda de
mezzo, la “Seguidilla” de Carmen.
Conclusión: Un concierto, con una
cantante, para no olvidar.
Roberto Falcone
La habia escuchado en el Met en Onegin ,donde su Olga es de referencia y es una muy apreciada cantante.Escuche el recital por el stream y me gusto mucho el repertorio y lamente las permanentes interrupciones de un publico diria irrespetuoso y desubicado.
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