sábado, 20 de septiembre de 2025

 


La Mezzosoprano Aigul Akmetshina durante su presentación pra el ciclo "Aura" en el Teatro Colón, Créditos: Prensa Teatro Colón, Fotografía de Juanjo Bruzza,


Ciclo Aura: Aigul Akhmetshina debutó en el Colón


Un recital para recordar


Teatro Colon


Domingo 14 de septiembre de 2025  

Escribe: Graciela Morgenstern

Fotos:  Juanjo Bruzza


Aigul Akhmetshina, mezzo soprano

Jonathan Papp, piano

Programa:

Giaochino Rossini: Il barbiere di Siviglia: “Una voce poco fa”

Francesco Cilea: Adriana Lecouvreur: “Acerba voluttà”

Piotr I. Tchaikovski: Evgueni Onieguin: “Ah Tanya, Tanya”

La dama de picas: “Queridas amigas” 

Camille Saint-Saëns: Samson et Dalila: “Mon coeur s’ouvre à ta voix” 

Jules Massenet: Werther: “Va! Laisse couler mes larmes”

Georges Bizet: Carmen: “L’amour est un oiseau rebelle” (Habanera)

“Près des remparts de Séville” (Seguidilla)

Sergei Rachmaninov: No cantes, mi bella de Seis romances, op. 4, n.° 4

¡Qué hermoso este lugar! de Doce romances, op. 21, n.° 7

Mark Minkov: Paisaje

Dénes Buday: Flores de Niza

Elena Roussanova: Mujer fatal (Estreno mundial)

Carlos Guastavino: La rosa y el sauce

Carlos Gardel: Por una cabeza

El día que me quieras

Consuelito Velázquez: Bésame mucho

Con aplausos expectantes, el público argentino recibió a la mezzo soprano rusa Aigul

Akhmetshina, quien debutó en nuestro medio, dentro del Ciclo Aura. La joven cantante

llega con una carrera en ascenso en destacados escenarios internacionales, considerada

especialmente como la “Carmen” del momento. El programa fue extenso y variado, una

muestra de ductilidad, ya que estuvo compuesto por arias de ópera de diferentes

orígenes, canciones rusas, una en carácter de estreno mundial, y hasta tangos. El

resultado fue óptimo.


Dotada de una voz caudalosa, de bello color, a lo que sumó su carisma, desenvoltura

escénica y talento, realizó un debut triunfal.

La primera parte estuvo dedicada a arias de ópera italiana, francesa y rusa. Akhmetshina

exhibió un registro extenso y parejo, rico en armónicos, con un centro poderoso y buen

pasaje tanto a la zona aguda como a los graves. Resolvió todas las dificultades impuestas

por las partituras, con muy buen manejo del fiato. Interpretó no sólo notas, sino que en

cada una, vertió la intención del texto con una rica gama de colores vocales, al mismo

tiempo que importantes cualidades actorales. Pero el mayor aplauso lo causó “Mon coeur

s’ouvre à ta voix”, vertida con un fraseo envolvente que dio la sensualidad que el aria

impone. Y por supuesto, las arias de Carmen, ópera por la cual es muy conocida.

Cerrando esta primera parte, fuera de programa, se presentó el barítono Germán

Alcántara y juntos interpretaron “La ci darem la mano”, de Don Giovanni, de W. A. Mozart,

en la que Alcántara no tuvo un gran desempeño. Un gesto simpático pero que se podría

haber obviado.

La segunda parte comenzó con canciones rusas de diferentes compositores y estilos, algo

sumamente interesante para el público realmente entendido porque no son obras muy

frecuentadas, lamentablemente, y demandantes en cuanto a técnica vocal, extensión del

registro y exigencias interpretativas, dificultades que la joven mezzo sorteó con total

solvencia. Incluso incluyó el estreno mundial de Mujer fatal, que Elena Roussanova

compusiera especialmente para Akhmetshina, quien volvió a mostrar su virtuosismo.

Ya abordando repertorio argentino, siguió La rosa y el sauce, para continuar con dos

tangos de Gardel, acompañada por tres guitarristas. Por una cabeza y El día que me

quieras, a dúo con Alcántara, incluyendo unos pasos de baile. Para finalizar, Bésame

mucho, reemplazó a la anunciada Granada.

Su acompañante, Jonathan Papp demostró en todo momento su solidez técnica y

flexibilidad, logrando un entendimiento completo con la cantante.

Ante un público eufórico que los ovacionaba, ambos ofrecieron fuera de programa, una

nutrida cantidad de obras, todas ellas vertidas con excelente vocalidad y buen gusto.

Fueron ellas Ninguno sino el corazón solitario, Op. 6 n.º 6, de Tchaikovsky, El ruiseñor

enamorado, de Cuatro canciones, Op. 2 n.º 2, de Rimsky-Korsakov, Lucky to Be Me, de On

the Town, y Somewhere, de West Side Story, ambas de Bernstein, Yo soy María, de María

de Buenos Aires, de Piazzolla y la canción tradicional rusa El ruiseñor, cantada a capella. .

Así concluyó un recital para el recuerdo.

CALIFICACIÓN: EXCELENTE

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